El medio de prensa Vatican News refleja las palabras del Papa Francisco durante su homilía de hoy en la Plaza de San Pedro, en Roma.
El Papa habla de Bartimeo, un ciego sanado por Jesús, sobre su valentía al gritar en medio del camino: Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí, y que, ante la insistencia de este hombre, Jesús se detiene y lo sana.
Sin embargo, el Papa y la gran mayoría a su alrededor hoy apartan su mirada de la realidad del pueblo cubano y muestran su ceguera una vez más.
Jesús les repetiría, sin dudas: hipócritas… guías ciegos.
«Solo una religión anquilosada tiene, entre sus ministros y fieles, individuos que cantan la gloria de Dios en el cielo mientras pasan por alto las condiciones que hacen de la tierra un infierno para el hombre».
Dios te mira, Papa Francisco.
El Dios en el que yo creo, no haría esto.