No es sorpresa para casi nadie que la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) constituye uno de los brazos represivos más eficaces con que cuenta la dictadura cubana. En estos días “revueltos”, como los llamara un poeta oficialista en Facebook, el escritor Carlos Esquivel Guerra está siendo amenazado con ser expulsado de la organización, al igual que la escritora, artista plástica y actriz Ana Rosa Díaz Naranjo.
Esquivel, por haberse hecho una foto con el escritor independiente Rafael Vilches Proenza en el parque Antonio Maceo de Las Tunas (oriente de Cuba), en solidaridad con los artistas y escritores del Movimiento San Isidro que protestan en La Habana para que se eliminen las tiendas en divisas –moneda que los trabajadores no perciben en Cuba– y se libere al rapero contestatario Denis Solís.
Díaz Naranjo, por darle likes y compartir publicaciones de artistas y escritores cubanos de la vanguardia artística y literaria del país también en apoyo al Movimiento San Isidro y los jóvenes estudiantes, artistas, escritores e intelectuales que junto a varias figuras culturales se plantaron delante del Ministerio de Cultura en La Habana para hacer solicitudes como el cese del hostigamiento y la represión contra la creación independiente y la ya mencionada excarcelación de Solís.
“Las amenazas a Esquivel y Ana Rosa giraron alrededor de mi nombre, pero yo no les debo nada”, declaró a esta redacción Vilches Proenza, cuyo trabajo en el ámbito independiente es conocido y de larga data. “Alguien que yo apreciaba llegó a decir que yo no era nadie, que era un mierda, que no existía en la cultura cubana y no sé cuántos improperios más”.
Cabe recordar que en agosto pasado, tras dirigir una carta abierta al gobernante Miguel Díaz-Canel, fue expulsado de la UNEAC el escritor camagüeyano Pedro Armando Junco, a quien el oficialismo también le prohibió realizar su peña ‘Escritores al bate’.
“No hay más alternativa que abrir la talanquera a una juventud ávida de libertad y de progreso”, concluyó Junco por esos días. “Muchos aún son dóciles y temerosos, pero otros ya están valerosos y dispuestos. Cuando los valientes y dispuestos sean mayoría frente a los dóciles y temerosos, llegará el cambio en Cuba”.