San Isidro: ‘Por nuestros cuerpos pasa el mal de la nación’

Montaje sobre foto de Ryan McGuire (Pixabay)

A cuatro días de poesía y huelga de hambre por la liberación del artista y activista Denis Solís en la calle Damas número 955, en la Habana Vieja -sede del Movimiento San Isidro de arte independiente-, algunas reacciones y acercamientos a este evento crítico (tras varios episodios de terrorismo contra el grupo):

«En San Isidro se está viviendo el racismo estructural. Por ahí está pasando la incongruencia del sistema judicial cubano; está pasando el hambre; está pasando la miseria del pueblo cubano, la histeria silenciosa del pueblo cubano. San Isidro es la pulsión, lo que está saliendo. Lo que estamos viendo es lo que hay, de alguna manera, en el alma del pueblo cubano. Es la patología, directamente, como un grano enconado que está supurando. Ese movimiento está purificando, a través de la catarsis, toda la situación. Estamos conectados con todos los amigos. Estamos conectados pidiendo por San Isidro porque San Isidro es la patria. San Isidro es lo que los cubanos estamos sintiendo. Lo que está sucediendo allí es lo que el cubano tiene en el alma. El dolor de su represión por asumir la verdad, por hablar con claridad, por asumir su propia libertad. Es una gran puesta en escena donde estamos hablando los enfermos, porque por nuestros cuerpos pasa la enfermedad, por nuestros cuerpos pasa el mal de la nación». Amaury Pacheco en El Caminero

«Los dejarán morir, es lo que pienso, porque para el gobierno cubano el Movimiento de San Isidro es un punto incómodo. Desde su fundación en el año 2018, inició dándole fuerte al Decreto 349, que criminaliza el arte independiente. Fueron sumando a artistas independientes que no son aceptados por el sistema político de la isla». Nonardo Perea en Havana Times

«Cuando despierto y llevo a mi hijo a la cocina para que se coma sus uvas, lo primero que hago después de eso es ver qué ha pasado con los atrincherados y en huelga en San Isidro. Me duele mucho ver lo que está pasando y no entiendo por qué no hay más pronunciamientos internacionales, por qué los diplomáticos no han hecho algo, por qué la Unión Europea no se pronuncia, por qué la ola de solidaridad no inunda el Malecón y cubre La Habana, ¿vamos a dejarlos morir? Me niego a aceptarlo». Lien Carrazana en Facebook

¿Quiénes están en la huelga de hambre en Damas 955? Clic en: Un recuento del Proyecto Inventario


«Hoy en la mañana hicimos llegar esta carta al Cardenal de Cuba, una petición esperanzada en una mediación justa y generosa de una crisis que ni está creada por nosotros ni es nueva, nace de décadas de coacción y violencia.

«En vista de los últimos ataques que hemos sufrido, con cinco personas en huelga de hambre y dos en huelga de hambre y sed, hacemos pública dicha carta»:

La Habana, 20 de noviembre de 2020.
A: Su Eminencia Juan de la Caridad, Cardenal

Hemos decidido escribirle porque necesitamos que nos ampare. Un amigo nuestro, artista urbano que vive en la calle Paula, fue acosado y luego se lo llevaron preso. En dos días lo condenan a 8 meses por Desacato, ya hemos pasado por esto con otros (por ejemplo, el hermano de una de las que suscribe). Aquella vez, el Padre Serpa, entonces Arzobispo de la Diócesis de Pinar del Río, acudió al llamado y el que sufría sintió el alivio del afecto que refrena los tormentos propios de las mentes confinadas.

Le pedimos, con toda la humildad y también la fuerza de los que pelean causas justas, que asista humanitariamente a Denis Solís en la prisión de Valle Grande, que le hable, y luego nos cuente sus impresiones. Lo sabemos firme, pero consciente de la injusticia.

Fuimos una y otra vez a una estación de policía porque nadie nos decía nada y sabíamos que era un abuso. Allí se leyó poesía, nos pegaron y nos metieron al calabozo, era un ciclo interminable. En la sede del Movimiento San Isidro nos juntamos algunos, íbamos a seguir, sobrevendría mas golpes y calabozo. Entonces nos cerraron el paso y leímos a Sor Juana, a Martí, a la Loynaz …el cerco se estrechó y le quitaron lo que comeríamos a una vecina solidaria. Contamos los víveres y la mayoría decidió entrar en huelga de hambre, tres hasta de sed. En la madrugada del cuarto día nos lanzaron un químico en la entrada y hacia la cisterna. Entonces escalamos y pedimos por todos los cubanos que no tenemos dólares para comprar en las tiendas surtidas.

Ahora hay siete cubanos dispuestos a morir por otro en el que se encarnó el abuso que ya es norma, y no excepción. Denis nos representa, aunque aquí hay mujeres, blancos, negros, un musulmán, un evangélico, un científico, una ex/bailarina, un rapero; en fin, el grupo es tan heterogéneo como una isla que se pobló con lo que traía la marea.
Si pudiera visitarnos será bienvenido, su sola presencia es intercesión y quizás quienes detentan el poder entiendan que somos la expresión del cansancio extremo de un pueblo noble pero digno, que se alza desde la vergüenza que el Padre Varela vio en los jóvenes de otro tiempo, esos que eran “la dulce esperanza de la patria”. Hoy cumpliría años ese sacerdote cauto pero firme, que sabía que “no hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad”.

La asistencia religiosa es para nosotras, la mediación humanitaria es para Denis y los que corren riesgo de muerte.

Rogándole nos dé su bendición, Su Eminencia, quedamos respetuosamente de Usted en el nombre de Cristo:

Anamely Ramos González y Omara Isabel Ruiz Urquiola


 

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