Yerandy Bassart en ‘Plantados’

Yerandy Bassart

 

 En estos días se comenta con frecuencia, tanto en la prensa convencional como en las redes sociales, la producción fílmica ‘Plantados’, y ciertamente lo amerita.

‘Plantados’, con guión de Angel Santiesteban, Juan Manuel Cao y Lilo Vilaplana, quien también tiene a su cargo la dirección, se produce y se rueda en Miami. Algo sin precedentes en el quehacer cultural de esta ciudad.

Es una historia de ficción donde las coincidencias con la realidad no tienen que ver con casualidades. El argumento está basado en testimonios directos de expresos políticos cubanos que se plantaron y dijeron no al trabajo forzado que se les quería imponer. Así como también se opusieron durante las condenas, a veces hasta de 20 años y más, a ponerse el uniforme de presos comunes. Esta posición radical asumida en contra de la dictadura cubana, fue lo que hizo que se les conociera como plantados.

La película, en fase en estos momentos de rodaje, va a todo tren. Con un presupuesto cómodo, gracias al empresario cubano Leopoldo Fernández Pujals, quien hizo el aporte en memoria de los presos políticos cubanos, y en especial de su tío, José Pujals Mederos, ya fallecido y que cumplió 27 años en prisión en la Isla. Se han reconstruido los escenarios siguiendo las descripciones de los propios expresos. El esfuerzo es loable, y se espera su estreno para principios del 2020.

Plantados

Ciertamente, la producción de esta película es el resultado de mucho esfuerzo y de intenso trabajo. Y de todo ese trabajo, a mí siempre me ha llamado la atención el proceso del casting, la elección certera de los actores. Mi curiosidad y mi interés por el tema me llevó a conversar vía whatsaap con Irasema Otero, jefa del casting de ‘Plantados’, quien junto a su asistente Pedrito del Rosario ha llevado la difícil carga de buscar y seleccionar a quienes interpretan los personajes del filme.

Irasema Otero

El casting es un proceso que iniciamos Pedrito del Rosario y yo. Pero los casting los dirigía Lilo, y con el director de fotografía, Carlos Andrés Hernández, se montaron los sets como si fueran ya los de la película.

El casting inicialmente se armó con propuestas de fotos en dependencia de los perfiles que se habían escrito para el guión. Se armó una propuesta y se hizo una presentación visual y ahí se empezaron a llamar a casting a los actores, teníamos varias opciones por personajes. Por cada personaje, más o menos, cinco actores para los que se refieren a la actualidad.

Para los personajes de los presos plantados, que son nueve, teníamos una idea más-menos y les fuimos haciendo casting y fue muy acertado.

En los nueve presos políticos quedaron:

Héctor Medina… ……………… David

Yerandy Bassart………………..Pablo

Fabián Brando…………………..Jorge el poeta

Adrián Mas………………………José

Abel Rodríguez………………….Ricardo

Alejandri Gil………………………Julio, El Chino

Guillermo Cornelio, El Guille…..Miguel

Pedro de los Ríos………………Antonio, que es un español

Conrado Cogle, Boncó……… Alfredo

Ricardo Becerra……………….El Ramón joven

Gilberto Reyes…………………Ramón en la actualidad

En los guardias principales: Alberto Pujols, Roberto Escobar, Carlos Acosta, José Broco, y Javier Fano

El esbirro Mauricio, de joven, lo interpreta Frank Eguskiza; y en la actualidad, el estelar Carlos Cruz.

Además, trabajan Isabel Moreno, Yani Martin, Vivian Ruiz, Gretel Trujillo Ani Garcia y Camila Vilaplana

De cinco actores por personajes, se quedaron dos, y luego escogimos. En los presos plantados, casi todos son actores jóvenes, son relativamente jóvenes, no son tan conocidos porque queríamos que no se identificaran los personajes con actores en otros papeles. Boncó es de los más conocidos, pero era difícil encontrar un actor que reuniera las características del personaje como lo hace Boncó, quien hizo un gran casting. Y me parece chévere también sacarlo del cliché de la comedia donde ha estado insertado hasta ahora. Yerandy también hizo muy buen casting. En realidad, tenemos un gran casting en ‘Plantados’.

Y de los actores jóvenes de ‘Plantados’, elegí a Yerandy Bassart. Aquí les comparto mi conversación con este joven talentoso, habanero, graduado del ISA, Instituto Superior de Arte en Cuba. Actor, profesor, con buena trayectoria y que ha hecho varias presentaciones en Miami. Interpretó al personaje Sixto Nicot Susavila en la serie ‘Leyendas del exilio’ y hace el Pablo en ‘Plantados’.

Yerandy Bassart

Cuando me preguntan quién soy, yo respondo ‘actor’. Siempre estoy pensando en teatro, siempre estoy pensando en algo que me aporte. Por suerte, todo lo que pasa en la vida le sirve al teatro. El teatro se nutre de la vida misma, como el arte. Todo lo que aprendemos a hacer, o lo que hagamos, aunque no sea teatro, sigue siendo teatro.

He interpretado muchos personajes. Pero a la pregunta de cuál me haimpresionado más, pienso que lo que más me ha marcado a mí, son las obras, más que los personajes. Las obras me han acercado más a la realidad, me han llevado a comprender mejor el mundo en el que me muevo.

He compartido con muchísimos actores jóvenes y no tan jóvenes, más consagrados, menos consagrados. De todos he aprendido muchísimo. Yo siempre me dispongo a aprender cada vez que estoy en un proceso de trabajo. Siempre me ha gustado aprender, sobre todo cuando doy clases. He sido profesor en las mismas escuelas donde estudié, en la ENA y en el ISA; y creo que he sido mejor actor después que he impartido lo que sé. Los que saben de Pedagogía, saben lo que digo. Uno recoge más que lo que da, sin falsa modestia. Así me he labrado mi carrera

Yerandy en el teatro

Después que me gradúo del ISA, ingreso en la compañía de teatro ‘Las Estaciones’ de Matanzas. Cumplo mi servicio social y me quedo tres años más. Viajo a Venezuela, Francia, y voy tres veces a México.

En el teatro ‘Las estaciones’ empecé con una obra, que se llamaba ‘Historia de burro’ y era el amor imposible entre dos burritos, separados por un terrateniente.

Después hice ‘Patito feo’. Bueno, todos sabemos ‘Patito feo’ lo que significa, el canto al cambio y a la aceptación, ¿no? A pesar de las diferencias.

Después llegué a una etapa muy buena en el teatro Las Estaciones, porque montamos nada más y nada menos que ‘Los zapaticos de rosa’, de José Martí. Ahí empecé a conocer a otro Martí. De la mano de Rubén Darío, que es martiano de médula, empecé ya con el mismo trabajo de mesa sobre ‘Los zapaticos de rosa’ a descubrir un Martí, que yo lo tenía totalmente desvirtuado, o tenía muy muy limitado, muy básica información. Tenía la información que tenía, normalmente la que dan en la escuela. La que viene a ti, de alguna manera, por la televisión. Pero ahí conocí un Martí, con errores, un Martí que escribe desde el exilio, desde una playa del exilio. Ahí supe que lo que sucede en ‘Los zapaticos de rosa’ es en una playa que se llama Bath Beach y que está en Nueva York.

Ahí descubrí cuán maltratado y maltraído está el texto de ‘Los zapaticos de rosa’, que se ha vuelto como un cliché panfletario. Y ahí hicimos ‘Los zapaticos de rosa’ de una manera diferente, y yo sentía el espíritu de Martí cuando estábamos haciendo la obra, tenía ese vuelo. Después, nos acercamos a Lorca, a Villafañe y volvimos a Martí, con ‘Los dos príncipes’, un poema épico sobre las diferencias, sobre el dolor en la diferencia. Volvimos a caer en Martí. Ya este Martí era mucho más cercano a nosotros. Ya lo conocíamos. Ya habíamos lidiado con él.

Luego regreso a mi casa, en La Habana. Empiezo a trabajar con teatro ‘El Publico’ de Carlos Díaz.

En teatro ‘El público’, hacer Shakespeare fue una escuela. Bueno, todos los actores deberían pasar por hacer Shakespeare. Hice ‘La duodécima noche’, después hice ‘Calígula’. Fue un texto remontado, y en su momento, ‘Calígula’, cuando sale en 1996, fue bien polémico, porque retrataba la dictadura tal cual. Revisitarlo ahora era de otra manera, era verlo con otro backgrounds

En ‘El Publico’ hicimos ‘La Duodécima noche’. Un espectáculo bien grande con 101 funciones a teatro completo. Después hice ‘Calígula’. Y con ‘Calígula’ es que vengo por primera vez a los Estados Unidos, en junio del 2012. ‘Calígula’ de Albert Camus, todo el mundo lo conoce, un texto bien fuerte, bien trascendental políticamente hablando.

Yerandy y el Maleconazo

Esto yo nunca lo he dicho, solo lo he contado en círculos muy cercanos, personales, pero me es muy curioso. Cuando el Maleconazo (1994) yo vivía en Centro Habana y yo estaba allí, justo el día del Maleconazo.

Ese día estaba en la calle con mi padrastro. Recuerdo que él estaba manejando un skoda y estábamos bajando por toda la calle Reina. Y la calle Reina estaba llena de gente, muchas personas… muchísimas personas.

Yo me acuerdo que tuve mucho miedo. Teníamos que atravesar toda esa marea de personas y de gente gritando, diciendo cosas, con palos en las manos, y mi padrastro recuerdo que me dice: ‘no tengas miedo, estas personas no le van hacer nada a los autos particulares.’ Y eso a mí se me quedó grabado, porque en ese momento justo a mí se me empezó a ir el miedo. Y lo estoy analizando ahora en el contexto en que estoy y creo que es algo interesante y te lo estoy regalando, Rebe, porque es bien lindo eso que me pasó.

 Estaba en medio del Maleconazo, siendo un niño de 10 años, con mucho miedo y por esa frase que me dijo mi padrastro empecé a dejar de sentir miedo. Y hoy por hoy, sé lo que significó el Maleconazo y de cierta manera tengo una cierta conexión con eso. Siempre que hablan del Maleconazo o hay alguna anécdota o algún recordatorio acerca del Maleconazo, lo recuerdo como un momento muy importante para mí y que demostró muchas cosas a Cuba y al mundo.

Yerandy en Miami

Aquí en Miami, donde todos me decían que era imposible hacer teatro, que tenía que colgar los guantes, que tenía que dedicarme a hacer otra cosa, que me olvidara del arte, que ya el actor había quedado en Cuba, que el teatro había quedado en Cuba, yo me demostré a mí mismo que no era cierto.

Yo me demostré a mí mismo que podía dirigir. Y lo primero que hice fue dirigir. Dirigir y actuar en microteatro. Después hice otra obra más en micro teatro, después hice otra obra más en micro teatro. Me maté el enano en micro teatro. Después trabajé de asistente de dirección en un musical grandísimo, ‘Carmen, la cubana’, y fui a Alemania con un director de Brodway, un equipo buenísimo de músicos y bailarines, todos muy profesionales. Otro tipo de cosa.

Monté yo solo, con una producción que corrió por mi cuenta ‘Adiós a Cuba’, un texto del dramaturgo Luis Enrique Valdés Duarte, hoy radicado en España, que no se había estrenado a pesar de haberse publicado en la Isla. Se usa la figura del compositor cubano del siglo XIX, Ignacio Cervantes, como pretexto para hablar de dos exilios diferentes, pero similares en el dolor por la patria. Lo llevé al festival del Instituto Superior de Arte, así que fui a La Habana y lo puse dos días, hice dos funciones en la sala ‘Adolfo Llauradó’, y las dos a teatro lleno. Era una cuenta que yo tenía pendiente y me demostré a mí mismo que sí se puede hacer teatro en Miami.

Después trabajo en ‘Leyendas del exilio’. Fue una experiencia tremenda, porque hacer, interpretar a una persona que aún sigue con vida, era un compromiso tremendo. El viejo Sixto y yo hicimos buena amistad desde el principio, hubo buena química, y yo me nutrí mucho de verlo, de conocerlo, de mirarlo a los ojos, de abrazarlo, de estrecharle la mano. Y ahí está el capítulo ‘El audaz Sixto Nicot’.

El director, Lilo Vilaplana confió en mí. Otra cosa, uno llega aquí y no está en el radar, uno tiene que poquito a poco tiene que labrarse el camino para poder lograr encontrar el lugar, porque yo creo que hay un lugar para todo el mundo y más en una sociedad como ésta, tan grande, tan diversa, con tanto contenido.

 ‘Leyendas del exilio’ con Lilo Vilaplana, fue una experiencia impresionante. Un trabajo inmenso, bueno, muy sacrificado. Pero siempre con el afán de que llegue la verdad a todos y de que la historia no se calle, que no se debe ocultar ni cambiar.

Yerandy en ‘Plantados’

Bueno… ¿qué representa para mí pertenecer al equipo de ‘Plantados’, estar entre los nueve actores protagonistas de una película y de un hecho sin precedentes en la historia de la cultura de Miami? ¡Imagínate tú!

Creo que es un premio, un regalo de la vida; creo también que ya le tocaba a este pueblo tan dolido, tan maltratado, también tan confundido ,le tocaba hacerse justicia por lo menos en esta película.

Tengo toda la esperanza del mundo de que esta película le llegue a todos, porque ni así, ni así, vamos a poder agradecer del todo tanto sufrimiento, tanto dolor que pasaron muchachos que salieron jóvenes de sus casas y regresaron viejos. De muchachos que nunca más pudieron ver a sus padres. Muchachos que no vieron a sus hijos crecer. Muchachos a los que, sencillamente, ataban a un poste y fusilaban. Muchachos más jóvenes que yo, eso me aterra. Lo único que pudieron atarse fue a su convicción y a su dignidad. Porque a un hombre yo creo que lo pueden despojar de todo menos de la dignidad, y eso fue lo que los mantuvo fuertes hasta el final.

Siempre uno piensa cuando lee o escucha la historia de lo que pasó, como nos trascienden –o así pienso–, que los héroes y mártires eran mayores que yo. Y todo lo contrario, eran entonces muchachos más jóvenes que yo, de 20, 22 años. La mayoría con una educación católica, cristiana. La mayoría no había visto ni siquiera el más mínimo empujón o maltrato físico. Imagínate caer en esas mazmorras de momento y sufrir por años el dolor, la humillación, la violación.

¡Encontrarme con parte de los plantados! Ese día que tuvimos la reunión con ellos, a la cabeza estaba Ángel de Fana. Encontrarme con ellos y ver cómo volvían a contar y volvían a vivir lo que estaban contando, eso no tiene perdón de Dios. ¿Cuántas veces no han tenido que hacer las anécdotas desde que salieron de prisión? Y me pregunto: ¿cuántas veces habrán tenido que pasar por la misma situación cuando tratan de recordar todo ese calvario y esa pesadilla?

No volvieron a ser personas nunca más en la vida. Esas personas son espectros de lo que fue un abuso y de lo que fue la humillación más grande solo por sentir y pensar diferente a la dictadura castrista. A esa gente le acabaron la vida. Esa gente están muertas en vida, lamentablemente. Y que sirva ‘Plantados’ para dar un poco de alivio y homenaje y agradecimiento. Es el granito de arena más importante que podemos hacer.

Muchas gracias, Rebe, porque tú siempre confiaste en mí, siempre hicimos una empatía familiar. Te quiero mucho, cuídate.

Gracias a ti y a Irasema, que en medio de esta locura que es el rodaje de la película, me han dedicado un tiempito.

¡Esperamos impacientes el estreno de ‘Plantados’!

Entrevista de próxima aparición en el número 14 de Puente de Letras