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Presentación: Dos nuevos libros de Gayol Mecías

Los más recientes libros del escritor y editor cubano Manuel Gayol Mecías, 1959. Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada y Regocijo del criterio (Lecturas de interpretación para una dramativa cubana), serán presentados en la Biblioteca Pública del Este de Los Angeles (4837 E. 3er Street, Los Angeles, CA 90022. Tf.: 323-264-0155) el próximo sábado 26 de este mes de octubre, a las 2:00 p.m., por el también escritor y periodista Roberto Alvarez-Quinones.

Sobre 1959. Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada se ha dicho:

“Gayol Mecías aporta su visión de lo que somos, lo que hemos sido y, en buena medida, lo que no hemos logrado ser los cubanos. Gayol Mecías lo sabe. Por ello, entre la espada y la pared, entre la certeza y la incertidumbre, ha escrito esta larga lista de tribulaciones del cubano moderno”. Luis Leonel León

“Cuatrocientas páginas dedicadas al repaso de esos ‘malhechores de adentro’ que son nuestros defectos como pueblo. Con la particularidad de que en este caso no hay lugar para la sobredimensión de las virtudes, que también aparecen escudriñadas en el libro, pero como natural correspondencia, nunca como justificación y mucho menos como atenuante para salir de apuros”. José Hugo Fernández

“La seriedad y profundidad de Manuel Gayol Mecías lo convierten en una referencia obligada a la hora de reflexionar sobre estos temas tan vilipendiados y malinterpretados”. Amir Valle

“Este monumental ensayo es, primero, un titánico acercamiento espiritual y antropológico a lo cubano, o a los cubanos, y luego una disección crítica del retorcimiento imaginativo que terminó institucionalizando al castrismo en Cuba”. Armando Añel

En cuanto a Regocijo del criterio, en palabras de Manuel Gayol Mecías, este libro es un corpus “de diez interpretaciones dramativas, de dramas disímiles en géneros, temas y estilos” que pueden inducir al lector no solo a buscar las obras originales por su alta calidad formal sino también “por sus importantes contenidos: nuevos y esenciales en sus problemáticas de lo contemporáneo cubano”. Se trata de un intento por sacar a la luz “las visiones de diez creadores cubanos (Abilio EstévezAmanda Rosa Pérez, Amir Valle, Armando Añel, Carmen Alea Paz, Guillermo Vidal, Ivette Fuentes de la Paz, José Latour, Julio Benitez y Reynaldo Fernandez Pavon) que se basan en valores universales para no olvidar el infierno que ha sido la realidad de la Isla en estos 61 años de ‘Revolución’”.

Regis Iglesias en La Otra Esquina

La Otra Esquina de las Palabras, la tertulia que coordina en Miami el poeta Joaquín Gálvez, invita a la presentación de los libros de crónicas Como un eco en el destierro (Voces de Hoy, Miami, 2018) y El libro de la celda (Círculo Rojo, Almería, 2019), del escritor y activista político Regis Iglesias Ramírez.

Las palabras de presentación estarán a cargo de la poeta Judit Arvesu.

Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
305-448-4949
Sábado 26 de octubre/3:00 p.m.

Nueva ola de secuestros en La Habana

Marthadela Tamayo y Osvaldo Navarro en una foto de archivo

Una ola de arrestos y secuestros policiales en La Habana, este 18 de octubre, incluyó a activistas culturales, periodistas y artistas independientes. El objetivo de la policía política sería sabotear un evento sobre el cáncer de mama y las actividades culturales del Movimiento San Isidro, que incluyen una lectura de poesía este viernes.

La paciente de cáncer y profesora universitaria Omara Ruiz Urquiola fue detenida esta mañana en el Hospital Oncológico, junto a la periodista independiente Iliana Hernández. La activista de derechos humanos Marthadela Tamayo y el artista Osvaldo Navarro (Navypro), “ambos del ejecutivo del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), fueron secuestrados por el Mayor Alejandro a las 10.00 a.m.”, informó la activista cultural Nancy Alfaya. Paralelamente, la periodista Claudia Genlui Hidalgo informó del secuestro del artista independiente Luis Manuel Otero Alcantara en las afueras de su casa.

“Desde horas tempranas la patrulla lo esperó, incluso intentó provocarlo llamándolo y preguntándole a toda voz que cuándo iba a acabar de salir para llevárselo, supuestamente para que no asistiera a las dos actividades planificadas hoy: el conversatorio de Omara Ruiz Urquiola sobre cáncer de mama en INSTAR (por lo q ella misma tambien fue detenida junto a Iliana Hernández) y la lectura de poesía que haremos a las 4 pm en el Museo de la Disidencia, continuidad del ciclo de actividades programado como parte de la jornada de celebración por el 1er aniversario del Movimiento San Isidro”, informó Genlui Hidalgo en Facebook.

De ángeles y azares

El autor de la novela, Rafael Vilches

 

¿Sueño o vida real? ¿Fue el Mijial uno de los tantos cuentos inventados, un pretexto del autor que no para de contar su vida y la de los otros? Entre estos niveles de realidad discurre la novela de Rafael Vilches Proenza, ofreciendo la parte más descarnada de la vida estudiantil, los momentos en que estos inmediatos adultos descubren el amor, el sexo, el odio, la felicidad; en que comienzan a cuestionarse el presente a partir del dramático cuestionamiento de su pasado; la pérdida de una inocencia (quizás ya desflorada entre las sábanas del ayer) en un ambiente para ellos de hostilidad y desamparo, comenta Manuel Navea Fernández sobre Ángeles desamparados (Neo Club Ediciones, Miami, 2017).

Y nada más cierto. Sigue siendo el pasado mucho más cercano tal vez que el propio presente; sigue siendo el pasado el caldo de cultivo para lograr entretejer toda una trama que un día nos acompañó y, pasadas quién sabe cuántas gaviotas por el mar y cuántos discursos mal intencionados de directivos escolares, hoy aún nos siguen acompañando, solo que con otros ribetes más rimbombantes y camuflados con palabras dulcificadas por un heroísmo que constantemente llama al degüello, a una épica muy alejada de la realidad circundante.

En Ángeles desamparados, como toda obra que se respete, la búsqueda incesante es el asunto central. Su autor se plantea un tema, no importa cuán lejano o cerca pueda estar, y lo explota con los elementos de navegación propios de su oficio: el lenguaje. La hoja en blanco, para él, es un continente fascinante que, a pesar de la peligrosidad que este refleja, se enfrenta a él con la hidalguía de un Quijote presto a la victoria, y lo logra con destreza de estilo y eficacia técnica. La búsqueda, en ocasiones, parece no tener fin, pero él sabe que lo que busca –o buscamos todos en momentos determinados de la vida– es algo que sabemos dónde está escondido y nos vanagloriamos de su encuentro: de ese único instante que la vida nos reserva a través de la palabra escrita.

Esta novela es eso: un libro de búsqueda, pero, sobre todo, de interrogantes que nos dan la respuesta perfecta para empezar a perdernos, para decirlo de alguna forma, entre los laberintos de sus propias historias ¿juveniles? Muchos deambulan entre los intersticios de estas historias; intersticios que son una herida abierta donde seguramente con un guiño de ojo y algo de disimulo nos reconoceremos todos.

En ella alguien, desde lo más profundo de sus desencuentros, se pregunta y nos pregunta si hemos estado becados; si hemos asistido, aun contra nuestra voluntad, a una escuela al campo; si hemos sido alguna vez expulsado por no cumplir con los designios del director de turno o de algún que otro profesor caprichoso; si hemos sido capaces de fornicar bajo las escaleras o en el mismísimo dormitorio a la vista de las demás muchachitas y los profesores de guardia, siempre al acecho de la sombra de los demás; y también, por qué no, si hemos visto el mar. Figuras emblemáticas con las que Vilches construye atmósferas, un mundo –del que nos hace partícipe– poblado por seres de su mitología íntima. Por eso, las distintas historias que estructuran esta novela, más que simples historias de vida, son fabulaciones que narran por medio de la acumulación de imágenes y experiencias únicas esos extravíos que puede tener la conciencia en los paisajes más íntimos del alma. Son estas historias, si así se quiere, una reflexión desgarradora del existir, una búsqueda azarosa del origen a través de las palabras.

Ángeles desamparados le abrirá los ojos no solo a los lectores, también a la noche y a cada comienzo del alba, y consumirá el vestigio de los que la abriguen en su remanso, porque nada logrará apartarlos de su siniestro silencio; de ese silencio que canta en sus páginas a través de sus personajes destilando las cosas sentidas en el mismo estado de estimación de lo mítico.

He aquí, amigos, un pasado hecho presente que alude a un espacio que se sitúa más allá del individuo, de la propia persona que no solo aparece sino que desaparece, y es a partir de ahí donde comienza la búsqueda del que fuimos, también del que somos y habitamos sobre estas calles atiborrados de silencios y con la esperanza hundida en los bolsillos.

https://puentealavista.org/2017/05/rafael-vilches/

María Werlau presenta libro sobre la intervención cubana en Venezuela

El libro Cuba’s Intervention in Venezuela: A Strategic Occupation with Global Implications, de la académica de origen cubano María Werlau, sobre el rol del régimen castrista en Venezuela, será presentado el próximo 16 de octubre en San Juan, Puerto Rico.

Será en la biblioteca de la Universidad Ana G. Méndez, recinto de Cupey. Habrá un «brown bag lunch» a las 12:30 p.m. y la presentación comenzará a la 1:00 p.m. Para reservar espacios (libres de costo), visitar: https://librocubayvenezuela.eventbrite.com

“María Werlau es la gran experta académica en materia de represión cubana. A la escalofriante masa de información que ha cuantificado como nadie, ha agregado numerosos estudios y análisis sobre las inquietantes intervenciones cubanas en el exterior. La última es la de Venezuela, donde el dictador Nicolás Maduro se sostiene gracias al auxilio de los cuerpos cubanos de inteligencia. Cuando se pase balance a la lucha de los cubanos por establecer la verdad, el nombre de María Werlau destacará”. Carlos Alberto Montaner

A sorteo cinco libros del escritor encarcelado Roberto Quiñones

El pasado mes de agosto, el escritor, abogado y periodista independiente Roberto Quiñones Haces fue condenado “a un año de privación de libertad sustituido por trabajo correccional con internamiento” durante un juicio amañado efectuado en el Tribunal Municipal de la ciudad de Guantánamo, Cuba. La policía política lo atacó para impedirle cubrir un juicio público contra la pareja de pastores Ramón Rigal y Adya Expósito, y, no contenta con el maltrato físico, le abrió una causa por “desobediencia y resistencia”.

Este mes de octubre, Quiñones fue amenazado y extorsionado por los artículos y cartas que escribe desde la cárcel, denunció su hijo Roberto José Quiñones en la página Cubanet.

En el año 2014, Neo Club Ediciones publicó en Miami, con portada del pintor cubano Casimiro González, el libro de relatos La chica de nombre eslavo, del escritor actualmente encarcelado Quiñones Haces, presentado por el Instituto Patmos en una Feria del Libro Independiente organizada en Caibarién, Cuba, en 2015. Esta edición, ya agotada, está siendo reeditada por Puente a la Vista Ediciones con nuevos ajustes del autor, y cinco ejemplares impresos se rifarán a partir de este mes de octubre y hasta diciembre.

La participación en la rifa se concretará digitalmente donando $5.00, $10.00, $20.00 o la cantidad que el donante considere (la cantidad a depositar se entenderá como donación al escritor y su familia), e in situ en el Museo de la Diáspora, donde se celebrará el Festival Vista este diciembre, adquiriendo físicamente el ticket con su donación. El email utilizado para donar digitalmente servirá a los coordinadores del proyecto, a manera de ticket, para identificar a los ganadores el día 15 de diciembre. En caso de donar anónimamente, vía digital, a los organizadores le será imposible registrar el email del donante, con lo cual se considerará que éste no está interesado en participar en el sorteo.

Para donar vía Facebook, clic en el botón verde al final de esta nota.

Los cinco ganadores de la rifa, cada uno de los cuales recibirá un ejemplar del libro de Quiñones, serán dados a conocer en el XI Festival Vista de Miami, a celebrarse los días 14 y 15 de diciembre en el Museo de la Diáspora (Coral Gables, Miami). Al ganador que no pueda asistir se le enviará el libro por correo.

El proyecto Puente a la Vista enviará el monto total derivado de la rifa al escritor en Cuba, o a sus familiares, para ayudarlo a cubrir sus necesidades de alimentación, aseo, medicamentos, transporte u otros. Asimismo, Puente a la Vista anunciará oportunamente la cantidad recaudada para conocimiento de los participantes y el público en general.

Colabora con este escritor independiente que pasará las celebraciones de fin de año injustamente encarcelado en Cuba. El propósito de este sorteo no solo es apoyarlo materialmente sino difundir por todas las vías posibles la injusticia que contra él se comete, pujando mediáticamente por su liberación.

¡Por una cultura en libertad!

Para preguntas y observaciones: [email protected]

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Un escritor no es un ingeniero Libros y autores

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Libertad para Roberto Quiñones

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El humor en la contrahuella

 

Al mejor cazador se le escapa una liebre. Aun cuando se llame Roberto Bolaño y haya ocupado para muchos (entre los que me incluyo) el cenit de la literatura hispanoamericana en las últimas dos décadas, por lo menos. El genio creador de Bolaño era una torrentera luminosa: novelas, relatos, poesía, ensayo, reseñas críticas… sin irregularidades, o casi, en los niveles de excelencia. Sobre todo en los últimos años de su vida, cuando parecía escribir bajo perenne estado de gracia, porfiando feroz e inútilmente contra el fin anunciado. La vastedad de algunos de sus principales libros y las circunstancias en que fueron escritos, no impidieron su consagración por voto unánime como el más celebrado narrador de ficciones de las letras hispanas en sus días. En cambio, como ensayista o crítico o conferencista sobre temas literarios –en los que también fue brillante-, llegaría a cosechar tantas refutaciones como anuencias. La manera incisiva, desparpajada incluso, de lanzar sus verdades, o sus vehementes pareceres, sin reparar en convencionalismos, ni en pautas históricas, ni en obras y figuras elevadas al panteón de los incuestionables, no sólo demostraría su valor como artista y ser humano, también iba a poner en evidencia la vulnerabilidad de algunos de sus criterios, a veces aireados ad líbitum, contra reloj, o bajo los desbordamientos de la pasión.

Entre tales resbalones conceptuales alinean ciertos juicios sobre literatura cubana, vertidos en el ensayo El humor en el rellano, donde se lamenta de la carencia del ingrediente humor en los libros de los más reconocidos escritores de la América hispana. Empezando por los clásicos, quienes –dice- sacrificaron el humor a costa de un romanticismo cursi y aleccionador, o en algunos casos de denuncia, razón por la que han resistido mal el paso del tiempo. “Es en el siglo XX –agrega Bolaño- cuando el humor, tímidamente, se instala en nuestra literatura. Por supuesto, los practicantes son una minoría. La mayoría hace poesía lírica o épica o se refocila imaginando al superhombre o al líder obrero ejemplar o deshojando las florecillas de la Santa Madre Iglesia. Los que se ríen (y su risa en no pocas ocasiones es amarga) son contados con los dedos”.

Tiene razón en cuanto al componente de amargura que tipifica el humorismo empleado por algunos escritores latinoamericanos. Pero no la tiene en otros detalles. Principalmente en eso de que se pueden contar con los dedos los que en el siglo veinte incluyeron el humor entre sus recursos más iterativos. Es verdad que los pocos mencionados por él como excepciones resultan modélicos. Pero son más los que no menciona. Sin contar a los que excluye festinadamente, como es el caso de Reinaldo Arenas. 

Cuando comencé a leer este ensayo de Bolaño tuve la impresión de que incurriría en el descuido de no valorar el trascendente peso de los escritores cubanos en lo que atañe al uso del humorismo. Temía incluso que aun cuando se refiriese a la literatura latinoamericana en su conjunto, estuviera pensando parcialmente en la del cono sur. Pero no. Pronto iba a constatar que citaba a Martí, con razón, entre los grandes cuyas obras carecen de humor. Sin embargo, olvidaba (o no le interesó) citar a otros ilustres de la Isla que sí apelaron frecuente y eficazmente a este recurso. Y no era todo ni lo peor. Para mi perplejidad, vi que había ubicado a Reinaldo Arenas entre los autores que desestimaron el humor por dedicarse, según él, a contemplar hechizados el destino del continente.

Así, pues, El humor en el rellano descuella entre los pocos textos desafortunados de Bolaño. Y no solo por lo que su autor afirma, niega o ningunea en torno a la literatura cubana. Tampoco hace justicia a su lucidez y a su erudición al desgranar ciertas valoraciones sobre la presencia del humor en el panorama literario de otros países de la región. Pero aun cuando hubiese acertado con estos últimos, son tantas y tan evidentes sus pifias en lo concerniente a Cuba, que bastan por sí mismas para desvalorizar el ensayo.

Podríamos pasar por alto que no le apeteciera reconocer la temprana influencia del costumbrismo como vehículo para la cristalización del uso del humor en la narrativa hispanoamericana, y muy particularmente en la de Cuba, ya que no en balde fue en nuestro país donde apareció (en 1852) la primera antología del género que vio la luz en América. Igual resulta más o menos dispensable que no mencionara ni de pasada algunas obras de autores nuestros en las que, ya en el siglo XIX, sobresale el humor como constante, tal y como ocurre en varias novelas y relatos de Ramón Meza. Así como en otras de las primeras décadas del siglo XX, pongamos las de Miguel de Marcos.

Reprochable también puede ser -y más en su caso de escritor sin humos academicistas ni sectarios- que no haya contemplado a la décima guajira de Cuba como una manifestación poética de muy resonante alcance, cuya estela ha marcado notablemente la obra de no escasos escritores llamados cultos, y cuyo sustancial aprovechamiento del humorismo como recurso llegó a extender irradiaciones hasta el mismísimo José Lezama Lima, a quien, por cierto, tampoco menciona Bolaño, quizá por creer, tan equivocadamente como muchos, que su insigne densidad cerró las puertas a la gracia criolla.

Pero que Bolaño desconociera las décimas humorísticas escritas por Lezama, y que ignorase sus derivas de jodedor cubano arropado con himatión de clásicos linos, es algo que también se le podría dispensar. Lo que me parece indigerible (por ser un despropósito sin pies ni cabeza) es que haya pasado por alto a Virgilio Piñera y a Cabrera Infante a la hora de nombrar a los grandes escritores latinoamericanos que constituyeron excepción, según él, en la práctica permanente y venturosa del humorismo.

El hecho de que no incluyera a esos dos grandes en su selección de los que se pueden contar con los dedos, deja una puerta abierta para la disparatada posibilidad de que los considerase dentro del grupo de los que “se refocilan imaginando al superhombre o al líder obrero ejemplar o deshojando las florecillas de la Santa Madre Iglesia”. Y ese sí que sería un buen chiste. Quizá el mejor entre los que aportó Bolaño a la literatura hispanoamericana.

No es que uno pretenda acreditarle intenciones que no tuvo. Muy al contrario. Pero casi nos deja sin alternativas. Sobre todo después de haber comprobado la forma punto menos que alucinatoria en que entrevió a Reinaldo Arenas serio y hechizado ante el destino.

Puestos a tomar las cosas por este lado especulativo y hasta lúdico, también podríamos conjeturar que optó por no incluir a ninguno de los tres para no verse obligado a extender su ensayo, pormenorizando acerca de las diferentes clases de humorismo que practicaron.

Destrenzar las raíces que enlazan subterráneamente el humorismo de Cabrera Infante, acibarado, triste y hasta depresivo en ocasiones, de sátira y retruécano, de maroma verbal que logra su apogeo subvirtiendo el idioma; con el humor burlesco y procaz de Arenas, con esa acritud que mina sus chistes, apesadumbrados, satíricos, desafiantes, implacablemente aguafiestas; y luego emparentar el humorismo de ellos dos con el de Piñera, chota, alucinante, paródico, grotesco y elevado a su máxima potencia en el tratamiento del absurdo, exigiría demasiado tiempo-nalga y todo un libro posiblemente más extenso (aunque mucho menos aburrido) que El Capital y La sagrada familia juntos.

Y aún no sería todo. Porque también resulta imprescindible añadir a Severo Sarduy, a quien, por razones absolutamente inexplicables, Bolaño tampoco insertó en su restringida selección de notables escritores de Latinoamérica que apelaron al humor como herramienta de primera mano. Si creyéramos lo confesado por Sarduy en varias entrevistas (pero ya se sabe que la mayoría de sus confesiones no eran sino intentos de jugar con el público), él solía bailar mientras escribía. Que fuera cierto o no, es algo que carece de importancia, toda vez que esa confesión fue un buen modo de introducirnos en las esencias festivas, paródicas, de chanza y desacralización que caracterizó su estilo literario.

Según otra confesión pública de Sarduy (en la misma cuerda pero más creíble que la citada anteriormente), su objetivo al escribir no era contarle historias al lector, sino proporcionarle placer. Freudiano hasta donde podía serlo, dado su carácter, siempre demostró tener clara la validez del humor en tanto mecanismo de defensa no sólo para quien lee, también para el que escribe. Así que se entregó a la jocosidad sin frenos, poniendo a un lado cualquier reparo ante pinceladas fútiles y frívolas o pintoresquismos carnavalescos. Lo suyo era echar garra a todo lo que fuese útil para divertirse y divertir, sin que ello implicara el menor desliz a la hora de abordar los asuntos serios y trascendentales.

Por más que Bolaño no haya querido utilizar los dedos de las dos manos para contar a los grandes escritores hispanos que enriquecieron sus páginas con frecuentes apelaciones al humor, no es posible entender por qué no señaló a Severo Sarduy, digamos con uno de los dos o tres primeros dedos. Otro tanto habría que decir sobre Piñera, Cabrera Infante y Arenas. Claro que apreciado el asunto con mayor rigor, reconoceríamos que ni aun utilizando las dos manos le hubiesen alcanzado los dedos para señalar a todos los escritores cubanos del siglo XX que también merecen engrosar la selección.

Nicolás Guillén, mediante la puesta en órbita poética del humorismo callejero y solariego, muy en especial de los negros. Onelio Jorge Cardoso, que otorgó categoría estética al humor llano, a veces cándido pero siempre ocurrente y agudo, del guajiro cubano. Héctor Zumbado, menos conocido que los otros en el entorno internacional, pero arrasadoramente aclamado en la Isla como uno de los mayores representantes de la regia estirpe del humorismo nacional, afincado en las tradiciones de la picaresca y el costumbrismo.

Es una suerte que en estos primeros años del siglo XXI haya surgido alguna que otra iniciativa de carácter independiente para no permitir que la indolencia y tal vez el resquemor de la cultura oficialista en Cuba eche tierra y dé pisón sobre la obra de Zumbado, artífice de la sátira social, enhebrada con humor fino y con una ironía sui géneris, que filtra el gracejo popular en las corrientes de la alta cultura y que fue azote para la fosilizada y tan dañina burocracia cubana de las últimas décadas. Sus libros son una decena de obuses apuntando directamente al corazón de la dictadura castrista. Algo por lo que -como sabemos- debió pagar con su salud y con su vida, aun cuando nunca quedaran (y al parecer no quedarán) esclarecidas las pruebas. En cualquier caso, ahí está la obra, monumento vivo a la suma ingeniosidad y a la rica simbiosis literatura-humorismo.

Y no es la última ni la única que podríamos citar, puesto que todavía hoy (a pesar de los pesares) esa simbiosis continúa siendo un surtidor inagotable, tanto para nuestros escritores que residen –resisten- dentro de la Isla, como para los que viven desparramados por los más diversos rincones del planeta. Un ejemplo, por citar solo uno, el más revelador, es Ramón Fernández Larrea, fruto arquetípico y realmente insólito de la consustanciación entre el gran poeta y el gran humorista, sin que resulte posible (ni siquiera deseable) precisar dónde termina uno y comienza el otro, y mucho menos hasta qué límites y en qué medida ambos logran complementarse armónicamente.  

En fin, después de repasar grosso modo el quehacer de este grupo de escritores de Cuba, sobresalientes en el universo hispanoamericano gracias al humor como ingrediente básico de sus libros, es imposible no experimentar al menos extrañeza ante El humor en el rellano. Tal vez Bolaño no se tomó el asunto muy en serio. Ello aclararía en parte que asumiera el humor como un simple rellano en la escala de la literatura continental, dejando ocultos tras la contrahuella del primer peldaño a muchas de sus más altas luminarias.

Declaración de medios independientes cubanos

Prensa libre. (Ilustración: Rafael Alejandro García)

Consideraciones:

PRIMERA: Desde enero de 2018 se han documentado 183 agresiones a periodistas que trabajan en el país, según organizaciones nacionales e internacionales; y en los últimos meses ha ocurrido un aumento ostensible en los ataques;

SEGUNDA: Estos ataques hacen parte de una ola de represión a la prensa independiente, no oficial y no estatal, e incluyen detenciones arbitrarias, interrogatorios, intimidaciones sicológicas, agresiones verbales, allanamientos de domicilios, prohibiciones de salida del país, acoso sexual, ciberacoso, difamación, provocaciones en la vía pública y decomiso de medios de trabajo, entre otros;

TERCERA: Estos ataques hacen parte de una campaña sistemática del gobierno cubano con el propósito de acallar a quienes ejercen el periodismo independiente. A su vez, estas agresiones cercenan el derecho de la ciudadanía cubana a la información de interés público y, por tanto, le impiden acceder y participar en la toma de decisiones;

CUARTA: Para contribuir al desarrollo económico, social y cultural de cualquier sociedad contemporánea y de Cuba entre ellas, se requiere una discusión pública, abierta, sin trabas ni barreras, participativa, asertiva, basada en los hechos y las evidencias, guiada por el análisis inteligente, continuo, racional y sosegado de los acontecimientos;

QUINTA: Las y los periodistas somos mensajeros de los hechos cuyo conocimiento y difusión generan la discusión pública; nosotros también constituimos un grupo diverso, legítimo y autóctono;

SEXTA: Tener una prensa libre en Cuba es una condición fundamental para que el país pueda tramitar y resolver de mejor manera sus conflictos, retos y amenazas en pos del bienestar e interés de la sociedad cubana, de la que somos parte;

SÉPTIMA: De conformidad con el artículo tercero de la Constitución de la República de Cuba, la soberanía reside en el pueblo, del cual emana todo el poder del Estado; por lo que, como periodistas y parte de la sociedad, hacemos las siguientes declaraciones y exigencias en el ejercicio de esa soberanía y de nuestra voluntad libre, autónoma y colectiva.

Declaraciones:

PRIMERA: CONDENA. Rechazamos los ataques sistemáticos a la libertad de prensa y expresión en contra de varios periodistas por parte de las propias autoridades: sufrimos detenciones ilegales por largos y/o cortos períodos de tiempo; somos condenados a prisión, sometidos a interrogatorios y a técnicas de tortura sicológica; nuestros domicilios han sido allanados; se nos prohíbe salir del país; padecemos constante acoso, provocaciones y decomisos de los medios de trabajo, entre otras acciones.

SEGUNDA: LEGALIZACIÓN. Solicitamos que las autoridades cubanas otorguen carácter legal al ejercicio periodístico en el país y a los medios de comunicación independientes, no estatales.

TERCERA: DEROGACIÓN DE LEYES. Exigimos la derogación de toda ley, acto administrativo, decreto, resolución y norma que coarte la libertad de expresión o de prensa de cualquier periodista y medio de comunicación.

CUARTA: DERECHO A INFORMAR. Demandamos para todas las personas cubanas el derecho a informar y a recibir información veraz y objetiva; la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones; la libertad de fundar medios masivos de comunicación; la prohibición expresa de todas las formas de censura y la protección legal de las fuentes de información.

QUINTA: TRANSPARENCIA. Exigimos al gobierno poner a disposición de la ciudadanía y los periodistas toda la información generada por sus diversas instancias y ramas del poder, incluyendo datos abiertos, gratuitos, integrales, oportunos, permanentes y primarios que faciliten la fiscalización ciudadana de su gestión. También exigimos que impida, efectivamente, la censura previa, las restricciones a la circulación de contenidos de los medios, la imposición arbitraria de información, los obstáculos contra el libre flujo informativo y las limitaciones al libre ejercicio y movilización de los periodistas.

SEXTA: PROTECCIÓN. Demandamos que las autoridades prohíban las detenciones ilegales, presiones, uso y ejercicio de cualquier herramienta, mecanismo, modalidad de chantaje y coerción en contra de periodistas, en razón de los temas que investigan, lo que piensan, dicen y publican; y que incluyen, pero que no están limitadas a: las condenas a prisión, las detenciones temporales, los allanamientos de morada, las prohibiciones de salida del país o ingreso, la tortura sicológica, la destrucción o decomiso de sus materiales de trabajo, cualquier tipo de violencia o acto intimidatorio que coarte la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y de prensa. También exigimos que se castigue a quien incumpla este deber de protección.

SÉPTIMA: NO DISCRIMINACIÓN. Exigimos que las autoridades prohíban la discriminación a periodistas y medios de comunicación por motivos de su ejercicio periodístico.

OCTAVA: COMPROMISO. Periodistas y medios no estatales e independientes nos comprometemos ante la sociedad cubana a ejercer el oficio del periodismo con apego a la verdad y a la búsqueda de los hechos de interés público; a adoptar mecanismos internos que garanticen la verificación y precisión de nuestra información, así como la objetividad, imparcialidad y equidad; y a establecer una clara diferenciación entre información, opinión y mensajes comerciales. El logro de estos fines y la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos y son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios.

Firman:

14ymedio
ADN Cuba
Alas Tensas
Árbol Invertido
Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP)
CiberCuba
Convivencia
CubaNet
Diario de Cuba
El Estornudo
Havana Times
Hypermedia Magazine
La Hora de Cuba
Play Off Magazine
Proyecto Inventario
Puente a la Vista
Rialta Ediciones
Tremenda Nota
YucaByte
La Habana, Cuba, 7 de octubre de 2019

Continúan presiones sobre Premio Nacional de Literatura Independiente

Alenmichel Aguiló y Rafael Almanza frente a la casa de este último

El prestigioso escritor cubano Rafael Almanza fue citado de manera «extraoficial» este viernes por la instructora Janet Díaz para la estación de la PNR en la ciudad de Camagüey, Cuba, informó la revista Árbol Invertido en su página de Facebook:

«Acabo de ser citado, sin documento, para la primera estación de la policía en Camagüey, a las tres de la tarde, con la instructora Janet», publicó Almanza en su perfil de Facebook a las 9:24 de la mañana del viernes 4 de octubre.

A pesar de no recibir citación oficial, decidió acudir, y lo hizo acompañado por el jurista y amigo Alenmichel Aguilo.

Hubo un cambio de planes y, en vez de la instructora Janet Díaz, fue el Capitán Yusniel quien lo recibió.

«Fueron unos 20 minutos», refiere un amigo de Almanza.

«Mientras afuera llovía y una enfermera tomaba la presión alta del prestigioso escritor, el capitán del DSE advertía sobre las supuestas actividades que se desarrollan, según él, en casa de Almanza», relata la misma fuente antes citada.

«Desde luego aludió a la Peña del Júcaro Martiano, y otras, las cuales no quiso mentar, tal vez considerando la presión arterial y tratando de suavizar un posible show».

Rafael Almanza, destacado escritor cubano, ganador del Premio Nacional de Literatura Independiente Gastón Baquero 2017, tiene 62 años y sufre de hipertensión.

«Tras levantarle una nueva carta de advertencia, y después de unos cuantos términos de usanza, el oficial despidió al intelectual sin más».

Para leer la nota completa, clic aquí:

Nota de prensa

Periodista del CEAC engrosaría lista de ‘regulados’ en Cuba

Camila Acosta junto al artista Yasser Castellanos

La policía política continúa coartando la libertad de movimiento en Cuba y sigue en aumento la lista de regulados. La joven periodista Camila Acosta, especialista en comunicaciones del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC), fue amenazada en la noche de este viernes por el oficial Ernesto, de la Seguridad del Estado: le dijo que este sábado no fuera al aeropuerto José Martí, porque no la iban a dejar abordar el vuelo hacia Washington.

Este viaje es para tener un encuentro de género, sobre los derechos de las mujeres, al que también yo estoy invitada y, por estar «regulada», tampoco podré asistir. Ya somos dos las que no estaremos en este programa de género por decisión de la Seguridad del Estado. Estos actos represivos siguen demostrando la violencia política, el acoso, el hostigamiento y la falta de libertades contra todas las que hemos decidido disentir, y ejercer nuestros derechos, pero vale resaltar que la escala de represión aumenta aún más contra nosotras las mujeres.

Todo esto demuestra el miedo que el régimen le tiene al liderazgo femenino, que cada día crece con mayor fuerza en la Isla. Seguiremos denunciando estas violaciones sistemáticas contra activistas, periodistas, académicas, opositoras, artistas y mujeres que desean una Cuba diferente con libertades, derechos, igualdad, respeto y oportunidades para todas y todos los ciudadanos.

Nota de la redacción: Finalmente, a Camila Acosta le fue permitido viajar. 
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