Inicio Blog Página 154

Daniel Morales lee a Rafael Almanza, Premio ‘Gastón Baquero’, en el VIII Festival Vista de Miami

Agradezco a los organizadores del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’, a Neo Club Ediciones, al Instituto La Rosa Blanca, al Club de Escritores Independientes de Cuba y a la fundación Vista Larga por hacer posible este milagro. Al jurado por su atinado juicio de elegir en esta IV edición del premio a dos de nuestros más sublimes escritores contemporáneos, Angel Cuadra y Rafael Almanza, y a los gestores y patrocinadores, Rafael Marrero y Miguel López Jr., que insisten con una terquedad insólita en estos tiempos al efectuar un evento como este magnífico festival de arte y literatura.

Esta noche, tengo el difícil privilegio de leerles las palabras que mi hermano Rafael Almanza debería decirnos personalmente:

Palabras de Rafael Almanza enviadas desde Cuba

Compatriotas, hermanos cubanoamericanos, hermanos estadounidenses:

Con motivo de recibir el Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’, que me enorgullece y agradezco, mis amigos me piden hablarles de mi obra. La razón por la que no la conocen es la misma por la que me han dado el premio: soy independiente de la mentira, y eso, en mi país, tiene el precio del anonimato. Pero si miramos bien, veremos que soy un marginal también en el plano de la creación: como escritor siempre he estado contra los modos y las modas del día. La moda es la literatura ligera, para conseguir algún día una piscina en el mercado: mi obra es ambiciosa, independiente no solo de la mala política sino del mercado en general. A los dieciocho años empecé a construir El amor universal, que inicié como un poemario y ha terminado, a mis sesenta, como el intento de un libro de libros, una secuencia de literaturas basada en las posibilidades de la poesía para el conocimiento trascendental, lo que me ha llevado a imaginar diez unidades de sentido que incluyen, desde luego, la poesía, pero además la narrativa, el ensayo, la crítica literaria, la biografía, el periodismo y otros géneros paraliterarios, y cualquier actividad creativa que me permita acercarme al Amor como la realidad fundamental del ser humano, a la verdad nuestra que es idéntica al Ser de Dios por imagen y por semejanza.

Ya con estas altisonantes declaraciones comprenderán ustedes que, lejos de la moda y el modo de huir de los metarrelatos, típica de las propuestas postmodernas, o de su supresión por narrativas diabólicas y totalitarias, yo me he empeñado en el redescubrimiento, la apología y la aplicación del Gran Relato Cristiano en mi vida, y en la actualidad de mi país. Y si el modo de ganarse la piscina hoy es la escritura fácil, plástica, corriente, común y televisiva, para que sea vendible, lo mío es el ladrillo, el tinajón de la tradición, la cal del respeto y la obediencia dificilísimas a las invariantes de cuatro mil años de literatura triunfante, del espíritu y los recursos extraordinarios de la lengua castellana, única que hablo, y de la gran literatura de mi país, que tiene en Martí y en Lezama una garantía de perennidad que habrá de probarse en los siglos. Yo no desciendo de la televisión, sino que soy heredero jubiloso de ese linaje. Que no me impide estar hoy empeñado en el uso del progreso tecnológico para la creación y la difusión de la poesía: pero desde estos fundamentos y para esos propósitos. Y para acabar de poner tienda al margen, con esos timbres de nobleza no me queda más remedio que ser un autor enfático y alegre. En eso soy fiel a la vocación de alegría de mi pueblo. Nada de negaciones ni de depresiones ni de gente que se tira del quinto piso. Los de abajo en Cuba solemos ser fuertes y felices, aun cuando no hayamos podido establecer, todavía, y solo todavía, la forma de convivir que nos permita disfrutar nuestro carisma de caridad y por lo tanto de felicidad. Hay poca distancia, creo, entre el carácter afirmativo de mi obra, al que intento obedecer en cada instante, y la trompeta china del carnaval camagüeyano, que fascinara a Tom Merton, enderezando el mundo. Enderezar al mundo es el mensaje central que he recibido de mi pueblo y de mi historia en El amor universal, enderezar a mi patria y enderezarme yo mismo en dirección al Amor Universal, que nos dice que todo está bien, la vida y la muerte, el fracaso y el éxito, el pecado y la santidad, porque somos inexorablemente caridad en el Amor y Él nos tripula hacia la plenitud de su Caridad. Mi literatura sirve a esta gloria y se nutre de gloria en ella.

Ya sé que estas declaraciones son inverosímiles. Pero ustedes van a tener de inmediato la sospecha de que pudieran no ser un fraude, porque mis hermanos me van a hacer la caridad de mostrarles algo de mi obra. No mi obra, ellos defendiéndome son la prueba de que lo que digo es cierto. Más: si soy un escritor independiente de la mentira y alegre en la caridad, viviendo en un espanto totalitario, es porque ellos me han hecho sobrevivir en este espanto, década tras década, con su caridad. El poeta Carlos Sotuyo, el narrador Daniel Morales, el artista Jorge Luis Porrata, el documentalista Eliecer Jiménez, el poeta Arley Garí Daniel, y sobre todo, los brillantes profesionales, generosos con la literatura y el arte porque son hombres de sensibilidad y de justicia, el ecologista Eudel Cepero y los ingenieros Reynaldo Chinea y Antonio Domínguez, el equipo exiliado del Grupo Homagno, que tiene desde luego una pléyade en el territorio nacional, son una metáfora viva de la Caridad de la Patria. ¿Dónde se vio esta logia de hermanos, diversos, distintos, libres y dispensadores de libertad, unidos por décadas en torno a la realidad de que el mayor poeta del país, el hombre que ejerció el carisma del país hasta el punto de entregar su vida en combate por la libertad del país, José Martí, nos ha inculturado la libertad y la caridad de una manera tal que el peor de los experimentos totalitarios no puede con nuestra alma, con el espíritu de ese poeta en unos ciudadanos pacíficos e indefensos? La extensa obra que he escrito y que aún me empeño en llevar a mayor altura y mejor servicio, es solo una cita a pie de página de unos versos del Homagno que nos reúne:

Únjanse presto

Soldados del amor los hombres todos:

La tierra entera marcha a la conquista

De este rey y señor, que guarda el cielo

Angel Cuadra y Rafael Almanza, premios nacionales de literatura independiente 2017

por Joaquín Gálvez

La existencia de un premio nacional de literatura independiente en Cuba significa recibir un reconocimiento por realizar una labor literaria al margen de la cultura controlada por el poder del Estado. Una cultura a la que el hacedor literario y artístico tiene que supeditar su pensamiento –ese “pensamiento cautivo” del que hablara el poeta polaco Czelaw Milosz–, a los dictámenes de un régimen y su ideología. La centralización de la cultura por parte del Estado no solo priva a los escritores y artistas de su libertad de pensamiento político, sino, además, del libre albedrio que le permite ejercer su criterio estético sobre su propia obra.

Angel Cuadra y Joaquín Gálvez en el VIII Festival Vista de Miami

Ante los favores del ogro filantrópico, el escritor del gremio oficial ha tenido que dar a cambio lo más preciado con que pueda contar un creador: la libertad de pensamiento y espíritu que le permite plasmar en su obra su cosmovisión, tanto en contenido como en forma.

Los dos ganadores del Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’ de 2017, Ángel Cuadra y Rafael Almanza, son dos ejemplos de escritores que optaron por el camino opuesto al de la cultura oficial; ese camino escabroso, pero digno, por el que hay que pagar un precio: la cárcel, el ostracismo, el exilio e insilio. Ambos ganadores son legítimos merecedores de este premio por la calidad literaria de sus respectivas obras, así como por el grado de independencia con que la han realizado.

La poesía de Ángel Cuadra representa una zona de la poesía cubana de la que jamás se ocupará la crítica oficialista cubana: la poesía escrita en el presidio político, a la que también pertenecen otros poetas como Jorge Valls, Armando Valladares, Ernesto Díaz Rodríguez, etc.

La obra poética de Ángel Cuadra se caracteriza por su talante humanista, o, al decir de uno de sus poemarios, por esa “voz inevitable” que emana de la experiencia dantesca de una prisión y la dureza del exilio, mostrándonos una Cuba oculta por el régimen castrista. Por su parte, Rafael Almanza ha sido un escritor rebelde que ha hecho una obra en su insilio cubano, desmarcándose de los parámetros de la cultura oficial, ya sean ideológicos o estéticos. En su obra se entrelazan elementos de la tradición con los de la vanguardia, los del pensamiento postmoderno con el misticismo cristiano.

Tanto Cuadra como Almanza han sido promotores culturales desde sus respectivos ámbitos; Almanza en la creación de una editorial independiente como Ediciones Homagno, así como de tertulias y exposiciones de arte independiente; Cuadra en la fundación del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio y en la escritura de un libro de referencia como La literatura cubana del exilio. Hay que añadir que ambos son profundamente martianos: enarbolan en su obra a ese Martí no apto para una ortodoxia ideológica y que, por tanto, el régimen cubano oculta.

El Premio Nacional de Literatura Independiente Gastón Baquero de 2017 tiene que sentirse honrado de premiar a dos representantes legítimos de la creación literaria cubana escrita en el espíritu de la independencia y la libertad del individuo.

Palabras leídas por el escritor Joaquín Gálvez en la VIII edición del Festival Vista de Miami, durante la entrega del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’ 2017 a los escritores Ángel Cuadra y Rafael Almanza. Gálvez fue parte del jurado de esta edición.

Construyendo la nación cultural

 

Constructores de la «nación cultural», como la llamara el poeta Angel Cuadra al momento de recibir la placa acreditativa del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’ 2017, que ganara junto al también poeta y ensayista Rafael Almanza. Eso somos los escritores y artistas independientes –exiliados o insiliados, pero independientes–, constructores de la nación del futuro, para decirlo en palabras del empresario Miguel López Jr. durante el VIII Festival Vista de Miami:

«Soy en esencia un constructor, es mi profesión y mi pasión, es la misión de mi empresa, de modo que aquí me siento en casa, aquí todos somos constructores: Yo constructor de infraestructura para el desarrollo de la sociedad, ustedes constructores del alma del pueblo, porque la literatura de una nación es su corazón, es el sello que la caracteriza, es su propia esencia».

Angel Cuadra recibe la placa aplaudido por los patrocinadores de esta edición, Miguel López Jr. y Rafael Marrero, y el público presente

Instituido por el Instituto La Rosa Blanca, El Club de Escritores Independientes de Cuba y el proyecto Puente a la Vista con el objetivo de premiar la labor literaria de los escritores exiliados, ninguneados o censurados abiertamente por el oficialismo tanto en Cuba como en su periferia académica –así como para estimular la independencia literaria en la Isla tras cerca de 60 años de control estatal sobre las instituciones y actores culturales–, el Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’ 2017 en la VIII edición de VISTA fue patrocinado por Rafael Marrero & Company y Miguel Lopez Jr. Asphalt Maintenance. Como uno de los coordinadores del evento, desde aquí quiero agradecer la sensibilidad y generosidad de estos empresarios y constructores, como la de todos aquellos que han contribuido al desarrollo de una cultura en libertad en la lucha por la libertad de Cuba. Porque, como también dijera durante el festival el poeta Joaquín Gálvez, uno de los jurados del ‘Gastón Baquero’, los premiados, Angel Cuadra y Rafael Almanza, son:

«Dos ejemplos de escritores que optaron por el camino opuesto al de la cultura oficial; ese camino escabroso, pero digno, por el que hay que pagar un precio: la cárcel, el ostracismo, el exilio o el insilio. Ambos ganadores son legítimos merecedores de este premio por la calidad literaria de sus respectivas obras, así como por el grado de independencia en que la han realizado».

Y porque, indudablemente, entre constructores toca seguir construyendo la cultura del presente, que es –al decir de Cuadra– la nación del futuro.

Puente de Letras 8

Ya está en circulación el octavo número de la revista de arte y literatura Puente de Letras, publicación del proyecto Puente a la Vista que en esta edición incluye un dossier dedicado al poeta y narrador, recientemente fallecido, Eduard Encina.

“Vale destacar en este número las referencias a los ganadores del concurso de narrativa Reinaldo Arenas, convocado por el Club de Escritores Independientes y Neo Club Ediciones, en esta ocasión concedido a Rolando Ferrer Espinosa en Cuba y Armando de Armas y José Hugo Fernández en el exilio. Con la nueva edición de este concurso y el de poesía, Dulce María Loynaz, que en el verano pasado ganaran Nelton Pérez y Julio Antonio Molinete, se cierra otro capítulo en la lucha por que el arte y la literatura dejen de ser patrimonio de una élite que gobierna el país como si fuera su hacienda particular. La buena noticia es que la convocatoria queda abierta para todos los poetas y narradores cubanos que creen en la importancia de la libertad de expresión, sin las coletillas de los poderes fácticos en su intención de desvalorizar y criminalizar un derecho universalmente reconocido”, apunta la revista.

Este número será presentado próximamente en Cuba y Miami tanto en papel como digitalmente. Reúne textos de Ana Rosa Díaz, Armando Añel, Armando de Armas, Eduard Encina, Heriberto Machado, Hugo Fabel Zamora, Ismael Sambra, Ivette Fuentes, Jorge Labañino Legrá, José Alberto Velázquez, José Gabriel Barrenechea, José Hugo Fernández, Julio Antonio Molinete, Luis Pérez de Castro, Nelton Pérez, Pedro Armando Junco, Waldo Díaz Balart, Yansy Sánchez Fernández y Yulexis Ciudad Sierra.

La publicación, ya disponible en Amazon, y Calameo, cuenta con secciones de crítica literaria –aparece una sección dedicada a la importante novela Ángeles desamparados, de Rafael Vilches, que aborda las traumáticas experiencias de las escuelas en el campo en Cuba–, y espacios para la poesía, el ensayo y la narrativa, entre otros.

Al margen de la cultura controlada por el poder

 

La existencia de un premio nacional de literatura independiente en Cuba, el ‘Gastón Baquero’, significa recibir un reconocimiento por realizar una labor literaria al margen de la cultura controlada por el poder del Estado. Una cultura en la que el hacedor literario y artístico tiene que supeditar su pensamiento –ese “pensamiento cautivo” del que hablara el poeta polaco Czelaw Milosz– a los dictámenes de un régimen y su ideología.

La centralización de la cultura por parte del Estado no solo priva a los escritores y artistas de libertad de pensamiento político, sino, además, del libre albedrio que le permite ejercer un criterio estético sobre su propia obra. Ante los favores del ogro filantrópico, el escritor del gremio oficial ha tenido que dar a cambio lo más preciado con que puede contar un creador: la libertad de pensamiento y espíritu que le permite plasmar su cosmovisión, tanto en contenido como en forma.

Idabell Rosales celebra el Premio Nacional entregado a Angel Cuadra en presencia de los patrocinadores de la VIII edición del Festival Vista en Miami, Rafael Marrero y Miguel López Jr., y de uno de los jurados, el poeta Joaquín Gálvez.
Fragmento de las palabras leídas por el escritor Joaquín Gálvez en la VIII edición del Festival Vista de Miami, durante la entrega del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba Gastón Baquero 2017 a los escritores Ángel Cuadra y Rafael Almanza. Gálvez fue parte del jurado de esta edición.

Por una cultura en libertad

Durante el Festival Vista de Miami, auspiciado en esta VII edición por la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba, el Instituto La Rosa Blanca, Rafael Marrero & Company, DRC Art Studio y la logia ‘Osvaldo Ramírez García #3’, el proyecto Puente a la Vista entregó las placas acreditativas a los ganadores de los premios Dulce María Loynaz y Reinaldo Arenas 2017 por la parte exiliada, los escritores Armando de Armas, José Hugo Fernández y Julio Antonio Molinete.

Durante el evento celebrado en el Miami Hispanic Cultural Arts Center el pasado 9 de diciembre, el autor de la novela ganadora, Armando de Armas, donó el monto en metálico de su premio al proyecto Puente a la Vista, que abre espacios para la creación independiente en ambas orillas.

Entrevistado por el periodista Luis Felipe Rojas para Martí Noticias, de Armas hizo un llamado a la comunidad de empresarios cubanos radicados en el sur de la Florida para que colaboren con proyectos como éste.

“Creo que es importante que los empresarios, los hombres que gracias a la cultura de la libertad han podido prosperar y crear negocios y empleos, tengan presente que es importante que haya también creadores, artistas, que defiendan esa libertad”, señaló el narrador premiado.

[ot-video][/ot-video]

Coordinadores del proyecto Puente a la Vista explicaron a Neo Club Press que un acto similar tendrá lugar en Cuba, con la entrega oficial de los premios a los co-ganadores Nelton Pérez (poesía) y Rolando Ferrer Espinosa (narrativa).

A continuación las palabras de Jorge Olivera Castillo, presentador del acto y jurado del premio Dulce María Loynaz:

Convocado por el proyecto Puente a la Vista, en colaboración con el Club de Escritores Independientes de Cuba y Neo Club Ediciones, esta segunda edición de los premios de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’ y de Poesía ‘Dulce María Loynaz’ –instituidos con el objetivo de promocionar a los escritores cubanos más allá de sus afiliaciones, credos o lugar de residencia– quiere subrayar su compromiso con la libertad creativa y su apoyo a todos aquellos que desarrollan su obra en el ámbito cubano, donde la represión contra intelectuales y periodistas continúa siendo cotidiana. La literatura cubana es una, tanto fuera como dentro de Cuba, y este es uno de los ejes fundamentales sobre los que gira el proyecto.

En esta edición de los premios Dulce María Loynaz y Reinaldo Arenas, en la que se recibieron más de 200 libros de autores cubanos residentes en una veintena de países, resultaron co-ganadores, en poesía, Nelton Pérez y Julio Antonio Molinete, y en narrativa Rolando Ferrer, Armando de Armas y José Hugo Fernández.

El jurado de poesía fue integrado por los poetas Jorge Olivera, Rafael Vilches y Victor Manuel Domínguez, mientras que el jurado de narrativa estuvo compuesto por los escritores y críticos Luis Leonel León, Ángel Santiesteban y Manuel Gayol Mecías.

En este festival tenemos el privilegio de contar con la presencia de los ganadores de estos dos premios por la parte exiliada: Armando de Armas (El guardián en la batalla), José Hugo Fernández (Nanas para dormir a los bobos) y Julio Antonio Molinete (Brújula quebrada).

Sobre los ganadores, han dicho los jurados:

En el poemario de Julio Antonio Molinete palpamos la circularidad del recuerdo, los puntos cardinales de la evasión, el dolor profundo y sostenido en cada tramo de la esperanza, las notas a relieve de un náufrago que sobrevive sobre su poesía.

Los relatos de José Hugo Fernández entran en el juego del umbral: una zona que se mueve entre lo real-corpóreo y lo real-imaginario. Más que ser entendidos como narrativa, deslumbran por una prosa diáfana que nos acerca al misterio.

En la novela de Armando de Armas asistimos a una lucha titánica entre la nostalgia y la realidad, un desgarramiento intenso dado en pocas páginas, como si el exorcismo de El guardián se convirtiera en un vómito de luz.

VII Festival Vista contra la represión

«Contra la represión intelectual en Cuba» es el lema con que el Festival del Arte y la Literatura Independiente VISTA celebrará el próximo 9 de diciembre de 2017 su séptima edición de Miami, auspiciada por el Instituto La Rosa Blanca y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. El programa incluye presentaciones de libros, conferencias, paneles de debate y un acto de premiación conducido por los periodistas Karen Caballero y Jorge Olivera Castillo durante el cual se entregarán las placas acreditativas a los ganadores de los concursos ‘Reinaldo Arenas’ y ‘Dulce María Loynaz’ 2017 residentes en el exilio, los escritores Julio Antonio Molinete (poesía), Armando de Armas y Jose Hugo Fernández (narrativa), quienes estarán presentes.

Durante la jornada, que comenzará a las 3:00 p.m. en la sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center (111 SW 5ta Ave, Miami Fl 33130), que preside el maestro Pedro Pablo Peña, los asistentes podrán disfrutar la conferencia ‘Represores de cuello blanco: Eslabón clave del Estado totalitario’, del historiador y ensayista Juan Antonio Blanco. En esta edición intervendrán decenas de escritores, presentadores y activistas culturales, entre ellos Jorge Olivera Castillo, Alfredo Triff, Idabell Rosales, Juan Manuel Cao, Ileana Fuentes, Lilo Vilaplana, Gustavo Rodríguez (Garrincha), Aristides Pumariega, Alfredo Pong, Luis Felipe Rojas, Luis Leonel León, Karen Caballero, Julio Antonio Molinete, José Hugo Fernández, Gisela Lovio, Adrián Morales, Armando Añel, Armando de Armas, José Abreu Felippe, Denis Fortún, Rebeca Ulloa y Carlos Alberto Montaner.

“Fugas, la colección de una isla en fuga”: El festival abrirá con la presentación de este proyecto editorial con sede en Estados Unidos, dedicado a los autores cubanos de la diáspora, editado por Luis Leonel León y asociado al sello español Ediciones La Palma. Se presentarán los tres primeros títulos: Escapados del paraíso, novela de Armando de Armas, Póker de brujas y otros cuentos. Edición 50 años, relatos de Carlos Alberto Montaner, y El super. Edición 40 años, pieza teatral de Iván Acosta. Adicionalmente, Con una canción cubana en el corazón, el más reciente libro de Acosta, un coffee table book bilingue que contiene 80 relatos biográficos a través de los cuales se narran pasajes de la historia de la Cuba contemporánea y su exilio –dos LPs o CDs de música cubana y 280 carátulas de LPs de la llamada época dorada de la música cubana, provenientes de la colección personal de Acosta, un libro obligado para coleccionistas–, será presentado por la ensayista Ileana Fuentes, directora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, el profesor y músico Alfredo Triff y el periodista Luis Leonel León.

Sucesivas presentaciones incluyen el libro de relatos de Gisela Lovio Mundos paralelos, presentado por Armando Añel; el poemario Brújula quebrada, de Julio Antonio Molinete, –co-ganador del Premio de Poesía ‘Dulce María Loynaz’ 2017–, presentado por Jorge Olivera; la novela El guardián en la batalla, de Armando de Armas –co-ganadora del Premio de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’ 2017–, presentada por José Abreu Felippe y Denis Fortún; y el libro de relatos Nanas para dormir a los bobos, de José Hugo Fernández –co-ganador del Premio de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’ 2017–, presentado por Luis Felipe Rojas.

Esta edición de VISTA cerrará con la presentación de la compilación La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro (Neo Club Ediciones, 2017), un libro con caricaturas, declaraciones, comentarios y artículos de Adrián Morales, Alfredo Pong, Amir Valle, Annelys Casanova, Antonio Ramos Zúñiga, Aristides Pumariega, Armando Añel, Armando de Armas, Augusto Juarrero, Barack Obama, Bárbara Travieso, Carlos Alberto Montaner, Carlos Curbelo, Carlos Eire, César Menéndez Pryce, Donald Trump, Exilda Arjona, Faisel Iglesias, Félix Luis Viera, Gustavo Rodríguez, Idabell Rosales, Ileana Ros-Lehtinen, Iván Acosta, Janisset Rivero, Joel Cano, Jorge Arronte, Jorge Ignacio Pérez, José Armando Rodríguez, José Hugo Fernández, Juan Abreu, Juan Antonio Blanco, Juan Manuel Cao, Julio Fowler, Leyser Ley Martínez, Lilo Vilaplana, Lincoln Díaz-Balart, Luis Leonel León, Manuel Gayol, Marcell Felipe, María Victoria Machado, Mario Díaz-Balart, Midiala Rosales, Mike Pence, Modesto Arocha, Nicolás Águila, Norge Sánchez, Omar Santana, Oswald Santos, Pablo Jesús Socorro, Rafael Marrero, Ramón Fernández-Larrea, Randy Espinet, Rebeca Ulloa y Yoaxis Marcheco.

Un panel presentado por Karen Caballero y moderado por Juan Manuel Cao, en el que participarán Adrián Morales, Rebeca Ulloa, Juan Antonio Blanco, Lilo Vilaplana, Gustavo Rodríguez (Garrincha), Aristides Pumariega y Alfredo Pong, profundizará en las circunstancias abordadas en el libro.

Desde el año 2014, el Festival Vista de Miami da a conocer el trabajo de escritores, editores y artistas, fundamentalmente independientes, en interacción con colegas de otras ciudades y países. El festival aspira a ofrecer un espacio de continuidad e intercambio a individuos, editoriales y organizaciones cuya labor cultural constituya un aporte comunitario y merezca apoyo y reconocimiento. En Cuba, a pesar de la represión intelectual vigente, el Festival Vista ha celebrado ya varias ediciones al margen de las instituciones estatales, en colaboración con el Club de Escritores Independientes de Cuba (CEIC) y otros grupos y creadores de la sociedad civil.

[email protected]

 

Sábado 9 de diciembre de 2017

 

Miami Hispanic Cultural Arts Center

(111 SW 5ta AVE. Miami, FL 33130)

PROGRAMA

 

3:00 p.m. Brindis.

3:30 p.m. Presentación de los tres primeros títulos de la Colección Fugas, editada por Luis Leonel León y dedicada a la diáspora cubana. Se presentarán ‘Escapados del paraíso’, novela de Armando de Armas, ‘Póker de brujas y otros cuentos. Edición 50 años’, relatos de Carlos Alberto Montaner, y ‘El super. Edición 40 años’, pieza teatral de Iván Acosta.

4:20 p.m. Presentación del libro ‘Con una canción cubana en el corazón’, de Iván Acosta, un coffee table book con 280 portadas de LPs de la época dorada de la música cubana, 80 cuentos y 2 PLs con piezas cubanas. Presentado por la ensayista Ileana Fuentes, directora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, el profesor, músico y ensayista Alfredo Triff y el editor y periodista Luis Leonel León.

5:10 p.m. Presentación del libro de relatos ‘Mundos paralelos’, de la escritora Gisela Lovio. Presentación a cargo del editor Armando Añel.

5:45 p.m. Acto de premiación de los concursos Dulce María Loynaz y Reinaldo Arenas, del proyecto Puente a la Vista. Presentado por los periodistas Jorge Olivera Castillo y Karen Caballero. Con la presencia de los escritores Julio Antonio Molinete, Armando de Armas y José Hugo Fernández, quienes recibirán las placas acreditativas correspondientes a los primeros lugares.

6: 20 p.m. Piscolabis

6:30 p.m. Presentación del poemario ‘Brújula quebrada’, del poeta y periodista Julio Antonio Molinete, co-ganador del Premio de Poesía ‘Dulce María Loynaz’ 2017. Presentado por el escritor y periodista Jorge Olivera, miembro del jurado de esta edición.

7:15 p.m. Presentación de la novela ‘El guardián en la batalla’, del escritor y periodista Armando de Armas, co-ganador del Premio de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’ 2017. Presentado por los escritores José Abreu Felippe y Denis Fortún.

8:00 p.m. Presentación del libro de relatos ‘Nanas para dormir a los bobos’, del narrador y ensayista José Hugo Fernández, co-ganador del Premio de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’ 2017. Presentado por el escritor y periodista Luis Felipe Rojas.

8:45 p.m. Conferencia ‘Represores de cuello blanco: Eslabón clave del Estado totalitario’, del historiador y ensayista Juan Antonio Blanco.

9:20 p.m. Presentación de la compilación ‘La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro’. Un panel presentado por la periodista Karen Caballero y moderado por el escritor y periodista Juan Manuel Cao. Con las intervenciones de los analistas y creadores Adrián Morales, Rebeca Ulloa, Juan Antonio Blanco y Lilo Vilaplana, y los artistas plásticos Gustavo Rodríguez (Garrincha), Aristides Pumariega y Alfredo Pong, quienes hablarán sobre el humor en los tiempos de ‘Bucarito’, como jocosamente ha sido llamado Castro tras su incineración.

Entrada y parqueo gratuitos

Julio Antonio Molinete: Los cuatro puntos cardinales

Un jurado compuesto por los poetas Jorge Olivera Castillo, Víctor Manuel Domínguez García y Rafael Vilches Proenza otorgó este verano el Premio de Poesía ‘Dulce María Loynaz’ 2017 al escritor cubano, residente en Estados Unidos, Julio Antonio Molinete, compartido con Nelton Pérez en Cuba. Se trata, según el periodista y crítico de arte Carlos Pérez, de una poesía «donde los seres amados vienen como en un retrato de lejana época y ocupan el puesto que les corresponde en el presente…», pero también de un poemario «de logros y victorias alcanzadas a través y a pesar del dolor».

El libro será presentado por el también poeta y periodista Jorge Olivera el sábado 9 de diciembre, a las 6:30 p.m., en el VII Festival Vista de Miami (el Miami Hispanic Cultural Arts Center es la sede, en la 111 SW 5ta Ave) y en la segunda mitad de diciembre podrá ser adquirido en la librería más visitada del mundo, Amazon. Molinete tuvo la gentileza de concedernos la siguiente entrevista:

Armando Añel (AA)- Llegaste a los Estados Unidos en el 2007. Diez años de exilio ya. ¿Puedes ofrecernos un resumen de tu trayectoria literaria, creativa, antes y después de salir de Cuba?

Julio Antonio Molinete

Julio Antonio Molinete (JAM)- ¿10 años? ¿No te haz equivocado en la cuenta? (risas) Si te soy sincero, me parece que son apenas 10 minutos, quizá 10 horas. Pero, si me dices que son 10 años, debe de ser cierto. ¿Sabes?… por alguna razón me hiciste recordar al poeta estadounidense Walt Whitman y, como la memoria a veces me engaña, voy parafrasear una de sus citas: “Coged las rosas mientras podáis, raudo el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará marchita”. Así, en parte, siento el exilio. Y no solo el exilio, también la vida. Somos algo mágico y fugaz, hermoso y etéreo.

Mi abuelo Francisco –inmigrante español– y mi madre, siempre me rodearon de libros. Creo que la poesía siempre estuvo aleteando como colibrí a mi alrededor, pero logró libar algo de forma tardía. El primer poema lo escribí allá por 1984, cuando supe de la muerte de Indira Gandhi. Después en Santa Clara, en la universidad, me acerqué a los talleres literarios, pero con mucha timidez. Al graduarme en 1991, estuve en varios ‘laboratorios’ poéticos en las casas de la cultura en Manzanillo, Bartolomé Masó, Bayamo y Las Tunas.

Cuento corto: en materia literaria, fui un autodidacta. Los talleres literarios me sirvieron de cátedra y fueron la mejor escuela, el mejor jardín.

En 1997, Ediciones Bayamo me incluye en la Antología de poetas cubanos Al sur esta la poesía. Tres años después Ediciones Sanlope publica mi primer libro de poesía infantil En coche por el Arcoíris. Pero antes, en 1999, había ganado el Premio de poesía 20 de octubre con el cuaderno La Piedad se llama Dalila, sin embargo, por cuestiones de presupuestos y escasez de recursos, no ve la luz hasta 2002.

Por esos años ya vivía en Las Tunas, y el apoyo del maestro y amigo Carlos Téllez fue crucial. Siempre enviaba los poemas de los talleristas a revistas, tabloides, periódicos y así fueron saliendo algunos poemas en México (Grupo Cero), España (El Vendedor de Pararrayos), Argentina (Hojas del Caminador) y Ecuador (El Heraldo – Ambato). Durante los 37 años vividos en Cuba publiqué dos libros. Ahora, que vivo en el exilio, en solo 10 años sale Brújula quebrada, creo que me ha ido mucho mejor (risas).

Siempre tuve una sed insaciable de superación. Sobre todo porque –en materia literaria– era consciente de mis errores, debilidades y miedos. Así que, para vencerlos debía estudiar, investigar… y acá tuve esa oportunidad. Fue como en 2008 que supe de la Maestría bilingüe en Creación Literaria que ofrece la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Texas en El Paso. Así que, con mi espanglish con mayor tendencia al span ​que al nglish me embarqué en la aventura del MFA en Creative Writing. Agradezco mucho esa etapa –difícil y hermosa– por momentos pensé que no llegaría a concluir ese máster, pero se pudo en ‘las entrañas mismas del monstruo’ (risas). En estos años salieron algunos poemas en la revista universitaria Rio Grande Review y publiqué un cuento en el proyecto fronterizo BorderSences.

2017 ha sido un buen año, tuve la dicha de ser incluido en la Antología Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamérica de Lord Byron Ediciones, en España, y la revista chilena de arte y literatura Verbo(des)nudo, publicó varios poemas míos. Y ahora este premio.

AA- Este es un poemario peculiar, cuya estructura gira en torno a los cuatro puntos cardinales. ¿Puedes abundar en ello y en general en la esencia del libro?

JAM- Brújula Quebrada presenta al hombre como diasporante (esa palabra no existe, eh, es un invento mío). Te explico: el ser humano es un emigrante perenne y vive generalmente esta condición desde la más raigal dicotomía: lo sabe y no lo sabe, lo ama y lo odia, lo goza y lo sufre. Lo asimila sin darse cuenta y, también, lo rechaza.

Somos esa suerte de amasijo biológico-social, andante. La naturaleza (la madre mayor) tasa al individuo para la diáspora. Se manifiesta desde el mismo proceso de la fecundación. Al coincidir e interactuar, ambos desplazamientos –el del óvulo y el espermatozoide– crean un cigoto de esencia intranquila. Nueve meses después ocurre la primera expulsión, el primer exilio, de la patria natural: el vientre materno.

A partir de ese primer grito, del primer respiro, del hambre primera, el ser humano está expuesto a múltiples formas de éxodo. De minuto a hora, de día a año, ocurre una transformación del individuo, una diáspora plural.

Sin embargo, ese ente biológico-social se trastorna durante dicho desplazamiento. Aquí la pregunta sería ¿Por qué el diasporante sufre la diáspora? Cuando madre e hijo se separan físicamente, esa ruptura tiene consecuencias. Y, cada quien, la sobrelleva de diferentes maneras. Por lo tanto, si ese alejamiento es forzoso, es innegable su mal sabor de espíritu. Y eso, precisamente, es lo que pasa con los exiliados.

En sus Reflections On Exile and Other Essays, el crítico y teórico literario palestino-estadounidense, Edward W. Said, tilda el exilio como algo “horrendo”, “producto de la acción de los seres humanos sobre otros seres humanos”. Y ahí es cuando la brújula se disloca, se rompe. Eso lo sabemos los cubanos, los centroamericanos, los suramericanos, los africanos, en fin… la historia del exilio es muy larga.

AA- ¿Por qué el libro comienza en el norte y no en el este?

JAM- Porque es la etapa actual de mi vida. NORTE, la primera parte del poemario, aborda las vivencias de un diasporante en los Estados Unidos. Una etapa de muchos retos. Por un lado, los ya conocidos avatares del inmigrante: idioma ajeno, clima extremo, alimentos diferentes, cultura desconocida, soledad repentina, culpas, dejaciones, discriminación. Y por el otro, el optimismo para salir adelante.

Los poemas aparecen colocados como si la aguja de la brújula oscilara entre el noroeste (NO) y el noreste (NE). O sea, entre el exilio y el momento en el cual decido hacer un cambio de rumbo; entre el exilio y Cuba. Ambos movimientos reflejan el hurgar en esa grieta entre el ser humano y su lugar natal, entre el yo y el verdadero hogar. Como si no pudiera cicatrizar esa herida o superar esa tristeza impuesta por el exilio.

AA- La segunda parte o capítulo es el o-este ¿Por qué? ¿Esto no rompe la lógica de las cosas?

JAM- Ese es el propósito. Estamos en presencia de una brújula rota, quebrada.

Los poemas incluidos en la sección O-ESTE, abarcan una etapa muy breve, intensa y decisiva. Sin lugar a dudas, la más intensa. Un lapso que duró, quizá 1/25 segundos. ¿Qué es esa fracción ante 37 años? ¿En 1/25 segundos puede cambiar todo?

Aquí, trato de reconstruir la palabra oeste. Juego con su fonética “o” y “este”. (¿esto o aquello?). Exploro la posibilidad de hacer varias lecturas. El título o-este, propone tomar una decisión, un cambio de rumbo.

Coincidentemente, el sol se oculta por ese punto cardinal dando paso a la oscuridad, a la noche. Muchas veces, esa es la sensación cuando estamos ante una alternativa; por instantes sentimos la robustez y el frío de la sombra. Somos optimistas o quizá escépticos o tal vez curiosos por ese nuevo día o camino en el horizonte. En esta parte del poemario, repaso las cavilaciones de mi desplazamiento espacial.

O-este, es un canto a la brevedad del dolor, de la felicidad, de las decisiones, de uno mismo, de lo que eres y de lo que no. El poema El instante; la pregunta, incluido en esta sección, trata de mostrar lo que sentí cuando me invadió el gran dilema: ¿me quedo o regreso? Rememora ese soplo electrizante que recorrió íntegramente mi cuerpo. Fue un flashback tras otro y, a la vez, una mezcla de éstos, con ciertas dosis de flash- forward.

AA- ¿Y el SUR cómo encaja en todo esto?

JAM- SUR, la tercera parte del cuaderno, agrupa algunos poemas más recientes. Es una tonadilla a la añoranza. Los recuerdos de un terruño cada vez más distante. Una patria a la que regresar –por el momento– no es una opción ni transitoria ni soñada. Asimismo, santigua algunos rencores, diálogos frente al espejo, posturas irreconciliables. También incluye aquellos olvidos involuntarios debido al paso de los años y algunas verdades todavía latentes en algún lugar de la memoria.

Y antes de que me preguntes por el este, te voy a comentar los motivos por los cuales el libro concluye con la aguja de la brújula en el ESTE; en Cuba, mi punto de partida, tú punto de partida. El este, es el lugar aproximado donde sale el sol cada día y, precisamente, Manzanillo, la ciudad donde llegué al mundo, está en el oriente de la isla. Nótese: la isla de Cuba tiene forma alargada como aguja o llave. Los poemas de esta sección sugieren un andar sobre la aguja de la brújula, una aguja estática, anclada, presa… el ir y venir es lineal, de un lado a otro, sobre los mismos pasos, como quien está acorralado en sí mismo o preso.

Esta cuarta parte refiere instantes del terruño, vivencias compartidas con seres queridos y hasta los favores de algunos verdugos. Rememora el primero de los destierros (el éxodo desde el vientre materno) y algunos posibles detonantes del exilio geográfico.

AA- El vientre materno no nos prepara para venir al mundo. Igualmente, en Cuba nunca se nos preparó para vivir en una sociedad abierta. ¿Puede la poesía amortiguar los sucesivos «golpes que nos da la vida» ya fuera de ese útero?

JAM- La poesía nos salva. Bueno, a mí, en lo particular, me ha salvado. Ha sido, después de mí fe en Dios, la vía para sublimar el espíritu, para aguantar como tú bien dices esos ‘golpes que nos da la vida’.

Y, no, no, una y mil veces no. En Cuba nunca se nos preparó para vivir en una sociedad abierta, porque, lejos de lo que la mayoría de las personas piensan, Cuba no es una sociedad abierta. El ideal político que el régimen cubano defiende está por encima de los principios y valores humanos. Allí la libertad individual se ha pisoteado.

Y lo digo por mí mismo. Desde chico iba a la iglesia y eso acarreó sus consecuencias: preso a los cinco años ¡sí!… a los cinco años. ¿el motivo?… asistir a un retiro en la iglesia de las Asambleas de Dios de la calle Astillero, en Manzanillo. A raíz de eso me abrieron un expediente por proselitismo religioso. ¡Con cinco años! ¡por favor! Me hicieron la vida imposible en la escuela primarias Ángel Verdecia y El Cuartel, desde bajarme las calificaciones hasta golpearme en la boca por cantar el himno nacional. En las secundarias René Ramos Latour y Ramón Paz Borroto, me tenían junto con los niños con problemas de conducta. Fueron incontables los actos de repudios, en una ocasión hasta me escupieron. En el IPU Pacho Rosa, de Campechuela, no fue diferente. Fui a la universidad por el apoyo de algunos compañeros de salón y, aunque tenía buen promedio académico, me asignaron la carrera que ‘necesitaba la revolución’. En la Universidad Central de Las Villas, un profesor de Filosofía me hizo la vida ‘de cuadritos’ y ¿qué decir de la doctora que impartía Doctrinas Económicas? Y no es paranoia. Hace una semanas visité en Nueva Jersey a una de las niñas que estuvo presa junto conmigo, ¿sabes lo que me dijo? La profesora Lourdes comenzó a ir a la iglesia y nos pide perdón por todo lo que nos hizo pasar. Recientemente, mi primo Moisés, que ahora vive en Chile, me hizo un comentario similar con respecto a otra maestra cuyos ojos verdes parecían bolas de fuego cuando nos atacaba verbalmente por ser un ‘aleluya’. El colmo de los colmos, en primer año de la carrera, mí padre me echó de su casa por ser ‘religioso’… y mejor no te cuento lo vivido a partir de ese momento. El comunismo es eso, el exterminio de la libertad individual.

Cuando llegas a un país con ‘libertad’, es difícil entender y adaptarse a muchas cosas. A veces, esa misma libertad te asfixia, te golpea. Y, entonces, vas poco a poco, paso a paso adaptándote a otro aire, a otro jardín de flores, porque –entre otras coas– como dice Whitman, raudo el tiempo vuela.

AA- ¿Algún mensaje que quisieras hacer llegar a tus colegas, o a los lectores en general, tras la obtención del Premio de Poesía ‘Dulce María Loynaz’ 2017?

JAM- Para responderte –y si me lo permites– regreso a la frase de Whitman: “Coged las rosas mientras podáis, raudo el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará marchita”. El poeta no lo menciona, pero leyendo entrelíneas sabemos que para cortar las rosas en ocasiones nos herimos las manos; sin embargo, eso no debe detenernos. En honor a la verdad –después de espinarme muchas veces, de sentir ráfagas de ‘no’, de mojarme bajo lluvias de burlas o de bullying– jamás pensé obtener un premio de poesía como el ‘Dulce María Loynaz’. Hoy me siento afortunado, siento humildad y gratitud.

Postdata:
Julio A. Molinete, además, ha sido co-guionista y co-director de la serie documental Molinos; de los documentales Tambú Luá; Ay Tunas, quiéreme mucho; Añoranza; Manatí y el Príncipe del danzón. Fue director y guionista del programa de ciencia y técnica Redes de la TV Cubana. Trabajó en El Diario de El Paso; las televisoras Tunasvision, Univision 26 y SOiTV; en las estaciones de radio KXPL La Voz (Universal Network) y MVS Internacional.
Es acreedor de los premios nacionales Caracol UNEAC, Televisión Cubana, Espiral, 26 de Julio, Hormigo, Catedral de La Habana, Primero de Mayo, Caracol Santiago, Taguabo y otros. En los EEUU fue nominado, como productor, en los premios Emmy’s en 2016.

‘Fugas’, colección de una isla en fuga

Este es el comienzo de una mirada y un abrazo largamente esperados a los autores cubanos que realizan su obra fuera de la isla, en las márgenes, en las fisuras, en ese estatus difícilmente definible que es escribir –diría el exiliado José Martí– sin patria pero sin amo y que indistintamente llamamos diáspora o exilio, según el contexto, el año de partida, el compromiso o la interpretación de la herida.

Dedicada exclusivamente a los escritores cubanos de la diáspora, después de un largo y tortuoso camino, llega a la Feria del Libro de Miami la Colección Fugas, proyecto editorial independiente cuya sede principal se encuentra en Miami, que en asociación con Ediciones La Palma (Madrid) y gracias al auspicio del Instituto La Rosa Blanca y el Interamerican Institute for Democracy, pone a disposición de los lectores sus tres primeros títulos: Póker de brujas y otros cuentos. Edición 50 años (el primer libro en prosa de Carlos Alberto Montaner), El Super. Edición 40 años (pieza teatral de Iván Acosta) y Escapados del paraíso (novela de Armando de Armas).

Fugas se fundamenta en que sus autores, aunque residen fuera de Cuba, forman parte indispensable del patrimonio literario cubano. La colección se enfoca en escritores vivos, pero se propone además rescatar la producción de autores fallecidos fuera de la isla, cuyos textos constituyen aportes a la cultura de la nación, que existe más allá de las fronteras geográficas e ideológicas a las que lastimosamente ha sido sometida su producción literaria desde hace casi seis décadas.

Cuba está hoy en muchas partes y desde la libertad que, no lejos del dolor, les otorga la diáspora, sus autores pelean cada día contra los demonios del olvido, las falsas palabras y el silencio. Por ello este proyecto editorial incluye a los nacidos en otros países en el seno de familias cubanas, como los cubanoamericanos y los hispanocubanos.

El número 1 de Fugas está firmado por Carlos Alberto Montaner. No fue en Miami ni en Madrid sino en San Juan, Puerto Rico, donde apareció hace 50 años ésta colección de relatos, el primer libro de ficción de Montaner, quien por entonces tenía 25 años. Se trata de un volumen atípico en su prosa y una rara avis en la narrativa de la época. Distanciadas de las maneras y los tópicos, a veces sobredimensionados, del llamado boom latinoamericano, la intención de estas piezas agridulces, que merecen ser trasladadas al cine, es aventurarse en un paneo por los ámbitos oscuros, ásperos de la vida. Esas sombras que por momentos (quizás por repelentes) no divisamos o no queremos ver. En 1973 InterAmerican University Press, de Puerto Rico, publicó este libro traducido al inglés por el poeta norteamericano Robert L. Robinson, quien bautizó a su autor como “el maestro de lo macabro”.

Montaner (La Habana, 1943) es escritor, periodista, analista político, ha publicado casi una treintena de títulos. Tenía 17 años cuando fue detenido en 1960 por “impedir que la dictadura comunista consiguiera consolidarse”. Fue condenado a 20 años de presidio pero escapó de la cárcel para menores y se asiló en la embajada de Honduras desde donde comenzó su largo exilio compartido entre Madrid y Miami. Sus ensayos son elocuentes reflexiones sobre las fisuras sociales, culturales y políticas que afectan a las sociedades contemporáneas, sobre todo a Latinoamérica; agudísimas miradas que no ha podido apartar de los conflictos, personajes y motivaciones que describen sus novelas.

Esta edición especial por los 50 años de Póker de brujas y otros cuentos. Edición 50 años, contiene la entrevista 50 preguntas 50 años después (de la primera vez), donde Montaner habla de las principales motivaciones en la obra y la vida de unos de los intelectuales más notables de Hispanoamérica.

El número 2 de Fugas es un clásico de la creación cubana, no sólo de su larga e incomprendida diáspora: esos seres con el alma partida en dos, cuyas memorias e ilusiones retrata esta encantadora obra, espejo cotidiano y creativo de muchos emigrantes en Estados Unidos.

Protagonizada por el encargado (super) de un edificio en Nueva York, esta tragicomedia (estatus del espíritu tan isleño, tan cubano) refleja, entre risas, penas y anhelos, la experiencia de los exiliados de una nación herida, fragmentada, vilipendiada, incontada, en larguísima fuga.

Hace 40 años el The New York Times publicaba esta frase: “El Super aborda poco la política y más el tema de la desorientación de los exiliados que se convierten en metáfora viva de la condición humana”. Desde su estreno en 1977, El Super ha demostrado poseer el raro don de escapar de sus páginas, del escenario o la pantalla para instalarse en la –no menos teatral– realidad, desde donde saltara a seducir la imaginación de su autor, testigo y protagonista de estas escenas y sentimientos que parecieran eternos.

Esta edición incluye una recopilación de mensajes inéditos, enviados al autor por diferentes personalidades, y de artículos publicados a lo largo de cuatro décadas en la prensa hispana y anglosajona a propósito de la obra teatral más famosa del exilio cubano, un archivo fotográfico y la entrevista 40 preguntas 40 años después, una interesante conversación con Acosta en su casa en Manhattan a propósito de los 40 años de esta creación y de muchos otros temas.

Iván Acosta (Santiago de Cuba, 1943) es dramaturgo, escritor, director de cine y teatro, hace más de cinco décadas que sus creaciones viven entre dos islas: Manhattan y Cuba, de donde escapó en una embarcación en 1961 junto a sus padres, su hermana y otros 21 cubanos que se negaron a vivir en dictadura. Pero Cuba jamás se ha escapado de él. En 1972 fundó el Centro Cultural Cubano de Nueva York, donde estrenó en 1977 su célebre pieza teatral El Super, que luego se convirtió en la película más significativa hecha por cubanos en el exilio. Ha dirigido los largometrajes Amigos, Rosa y el ajusticiador del canalla, Cómo se forma una rumba Cándido manos de fuego. Ha escrito más de 15 obras, 9 de ellas publicadas.

Y el número cero de Fugas pertenece a Armando de Armas (Santa Clara, 1958). Escritor, periodista, filólogo, vivió en los márgenes de la sociedad cubana e integró los movimientos de cultura independiente y derechos humanos que emergieron en la Isla a finales de los años ochenta. En 1989 fue detenido por defender la libertad de expresión, pero logró escapar antes de ser enjuiciado. En 1994, sobreviviendo a ráfagas de tropas guardafronteras, huyó en una lancha con los manuscritos de sus novela La Tabla y Caballeros en el Tiempo y los relatos Mala jugada, que junto a Carga de la caballería han estado entre los títulos en español más vendidos en Miami, donde vive exiliado. Ganó el premio de Narrativa Reinaldo Arenas 2017 con la novela El guardián en la batalla, de la saga Las Historias de Amadís, que próximamente aparecerá en Fugas.

¿Por qué alguien querría escapar del paraíso? ¿A qué paraíso pertenecen estos personajes? ¿De qué escapan, qué les sucede, qué anhelan? Escapados del paraíso es una de esas historias que se apoderan del lector hasta el final. Una novela dura sobre el sexo y el exilio. Del exilio del alma y exilio político. De la entrepierna como patria posible. Del amor como tabla de salvación para seres derrotados por la historia, rotos y rebeldes. Urganda la Desconocida y Amadís, una pintora y un escritor que vienen de la cárcel, de escapar de una sociedad que los excluyó, procuran adaptarse a una sociedad y un idioma que no entienden, ni los entiende. Amalia, Mabilia, Nairobi y Amaranta de Arimatea son seres desasidos, fragmentados, dionisíacos. Orgías, conspiración y violencia. Hampa y arte. Misticismo y muerte. Reencarnación y sobrevida. Dolor y deseo. Una incursión en el Miami que no aparece en las postales turísticas, ese donde aún parece librarse la última batalla de la Guerra Fría.

Que esta novela de Armando de Armas, Escapados del paraíso, sea el número cero de Fugas, no es casual. Más que una profunda causalidad y una metáfora, es una especie de declaración de principios. Amadís, el protagonista y narrador de Escapados del Paraíso, es un autor (personaje-autor o autor-personaje) que decidió vivir y escribir en el exilio, sin patria pero sin amo. No podía ser otro el texto el inaugural.

Fugas agradece la contribución para la publicación de estos tres primeros libros en Estados Unidos (pronto aparecerán en España) al Instituto La Rosa Blanca, fundado en 2011 por el representante al Congreso por el sur de la Florida, Lincoln Díaz-Balart, y al Fondo Editorial del Interamerican Institute for Democracy (IID), dedicado a la promoción y difusión de los valores de la libertad, la democracia, la institucionalidad y los derechos humanos en América Latina.

Y por supuesto, el agradecimiento infinito al diseñador de la Colección, Ángel Serrano; a los coordinadores de Ediciones La Palma, Ignacio Rodríguez y David Cabrera; las fotografías hechas a los autores por José J. Blanco H. (antes en El nacional y hoy en Diario las Américas) y las exquisitas fotografías de portada de Agnes Parés, que ha estado detrás de todo este proceso, solitario y casi anónimo que es la edición de libros.

Desde hace más de medio siglo, Cuba es una nación en fuga. De ahí que más que un proyecto editorial, Fugas es una necesidad. Bienvenidos sean todos, autores y lectores. Fugas, que también pudo llamarse fugados, es la colección de una isla en fuga.

[email protected]

Premio ‘Gastón Baquero’ de Literatura Independiente, IV edición

Un poster de Nilo Julián González
Neo Club Ediciones, el Club de Escritores Independientes de Cuba (CEIC), el Instituto la Rosa Blanca y el proyecto Puente a la Vista anuncian la cuarta convocatoria al Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’, que con el objetivo de promover la literatura en libertad entrega el galardón anualmente a un intelectual destacado residente en la Isla, y a otro en el exilio (el pasado año el premio recayó en los escritores María Elena Cruz Varela, en el exilio, y Ángel Santiesteban, residente en Cuba).
Tomando en cuenta el carácter interactivo de este premio, se ha abierto un evento en Facebook para hacer llegar las candidaturas al jurado de manera más expedita:
Un Consejo Asesor conformado por escritores, críticos, promotores y periodistas residentes en la isla y en el exilio seleccionará al Premio Nacional de estas propuestas, y otras recibidas por otros medios, tras sumarse los votos de cada uno de los miembros del jurado, cuya composición se anunciará oportunamente.
Los coordinadores llaman también a todos aquellos críticos, periodistas y escritores cubanos que consideren una candidatura, ya sea la propia o una ajena, a enviarla con sus respectivos currículos al correo [email protected]
El plazo de admisión de candidaturas vence el próximo 31 de diciembre de 2017. Las premisas a considerar para el otorgamiento del premio son las siguientes:
-Calidad de la obra del candidato
-El candidato debe tener al menos dos libros publicados
-Independencia del candidato respecto a las instituciones oficialistas en Cuba (en este apartado se tomará en cuenta sobre todo su desempeño en los últimos años)
El monto en metálico de los premios parte de 1,000 dólares americanos. Aquellos filántropos —donantes individuales, empresas, instituciones, etc. — interesados en aportar una determinada cantidad para alcanzar o superar este monto, pueden depositar sus contribuciones dando clic en este enlace:
El Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’ no se entrega a libros enviados a concurso, sino que se trata de un Premio-reconocimiento a la obra general y trayectoria independiente del creador.
Usamos cookies para brindarle la mejor experiencia posible en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio, acepte nuestro uso de cookies.
Aceptar
Privacy Policy