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El necio, su disparo de nieve

 

Resulta que por estos días el cantautor Silvio Rodríguez ha protestado porque el grupo Orishas utilizó un fragmento de su conocida canción ‘Ojala’ para ambientar, digamos, un tema con Beatriz Luengo que en Yotube ya pasa de las 600.000 visualizaciones. En la porfía entró esta semana Manolín, el Médico de la Salsa, y lo cito:

“Dices tú que no diste a Orishas tu aprobación para utilizar la estrofa de tu canción “Ojalá”, que no te la pidieron. Una pregunta Silvio: La revolución que tú defiendes y representas, en 60 años, ¿cuándo nos ha pedido permiso para algo ? Y esos sí han hecho con nosotros lo que les ha salido de los cojones. Como dicen los cubanos, ‘Ay par favarrr’, no me hagas reír. Pero tranquilo Silvio, por alzar tu voz en contra, en un futuro no te prohibiremos en Cuba, ni te quitaremos tu país, ni te golpearemos, ni te encarcelaremos, ni te desterraremos…”.

Esto de que “no te golpearemos ni te encarcelaremos”, dicho a Silvio, me recuerda otra canción del mismo cantautor procastrista. En un fragmento de otro tema muy conocido, al que tituló ‘El necio’, Rodríguez revela su obsesiva aspiración, la misma que a lo largo de la historia ha seducido a tanto buen robolucionario, y lo cito también: «Dicen que me arrastrarán por sobre rocas, cuando la revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo». El referente heroico, militante, sacrificado del hombre nuevo despliega en estos versos su íntima razón de ser: ya no se trata de construir una sociedad más justa o equitativa sino de escapar del ridículo a través del martirio.

En el caso de Cuba, al contrario de lo que algunos piensan, la ya inminente transición probablemente no estará marcada por un sangriento ajuste de cuentas; ese país es la olla de presión donde se cuecen la burla, el sarcasmo, el choteo al que Jorge Mañach dedicara su monumental estudio. Silvio Rodríguez, por supuesto, no será arrastrado sobre rocas, nadie le machacará las manos ni le arrancará los ojos; sospecho que en su fuero interno él lo sabe. A la caída, a la muerte natural de la imagen, de la rutina ideológica amortajada por el humor, es a lo que en verdad le temen los egotistas del régimen cubano; muy probablemente ellos no sean objeto de linchamientos ni fusilamientos ni “ejecutamientos” ni “arrastramientos”. A ellos los ajusticiará un multitudinario y demoledor ataque de risa, tal vez un reguetón parodia como el de Chocolate MC, del que dejo también link. Aquí pueden consultarse ambos temas:

https://www.youtube.com/watch?v=NrM25odbVkY

https://www.youtube.com/watch?v=W-HpEqqVAUE

La prensa cubana en la era de los “busticidios”

por Francisco Alemán de las Casas

Si los únicos integrantes del grupo Clandestinos ya están en cana, ¿quiénes siguieron manchando los bustos de Martí y las execrables fotos de Fidel Castro con posterioridad a la detención de Panter Rodríguez Baró y Yoel Prieto Tamayo?

Algo no huele bien en esta historia. La artista Ana Olema niega tajantemente las acusaciones del régimen. “A estas alturas es imposible dar crédito a un reportaje hecho por una prensa al servicio de una dictadura, con unos entrevistados que no están siendo entrevistados, sino que, después de días y días bajo interrogatorio en las mazmorras de la Seguridad del Estado, se les obliga, sabe Dios bajo qué amenazas, a decir cualquier cosa”, declaró en Facebook.

Las palabras de Ana son tristemente ciertas. Como exempleado del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), digo, una vez más, que a los medios de comunicación del régimen no se les puede creer ni lo que rezan. Durante los años 90, en pleno “período especial”, vi cómo se fabricaban en el ICRT las disparatadas mentiras del régimen, que luego mis colegas y yo deberíamos leer frente al lente de la cámara o en las distintas estaciones de radio de la isla.

La lista de globos que vi inflar y lanzar desde las antenas de 23 y M, en La Habana, es larga y seguramente algún día me referiré a ello, porque vi de todo: desde la modificación exponencial del número de votantes reales en unas elecciones del Poder Popular a las que nadie asistía, hasta la edición, casi cáustica, de los videos del juicio del general Ochoa.

Para leer el texto completo, clic en Radio Viva 24.

Genlui Hidalgo: ‘Los límites se desplazarán cada día más’

Luis Manuel Otero Alcántara en una foto de archivo

Este domingo 26 de enero, la periodista y curadora independiente Claudia Genlui Hidalgo llamó la atención en las redes sociales sobre el incremento de la represión cultural en Cuba, enfatizando en la desaparición de su pareja, el muy perseguido artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, a quien la policía política cubana acosa por enésima vez.

«Luis Manuel Otero Alcantara está desaparecido. Solo 10 minutos después de hablar conmigo y decirme que ya estaba en el lugar (Santa Catalina y Primelles) donde nos encontraríamos, su móvil está apagado y él no apareció», narró Genlui Hidalgo en Facebook. «Luisma me acompañaría al aeropuerto pues hoy yo viajaba a Colombia por razones de trabajo. Recuérdese que hace apenas unos días se le prohibió no solo viajar por estar pendiente a un proceso legal que ha sido violado en varias ocasiones, sino también salir de su casa e ir al aeropuerto».

«Es obvio que todo sucedió para evitar que estuviera presente cuando me informaran de que estoy regulada… Y ahora pregunto: ¿por qué estoy yo regulada? ¿Acaso soy (somos, porque esta lista va en crescendo) delincuentes?», se preguntó la periodista.

«Solo veo intelectuales, artistas, activistas y defensores de los derechos humanos presos en esta Isla, prohibiéndoseles su libertad y limitadas sus capacidades de superación. Un estrategia que aboga por forzarnos al exilio, agotarnos y quebrantar nuestro espíritu creativo», expresó Genlui Hidalgo y añadió:

«Abramos los ojos ante tanta violencia lenta y sádica que es aplicada a la sociedad civil cubana. Si esto continúa, ante la represión el Movimiento San Isidro reaccionará generando a través del arte más pensamiento, más cuestionamientos. Los límites se desplazarán cada día más. ¡Estamos conectados!».

¿Leña? ¿Qué se hizo del piñón de leche?

 

La noticia de que Santiago de Cuba regresa a la leña para producir pan de boniato y casabe abriendo “11 polígonos de producción de alimentos”, no debería desviarnos de la pregunta del millón, ineludible, certerísima, íntimamente relacionada también con el transporte de tanta jama: ¿Qué se hizo del piñón de leche?

Se trata de otro de los grandes misterios que la robolución cubana, al menos en los últimos 10 años, ha puesto en la pista para deleite de investigadores y coleccionistas: El misterio de la desaparición del piñón de leche. Es decir, el misterio de la desaparición del “combustible” piñón de leche como solución energética para la producción alimentaria en Cuba.

¿Moringa? ¿Morera? ¿Marabú? ¿Cuy? ¿Claria? ¿Aveztruz? Nada de eso: Allá por el año 2012 lo último en Cuba era el Piñón de Leche. Un arbusto oleaginoso no comestible (oficialmente llamado “Jatropha Curcas”) que iba a resolver el arduo problema de la falta de combustible. Según la gloriosa prensa oficialista, la primera planta de biodiesel construida en la Isla ya producía en Guantánamo en ese año con la milagrosa matica como materia prima.

Si la moringa era fuente inagotable de “carne, huevos y leche”, y con el cuy el castrismo pretendía sustituir la carne de puerco y el pollo –obsérvese que en ningún momento el coma-andante hubo de asumir en sus reflexiones que la moringa también fuera una fuente inagotable de pollo, pero cualquiera sabe–, con el piñón iba a quedar resuelto el problema de cómo transportar tanto alimento hasta las mesas de los cubanos.  Y es que en 2012, según Radio Habana Cuba, la mencionada fábrica de Guantánamo podía “producir cada año más de 100 toneladas de ese biocombustible líquido (en sustitución del gasoil o diesel), el cual internacionalmente se obtiene a partir de aceites vegetales y grasa animal”.

Y hablaban de la de Guantánamo nada más. No quiero ni pensar qué hubiera sucedido con varias fábricas de piñón de leche, o con piñón de leche, en varias provincias cubanas. Hubiesen sido “la leche”. Si es que llovía café.

¿Qué pasó con los avestruces en Cuba?

 

La Batalla de los Avestruces no comenzó, como erróneamente se cree, en abril de 2019, cuando el inefable matador de gallos Guillermo García Frías la anunció en la Mesa Redonda de la Televisión Cubana. Hace ya seis largos años que el sueño de convertir a Cuba en una gran granja de avestruces, es decir, de llenarla con esas poderosas aves que cuando “huelen peligro” entierran la cabeza en la arena, apareció en el horizonte. Y aunque el vasito de leche de Raúl Castro le antecede ampliamente en cuanto a promesas robolucionarias incumplidas, no está de más recordar que con esto de los avestruces la esperanza alimentaria nacional vibró con insuperables ecos.

Según la prensa oficialista de esa época –2014 –, la “actividad ganadera” del avestruz alcanzaría “el pleno desarrollo en Cuba a partir de 2018”. Ahora, ya cómodamente instalados en 2020, nos preguntamos “el desarrollo dónde está”.

Como nos contaban hace seis años, supuestamente los avestruces iban a generar casi tanta carne como las vacas, y de mejor calidad, pues se trataba de carne avícola, blanca (eso de que es roja no me lo creo), casi pollo compañero, prácticamente pavo de Acción de Gracias. Avestruz por pescao. Claria ni de casualidad.

Si ya se sabe que la moringa a la postre no fue “fuente inagotable de carne, huevos y leche”, como asegurara el Comandante en Polvo en una de sus reflexiones poco antes de estirar la pata (cualquiera tiene un mal día, máxime si no cuenta con un editor suficientemente atento), ¿qué decir ahora del avestruz? Fuente inagotable de carne y de huevos (23 huevos de gallina = un huevo de avestruz), que no exactamente de leche, es cierto, ¿pero acaso no fue y es Cuba una isla llena de chivas? Dejémosle la leche a las chivas y los huevos a las aves. Y la carne por si acaso.

Recuérdese que la carne roja (la de avestruz, insisto, es blanca, sólo que con pespuntes rojos) es dañina para la salud. Si hasta la Universidad de Harvard ha informado que incrementa el riesgo de mortalidad en un 13%. Y si, como también estableciera en su momento el Comandante en Polvo, “la ciencia busca constantemente explicaciones de las leyes que rigen el universo”, también la robolución tiene derecho a buscar constantemente explicaciones de las leyes que rigen la calidad de vida de los cubanos. Aunque interminablemente las explicaciones nunca se encuentren. O se encuentren, pero nunca se expliquen.

Por aquellos días gloriosos de los avestruces, en 2014, el compañero José A. Buergo Rodríguez aseguraba en Rebelión que “la condición más importante entre muchas para lograr alcanzar desarrollo y sostenibilidad económica alimentaria en las condiciones actuales de nuestro país y el escenario internacional, es la disciplina”. ¡La disciplina! Y enseguida se preguntaba: “¿Somos los cubanos disciplinados en materia agropecuaria?”.

No podemos asegurarlo rotundamente pero, al menos, los cubanos sí han demostrado gran disciplina para cultivar misterio. No los llena el misterio, pero les sirve de entrante, a manera de ensalada. En cualquier caso, el de la “actividad ganadera” enfocada en los avestruces sigue con la cabeza metida en la arena. El misterio, quiero decir.


 

La artista Ana Olema desmiente reportaje de ‘Razones de Cuba’

De izquierda a derecha: Idabell Rosales y Ana Olema en el Festival Vista de Miami

Un reportaje transmitido este martes 21 de enero en el segmento final del Noticiero de la Televisión Cubana (oficialista) culpó a la performer Ana Olema, residente en Miami, de financiar las acciones del ya popular grupo Clandestinos, un movimiento sin cabeza visible que actúa pacíficamente en Cuba contra la simbología comunista.

El material audiovisual mostró confusas confesiones de varios presuntos miembros del movimiento Clandestinos arrestados en la Isla a quienes se intentó incluso involucrar, sin mayor profundidad, en un supuesto tráfico de drogas.

«A estas alturas es imposible dar crédito a un reportaje hecho por una prensa al servicio de una dictadura, con unos entrevistados que no están siendo entrevistados sino que, después de días y días bajo interrogatorio en las mazmorras de la Seguridad del Estado, se les obliga, sabe Dios bajo qué amenazas, a decir cualquier cosa», declaró la artista Olema en Facebook.

En declaraciones para la serie propagandística ‘Las razones de Cuba’, dos hombres identificados como Panter Rodríguez Baró y Yoel Prieto Tamayo asumen la autoría de acciones con supuesta sangre de cerdo contra bustos de José Martí y vallas de Fidel Castro en La Habana. Otros dos hombres, Guillermo Mendoza Torroella y Jorge Ernesto Pérez García, también fueron implicados por el régimen castrista en el cortometraje.

«Estaríamos orgullosos de apoyar cualquier movimiento de resistencia civil y cívica en Cuba, pero esas acusaciones son falsas”, abundó Olema. “Ese movimiento nació dentro de Cuba espontáneamente y ahora ellos quieren decir que no, que es una fabricación del extranjero porque no quieren reconocer que el descontento popular está escalando y que tienen un oposición legítima y autóctona».

«Son acusaciones falsas de un sistema represivo que está utilizando los medios y la propaganda para perseguir y hostigar al pueblo cubano”, cerró la artista. “Asesinando su reputación, señalándolo de manera pública, sembrando pruebas fraudulentas, operando desde el terror. Esto es un crimen de Estado».

Tras las detenciones de Panter Rodríguez Baró y Yoel Prieto Tamayo, sin embargo, las acciones de Clandestinos continuaron en Cuba y fuera de ella. El movimiento ha logrado activar un espíritu colectivo contra la simbología oficialista que podría crecer considerablemente en un futuro inmediato.

“Este es un régimen que le teme mucho a la libertad en el arte y en la vida”, indicó el escritor cubano Armado Añel tras ver el corto de ‘Las razones de Cuba’. “No hay que extrañarse de que el castrismo dedique tanto tiempo y recursos a criminalizar o desnaturalizar estos eventos. Está aterrorizado ante la posibilidad de que las acciones de Clandestinos, como todo parece indicar ya estaría ocurriendo, se multipliquen dentro y fuera de Cuba”.

https://www.youtube.com/watch?v=iRPBP4kA7Xg&t=6s

Del rock al diversionismo ideológico

 

En los setenta del siglo pasado, el panorama cultural internacional se distinguía por la emergencia de masivos movimientos juveniles que a golpe de música y manifestaciones pretendían transformar el mundo. Las expresiones de estos cambios sacudían tanto a California como a París, a México como a Londres. Se entrelazaban frenéticamente los símbolos de la paz y el amor con los del LSD y la marihuana; los del rechazo a la guerra de Vietnam con los de la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, así como los de la Primavera de Praga.

Entre los músicos más populares se hallaban figuras hoy legendarias como Bob Dylan, Janis Joplin, Jimmy Hendrix y Bob Marley; así como The Beatles y The Rolling Stones, Chicago, Iron Butterfly, Santana, entre otras bandas emblemáticas del pop-rock de la época.

En Cuba, el control absoluto que el poder ejercía sobre los medios de comunicación, la censura parcial que imponía sobre ese tipo de música —la relación entre música de habla española y de habla inglesa que radiaban las emisoras cubanas favorecía a la primera en una relación aproximadamente de 10 a 1— y la persecución a los jóvenes afectados por “diversionismo ideológico”, de acuerdo con las orientaciones emanadas del Congreso Nacional de Educación y Cultura de 1971, surtió una especie de efecto llamada en esta generación.

La misma, musicalmente hablando, desdeñó lo mejor de la tradición nacional y, en su rechazo a las manipulaciones de corte totalitario, rindió culto a la avanzada musical de los setenta, asumiéndola en muchos casos de manera mimética (las bandas habaneras de la época, Almas Vertiginosas, Sesiones Ocultas, etcétera, no versionaban, sino reproducían los hits de las agrupaciones más difundidas en el exterior. Asimismo, los conciertos de estas agrupaciones eran virtualmente clandestinos y muchas veces terminaban en redadas policiales).

Curiosamente, casi desde 1970 comienzan a percibirse en el dial de la radio cubana, principalmente en las provincias Habana y Matanzas, tres emisoras de los Estados Unidos: WQAM y WGBS, de la Florida, y KAAY, de Little Rock, Arkansas. Mientras que las dos primeras se recibían claramente desde el amanecer hasta la puesta del sol, la segunda levantaba boga al caer la noche, presidida por el archifamoso programa Baker Street (Underground Music Service), que hacía las delicias de los trasnochados melómanos del oeste de la Isla (en el centro del país también se escuchaban perfectamente emisoras norteamericanas, y en el oriente se captaban las de Jamaica, así como la de la Base Naval de Guantánamo).

Ambas emisoras trasmitían en inglés la música pop-rock del momento, mientras que, plenamente conscientes de que su señal era captada en Cuba, no intentaron nunca, al no ser su propósito, colar alguna cuña anticastrista.

La señal de las dos primeras emisoras se originaba en los cayos del sur de la Florida, fuera de la demarcación de los condados donde mayor preponderancia tienen los grupos de poder cubanoamericano, mientras que la Baker Street trasmitía desde Little Rock, Arkansas, totalmente al margen del conflicto entre las dos Cubas. Quizás fue por ello que sus señales no fueron jamás interrumpidas por la cortina de bagazo del régimen.

En contraste con la ausencia de esa música en los medios estatales de comunicación, los jóvenes se actualizaban de esa manera y, al escuchar aquellas emisoras, también prestaban atención a la publicidad comercial, rozando el mundo de la sociedad de consumo. Frente a las carencias y el racionamiento de la cartilla familiar, sabían que se vendían marcas de Café (Maxwell House), autos (Your car is Toyota), que se estrenaban películas como Papillón y Exorcista, y que existían programas televisivos como Midnight Special o shows como Saturday Night Under the Lights.

¿Cuántos de los que se marcharon por el Mariel no lo hicieron buscando esa bocanada de aire fresco que les entró, por primera vez, por las rendijas de la WQAM, la WGBS o la KAAY? ¿Acaso no era un ritual escuchar el Top 100 de las emisoras y copiarlo en las libretas, lo que de por sí constituía una ventaja en el aprendizaje del idioma inglés?

En Cuba, la impronta de la música pop-rock marcó profundamente el gusto y hasta la orientación ideológica de esta generación de los sesenta o “dobliu” (generación W), inicial de dos de las estaciones de radio norteamericanas que se oían en la Isla. Resultaba frecuente que por las mañanas, durante la formación en el patio de los preuniversitarios, los jóvenes comentaran apasionadamente los temas que habían escuchado la noche anterior desde Little Rock.

Muchos incluso se agolpaban en torno a un radio portátil ruso o japonés para escuchar atentamente una melodía de The Who o de Eagles; mientras que también se reunían en casa de cualquier amigo que tuviese un tocadiscos High-Fidelity norteamericano en el cual poder devorar los discos de pop-rock que alguien clandestinamente había traído de una “misión” en el extranjero.

En 1979, durante el primer encuentro musical Cuba-USA, la revista People informó que Billy Joel, de visita en Cuba y descansando en la playa frente al Hotel Marazul, departió con un grupo de jóvenes y se asombró de que estuvieran al tanto de su música. Cuando les preguntó cómo podían mantenerse actualizados si no se vendían discos y no había presentaciones en vivo de artistas, le trajeron un radio con la WGBS sintonizada. Frente al mar la recepción debía ser envidiable y en ese momento estaban poniendo Freak Out, del grupo Chic. El hombre quedó atónito.

Para un mundo dependiente de la imagen, como lo es el actual, parece insólito explicar el alto grado de seducción que despertaban aquellas transmisiones radiales. Pero, ¿cuántos de los cientos de miles de jóvenes que emigraron en el año 1980 no iban en busca de esos “sueños de audio”? Algún día habrá que hacer la encuesta.

Texto perteneciente al número 14 de Puente de Letras, de próxima aparición

Omni Zona Franca: La primera censura

Omni Zona Franca durante una de sus intervenciones públicas

Poeta, performer, músico, artista total, Luis Eligio de Omni profundiza en este video en los orígenes de la censura contra el grupo de arte y literatura independiente Omni Zona Franca, del que es fundador.

Grupo autodidacta fundado por artistas plásticos y poetas en 1997, en La Habana, «por ello es primeramente un grupo de creación, pero con proyección conscientemente abierta a la sociedad. Cultiva el arte total: unidad de todas las artes».

De la serie ‘La voz tras la mordaza’. Una investigación en torno a la censura y la represión cultural en Cuba en los últimos 61 años:

 

 

Viera: ‘No fuimos nosotros quienes creamos la división’

José Hugo Fernández, Félix Luis Viera y Odalys Interián en el XI Festival Vista de Miami

 

El narrador y poeta Félix Luis Viera, de 74 años, autor de seis poemarios, cinco novelas y tres libros de cuentos, recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’ en el XI Festival Vista, que se desarrolló los días 14 y 15 de diciembre pasado en el Museo de la Diáspora Cubana, en Miami. Con motivo de ese premio, envié este cuestionario que Viera amablemente accedió a responder:

Luis Cino: ¿Cómo te sientes luego de ganar este Premio?

Félix Luis Viera: Estimulado. Es un reconocimiento a más de 50 años de trabajo. Pero resulta lamentable que el Premio Nacional de Literatura esté dividido; uno allá en Cuba, otro “afuera”. Claro, no fuimos nosotros quienes creamos esa división, sino Ellos. De cualquier manera, yo posiblemente no lo veré, pero habrá de llegar ese día en que el Premio Nacional de Literatura se otorgue a un escritor cubano, allá, en su tierra; a un solo escritor cubano, quiero decir. De eso, nadie que esté en su sano juicio debe tener dudas.

LC: ¿Dónde te sientes más cómodo, en la narrativa o en la poesía?

FLV: Hace poco publiqué Sin ton ni son, una antología personal, y definitiva, a partir de los seis poemarios que había dado a conocer antes de La patria es una naranja. En el pórtico de Sin ton ni son dejoclaro que este, más La patria es una naranja, serán los únicos libros de poesía que tomaré como míos. Reniego de los poemas que no estén en este par, que, calculo (los que no están) serían más de las dos terceras partes de lo publicado en el género. Siempre la poesía me resultó menos cómoda. Si bien la novela requiere un esfuerzo constante, intenso, resulta un género más agradecido porque, entre otras razones, le puedes dar y dar y vas viendo el diamante (o lo que uno cree que es el diamante) con más seguridad. Sabemos que la poesía no puede esperar, atenaza de una forma impiadosa en ocasiones.

El último —sí, el último— libro de cuentos, Precio del amor, lo di a conocer en 1990 —luego ha sido objeto de una reedición. Con este género, y con la poesía después de La patria es una naranja, me ocurrió algo semejante: estuve seguro de que podría pasarme el resto de la vida escribiéndolos… patinando en el mismo sitio; o sea, no conseguiría crear algo realmente interesante, o más interesante —me refiero principalmente a las formas— que lo anterior…

LC: ¿Cómo te iniciaste en la literatura? ¿Cuáles fueron tus principales influencias?

FLV: Sería muy largo, y tedioso entrar en detalles. Fueron los inicios, y no poco más allá de lo inicios, etapas duras, muy duras, en medios muy adversos. Y en cuanto a influencias, no podría señalar un autor, un grupo de autores, un ismo, que incidiera en mí más que otros.

LC: Tu novela Un ciervo herido, ¿tiene algo de autobiográfica? ¿Estuviste en las UMAP?

FLV: Estuve allí casi seis meses, en 1966. Aunque Un ciervo herido no trata solo de mis experiencias, se apoya principalmente en quienes fueron llamados a las UMAP en octubre de 1965, con quienes tuve muchos contactos. Los que formaron parte del Primer Llamado se las vieron negras, sufrieron mucho, todo lo que se pueda imaginar.

Quienes fuimos en el Segundo Llamado, en junio de 1966, gozamos de muchas “ventajas” en relación con los primeros. Fueron reducidas las alturas de las cercas, la comida en agosto fue mejorando y el trato de los oficiales se humanizó considerablemente. Aunque el trabajo en el campo estaba cabrón, sobre todo para quienes eran citadinos. En agosto y septiembre permitieron las visitas —colectivas—  de familiares, un día domingo señalado. Y en octubre concedieron 10 días de pase para ir a la casa.

Las UMAP fueron un hecho vergonzoso, una ofensa a la dignidad humana. Pero  compararlas con los Gulags y el Holocausto es ridículo, una exageración. Duras, duras de verdad resultaron de octubre de 1965 a mediados de mayo del 1966. Hoy se aparecen por aquí y por allá “eléctricos” publicando textos  sobre unas UMAP que no existieron. Se habla y escribe mucha mierda sobre aquello, personas que no tienen ni la más puta idea de lo realmente ocurrido. Ya deberían de dejar este tema tranquilo; o entrarle solo si en realidad van a aportar algo nuevo.

Tal vez  lo que más ha perjudicado a quienes estuvimos allí es el hecho de que el expediente siguió vivo.  O sea, se era Umap para toda la vida. Con este estigma había que cargar para siempre, a la hora de un ascenso en el trabajo, un viaje al extranjero, un reconocimiento de cualquier tipo. Lo trataban a uno como si fuera el victimario, no la víctima…

Fragmento de la entrevista que aparecerá completa en el número 14 de la revista Puente de Letras. Cortesía de Cubanet.

2020, otro año de secuestros y represión cultural en Cuba

Luis Manuel Otero Alcántara

El castrismo abrió este año 2020 repitiéndose a sí mismo en su modalidad de represión cultural e insiste en impedir la salida de Cuba de aquellos creadores independientes invitados a participar en eventos en otros países. Esta semana se dieron a conocer dos casos de secuestro oficialista alrededor del movimiento alternativo San Isidro, los de los artistas Yasser Castellanos y Luis Manuel Otero Alcántara.

“El Movimiento San Isidro se encuentra secuestrado, o como eufemísticamente asumen llamarlo, regulado”, declaró otro artista independiente, Michel Matos, en Facebook. “Para esto no media advertencia o proceso legal alguno en la mayoría de los casos… Excepcionalmente (no sé cuánto durará la desregulación) me permiten a mí viajar a Buenos Aires, pero extrañamente solo a mí. Yasser Castellanos, miembro del colectivo, que pretendía tomar el vuelo junto conmigo, fue impedido de viajar sin que haya algún tipo de proceso legal o penal hacia él”.

“Luis Manuel Otero está igualmente regulado; en palabras de ‘quienes lo atienden’, él enfrenta un proceso legal que le impide viajar”, adicionó Matos. “Sin embargo, ya ni siquiera cuenta con la capacidad de tomar la decisión de llegar al aeropuerto a recibir las malas nuevas, es impedido de salir de su casa”.

“Desde hace algunos días el Movimiento San Isidro viene preparando un viaje a Latinoamérica para recibir y dar unos talleres”, explicó Otero Alcántara en su cuenta de Facebook. “Ayer me llegó de momento una citación, justo el día en que debía hacer los trámites para mi visa. Ante la curiosidad por saber qué me dirían, me acerqué a la estación señalada y me recibieron con la noticia de que estaba regulado por mi juicio. Por lo tanto, le dije a la policía política que iba al aeropuerto y que si me querían detener lo tendrían que hacer en emigración, ya que todo esto era ilegal totalmente”.

“Ahora soy uno más de los ‘regulados’, esos a quienes el gobierno les prohíbe viajar fuera de Cuba sin otra excusa que su oscura y enferma voluntad”, reaccionó Yasser Castellanos en las redes sociales. “Con los aguijoneados por la injusticia está echada mi suerte. Cuando lo que temías por fin te sucede, experimentas cierta ‘liberación’… y una confirmación más de la inexistente ética, de la bajeza de estos individuos con que lidiamos”.

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