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Diez respuestas de María Matienzo

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con la periodista y escritora María Matienzo:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

María Matienzo- Un concepto que con los años se me ha vuelto más impreciso, más arcaico, que me asfixia. Un pretexto para mantenernos anclados a un lugar, para esclavizarnos, para silenciarnos. La patria es la imposición de fronteras geográficas. Es el verdadero significado de la amenaza de nuestras madres cada vez que dicen: “te van a cortar las alas”. Es un concepto reduccionista de lo que debiera ser la humanidad.

AA- ¿Qué es la libertad?

MM- Básicamente es el derecho que tiene toda persona a actuar según su voluntad, pero yo siempre siento un poco estéril hablar de libertad en abstracto porque hay muchos tipos de libertades. Hay quienes dicen vivir en un país de libertad y los vez más esclavizados que los que vivimos en dictaduras.

Las libertades deberían de verse siempre en contexto. ¿Hasta qué punto te permites ser libre y decir o hacer lo que te libere sin más miramientos que tu propia libertad? Claro, la libertad, ser libre, tiene un costo. Entonces la pregunta sería, ¿estás preparado para la libertad?

A veces me parece que es otra abstracción más.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

MM- Creo que nunca porque la libertad de Cuba no solo depende de la dictadura que vive hace 63 años. La dictadura nos ha calado tanto que habría que ver si lo que viene detrás no será otra dictadura.

Esta que vivimos ahora, después del 11 de julio, se demostró que no depende solo del pueblo en la calle ni de la presión que ejerzamos desde varios frentes. Creo que depende, tristemente, de un poder que se nos escapa cuando tratamos de calcular cuál es un magnitud real.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

MM- Nada, supongo. Lo mismo que se hizo con los miles de cubanos que sirvieron a otras dictaduras como chivatones. Recuerda que esa palabra la heredamos, no la creamos, y nuestros abuelos siguieron conviviendo con los mismos que los vigilaban antes del 59. La chivatonería, los chivas, son patrimonio inmaterial de la nación. Esos mismo mutarán cuando lo vean necesario y oportuno, pero sobre todo seguro, y serán los encargados de señalar a los que tuvieron el valor de oponerse abiertamente, sacando el más mínimo desliz.

Ahora que lo pienso. Es un proceso que ya está sucediendo. Mira cuánta gente se ha erigido como juez y cuando estuvieron en Cuba solo bajaron la cabeza.

Pero en serio. Habrá gente que tendrá que responder por los delitos de lesa humanidad que haya cometido.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

MM- Creo que estás tocando realmente la médula de la idiosincrasia cubana. No hay Cuba sin teorías de conspiración, ni brete ni difamación. En una Cuba democrática habrá leyes, seremos un Estado de Derecho y quien se atreva a difamar pues podrá enfrentarse a una demanda. Mientras tanto, con esta Cuba es con la que tenemos que crecer.

A veces me parece que estamos viviendo el medioevo que no nos tocó por cuestiones elementales de historia. Pero tenemos todos los rasgos de la Edad Media, y eso con perdón de los historiadores serios. Esta es mi impresión como escritora.

En Cuba tenemos la percepción del mundo entendido como algo estático; Dios (Fidel) en el centro de todo y su religión(el estado socialista) como base fundamental de la sociedad; una monarquía que nos está llevando al trueque para sobrevivir; una pandemia que se evita con el lavado constante de las manos, pero que lo que dice ser el Estado no puede controlar; los autos de fe (ya sea en las redes, en los actos de repudio, en los chats privados) y un público ávido de ver ejecuciones. Estamos empezando a morir “de una rara enfermedad”, como dicen los obituarios de esa época.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

MM- Definitivamente sí, pero no uno sino dos semestres con cuatro módulos: Historia universal de la envidia y la miseria, Origen y memorias de la envidia y la miseria cubana, El arte de ser envidioso y miserable en Cuba, Estudios de casos sobre la envidia y la miseria en Cuba.

La envidia en Cuba es endémica y no la puedo separar de la miseria humana porque sería cercenar una línea esencial de la cubanía, de lo que es ser cubano.

Podría desenterrar mis conocimiento de metodología de la enseñanza y armar el plan de clases porque, si vamos a ser envidiosos, seámoslo con conocimiento de causa.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

MM- Ellos son parte del proceso. Creo que les damos demasiada importancia y no es que no la tengan, es que son Cuba también. Son gente que ha asumido el poder que brindan las redes y lo hacen desde el entretenimiento. Si contribuyen o no, lo mismo a la liberación que al desarrollo del activismo, es según cómo los asumas, cuán serio te los tomes. Si crees que necesitas una escuela de formación política porque te es muy difícil leerte un artículo o un libro y ellos te sirven, pues adelante. Si repites las noticias que ellos difunden sin antes corroborarlas y después te dicen que no confían en ti, pues asume las consecuencias también.

El fenómeno de los influencers no es exclusivo de Cuba. La industria del entretenimiento es universal y, si no lo es, debería ser un derecho, lo que marca la diferencia es cómo los asumes como consumidor. En el resto del mundo nadie se anda preguntando si como influencers van a llegar a ser presidentes de un país o nadie les está pidiendo que tengan la cultura política de un académico.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

MM- Creo que hablas de una relación a futuro que es presente y ha sido pasado, y por fuerza seguirá siendo.

Los lazos con los Estados Unidos mientras más los niegan creo que más fuertes se hacen. La única diferencia es que hace 70 años había un Ferry y hoy le dedican el espacio informativo más importante que tiene la televisión cubana. No importa cuán tergiversada sea la información que brinden, pero el sistema informativo —centralizado y con alcance nacional— se vuelca a mantener activa su importancia en el imaginario colectivo de lo que es Estados Unidos.

Además del sistema informativo, te puedo decir sin temor a equivocarme que más del 60% de la programación televisiva nos muestra a los Estados Unidos en toda su diversidad, como un paradigma de país. Ahora se le sumó Rusia Today con cuatro canales analizando, mostrando con una calidad de imagen que no tienen los materiales de la televisión cubana, cómo hay un Yuma donde cabemos todos.

Así que esa influencia ya esta siendo ejercida, basta con que den la oportunidad y verás que linda se vuelve Cuba.

AA- ¿Usted quiere ser enterrada en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

MM- Yo soy iniciada en la regla de Osha y a los santeros no se nos crema porque debemos completar el ciclo de la vida y todo el proceso que ocurre bajo tierra es importante para nuestro crecimiento espiritual. Una que se la pasa la vida de iyalocha ofrendándole a los orichas, se convierte en ofrenda también, y creo que es lo justo.

El día que yo me muera, dice uno de los tantos Itá que una recibe como religiosa, debe de haber fiesta y rumba durante nueve días y al último día me deben llevar comida a la tumba. Ojalá cuando eso ocurra, porque pienso morirme muy vieja, haya gente a mi alrededor con fuerzas para hacer toda la ceremonia.

Y la verdad es que me da lo mismo que sea en La Habana, Nueva Delhi, Barcelona o Nueva York.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

MM- Si te lo revelo deja de ser un secreto. Lo mejor en estos casos es que la nombres como quieras, como la sientas y establezcas tu propia relación con ella.


 

‘La otra historia de Joel Merlín’, ya en Amazon

El universo narrativo concebido en sus cuentos y novelas por Manuel Gayol Mecías, la solidez espiritual de sus personajes y el hálito cuestionador de sus temas, constituyen uno de los monumentos intelectuales más sólidos y exquisitos de la actual literatura cubana.

Ha concebido un microcosmos muy singular, que parte de las profundas raíces culturales que definen “lo cubano”, interroga todos los límites de esa territorialidad patria y salta, mediante el estallido de un magma filosófico asentado en el humanismo, hacia esa universalidad invisible que solamente posee la gran literatura.

La otra historia de Joel Merlín (Iliada Ediciones, 2022), sexto, séptimo y octavo libros de la saga narrativa «Crónicas marjianas», ya en Amazon:

 

Mike Porcel, concierto en La Otra Esquina de las Palabras

El próximo viernes 11 de febrero de 2022, a las 7:30 p.m, el cantautor Mike Porcel ofrecerá un concierto para celebrar el Día del Amor y la Amistad en la tertulia La Otra Esquina de las Palabras, coordinada en Miami por el poeta Joaquín Gálvez.

Dónde: Museo Americano de la Diáspora Cubana

Dirección: 1200 Coral Way, Miami, FL 33145

Teléfono: (305) 529-5400

Antes del concierto —cuya entrada es libre y gratuita—, se exhibirá al público, por primera vez en Miami, el documental Sueños al pairo, de los realizadores José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, sobre la vida y obra de este cantautor cubano.

El documental, que fue censurado en un festival de cine joven en Cuba, recientemente obtuvo el premio en la categoría de «Mejor representación cultural» del Festival Internacional de Cine Austral de Córdoba, Argentina.


 

Diez respuestas de Erick Nogueira

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con el analista, licenciado en Economía, Erick Nogueira:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Erick Nogueira- Con el tiempo he aprendido a no sentir orgullo por lo que no he podido escoger, sea la fecha de cumpleaños o el lugar donde se nace.  La patria podría ser ese afecto que uno termina escogiendo.

Por otro lado, si todas las culturas hubiesen podido fraccionar la autoridad, como terminaron haciendo las sociedades anglosajonas y otras luego —quedando la persona común lo más cerca posible de tomar decisiones sin coacción— probablemente no harían falta naciones delimitadas, no harían falta patrias (nótese que los Estados Unidos podrían ser cincuenta patrias diferentes y ello no ha hecho falta). Con el tiempo, el lugar de origen perdería importancia. La patria entonces serían los afectos. Sin embargo, mientras ello no ocurra, mientras vivamos tratando de evitar déspotas, la patria representa dos escenarios diferentes. Uno, el área a defender, dado que las reglas apoyan al individuo; el otro, un eslogan para manipular y satisfacer fines ajenos, herramienta utilizada para explotar el “sentimiento” patrio de las mayorías.

En sociedades autoritarias —D. North las denomina órdenes naturales por su insistencia—, ese sentimiento patrio se utiliza como grillete sobre quien se queda. Quien emigra lo experimenta como recuerdo, o lo renueva de forma espontánea en cualquier otro lugar donde pueda ser libre.

AA- ¿Qué es la libertad?

EN- El derecho de tomar nuestras propias decisiones sin forzar a otro, o sea, con un límite claro. Derecho que además implica ser responsable de los resultados que deriven de cada decisión que tomemos. Por ejemplo, los seres humanos solo pueden obtener recursos de dos maneras, por medio del trabajo (e intercambio) o por la fuerza. Esta última parte de violar la libertad del otro, como en el reino animal, donde jamás se ha visto a un león negociando con una cebra. Por ello la libertad es vital para todo individuo, para la civilización. Cualquier variante intermedia es esclavitud, ruina.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

EN- El apoyo del exilio es muy importante pero la solución tiene que partir del más afectado, el pueblo. Recientemente parecía detonar, pero la represión del régimen vuelve a dilatar la espera y muchos se convencen de emigrar. Otros, renuentes al cambio, disfrazan sus miedos, vegetan o compiten por insertarse en la clase gobernante sin reconocer que el país entero está sometido por un régimen parasitario.

¿Cómo y cuándo entonces?  A mi juicio una mayoría en la Isla podría destruir el andamiaje actual si ciertos elementos de la nomenclatura, al ver disminuidos sus privilegios, protegiesen a algunos jugadores privados que lograsen acumular fondos, sobornar piezas claves del aparato represivo y provocar un estallido masivo. Ese quiebre en la elite podría llegar por el agotamiento definitivo de los recursos o por un fraccionamiento forzado del poder tras la muerte de Raul Castro. Ello debe ser apuntalado de inmediato por una intervención internacional que se apure en restablecer un orden jurídico y un cuerpo ejecutivo temporal (ver el apoyo de EE. UU. tras el fin de la dictadura en Corea del Sur, en 1987, aunque no debe olvidarse que el empresariado norteamericano hace mucho no ancla intereses en Cuba).

Por otra parte, si la comunidad internacional no actúa a tiempo existe el riesgo de que, una vez muerto el caudillo, los jugadores en disputa arreglen una coalición para repartirse los activos y el control de la sociedad, anulando la democracia en Cuba. En tal caso se llegaría a un capitalismo de arreglos, de acceso limitado, de corrupción, de poder público subordinado a la nueva elite, con amenazas de golpes de Estado, como los que abundan en América Latina.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

EN- En una Cuba democrática la libertad de expresión sería incuestionable. No así la libertad de acción, pues ello pasa de nuevo por el respeto al otro. Creo que muchos dementes ideológicos cambiarían con el tiempo al sentir los resultados de una sociedad libre.

Referente a los que se implicaron en abusos, deben ser detenidos y juzgados por el nuevo orden una vez se establezca. Aunque muchos podrán escapar del país o de las pruebas, creo que los más involucrados podrán ser procesados.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

EN- Es difícil detener esas tendencias que parten de una cultura venida a menos y reducida a formas más simples producto de la imposición del comunismo en la Isla. Pero lo más complicado es que el protagonismo, el reconocimiento y el estatus, herramientas comunes en los políticos y personas influyentes, son juegos de suma cero. A diferencia del mercado (suma positiva), en estos ámbitos el modo de ganar es por medio de la derrota, o sea, del desprestigio del otro. Ser el indicado implica llevarse el máximo de la partida, un total fijo en cada momento, y este solo se alcanza disminuyendo a los otros contendientes. Por ejemplo, la suma cero es: A + B = 100; podemos inventar cualquier variante con la fórmula, pero A solo puede subir a costa de la caída de B.

Esa es la razón por la que los competidores se dedican más a la destrucción del otro que a mejorar su aporte. (Este fenómeno también ocurre en ciertos géneros musicales, por ejemplo). Se espera ello cambie en una Cuba plural, cuya pluralidad traiga la convivencia de múltiples preferencias, y lo que mencionas iría siendo desplazado. Ver que siempre allí predomina aplastar al otro y acercarse al poder.

En suma positiva, ambas partes ganan. Una empresa crece y contrata a nuevos empleados que también crecen, porque, si aceptaron el empleo, se supone sea la mejor opción para ellos en ese momento.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

EN- Sí, por supuesto.  Tal vez como parte de contendidos más amplios. Lo importante es fomentar la admiración por los que tienen buenos resultados. No es sencillo, pues la envidia está arraigada en la cultura cubana y en Latinoamérica.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

EN- Aunque sigo poco a esos activistas o youtubers, en el escenario actual, mientras denuncien al régimen, ayudan a que el pueblo sepa lo que ocurre dentro y fuera de Cuba y acumule fuerzas para un día liberarse. Luego entonces, creo que ellos podrían ser parte de la variedad. Pero el público, una vez eleve su nivel, demandaría espacios más profundos.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

EN- A mi juicio, muy positiva. Estados Unidos hereda y mejora el salto dado por la Gran Bretaña, donde bajaron al rey y subieron al individuo. Un retorno, ya con la protección de un Estado limitado a sus funciones, de la democracia liberal, y casi por primera vez del imperio de la ley. De ahí vendría el cambio a la cultura del trabajo, a la frugalidad, como comentaba Weber. Del status al contratus, como resumió Henry Maine, del privilegio adquirido al resultado ganado. Del orden impuesto al orden espontáneo, como explicaba Hayek. Del orden natural, despótico, al orden de acceso abierto (ver a D. North). De las instituciones extractivas de siempre a las inclusivas en Occidente hoy, como describe Acemoglu. Del buen salvaje de Rousseau al ser civilizado pero bajo ciertas reglas, como indica Sowell. Todo ello sería una influencia genial en el futuro de Cuba.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

EN- No había pensado en ello. Lo que desee hacer la familia está bien, pero de seguro será acá, en Estados Unidos.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba

EN- Creo que la era de los despotismos va a pasar. El Estado autoritario surgió hace unos siete mil años para controlar —a fuerza y muerte— la necesidad constante de transformar alimentos en energía, pero hace unos pocos siglos la alternativa del intercambio se ha ido imponiendo y, como es obvio, ha mostrado muchos mejores resultados para la humanidad. Mi deseo es que Cuba no sea la última en dar el salto, pero, de nuevo, antes de ser rescatada debe intentar rescatarse a si misma. Entonces se me ocurre: Isla náufrago.


 

 

 

Diez respuestas de José Hugo Fernández

José Hugo Fernández en el Festival Vista de Miami

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con el crítico y escritor José Hugo Fernández:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

José Hugo Fernández- Sólo es mío el país de mi alma, cuentan que afirmaba Chagall, y yo lo afirmo con él. Ahora no me preguntes qué cosa es el alma porque me complicarías la jornada. En cualquier caso, para no dar la nota, tal vez valga añadir que más allá del pintoresco reduccionismo mental desde el que nos gusta asumir este concepto, la patria, para mí, no sobrepasa los límites de un minúsculo grupo de seres entrañables, algunos sitios de La Habana, y algún que otro recuerdo o rastrojo de olvido.

AA- ¿Qué es la libertad?

JHF- En términos políticos, una entelequia. En lo personal, una inspiradora ilusión, un elefante con alas.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

JHF- Eso no lo sabe ni Dios. Yo ni siquiera estoy seguro de que lo único que necesita Cuba para ser libre es sacudirse el yugo de la dictadura castrista. Sería el primer paso y sin duda el más importante, pero no el único. El fidelismo no sólo retrogradó a nuestro país a los tiempos cavernarios, también fue derribando meticulosamente todos los puentes que permitieran el regreso. De tal manera, creo que para llegar a sentirnos verdaderamente libres (que no para serlo), los cubanos necesitaremos disponer de mucho tiempo, luego de haber partido de un cambio radical en todas estructuras socio-económicas, políticas, culturales, educacionales, espirituales…

AA -¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

JHF- Si hablamos de los represores, asesinos, torturadores, o de aquellos que se han prestado para ejercer algún tipo de fuerza bruta o cualquier otro abuso de poder contra la población indefensa, lo ideal sería que fuesen juzgados por los tribunales y cayera sobre ellos todo el rigor de la ley. Pero dudo que los principales culpables (generales, ministros, altos jerarcas del PCC…) no logren escapar del merecido castigo, gracias a los millones que se han robado y a los poderosos cómplices con que cuentan fuera de la Isla. En cuanto a los castristas de menor relieve (delatores, coristas en mítines de repudio, funcionarios barrigones, gerentes perrunos, peseteros cazadores de prebendas y otros majases pintones de la intelectualidad, el arte y la cultura), no creo que haya nada que hacer con ellos. El régimen ya lo hizo todo al someterlos a la condición de infrahumanos. Supongo que cuando acabe de hundirse la dictadura, se impondrá la necesidad de una reconciliación nacional, sin imposiciones de fuerza de unos bandos contra otros, sin actos vengativos. Los nuevos jefes tendrán que apostar por la unidad y la convivencia pacífica y ordenada para evitar el caos con sus consecuentes baños de sangre. Y ahí tendrán un nuevo chance las ratas menores.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esa tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

A la vez que un instrumento invaluable para el ejercicio del activismo político, social y hasta cultural en ocasiones, las redes sociales de Internet sirven como potenciadores de la difamación, el brete y las teorías de la conspiración. No son pocos los comentarios de Facebook que me remiten a los tiempos en que mi norma del día era vivir entre rumores, maledicencias, enredos y todo tipo de interrelación de baja estofa, joyas tan propias de solares y cuarterías habaneros, y de las que tan ingenuamente creí librarme cuando le dejé una raya a la Isla. Ciertamente esos defectos, que arrastramos desde la época colonial, han ayudado al afianzamiento del totalitarismo en Cuba. Son algunas de las taras de nuestra identidad que la dictadura ha sabido aprovechar al máximo como instrumento de dominio. Entonces no creo que la apertura libre a los servicios de Internet pueda atenuarlas. Ni aun el alcance formal de un sistema democrático, a no ser que éste venga apuntalado por sólidos reajustes económicos y sociales, lo que es decir con transformaciones de peso para el modo en que vive la gente. Otro detalle es que el respeto dejó de existir en Cuba como valor humano, fue sustituido por el miedo. Y sobre esos defectos gravita invariablemente la falta de respeto. Así que para reivindicarlos o atenuarlos, los cubanos necesitaríamos empezar por sentirnos respetados en tanto vía para reaprender a respetar al semejante.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

JHF- Supongo que se cuenten por millones los envidiosos bien educados y cultos. Hubo y hay hasta genios envidiosos. De modo que será difícil combatir la envidia con asignaturas académicas. Entonces me parece que no nos queda sino llover sobre lo mojado: mientras mejores condiciones de vida tengan las personas, mientras más íntimamente conectadas estén con el flujo de buenas energías, también mientras mejor se les eduque de forma integral, más a salvo podrían encontrarse tal vez de las pulsiones de la envidia. Los envidiosos no van a dejar de serlo, pero al menos estarían obligados a guardar la compostura, presionados por una convivencia basada en el respeto y el tino.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber, liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

JHF- Como no me interesan, no tengo claro cuáles son influencers y cuáles no entre los muchos que hoy se dedican a entretener al personal. Pienso, no sé si equivocadamente, que el influencer es algo así como un líder en plan larva. Y yo detesto a los líderes. Por eso quizás tendí desde temprano a ser más de McCartney que de Lennon, a riesgo de que me quemaran vivo. No sé si también se les llamará influencers a esos respetables paisanos que se dedican, desde el interior de Cuba, a mostrar imágenes y a ofrecer testimonios relacionados con las atrocidades y atropellos de la policía política y sus manadas paramilitares. Si esos son influencers, entonces sí creo que están contribuyendo de manera desinteresada, valiente y efectiva a la lucha contra la dictadura castrista.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

JHF- Será determinante la ayuda de Estados Unidos para iniciar la recuperación de una Cuba en democracia. En primerísimo lugar, el apoyo económico. Y consecuentemente todo lo que se precisa para la refundación de un país en ruina total, desde la infraestructura inmobiliaria, el comercio, el transporte, la industria, hasta los más elementales sistemas de producción agrícola. Por extraño que parezca, la influencia estadounidense continúa viva en Cuba. El antiamericanismo que tanto se menciona ha sido, más que todo, otro dogma impuesto a la brava por la dictadura, además de una conveniencia estratégica de su parte. Pero no obstante el paso de las generaciones, la influencia americana sigue vivita y coleando por allá. Sólo falta la money salvadora y, como añadidura, los mecanismos para administrarla eficientemente y para hacer que se multiplique.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

JHF- Lo único que quiero es que no me entierren vivo. Lo demás me da igual.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba

JHF- Desde afuera, sombra. Desde adentro, laberinto.


 

Sanciones contra Putin

Hace 83 años comenzó la Segunda Guerra mundial. Hitler fabricó una excusa para atacar Polonia. No era de recibo que los alemanes invocaran la razón testicular para invadir a sus vecinos. Siempre conviene colocarse en el plano de víctima.

Una unidad de las SS fingió ser atacada por rebeldes polacos en el pueblo fronterizo de Gleibitz, y se armó la marimorena durante seis horrorosos años. Aquella operación de “falsa bandera” le costó al planeta 60 millones de muertos y unos 350,000 millones de dólares de entonces.

Hoy Rusia pretende repetir lo mismo para tragarse a Ucrania, sólo que es mucho más difícil lograrlo. Entre los satélites, los drones y los servicios de inteligencia, no hay espacio u oportunidad para hacer trampas.

Tampoco hay cálculo de cuántos muertos o plata costará una tercera guerra mundial, pero debe ser infinitamente mayor que la Segunda. Basta con saber que un solo submarino atómico norteamericano posee más capacidad destructiva que toda la flota de guerra en ese conflicto.

En el camino, se van desarrollando sistemas punitivos para no tener que recurrir a la guerra. Las grandes potencias, lógicamente, le tienen un pánico mortal a las bombas nucleares. De ahí las amenazas. Las más conocidas son las “sanciones”. Según Bob Menéndez, el popular y poderoso senador de origen cubano, demócrata por New Jersey, si Rusia trata de zamparse a Ucrania el comité que preside (Foreign Relations) le impondrá a Moscú “la madre de todas las sanciones”.

Si ya las sanciones vigentes les cuestan a los rusos, según dos investigadores del Atlantic Council, más del 2.5% del PIB anual, ¿a cuánto ascendería la factura de “la madre de todas las sanciones”? No sé, pero sería una cantidad enorme, y acaso disuadiría a Putin de lanzar la invasión.

Supuestamente, Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea comparten la idoneidad de las sanciones. Lamentablemente, Alemania ha roto filas y parece marchar por otro sendero. Tomó, en su momento, una actitud que entonces resultaba ejemplar: el cierre de todas sus plantas atómicas tras el desastre de Fukuschima, en Japón, en el 2011.

Esa reacción ha dejado al país sin muchas salidas ante la crisis energética que se avecina si se le niega a Rusia la utilización del gasoducto a través del mar báltico, el Nord Stream 2, que le ha costado a Moscú 11 mil millones de dólares. La otra vía es el gasoducto antiguo, a través de Polonia y Ucrania, hoy dos enemigos declarados de Rusia.

Simultáneamente, Alemania está buscando una fuente inagotable y barata de energía por medio de los neutrinos, que parece sacada de una historieta de ciencia ficción. (Pero a la que se apuntan una buena cantidad de científicos germanos). Al menos teóricamente, ya está resuelta la conversión del bombardeo constante de esas diminutas partículas desde el sol a una forma utilizable de energía.

En todo caso, las sanciones son una magnífica arma para combatir el narcotráfico y la corrupción. Ocurre, sin embargo, que los propios corruptos utilizan las sanciones para intentar destruir a sus enemigos.

Recuerdo a un ex presidente guatemalteco, Alfonso Portillo, que estuvo varios años preso en Estados Unidos. Fue acusado de corrupción tras terminar su mandato, pero cuando estaba en la Casa de Gobierno, acusó a un honrado consultor político ante George W. Bush, pidiéndole “sanciones” contra él, que no estaba en su grupo político.

El consultor -Julio Ligorría- se defendió y le explicó lo que sucedía al embajador norteamericano Otto Reich, un notable diplomático, que investigó minuciosamente al consultor y resultó totalmente exonerado.

Salvo los casos de venganzas personales, como las que existieron en la “Comisión Internacional contra la impunidad en Guatemala”, la CICIG, creada en ese país como parte de los acuerdos de paz. Fue encomendada a la ONU, pero no hizo un buen trabajo. No obstante, en general, valió la pena el esfuerzo. Llevaban más de tres décadas entrematándose.


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Diez respuestas de Lía Villares

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con la artista, compositora y activista Lía Villares:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Lía Villares- Es una palabra hasta difícil de pronunciar. Tiene unos engranajes del carajo. Nos hacen creer muchas cosas que no son. Nos manipulan con la patria y el patriotismo. Con la traición a la patria nos amenazan incluso de muerte.

Nadie decide dónde nació y sin embargo esa es la patria que te toca por la libreta. Muchas veces la gente incluso odia el lugar donde nació, lo culpa de sus desgracias. Si te haces ciudadano de otros parajes, allí tienes más patrias que adorar y nunca traicionar, porque esto es igualito en todas partes: los niños juran la bandera y cantan emocionados el himno nacional. (Menos en España, Bosnia-Herzegovina y San Marino).

Nos enseñan el absurdo de que la patria es martiana cuando es al revés. ¿Qué es ser patriota? ¿Inmolarse? ‘¿Dar hasta la última gota de sangre?.’

Es todo muy drástico. Es todo muy bélico también. Y machista… A mí ni la palabra ni sus conceptos me gustan. Me sumo al Patria y Vida porque ha logrado conectar a muchos cubanos que quieren libertad. Pero no me gusta el patriotismo (ni el matriotismo) de ningún lado.

En algún punto el planeta tendrá que volverse verdaderamente inclusivo y las fronteras tendrán que ser únicamente simbólicas y culturales. No existirá tal cosa como no tener papeles del lugar donde elegiste vivir porque alguien tenga que decidir antes si eres legal o no allí.

AA- ¿Qué es la libertad?

LV- Lo contrario de un Partido, lo contrario de una ideología, lo contrario de un dictador, lo contrario de una celda, lo contrario de una isla. La libertad es algo muy plural, muy colorido (muy divertido), muy múltiple y muy diverso; la libertad es muy muy muy tan muy que se vuelve escurridiza como el slime en una fiesta infantil (en la yuma).

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

LV- Cuba es una idea fija metida en la conciencia colectiva de un grupo de personas. Será libre cuando salga de ahí y aprenda a volar. Primero hay que salir. Y seguir saliendo. Del ajiaco donde la metieron. De la caja, del molde, del cuadro.

Entrando y saliendo, pero sobre todo saliendo. Saludando y despidiéndose, pero sobre todo despidiéndose.

Hay que pensarlo como un acto obligatoriamente individual, nunca colectivo. Lo que se llama romper el cascarón.

Ella tiene que salir y tocar otras texturas, escuchar otras músicas, conocer otras lenguas, mirar otros paisajes.

Ella tiene que aprenderlo todo prácticamente. Debe aprender a comportarse en público. A respetar al otro.

Esa es la única manera en la que podría ser libre, cuando aprenda que la libertad es un acto cotidiano que hay que practicar todos los días.

¿Cuándo? Pudiera ser hoy mismo, si le diera la gana. La frustración de no saber (hacer) algo no puede bloquear la posibilidad de aprenderlo.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

LV- Convivir. Así de simple. Respetarse. Aplicar la justicia en casos necesarios. Ajustarse a los estándares universales.

Aprender la pluralidad. Conseguir el Estado de Derecho tan soñado donde las leyes funcionan y donde los criminales responden ante los tribunales.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

LV- Todas esas son tendencias de gente mayormente desocupada, en un ‘país’ donde no está permitido el crecimiento ni material ni espiritual. Y cuando Cuba vuelva a ser próspera yo creo que los desocupados van a tener que ponerse las pilas y ocuparse en cosas más útiles para ellos y para la nación que se reconstruirá poco a poco. Porque habrá oportunidades de crecimiento. Si tienes un negocio del que ocuparte, no tienes tiempo realmente para lo demás, que no es tan importante. Esta, por cierto, ha sido la filosofía de los que mantienen el poder a base de pan y circo en el terruño: ellos no se distraen fácilmente, y cuando algo les molesta lo desaparecen, lo meten al calabozo o lo expulsan al exilio. Vilma Espín lo dijo claramente: lo que importa es el negocio. No estoy diciendo que sea el modelo a seguir, pero mientras todo el mundo está disperso hablando de ‘otra cosa’, ellos aprovechan y al final son los que tienen la experiencia por seis décadas. Experiencia que le han prohibido al resto. Y si realmente se lograra instaurar una democracia, pues la gente estará inmersa en sus propios asuntos, sin tratar de joderle la vida al otro, más bien tratará de apoyar al vecino y es de esta manera que se crean empleos, se empodera a las personas para que construyan, porque el ‘hombre nuevo’ que ya se hizo viejo y al que solo le permitieron destruir, no sabe cómo crear porque lo olvidó.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

LV- Me parece un poco absurda la necesidad de una asignatura como esa. Más bien habría que regresar a los valores. Pero yo estoy en contra de cualquier sistema (de educación). La verdad es que estos sistemas han demostrado ser ineficaces e injustos. Lo justo es que cada padre pueda escoger sin trabas la educación de sus hijos y los hijos, cuando tengan edad suficiente (desde los 4 años), decidan qué quieren estudiar y se les ofrezcan todas las opciones posibles. Los sistemas están llenos de trabas y obstáculos. Nadie tendría por qué envidiar a nadie si se tienen las mismas posibilidades, lo cual ni en las Suizas ni en las Canadás me parece que ocurre… todavía, creo que falta evolución para llegar allí, para civilizarnos.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

LV- La pregunta es manipuladora. Los  ‘influencers’ no influyen y realmente son un poquito más seguidos que los líderes políticos pero no por la gran mayoría de cubanos y cubanas, sobre todo dentro de Cuba. Porque principalmente para seguirlos hace falta más internet allá dentro.

No creo que ningún influencer esté relacionado con la liberación o el desarrollo de Cuba. A menos que ellos lleven su activismo un poco más allá de las pantallas, a donde no se asoma todo el mundo. Yo, por ejemplo, no sigo a ninguno de los tres. Sigo a Luis Dener de vez en vez porque me encanta ese bosque nórdico, refresca mucho la vista. Los demás creo que la saturan. Y yo, que ya estoy achicharrada, necesito consumir otros productos, otro(s) lenguaje(s).

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

LV- Yo pienso que la misma que hasta ahora. Cuba nunca ha sido prioridad ni de especial interés para Estados Unidos, aunque se tienda a creer que a través de la Isla se puede controlar toda la región; me parece que eso está a la altura grandilocuente que nos hicieron creer y que fabricó la tiranía castrista, sobre todo en su proyección externa, que somos los más importantes y no la puta degradada que ha sido siempre Cuba.

Otra cosa es que un número considerable de cubanos nos estemos haciendo ciudadanos estadounidenses, ese punto sí puede ser crucial para el futuro. ¿Qué vamos a hacer cuando tengamos poder financiero? ¿Qué han hecho los actuales millonarios cubanos? ¿Qué han conseguido hacer por Cuba?

AA- ¿Usted quiere ser enterrada en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

LV- Na. Al mar pero ni cerca del Atlántico. Quizás me toque que mis cenizas sean esparcidas en el espacio, incluso pueden ser esparcidas en el metaverso. Me da igual.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

LV- No es secreto. Patria y Vida. Así se llama  Cuba, al menos por el momento.


 

Diez respuestas de Ángel Osiris Milián

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con el escritor y profesor de Matemáticas Ángel Osiris Milián:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Ángel Osiris Milián- Me quedo con la concepción martiana: Patria es Humanidad.

AA- ¿Qué es la libertad?

AOM- Libertad es el espacio que hace posible la felicidad: Fuera de ella, todo carece de valor.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

AOM- Cuba será libre cuando haya una regeneración biológica.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

AOM- Convidarlos a abrazar la bandera de la libertad: Una Cuba con todos y para todos.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

AOM- Son cosas que forman parte de la naturaleza humana. En ella radica la lucha entre el bien y el mal.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

AOM- Soy contrario a toda imposición. Lo importante es plantar valores que partan del individuo, no por decretos gubernamentales.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

AOM- Soy partidario de una lucha irregular.

AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

AOM- Cuba puede cambiar la historia, pero no la geografía.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

AOM- Si Cuba es libre que me entierren en ella. Pero de continuar esclava: mis cenizas en el mar.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

AOM- Juan sin Nada.


 

Diez respuestas de Adrián Monzón vjcuba

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final. Al habla con el activista y artista visual Adrián Monzón:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Adrián Monzón- Creo que Patria (y tambien Matria) es un conjunto de culturas, objetos y personas que se desarrollan en el tiempo y nos hacen sentir protegidos como parte de una manada. Los límites de la patria o matria están definidos por dónde estén las personas y sus costumbres. En ese sentido, en un buen guateque campesino organizado en Burundi puede haber más presencia patria que en el medio de Cuba en una marcha oficialista obligatoria. Aunque esta sea ya una de nuestras culturas, y la marcha esté llena de gente, muy pocos tienen la intención de poner el corazón para desarrollar la cultura de la marcha comunista. En cambio, muchos darían lo que no tienen por participar del guateque en Burundi.

AA- ¿Qué es la libertad?

AM- Básicamente, el desprendimiento de ataduras y bloqueos. Nace desde adentro, en el espíritu, y se manifiesta en lo externo después. Si no temes desprenderte de tu cuerpo, eres libre en cualquier cárcel. Es la libertad difícil de comprender. Luego está la relación de uno con lo que impone o no el mundo. La libertad es que te dejen andar tu vida sin controlarte en absolutamente nada. El humano común, naturalmente, abusa de otros aprovechando sus libertades; el humano menos común inventa cosas para solucionar problemas por simple amor a la vida. Pero no solo existen estos dos tipos… el fenómeno es 360 grados multiplicado por tres dimensiones más complejo.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

AM- Cuba todos los días recibe el calvario que la naturaleza manda y cada día empuja hacia la libertad. Cuba Libre es una frase utópica, un juego infinito al que podemos ponerle escalones para definir el avance. ¿Libre de Castro? Creo que al menos un siglo más, considerando que, aunque la dictadura caiga mañana, también hay que desterrar a Castro de los corazones. ¿El PCC? De 10 a 20 años, creo.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

AM- Educarles, preocuparnos por sus familias, empujarlos a trabajar para la prosperidad. Aprovechar ese espíritu noble que les hizo volverse extremistas y volcarlo tanto a la reconstrucción de Cuba como al deporte de la autocrítica honesta para ajustar esos tornillos desbalanceados y que sea un honor pagar por errores cometidos. También para que no sea un gran trauma cuando quede al descubierto que muchos de sus líderes eran criminales y que les toca pagar duro con cárcel. Cero o muy poca pena de muerte. Cero terror ni repudio ni más gasolina al odio.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

AM- Es un problema que incluso aquí, en la primera nación del mundo, no sabemos cómo resolver. La clave está en dedicarle mucho esfuerzo a la búsqueda de la verdad y el castigo a los que se atrevan a mentir. Hay veces que es superobvio y megademostrable. Yo castigaría duro la mentira.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

AM- El sistema de educación nacido durante y para la revolución industrial tiene a este mundo al revés. El sistema tiene que cambiar y ciertamente tiene que haber mucho énfasis en los valores y mucha alerta sobre las miserias humanas en general. La envidia, la mentira, la traición… ojalá no estuvieran escritas como leyes en la Biblia. Necesitamos unas nuevas escrituras que contengan todo eso sin estar asociadas a la dictadura de las religiones.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

AM- De pinga el caso… ahí esta la libertad naciendo y duele tanto como parir una criatura. Para que nazca un mundo tiene que morir otro. OtaHola me sirve para hacer clic en unfollow y explicarle a mis hijas que mi vida se enturbia con tanto veneno. También sirve para que otras personas vomiten sus traumas, por eso funciona y le siguen. No es bueno, no, pero es la realidad de lo que somos. Pueblo inmaduro adicto al hombre mafioso fuerte que se ocupe de todo y a la sustancia que produce el cuerpo con las bajas pasiones.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

AM- En este punto toda. Menos en las artes, creo que en el resto de los campos deberíamos tener al menos gringos profesores entrenando gente. Policías educando policías… maestros, médicos, economistas, constructores, emprendedores… todo el mundo puede ser bien entrenado. Creo que es necesario y urgente.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

AM- Enterrado, sí, y que crezca un árbol de mis restos. Nada de cenizas… pero aún no sé dónde. Me gustaría que fuera en ese lugar donde yo haya sido más útil y feliz en vida. Ningún apego por el pedazo de tierra que más me ha maltratado en el mundo. Puede que cuando sea más viejo piense diferente (eso me han dicho).

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

AM- Creo que en realidad se llama Oshún.


 

Diez respuestas de Enrique del Risco

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final. Al habla con el escritor y humorista Enrique del Risco:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Enrique del Risco- Por una parte, la patria es el sitio que nos da el impulso vital original, ese sobre el que construimos nuestro imaginario, el punto de partida y de llegada de muchos de nuestros sueños y del que —al menos en mi caso particular— es mejor estar saludablemente alejados. Por otra parte, y a efectos prácticos, la patria son los amigos.

AA- ¿Qué es la libertad?

ER- Lo que nos hace seres humanos. Lo resume muy bien la biblia con la fábula de la expulsión del paraíso. El pecado original es el primer acto libre del hombre y de la mujer: no se trata solo de sexo —aunque el sexo en sí no es poca cosa— sino del acto de acceder a la conciencia de sí mismos, de ser capaces de distinguir entre el bien y el mal. Y de hacerse responsables por ello. Por supuesto, con ese nivel de conciencia ya no se puede vivir en el paraíso, ni literal ni metafórico, porque el paraíso no es más que la inconsciente pertenencia a la naturaleza, pero a cambio tenemos ese don que es la libertad. Por eso la pérdida de la libertad ya sea individual (como en la esclavitud o la cárcel) o colectiva (en una tiranía) es vista como una desgracia mayor. Y lo es.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

ER- El 11 de julio de 2021 quedó demostrado que no basta con que una parte sustancial del país exija pacíficamente ser escuchado. Quedó demostrado también que la mafia en el poder dispone de suficiente voluntad, medios y apoyo exterior —y la complicidad silenciosa del resto del mundo— como para permanecer al mando del país mientras quiera. Por lo anterior puede deducirse que no abrigo muchas esperanzas al respecto, pero eso no significa que debamos rendirnos: incluso aunque Cuba nunca pudiera ser libre los cubanos pueden y deben llegar a serlo. De una manera o de otra. No seríamos el primer pueblo que construya su libertad fuera de su tierra. O en la clandestinidad.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

ER- Dada mi respuesta anterior, la disyuntiva de qué hacer con los castristas en una Cuba libre la veo como mero ejercicio ficcional. Invitado a ese juego, que no me es ajeno, y descartado el exterminio con todas sus consecuencias desagradables —fosas comunes, cargos de conciencia, la conversión de malvados en mártires, etc. — nuestros esfuerzos deberían concentrarse no en los castristas sino en el castrismo. Porque el castrismo estriba en rechazar la convivencia con el otro, el que piensa distinto a ti, y dedicarse a aplastarlo. De manera que todos nuestros esfuerzos en contra del castrismo se deberían concentrar en hacer posible la convivencia entre los que pensamos diferente. Esa convivencia que alguna vez permitió aprobar una constitución como la de 1940 pese a las profundas diferencias políticas e ideológicas de los miembros de la asamblea constituyente. Pero el castrismo no solo es represivo sino también falso y miserable, así que la otra manera de combatirlo es crear una sociedad más auténtica (menos escenográfica y postiza quiero decir) y más próspera. Como dice el proverbio: la mejor venganza es vivir bien.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

ER-Todo lo que menciona esa pregunta me parecen subproductos de la frustración y la impotencia que produce privar a un pueblo de sus derechos por más de seis décadas. Pero no son los únicos subproductos de la opresión: también están el fatalismo, el autodesprecio y el autoritarismo de andar por casa. Pero incluso las sociedades libres producen esos fenómenos aunque a mucha menor escala. Pero, si tales sociedades han sido incapaces de lidiar con esas distorsiones en la percepción de lo real, buscar soluciones hipotéticas para una Cuba hipotética me parece demasiado imaginar.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

ER- Legislar contra las eternas miserias humanas es una manera no muy sutil de ser totalitario. Puede legislarse contra ciertas manifestaciones del Mal pero el Mal en sí es consustancial a nuestra humanidad y al humano ejercicio de la libertad. Digamos que se instaura esa asignatura en las escuelas, ¿habrá profesores suficientemente capaces de impartir esa asignatura? En todo caso yo trataría de darle un sentido productivo a la envidia. ¿Te molestan los logros de otro? ¡Supéralos! No los ataques en nombre del igualitarismo.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

ER- Seguramente pueden contribuir muchísimo pero no estoy en capacidad de evaluarlos. No me he sentado a ver a ninguno exceptuando a Los Pichy Boys, pero en calidad de humoristas, no de influencers políticos.

AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

ER- Posiblemente Cuba no haya estado más pendiente y dependiente de la influencia norteamericana que en las últimas décadas. En Cuba, por ejemplo, se siguen las elecciones norteamericanas con mucho más interés que las propias, aunque es cierto que saber de antemano quienes resultarán electos le quita todo el interés a las votaciones locales. A uno le gustaría que la influencia norteamericana fuera positiva —como lo ha sido en la música desde Gottschalk, o aquellos danzones con aires de ragtime, hasta Cimafunk— pero como le oí decir una vez a un funcionario del Departamento de Estado, “Estados Unidos tiene mucho poder pero no sabe usarlo”. Uno preferiría, por supuesto, que de Estados Unidos tomáramos la capacidad para la convivencia democrática, la vitalidad social, económica y cultural o el respeto a las libertades individuales en vez de la polarización, las paranoias conservadoras o los pujos de la corrección política. Pero, como ocurrió con el béisbol o la televisión, eso dependerá de lo que seamos capaces de importar, incluso más que lo que nos pretendan imponer.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

ER- Soy muy poco fetichista con la tierra cubana. La zapateé bastante estando allá pero ya hace rato me hice a la idea de no volver a pisarla en vida. Pero al considerar una fantasía tan inevitable como la muerte confieso que siento cierta debilidad por el cementerio Colón, sitio donde trabajé como historiador por varios años. No es que quiera complicarles la vida a mis descendientes con deseos póstumos que nunca les he comentado, pero no me molestaría que le abrieran un huequito a mis cenizas en algún panteón familiar en Colón. Eso de las cenizas arrojadas al mar no me hace ninguna gracia. Nunca he sido muy playero.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

ER- Bueno estoy yo para revelaciones, pero de los significados taínos del nombre el que más me atrae es el de “lugar”, con su humildad, su simpleza. Me gusta pensar en Cuba simplemente como eso, como un lugar que valga tanto como podamos hacer con él, que valga por la armonía que consigamos crear entre nosotros. Y si debemos seguir un ejemplo que sea el de nuestros músicos, que en medio de las circunstancias más atroces (pienso en los barracones de esclavos) supieron hacer algo de lo que sentirnos orgullosos y darle algún sentido a ese “lugar”.


 

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