Mucho más que historia: Las memorias de Rafael Díaz Balart

Hasta ahora no era posible comprarlas online, o solo de segunda mano si andabas con mucha suerte, pero ya están al alcance de todos las memorias de Rafael Díaz Balart, Cuba: Intrahistoria. Una lucha sin tregua (Instituto La Rosa Blanca, 2022), libro lleno de ángulos sorprendentes y tesoros imprevistos que deben leer, en primer lugar, los jóvenes cubanos menores de ochenta años —no es un chiste—, quienes crecieron sufriendo una educación supuestamente gratuita que en el fondo camuflaba, aún camufla, una operación de enmascaramiento sociocultural de proporciones gigantescas. Esto es intrahistoria de Cuba, sí, pero de verdad. Aquí se juega al duro y sin guante.

El político y abogado Rafael Díaz Balart (1926-2005) fue líder de la mayoría y presidente del comité parlamentario mayoritario en la Cámara de Representantes de Cuba entre 1954 y 1958. Tan pronto como en enero de 1959, en Nueva York, fundó la primera organización anticastrista de cuantas han sido: La Rosa Blanca. En Cuba: intrahistoria. Una lucha sin tregua, precedido por un sustancioso prólogo de su hijo, el congresista Lincoln Díaz Balart, Rafael consigue narrar la historia de su vida a través de sucesos claves de cara a la historia moderna de Cuba. Ambos elementos, la biografía del autor y la historia de Cuba, se complementan armoniosamente regalándonos un volumen de conocimiento invaluable.

Dice de su padre Lincoln Díaz Balart en el prólogo:

“Su brújula inalterable fue su amor por Cuba y su anhelo de libertad para los cubanos. Pero su pensamiento evolucionó constantemente a través de su vida. Escribió un libro sobre una tesis suya que llamó Bi-Americanismo, por ejemplo, y años después, al preguntarle yo por qué nunca lo había publicado, me dijo que ya no estaba de acuerdo con esa tesis. ‘Recuerda la frase de Abraham Lincoln’, solía decir: ‘Desgraciado del hombre que no sea más sabio cada día que el día anterior. Lo importante en la vida es mantener invariable una conducta. Para lo cual es necesario, muchas veces, variar de actitudes, de opiniones y hasta de militancias’”.

Así, sobresale en este libro la visión de Rafael Díaz Balart frente a una diversidad de temas, situaciones y encrucijadas históricas, visión también reflejada en el texto del proyecto de programa político de La Rosa Blanca, incluido en este libro a manera de epílogo y de gran valor para el futuro institucional de Cuba. Cierro esta reseña con varias citas del autor que corroboran lo que digo:


“Como es obvio, no puede haber democracia sin política, ni política sin políticos. Las campañas contra la política y los políticos tienden a tener inspiración totalitaria”.

“La Rosa Blanca rechaza las etiquetas eurocéntricas de derecha e izquierda”.

“No existe una explicación razonable para aquellas demostraciones ilimitadas de adhesión y entusiasmo a favor del dirigente del 26 de Julio, hasta que se escarba un poco la epidermis de la situación y se hace presente el factor racista y el factor clasista. El hijo de un gallego, blanco y alto, había derrocado a un mulato de las más humildes capas sociales de la nación. La frase que corría por los ‘clubes elegantes’, en los últimos tiempos del régimen de Batista, dice mucho: ‘Que se vaya el negro, aunque venga el caos’. El racismo y el clasismo son las grandes claves ignoradas de nuestra historia”.

“En enero de 1959 se estableció en Cuba un régimen de gángsters, por gángsters y para gángsters, dirigido por el gángster en jefe”.

“La Segunda República deberá fundarse en las instituciones y no en las personas”.

“Ni los de adentro deben ver a los de afuera como conquistadores, ni los de afuera deben ver a los de adentro como colaboracionistas. Todos hemos sido víctimas y todos vamos a construir nuestro futuro. Es así como triunfaremos”.

 

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Escritor, editor, zensicólogo. Ghost Writer. Entre los años 1998 y 2000 se desempeñó como periodista independiente en Cuba. Tras recibir el premio de ensayo anual de la fundación alemana Friedrich Naumann, con la revista Perfiles Liberales, en febrero del año 2000 viajó a Europa, donde residió en España e Inglaterra hasta radicarse en Estados Unidos en 2004. Tiene una docena de libros publicados. Dirige Neo Club Ediciones y es uno de los coordinadores del proyecto Puente a la Vista y del Festival Vista.