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Un ciervo herido (III)

Foto cortesía Pixabay
Fiel exponente de los hechos espeluznantes de las UMAP resulta la novela Un ciervo herido (clic aquí para adquirirla en Amazon), cuyo título proviene de un verso de José Martí y en la cual su autor, Félix Luis Viera, narra con toda crudeza la vida en un campamento Umap, así como los manejos del régimen para crear los expedientes de quienes serían víctimas de su poder implacable.
Puente a la Vista publica esta serie de cuatro fragmentos que relatan uno de los hechos más bochornosos de la Cuba contemporánea.

III

Estamos en el «baño turco». Hace rato. ¿Cómo es posible que si el agua es escasa la gasten por toneladas con este castigo? Quien no haya sentido un chorro de agua cayéndole sin parar en el centro de la cabeza durante, digamos, media hora, no entendería este algo tan terrible por más que yo intentara explicárselo. Por momentos da la sensación de que la cabeza se ha ahuecado y el agua cae donde estuvo la cabeza, ahora un hoyo. Por otros, parece que el hoyo se ha perforado y que el chorro de agua está cayendo directamente en la garganta. Dijo el teniente al par de soldados de guarnición: hasta que yo me acuerde. ¿Quién chivateó? La loca número 21 padeciente de flatulencias respondió al sargento en la formación: «Permiso para contestar: no sé», cuando el sargento jefe de nuestro «pelotón» le preguntó, luego de acercársele y mirarle detenidamente a la cara: «¿Y a usted quién le dio esa mano de golpes, 21?» ¿Quién chivateó? Cuando a ambos, este domingo en la mañana, nos llamaron sargentos y segundo teniente y teniente presentes, «usted fue quien le dio a éste, 22» afirmándome el teniente apuntando al 21, me dije: ya habló este maricón. A las once castigo, laven temprano, nos ordenó el teniente y con un pase de su dedo índice de la derecha en el aire miró a todos sus súbditos diciendo: «ya saben». En el lavabo-lavadero pedí al flatulento 21: júrame por lo que más tú quieras que tú no chivateaste. Te lo juro por mi mamá y mi marido, contestó el 21, y por la tristeza que vi en sus ojos me pareció cierto. Yo estaba con Guillermo la Rumba al lado, por si el tatuado 21 se ponía farruco. Le pregunté tres veces, me contestó lo dicho a la tercera. ¿Por qué se había demorado tanto en contestar?, le preguntó Guillermo. Tengo miedo, respondió el flatulento. ¿Miedo?, preguntó Guillermo. Sí, al castigo del agua sí le tengo miedo, es terrible. El teniente había dicho: a las once castigo, el «baño turco», así que laven temprano. (¿Quién bautizó este castigo con ese nombre? ¿Por qué? Nada tiene que ver el baño turco con este chorrazo horrible taladrándote el alma. Ignorantes.) De pinga, exclamó Guillermo cuando entré en la barraca, él con Luis Arturo y El Artista y Jorge el campesino y otros más esperando a la puerta y dije: «baño turco», cojones. Por culpa de este maricón, dijo Guillermo señalando con un golpe de cabeza al 21, que entraba junto a mí. ¿Tú no decías que eras guapo, que eras abakuá y todo eso?, le dijo Guillermo la Rumba en el lavabo–lavadero. El 21 dio la espalda y siguió lavando, debiera hacerlo rápido porque ya ahorita serían las once, pero lo hacía con desgano. A él su soldado de guarnición lo ha pinchado más que a mí. Lo ha pinchado en las nalgas, «agarra otro pinchazo en ese culón, loca», ha dicho un montón de veces su soldado. Es menester tener este día de la fatalidad buena leche: castigos mediante los soldados de guarnición pueden ser más o menos trágicos en dependencia de a cuáles designen. El que le tocó ahora al 21 es quizá el más pocamadre de todos. (Para que la historia lo recoja como el gran hijoeputa que es, digo su nombre: Luis Díaz Campanería. Para lo mismo, digo más: es bajo de estatura, delgado, pardo de piel, grande cabeza, pelo castaño y opaco, ojos chicos y claros, voz gruesa y grave como la de un hombre de 7 pies y 300 libras.) El que me tocó a mí, de los más suaves. Cuando el teniente nos llamó a la puerta de la jefatura, dijo antes que lo otro: a ver sus manos. Cuando vio mi mano derecha todavía inflamada, dijo «correcto», y agregó tuteándome: le diste durísimo, ¿eh? ¿Quién chivateó?, me estoy diciendo cada tres segundos debajo del chorro. El 21 se sale más que yo: da pie para que el desmadrado de su soldado lo pinche más. No hace tanto uno inventó lo que parecía la solución contra este castigo: se desmayó o hizo creer que se había desmayado. Así se salvaron sólo dos o tres: a los próximos les dejaron pendientes la tanda faltante para después que se les pasara el desmayo. No sé si esto es peor que el castigo del enterramiento: los huesos de mi cabeza se vuelan contra las paredes a cada rato y me salgo del chorro: chico, no me hagas pincharte, me dice mi soldado y me da un pinchacito en la espalda. Me fijé en las puntas de las bayonetas cuando veníamos para los excusados: la de mi  soldado la tiene bastante roma. Creo que es hasta mejor que lo fusilen a uno: un segundo de gran pánico y ya: los balazos lo hacen brincar a uno hacia el otro mundo, y se acabó. Pero este chorro de agua, que a cada instante se siente más fría, en la cabeza…


Tema relacionado

Huevo, nostalgia, pan viejo y platanito

Como le comentaba a un amigo volviendo sobre el tema culinario, hay que reconocer que sin platanito no hubiéramos sobrevivido en Cuba, sobre todo en la niñez. Arroz con huevo y platanito. Arroz, chícharos y platanito. Hasta sopa y platanito.

Para colmo, cuando llegué a España en el año 2000 descubrí que un plato recurrente en Madrid, el famoso «Arroz a la cubana», no era otra cosa que huevo frito, puré de tomate sobre arroz blanco y platanito maduro (a lo Kundera: «La patria está en otra parte…».). Quién sabe qué propiedades nutricionales tenga el plátano-fruta. Quiero pensar que las mejores.

En cualquier caso, cada vez entiendo menos la nostalgia de algunos por la Cuba robolucionaria. Con lo fácil que resulta resolver el problema (la nostalgia) sin moverse de Miami. Deje usted una barra de pan cubano en su estuche de papel de un día para otro (evite envolverlo en nylon o bolsas plásticas), convirtiéndolo literalmente en pan viejo. Luego fríase un huevo. Verá como la Cuba robolucionaria regresa, como por arte de magia, mientras moja los trozos de pan duro en la yema, cual estrella solitaria. Verá que «queda la clara, la entrañable transparencia», reptando sobre los bordes del plato.

Es verdad que fuera de la Isla ni las gallinas ni los pollos ni los huevos alcanzan a ponerse decrépitos, como quisiera el inefable ministro de la Desalimentación en Cuba, Manuel Sobrino, pero algo es mejor que nada. Decrépito o no decrépito, un huevo frito es un huevo frito es un huevo frito hasta tanto se demuestre lo contrario. Y nada más robolucionario que el pan viejo (o el pan duro, como se prefiera).


 

85 organizaciones de la sociedad civil lamentan reingreso de Cuba al Consejo de DDHH de la ONU

En respuesta a la elección de Cuba para su quinto mandato en el Consejo de Derechos Humanos, 85 organizaciones cubanas e internacionales de derechos humanos y libertad de expresión, en conjunto con medios independientes, emitieron la siguiente declaración: 

Nos preocupa profundamente la decisión de otorgarle a Cuba una nueva oportunidad para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos. Esto no sólo recompensa el pobre historial de Cuba en materia de derechos humanos sino que también socava la integridad del Consejo para responsabilizar a los gobiernos abusivos por sus acciones en la región y en todo el mundo.

Las naciones que tienen el honor de integrar el Consejo deben comprometerse con el derecho internacional de los derechos humanos. Los miembros del Consejo deben asegurarse de que Cuba no eluda la responsabilidad de su propia conducta ni utilice su asiento para debilitar estas normas internacionales. Como organizaciones dedicadas a la protección y promoción de derechos humanos estaremos vigilantes, monitoreando las acciones de Cuba dentro del Consejo, certificando que los derechos humanos y las libertades fundamentales están siendo respetados y protegidos.

Antecedentes

En octubre 13 de 2020, en la Asamblea General de la ONU, la comunidad internacional otorgó a Cuba un nuevo asiento en el Consejo de Derechos Humanos. Desde su fundación en 2006, Cuba ocupó, en cuatro mandatos, uno de los ocho puestos del Consejo de Derechos Humanos correspondientes a América Latina y el Caribe. En los 12 años de Cuba en el Consejo, el país solo apoyó 66 de las 205 resoluciones aprobadas en respuesta a graves violaciones de derechos humanos en todo el mundo.

En los tres ciclos del Examen Periódico Universal, Cuba ha recibido severos señalamientos sobre violaciones a la libertad de asociación y expresión, persecución política, detenciones arbitrarias, prohibiciones de transitar libremente por el territorio nacional y de viajar al extranjero, ausencia de independencia judicial, censura, control de Internet y escasa pluralidad de medios de comunicación. En julio de 2020, estas violaciones incluso se manifestaron públicamente en el Consejo de Derechos Humanos cuando el representante cubano y sus aliados censuraron al defensor de derechos humanos, Ariel Ruiz Urquiola, mediante constantes interrupciones mientras hablaba sobre los crímenes cometidos contra él y su hermana por el gobierno cubano.

Cuba no ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ni el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Además, el Gobierno cubano no ha extendido una invitación al país al Relator Especial de la ONU sobre la Situación de los Defensores de Derechos Humanos. El Comité Internacional de la Cruz Roja, que visita a los presos por delitos de carácter político, no ha logrado ingresar a la isla desde 1989. Cuba es también el único país de la América que Amnistía Internacional no ha podido visitar desde 1990.

En el informe “Libertad en el Mundo 2020” de Freedom House, Cuba obtuvo una puntuación de 14 puntos de un posible de 100 con respecto a las libertades civiles y políticas, la más baja de América Latina. En 2019, el informe “El estado de la democracia en el mundo” de International IDEA declaró que Cuba se ubica entre el 25 por ciento más bajo del mundo en participación de la sociedad civil, y que es el único país de la región que no ha dado pasos significativos hacia una transición democrática en las últimas cuatro décadas. Clasificado como un régimen autoritario, en la posición 143 de los 167 países del “Índice de Democracia 2019” de The Economist Intelligence Unit, Cuba también ha obtenido múltiples clasificaciones bajas por parte de organizaciones de derechos humanos y libertad de expresión. Por ejemplo, en su informe más reciente, Human Rights Watch destacó la continua represión del gobierno cubano y el castigo de la disidencia y la crítica pública a través de palizas, denigración pública, restricciones de viaje y despidos laborales arbitrarios.

En 2019, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que en Cuba “persiste la grave inobservancia de los elementos esenciales de la libertad de expresión, la democracia representativa y sus instituciones”. Asimismo, en su informe de 2020 sobre la situación de derechos humanos en Cuba, la CIDH identificó un patrón común en el uso de la detención arbitraria como método de hostigamiento empleado por la policía y por agentes de la Seguridad del Estado. Según organizaciones como Prisoners Defenders y Observatorio Cubano de Derechos Humanos, hay entre 125 y 138 presos políticos en Cuba en octubre de 2020.

El país sigue estando, año tras año, entre los peores calificados en materia de libertad de prensa en América Latina, y ocupa el puesto 171 de los 180 países analizados en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2020 de Reporteros sin Fronteras (RSF). El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) incluye a Cuba en una lista de los 10 países con mayor nivel de censura del planeta.

Firmantes:

 

  1. 14yMedio
  2. AC Consorcio, Desarrollo, Justicia
  3. ADNCuba
  4. Alas Tensas
  5. Alianza Democrática Oriental
  6. Alianza Regional por la Libre Expresión e Información
  7. Árbol Invertido
  8. Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica
  9. Asociación Cubana de Pequeños Emprendedores (ACPE)
  10. Asociación Cubana para la Divulgación del Islam
  11. Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP)
  12. Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC)
  13. CADAL
  14. Centro Cubano de Derechos Humanos
  15. Centro de Justicia y Paz – Cepaz
  16. Christian Solidarity Worldwide (CSW)
  17. CIVICUS
  18. Civil Rights Defenders
  19. Club de Escritores y Artistas de Cuba
  20. Colegio de Pedagogos Independientes de Cuba (CPIC)
  21. Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCPDH)
  22. Comité de Ciudadanos por la Integración Racial
  23. Comunidad Judía Sefardita Bnei Anusim de Cuba
  24. Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba
  25. Corriente Agramontista (agrupación de abogados independientes cubanos)
  26. CubaLex
  27. CubaNet
  28. Cultura Democrática
  29. Delibera Organización
  30. Demo Amlat
  31. Demóngeles
  32. Diario de Cuba
  33. Editorial Hypermedia
  34. Espacio Público (Venezuela)
  35. Federación de Estudiantes de Derecho de Venezuela
  36. Federación Venezolana de Estudiantes de Ciencias Políticas
  37. Foro Penal
  38. Forum 2000 Foundation
  39. Freedom House
  40. Frente Democrático Estudiantil
  41. Fundación Ciudadanía y Desarrollo (Ecuador).
  42. Fundación Nacional de Estudios Jurídico, Políticos y Sociales
  43. Hearts on Venezuela
  44. Instar
  45. Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP)
  46. Instituto La Rosa Blanca
  47. Instituto Patmos
  48. Instituto Político para la Libertad (IPL)
  49. Inventario
  50. Justicia, Encuentro y Perdón
  51. Juventud Activa Cuba Unida
  52. La Hora de Cuba
  53. Libertad Cuba Lab
  54. Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana (MDJC)
  55. Ministerio Internacional Apostólico y Profético “Viento Recio”
  56. Ministerio Mujer a Mujer
  57. Movimiento para la Libertad de Expresión (MOLE)
  58. Movimiento San Isidro
  59. Museo de la Disidencia en Cuba
  60. Observatorio Cubano de Derechos Humanos
  61. Observatorio de Libertad Académica (OLA)
  62. OtroLunes – Revista Hispanoamericana de Cultura
  63. Outreach Aid to the Americas, Inc. (OAA)
  64. Palabra Abierta
  65. PEN America
  66. PEN Argentina
  67. PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio
  68. PEN Internacional
  69. PEN Nicaragua
  70. People in Need (PIN)
  71. People in Need Slovakia
  72. Prisoners Defenders
  73. Programa Cuba
  74. Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea)
  75. Puente a la Vista
  76. Red Apostólica Internacional Fuego y Dinámica RAIFD
  77. Red de Cultura Inclusiva
  78. Red Defensora de la Mujer (REDAMU)
  79. Red Femenina de Cuba
  80. Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia (REDLAD)
  81. Robert F. Kennedy Human Rights
  82. Solidaridad de Trabajadores Cubanos (STC)
  83. Tremenda Nota
  84. Un Mundo Sin Mordaza
  85. Yucabyte

¿La hora del Nobel cubano?

Louise Glück, Nobel de Literatura 2020

Viene al caso una de esas ironías borgeanas que eran como ganchos de carnicero. En el año 1979, cuando (una vez más) a Jorge Luis Borges le fue esquivo el Premio Nobel de Literatura, respondió a un periodista: “Es una antigua tradición escandinava: me nominan para el premio y se lo dan a otro”. Sarcasmos aparte, se trata en verdad de una enraizada tendencia de la Academia Sueca: apuntar para un lado y disparar hacia el lado opuesto.

Aunque no es el único amaño que se gastan las tradiciones del Nobel. Hay otros de igual corte.

Por ejemplo, considerar el valor intrínseco de las obras como un factor complementario, que puede tener su peso pero dependiendo siempre del empaque ideológico o de otras filiaciones del autor que son la real prioridad, no estipulada en las bases del premio pero sí cocinada puertas adentro. Otra de tales tradiciones mañosas es adjudicar el galardón como quien alimenta a las focas en un acuario, poniendo cuidado en lanzar las sardinas hacia diferentes zonas del estanque, para que cada cual reciba la que le toca según el concepto igualitarista de que todas deben comer, por más que sólo unas pocas sean las imprescindibles para que funcione el espectáculo. Y otra, solo una más, para no aburrir, es confeccionar cada año una lista de candidatos en la que suelen aparecer muchos de los que merecen el premio, pero sabemos de antemano que no lo recibirán porque la tradición es sorprendernos: premiar a escritores “exóticos”, posea o no su obra la universalidad que se supone debe reconocer el evento literario más rimbombante del planeta.

Es lo que ha vuelto a ocurrir en 2020. No podría ser de otro modo, pues hay que cuidar las tradiciones. Que no pifiaran por completo al premiar a la estadounidense Louise Glück, no significa que hayan dejado de proceder a tono con el sarcasmo borgeano. Lo mismo que dijo Borges en 1979, podrían decirlo hoy la exquisita poeta Anne Carson, o el inmenso Don DeLillo, o John Banville, nuevo monstruo de las letras irlandesas. Y sólo menciono a tres para ilustrar, pues hay algunos más a los que vienen aplicándole desde hace años aquella mañosa tradición de nominarlos únicamente para prestigiar la lista.

Eso por no relacionar a los autores de estatura universal cuyos nombres no cuentan en la nómina, o que apenas se les menciona en la quinielas de las casas de apuestas y en las publicaciones dicen que especializadas. Puntualizo que estoy hablando de escritores con talla planetaria, entre los cuales no incluyo a Haruki Murakami, quien desde hace tiempo sí es relacionado entre los posibles ganadores, y no dudo que lo sea pronto, aunque, con todo y su resonante éxito comercial, no le llegue a las rodillas a ninguno de sus tres compatriotas que ya obtuvieron el Nobel, o al menos a dos de ellos, Kawabata y Kenzaburo.

En cuanto a Louise Glück, tal vez necesite aclarar que me gusta el tipo de poesía que escribe, en un lenguaje entre coloquial y de limpia filosofía, que no procura a toda costa la efectiva metáfora ni la imagen que paraliza al lector, sino que tiende a extraer sus jugos del hemisferio derecho del cerebro y de la cajita donde lleva el alma. Un estilo poético basado en la precisión técnica y en la apuesta por una sintaxis reflectante. Sin embargo, no se encuentra Glück entre los poetas que más me gustan dentro de esta línea.

Pero es mi gusto personal, naturalmente. Así que no le habría concedido importancia a este asunto si no se diera el caso de que en la lista de los nominados para el Nobel de este año había otra poeta, Anne Carson, cuyo estilo guarda más de un punto en común con el de Glück pero cuyo trayecto es más notorio y cuya universalidad, creo yo, resulta más patente.

Tampoco Carson es la única que considero merecedora del Nobel por encima de Glück. Hay otros –mencionados o no anteriormente– que igual la aventajan, si es que de méritos literarios se tratara. Pero ya que estamos perdiendo el tiempo en cuestionar una vez más las premiaciones de la Academia Sueca, terminemos haciéndolo de una forma que si bien no nos servirá de nada como expectativa, podría servirnos al menos de consuelo:

José Kozer

Con una trayectoria poética mucho más relevante que la neoyorquina Louise Glück, y con más vasta obra de primera fila publicada (no sólo más que la de Glück, sino la de cualquier otro poeta de habla hispana, por no ir más lejos: casi 100 libros, según mi cuenta), el cubano José Kozer, que nunca aparece en la lista de los nominados para el Nobel, ni aun en las quinielas, ha desarrollado un quehacer sobre el que podría afirmarse exactamente lo mismo que afirmó el jurado acerca de la recién premiada: “Su inconfundible voz poética que a través de una belleza austera hace universal la vida individual”.

¿Será entonces que ha llegado la hora de esperar la inclusión de un cubano entre los candidatos al Nobel de Literatura? Lo que soy yo, la esperaría sentado. No sólo porque Kozer tiene virtudes más que suficientes para ganarlo, sino también, y sobre todo, porque como él mismo ha dicho, es un marginal, siempre lo ha sido, que rechaza pertenecer a facciones políticas o de otra índole, y cuyas mayores ambiciones son: la primera, escribir poesía en su silencioso retiro floridano; y la segunda, que lo dejen en paz.


 

Declaración contra la violencia policial en Cuba

En medio de una ola represiva que incluyó el arresto de varios de ellos, miembros de la sociedad civil cubana, artistas, periodistas y activistas, se unieron este sábado en La Habana «para protestar contra el acoso policial y político» a los creadores y «al pueblo de Cuba en general». A continuación el texto:

Declaración

Este 10 de octubre, fecha en que se cumple el aniversario 152 de “El Grito de Yara” que marcó el inicio de la lucha por la independencia de Cuba, miembros de la sociedad civil cubana se unen en una coalición para protestar contra el acoso policial y político a artistas, activistas, periodistas independientes y al pueblo de Cuba en general.

Exigimos se cumpla el artículo 56 de la nueva Constitución de la República donde está escrito que “los derechos de reunión, manifestación y asociación, con fines lícitos y pacíficos, se reconocen por el Estado”. Queremos nuestros derechos ciudadanos.

Denunciamos que son los agentes de la policía política quienes crean desórdenes públicos con el constante acoso, las detenciones arbitrarias e ilegales y la represión a los activistas pacíficos.

Exigimos la liberación del rapero cubano Maykel “Osorbo” Castillo, de Silverio Portal Contreras y de todos los prisioneros políticos y de conciencia que están en las cárceles cubanas.

Artistas, periodistas y activistas de la sociedad civil cubana decimos basta, estamos en contra de tanta violencia y arbitrariedad. No permitiremos que se siga normalizando la violación de los Derechos Humanos en Cuba.

Hoy salimos al Concierto por la Libertad que está previsto en la sede del Movimiento San Isidro, donde desde hace días se ha venido reportando un fuerte asedio. Esto se une a la escalada de violencia policial que el Estado cubano ha desplegado a propósito de la pandemia. Porque “si se meten con uno, se meten con todos”.

Reporte a las 7:26 de #Cuba: Operativo policial contra la sociedad civil este #10deOctubreCubaContinúan detenidos:1….

Posted by Lien Carrazana on Saturday, October 10, 2020

 

#cubaesdetodos #todosporlalibertad
#nomásrepresión
#semetenconunosemetencontodos
#nomásviolenciapolicial

Firmas:

Amaury Pacheco del Monte
Aminta de Cárdenas
Katherine Bisquet
Claudia Genlui Hidalgo Moreno
Alfredo Martínez
Michel Matos
Camila Ramírez Lobón
Anamely Ramos González
Tania Bruguera
Camila Acosta
Iliana Hernández
Héctor Luis Corcho
Esteban Rodríguez
Kirenia Yalit Nuñez
Osvaldo Hernández
Oscar Antonio Casanella
Luis Manuel Otero Alcántara
Iris Ruiz Hernández


 

Mitin de repudio contra escritora cubana termina en secuestro policial

Katherine Bisquet (Facebook)

En medio de una ola de secuestros y cercos a viviendas de creadores y activistas independientes en Cuba, este 10 de octubre fue detenida por la policía la escritora Katherine Bisquet cuando intentaba visitar el domicilio de la curadora Anamely Ramos, arrestada el pasado viernes en el marco de una ofensiva intimidatoria que aún no termina y liberada poco después.

El secuestro policial acompañó a un mitin de repudio de simpatizantes del castrismo y militares vestidos de civil. La intimidación por medio de estos aquelarres oficialistas, que también sirven de coartada a las supuestas «fuerzas del orden», suele ser un método recurrente de la Seguridad del Estado cubana.

«¡Qué triste que hayan llegado a esa edad engañados así!», reprochó al grupo oficialista, donde predominaban personas de la tercera edad, el activista Osvaldo Hernández Menéndez, quien filmó parcialmente el episodio represivo. «¡Han sigo engañados, traicionados…! ¡El país es de todos!».

Bisquet, varios de cuyos poemas aparecen publicados en el número 6 de la revista Puente de Letras, también fue agredida en la Feria del Libro de La Habana correspondiente a la primavera de 2019 por defender su derecho a votar contra la nueva constitución castrista.

En esa ocasión, Bisquet fue agredida sin consecuencias penales por Alejandra Ferrer Cairo, trabajadora de la Casa de la Poesía.

Reporte a las 7:26 de #Cuba: Operativo policial contra la sociedad civil este #10deOctubreCubaContinúan detenidos:1….

Posted by Lien Carrazana on Saturday, October 10, 2020

 

Además, este fin de semana han sido arrestados Anamely Ramos, Luis Manuel Otero Alcántara, Fernando González Vaillant, Diasniurka Salcedo, Tania Bruguera, Camila Lobón, Aminta D’Cardenas, Claudia Genlui, Kirenia Yalit Nuñez, Michel Matos, Iris Ruiz e Iliana Hernández, entre otros activistas, periodistas y creadores independientes. El despliegue represivo está relacionado con el 10 de octubre, fecha que diera inicio a la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba, en 1868.

Para este sábado, la oposición y la sociedad civil cubana habían planificado diversos eventos pacíficos.

Ahora mismo afuera de la casa de Anamely Ramos. Le impiden la entrada a la escritora y amiga Katherine Bisquet. Y se la llevan violentamente en una patrulla.#nomasviolenciapolicialCuba es de todos!

Posted by Osvaldo Hernández Menéndez on Saturday, October 10, 2020

 

 

De cómo la ‘potencia médica’ mata a la gente en Cuba

El Estado no produce, por tanto nada puede regalar. Quienes mantienen los servicios públicos son los trabajadores, el pueblo interno y externo. Así que la medicina “gratuita” en Cuba no solo es de lo peor sino un imposible como concepto.

Toda gratuidad estatal constituye una ficción y un expolio, como demuestra el caso del artista audiovisual Víctor Alfonso Cedeño, enfermo de sarcoma en la Isla.

Otro asunto relacionado: No olvidemos que el pueblo militante —representado hoy en la señora de la oficina de Atención a la Población del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) que menciona Cedeño— fusiló a unos cuantos estudiantes de medicina, todos ellos adolescentes, quienes se habían ido de juerga a un cementerio allá por el siglo XIX. Desde entonces, la máxima aspiración del pueblo militantemente miédico pasa por convertirse en una “potencia médica”, única manera de seguir matando al estudiante de juerga que lleva dentro.

La siguiente crónica de Cedeño, cuyo caso ha publicado esta página, demuestra no solo por qué no existe la tal potencia médica, sino que ni siquiera su principal función es trabajar por la salud de los cubanos. La principal es mantener subyugados a los cubanos, vender una falsa imagen amable del régimen que subyuga a los cubanos. Ni más ni menos.

Recuento de Víctor Alfonso Cedeño publicado en Facebook:

Hoy en la mañana me dirigí a la oficina de Atención a la Población del MINSAP para ver si podían interceder por mí. Me atendió una señora a la que lamento no haberle pedido el nombre, ni haber grabado la conversación por inocente que soy. Comencé a explicarle detalladamente mi situación y la señora se comenzó a ruborizar justo en el momento que le mencioné a los Estados Unidos. Lo que viví fue surrealista.

Les cuento que en estos momentos estoy recopilando la documentación necesaria para aplicar al Parole Humanitario, ya que mi solicitud de Visa B2 se encuentra en “No Status”, porque las embajadas norteamericanas están cerradas por el COVID.

El primer documento que necesito para el Parole es una carta de mi médico de cabecera explicando la gravedad del caso, o sea, qué me puede suceder si no recibo tratamiento y por qué en territorio cubano no se puede hacer más nada para salvar mi vida.

En Cuba hay una ley que prohíbe a los galenos redactar, firmar y acuñar ese tipo de documento, por eso mi médico se negó. Sin esa carta mi caso carece de validez. Si mi doctor no describe la situación, puedo perder el único chance que me queda para recibir tratamiento lo antes posible fuera de Cuba, específicamente en Estados Unidos, que es donde mejor se estudian los sarcomas, con resultados alentadores.

Por esta razón acudí disciplinadamente al MINSAP buscando alguna alternativa y me atendió esta señora.

Comenzó diciéndome que, si Estados Unidos está interesado en ayudarme, ellos deberían acogerme sin necesidad de estar exigiéndole a Cuba ningún documento. Yo le expliqué que esa aplicación es estándar para todos los países. Ella me respondió que Cuba no es igual a los demás países.

Me dijo que no me podía ayudar, que ningún médico cubano iba a redactar esa carta. Yo le pregunté si no importa el hecho de que yo me esté muriendo. Ella respondió que me veía de lo más bien, que yo no me estaba muriendo. Le dije que por esa razón debe ser mi médico el que redacte el documento, para que se entienda la gravedad del caso. Ella cambió de tema y me cuestionó por haber hecho la gestión y estar en esos trámites de inmigración. Casi comenzó un interrogatorio.

Indignado, le pregunté si mi vida no valía nada para el MINSAP, ella me dijo que la ansiedad que estaba sintiendo ahora era culpa del gobierno de los Estados Unidos, que me exige ese documento para generar confrontación dentro de Cuba. Le dije que si yo fuera mexicano, mi doctor en México redactaba esa carta sin problema. Ella respondió que eso es una estrategia prepotente de Estados Unidos para demostrar superioridad. Me di cuenta que no iba a ceder, parecía que yo era su enemigo y no un paciente que necesitaba atención.  Luego de cinco minutos de no entendernos me percaté de que esa señora no podía resolver mi problema.

Me fui sin respuestas, con una aflicción muy grande. Qué falta de preparación para atender a la población, qué mala forma, cuánto odio, ignorancia, indolencia y desconocimiento. Cuánta ceguera. Como civil, sentí que fui al Cuartel General en plena guerra y me atendió un soldado, explicándome que estamos en una situación excepcional y no podían ayudarme. Yo era un daño menor, hundido en el fango de una trinchera.

Sin rendirme y jugando mi última baraja, pregunté cómo hacerle llegar una carta a algún asistente del ministro de Salud. La redacté, imprimí y envié. Me dijeron que podían tardar 45 días en responder. Por esta razón, la hago pública y se las comparto para ver si recibo respuesta lo antes posible. Pueden hacerme perder el tiempo para que me queden pocas opciones una vez me atiendan los especialistas en Estados Unidos.

Llevo un mes intentando no politizar el asunto, porque es una cuestión de salud, pero a medida que avanzo voy descubriendo monstruos ocultos en las profundidades. Cuba salva hasta donde le conviene.


 

San Isidro, en estado de sitio

Momento en que Anamely Ramos es arrastrada por agentes de la policía política en el barrio habanero de San Isidro (Facebook de Luis Manuel Otero)

La enésima operación de la policía política cubana contra la sociedad civil habanera y el Movimiento San Isidro, uno de sus componentes más visibles y activos, tuvo su clímax la tarde de este viernes 9 de octubre cuando la curadora y activista cultural Anamely Ramos fue «maltratada y arrastrada por agentes de la Seguridad del Estado cuando intentaba llegar a la casa del artista Luis Manuel Otero Alcántara«.

«Acaban de detener violentamente a Anamely Ramos González en San Isidro. ¡El barrio permanece sitiado por la policía política!». Katherine Bisquet en Facebook.

«Desde este jueves hemos sido víctimas del acoso, la violencia y manipulación por parte de la policía política… los vecinos del barrio de San Isidro también están siendo acosados. El rostro de la dictadura cubana queda al descubierto constantemente ante los ojos de todos, cada día pierden poder, un poder que se desvanece ante la belleza del arte que aboga por la libertad de Cuba. ¡Cada día seremos más! ¡Basta ya!». Claudia Genlui en Facebook.

«Nada, ninguna causa ¿política? justifica estos atropellos. Anamely Ramos es una intelectual certera y sensible. Escribe sobre #arte y activismo con la bondad y la mirada profunda que #Cuba necesita. Y aunque fuera una #MujerCubana desconocida, una ‘ciudadana común’, tampoco merece que le machaquen sus derechos y libertades. Nada, de vergüenza en vergüenza…». Raúl Enrique Medina en Facebook.

«Acabo de hablar con Anamely Ramos, que entre sollozos me contó qur la forzaron violentamente a entrar en la patrulla 966, la llevaron para la unidad de Cuba y Chacón y allí la recogieron agentes de la seguridad que en un gelly rojo la movieron hasta el Carlos Marx. Anamely Ramos está actualmente detenida en un carro por el teniente coronel ‘Mario’ de la Seguridad del Estado. Hace falta que la suelten ya, que cesen las arbitrariedades, la violencia y el acoso por parte de la seguridad del estado a los ciudadanos cubanos. ¡Suelten a Ana ya!». Camila Lobón en Facebook.

Además de Anamely, se sabe que también ya han sido detenidos el artista Luis Manuel Otero Alcántara y la periodista Iliana Hernández. Según varios activistas y analistas, el despliegue represivo podría estar relacionado con el próximo 10 de octubre, fecha que diera inicio a la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba, en 1868. Para este sábado, la oposición y la sociedad civil cubana han planificado diversos eventos pacíficos.

«Acabo de ser amenazado por la Seguridad del Estado, intentando prohibirme salir mañana, 10 de octubre. Tal como hoy, cuando salí con carteles a la plaza, y como parte de las acciones por esta fecha, mañana estaremos en la calle. A mí nadie me calla ni me tiene preso dentro de mi casa», declaró el activista Dariem Columbié en Facebook.

La fecha está echada.


 

Un ciervo herido (II)

Fiel exponente de los hechos espeluznantes de las UMAP resulta la novela Un ciervo herido, cuyo título proviene de un verso de José Martí y en la cual su autor, Félix Luis Viera, narra con toda crudeza la vida en un campamento Umap, así como los manejos del régimen para crear los expedientes de quienes serían víctimas de un poder implacable.
Puente a la Vista publica esta serie de cuatro fragmentos que relatan uno de los hechos más bochornosos de la Cuba contemporánea.

                                                                  II

 

Un religioso se había cagado, exclamó uno. ¿Y cómo él sabía que era un religioso?, preguntó otro. Porque lo sé, porque ya lo conozco de aquí mismo del tren, contestó el que había hecho el anuncio. La voz que debió ser del religioso contestó que era un acto natural. Pero qué clase de plasta y ahora no la pisoteen que esto es de madre, dijo otra voz. Después otros se cagaron en la noche y el olor a tantas pestes ya daba ganas de morir. Mas se siguieron cagando normalmente –se escuchaban los avisos pre y post– y ya por lo menos a mí no me interesó que se cagaran hasta en mi cara. Jorge el campesino había ido a buscar agua. Habíamos comido primero su lata de sardinas y en ella trajo el agua, que era muy poquita y que tragábamos intentando no cogerle el sabor según acordamos mientras comíamos las dos latas restantes. Agarrábamos con los dedos, al tacto. Extraño: el hambre no se me fue. La sentía más que antes y soñé un instante con una bandeja de dulces. La decepción del despertar me hizo lagrimear. En silencio. Los homosexuales desfachatados al parecer se habían calmado. No hablaban. Quizá era ya madrugada cuando escuché que dos muy cerca de mí se estaban templando, se oían las expresiones de placer, el jadeo de ambos. Con las sardinas y el agua asentinada me había tomado otro Meprobamato y Luis Arturo quiso uno y le respondí que no. Ya bastante culpa tenía yo con, en buena medida, ser el culpable de que ahora viajara en ese tren. No deseaba esa otra culpa de acostumbrarlo a tomar pastillas para dormir. Extraño: me quedé dormido con un solo ojo cerrado. Si afuera había oscuridad más entonces la había adentro. Miré varias veces hacia los huequitos en lo alto y no entraba ninguna lucecita. También me desperté por un vómito. Vómito repetido y más largo cada vez, que al final se quedaba en seco, con una tos perruna sólo, de alguien que estaría más o menos oblicuo a mi izquierda. Otro decía me cago en Satanás apunta a otra parte, me estás bañando de asquerosidad, cojones. (O quizás dijo me cago en “tu mamá”, porque a veces el traqueteo del tren mutilaba las frases y uno debía completarlas con la imaginación.) Con voz quebrada el vomitante replicó al terminar que los vómitos no se podían aguantar, como cagar, mear, o peor, ¿acaso el otro no lo sabía o era comemierda? Se sintió como un puñetazo y alguien que se quejó de por qué le daban. Finalmente el vomitante y el vomitado pudieron encentrarse y se escucharon sus manazos y frases repujadas mientras se sonaban con todo según se oía. Me pareció ver que una paloma inmensa cruzaba el vagón de parte a parte. Una paloma gris con serruchos en el pico.

Al negro se le había visto en actitud variable entre lo patidifusa y lo agresiva durante las últimas paradas a puerta abierta. Quizás el negro sólo llevaba el nerviosismo de quien está a una raya de perder el control y no era tan valiente de cepa. Mas protestó por las paradas tan largas en las márgenes de los pueblos mayores. No vería el negro la mayor de todas, en las primicias de la ciudad de Camagüey, en el atardecer. Protestó porque a ese paso tardaríamos más de diez veces lo que debía tardarse un tren hasta el Camagüey. Estaría loco ese negro pues su protesta se parecía a la del pasajero que hubiese pagado un boleto. El par de soldados lo miró sin hablar como se mira a un negro desquiciado, movieron la cabeza y corrieron la puerta. Amaneciendo, cuando abrieron la puerta durante una parada, entregaron otra lata de sardinas. Yo había visto el amanecer por los huequitos de allá arriba. Con un ojo abierto. Alguien dijo menos mal que la cuchilla sirvió para algo bueno y unos minutos después Luis Arturo me pasó una lata de leche condensada invitándome a que me diera un trago. Quién, tan generoso –¿un religioso tal vez?–, hacía girar su lata de leche condensada, la cual nadie podría adivinar cómo la había conseguido –allá, tan lejos ya, de donde viviera. Cuando chupé me dije Dios mío qué bocas la habrán chupado antes. Se podía dar por seguro que al menos dos o tres de los homosexuales que habían hecho el sexo oral; es decir, chupado toletes. Se la pasé a Jorge el campesino sin advertirle esto; ¿para qué? Nunca había probado combinación de sabores tan horrible como el de la sardina y la leche condensada. Era titánico además comer lo que fuera dentro de la mierda almacenada. Se había hecho la táctica de ir a beber agua cuando el tren se detenía y abrían la puerta. Pero así fue peor: la diferencia entre imaginarse cómo estaría el agua y verla. A varios se les soltaron arcadas al mirarla. Extraño: ¿cómo sería posible que casi todos no hubiéramos concebido traer un jarro, cualquier vasija? Las latas ya vacías, pero repegadas de sardinas, ensalivadas, seguían metiéndose en la tanqueta con tramos de mano y todo. Esta vez fueron abiertas con abrelatas o cuchilla. Cuando en una parada me asomé vi que el tren en verdad era largo, larguísimo.

El sol estaba rabioso y el calor sacaba los chorros de sudor desde el mismo hígado. Sería ya mediodía cuando el negro se encabronó por completo. Era un junio radiante y caliente como de récord. Vociferó el negro que ya no había quien soportara la peste a mierda y a vómitos y a sardina y a varios etcéteras. Esta parada no fue tan larga, pero desde que descorrieron la puerta ya el negro se mostró ido de sí. Estaba sin camisa y era un negro tetón y medio regordete y sus ojos emitían farolazos. El par de soldados dijeron negro estate quieto, por tu madre. Yo vi en la mirada del negro que no tenía regreso; no se sabía ese proverbio chino que dice «si en un instante de ira eres paciente, te evitarás cien días de congoja». Y quizás si se lo hubiese sabido igual hubiera estallado, pues su mirada indicaba que había enrumbado por el camino que lleva a los seres más allá de sí mismos; matado o matador les da igual. Aunque ateo, oré intensamente por espacio quizás de veinte segundos, porque el negro se controlara. El negro siguió espetando pingas y cojones y braceando en el aire como si fuera un caudillo. El par de soldados pusieron los fusiles en posición de avance y lo convocaron al orden. Varios de los lacras más cercanos a él le dijeron frases que abogaban por el pacifismo. Uno que era menester arrostrar en la vida todos los sacrificios en pos del perdón final. Pero ya era un negro que no escuchaba. Había retrocedido hasta antes del Homo sapiens, o del Negro sapiens. Pareció un resorte. Voló desde su lugar en el vagón y partió cual mingo de billar en dirección a dos bolas que se hallasen juntas, el par de soldados. Pero éstos se separaron y el negro se estrelló en solitario contra el suelo pedregoso. Cayó de pecho y cabeza. La impresión de un bulto de cristal que se estrella contra un muro. La cara rota y un brazo encogido como si le sobrara, el negro miró hacia acá llorando y estuve seguro de que no lloraba por tanto dolor en el cuerpo, sino porque le dolía la vida.


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Exilio Nostrum

Exilio Nostrum. Tomo I. Juan Carlos Romero Mestre publica la primera antología de entrevistas a escritores cubanos del exilio y otros de Cuba. Enrique del Risco, Karla Suárez, Amir Valle, Armando Añel, Armando de Armas, Agustín Labrada, Félix Luis Viera, Luis Nararrete, etc.: París, Barcelona, Miami, New York, La Habana, Santa Clara…

Me encantan las antologías. Esta en especial, Exilio Nostrum, no solo por ser uno de los autores cubanos elegidos por Romero Mestre, sino porque nací literariamente en Cuba, a nivel narrativo, en una antología que hoy muchos consideran un clásico de los años noventa: Los últimos serán los primeros, de Salvador Redonet Cook.

De la antología de Redonet hay varios autores en este libro de Romero Mestre: Amir Valle, Ángel Santiesteban, Karla Suárez y yo mismo (de los que recuerde).

Las entrevistas por sí solas se han convertido en piezas clásicas de literatura, un archivo esencial y definitivo para entender mejor la escritura de un país en el exilio, o sea, a sus escritores.

Las antologías de cuentos, poemas o como estas de entrevistas, brindan una visión muy cercana de los autores, pues dan un perfil de su vida literaria. Me temo que esta que me estoy leyendo con placer en Kindle Unlimited no puedan leerla los autores de Cuba. Un verdadero gusto conocer las motivaciones de otros contemporáneos al comenzar a escribir.

Un agradecimiento sincero a Juan Carlos Romero por usar bien las nuevas tecnologías y entrevistar a autores en buena parte del mundo. Seguro faltaron otros escritores, pero ese es el ADN de todas las antologías: siempre falta alguien o sobran algunos. Los libros de los presentes dirán si merecen estar ahí o no.

Me gusta el hecho democrático de entrevistar a varios escritores que viven en Cuba, en Estados Unidos y en Europa, lo cual da una visión global del exilio, y del insilio del que hablaba el maestro de todos nosotros, Guillermo Cabrera Infante.


 

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