Si usted desemboca, a través de Internet, en Definiciones de Oxford Languages, observará el siguiente significado de “tiradera”:
Tiradera. Nombre femenino. Colombia: Dicho o hecho con el que se procura poner en ridículo a alguien o algo. «Dejen ya la tiradera o me pondré de mal genio». Similar: Burla.
Aunque la Real Academia de la Lengua Española es mucho más tradicional al respecto:
Tiradera. De tirar y -dera. 1. f. Flecha muy larga, de bejuco y con punta de asta de ciervo, usada por los indios de América, que la disparaban por medio de correas. 2. f. rur. Ar. Clavo grande de hierro con una cadena para arrastrar maderos.
En cualquiera caso, a efectos de la cotidianeidad en este tercer milenio –buena parte de la cual, como ya sabemos, se desarrolla en las redes sociales, Youtube, Facebook, etc.–, la definición de Oxford Languages se ajusta mucho más a la realidad. Y si hablamos de la realidad cubana, más todavía. Así, se me ocurre ajustar ligeramente el significado con relación a las diversas expresiones y problemáticas de lo cubano en Internet:
Tiradera. Dichos, hechos, enfrentamientos y salpafueras por medio de los cuales los youtubers e internautas cubanos de las primeras décadas del siglo XXI captan la atención del público, de cara a la monetización de sus respectivos nichos de mercado. En el ámbito cubano, donde el brete, el alarde, el choteo o la difamación han resultado sumamente populares en todas las épocas, incluso antes del surgimiento de Internet, la tiradera refuerza el carácter disparatado, y/o el impulso caníbal, de la sociocultura isleña, provocando que no se sepa qué es peor (o mejor): ordeñar la vaca o cortarle la pata.
Elevar la tiradera a otro nivel, o descender con ella otro escalón, constituyen alternativas por las que la cubanidad aún no se decide conscientemente, trabada como está entre el tiraquehala y el dimequetediré, el chanchullo tradicional y el enredo de toda la vida.