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PEN Internacional denuncia la represión cultural en Cuba

A instancias del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, el PEN Internacional, en Londres, ha publicado en su página web una denuncia sobre el Decreto 349 en Cuba. Dicha ley restringe y penaliza la libertad de expresión en la Isla:

Denuncia

Londres, 15 de febrero 2019. PEN Internacional denuncia la ola represiva y las detenciones arbitrarias a las que son sometidos artistas y creadores cubanos independientes, a raíz de la promulgación del Decreto 349. PEN hace un llamado urgente a las autoridades cubanas para que cesen de inmediato la represión contra la libre manifestación artística y creativa

El decreto legislativo, que entró en vigor parcialmente el 7 de diciembre de 2018, busca regular la producción artística independiente, requiriendo el registro y aprobación previa de toda actividad cultural, a través de instituciones culturales afiliadas al gobierno; así como estableciendo restricciones imprecisas a la difusión de contenidos culturales y/o audiovisuales, basándose en vagas descripciones de lo que se consideran contenidos no permisibles. Dichas restricciones incluyen, entre otras cosas, contenidos considerados discriminatorios, violentos, perjudiciales para el desarrollo de la niñez, o que usan los símbolos patrióticos de manera que contravenga la legislación vigente.

El Decreto 349, que se firmó el 20 de abril de 2018 y se publicó en la Gaceta Oficial de la República el 10 de julio de 2018, ha provocado protestas en una parte del sector artístico en Cuba, que considera que someter los contenidos y espectáculos a la autorización previa de entidades estatales puede ser utilizado como una herramienta de censura. Los manifestantes han sufrido acoso y detenciones arbitrarias por hacer uso de su libre expresión como intelectuales y creadores de la isla, al mostrar su inconformidad con la nueva legislación.

Uno de los casos más destacados es la detención de la artista y activista cubana Tania Bruguera, el 4 de diciembre de 2018, y liberada dos días después, quien junto a otros creadores intentó realizar una protesta pacífica a las puertas del Ministerio de Cultura, en La Habana, Cuba. Los artistas Luis Manuel Otero Alcántar, Yanelys Nuñez Leyva y el poeta Javier Moreno también fueron detenidos y posteriormente liberados. Más recientemente, según informes, la poeta Katherine Bisquet Rodríguez fue atacada después de utilizar su lectura de poesía en La Casa de la Poesía, durante la Feria Internacional del Libro en La Habana, como plataforma para demostrar su desacuerdo con el Decreto 349 y con las propuestas reformas constitucionales.

PEN Internacional condena la existencia de este decreto, pide su derogación y hace un llamado urgente al gobierno de Cuba para cesar de inmediato la represión contra la libre manifestación artística y creativa.

https://pen-international.org/es/noticias/cuba-artists-and-creatives-subjected-to-wave-of-repression

Dan a conocer ganadores del concurso ‘349 Cuba’

El proyecto Puente a la Vista y sus amigos anunciaron este 19 de febrero, en el show del youtuber Alex Otaola, a los ganadores del concurso “349 Cuba” en Twitter y Facebook, lanzado en el otoño de 2018. Son ellos el escritor Nonardo Perea y el rapero Papagoza (primer lugar compartido); la escritora Verónica Vega y el tuitero Adrián Tieles (segundo lugar compartido); y el escritor José Gabriel Barrenechea y la tuitera Day G. Muguercia (tercer lugar compartido).

Los concursantes Kabir Vega e Idaysi Capote recibieron menciones.

El jurado del concurso estuvo integrado por los creadores y activistas Lia Villares, Ana Olema y Jorge Olivera Castillo. Los coordinadores del evento dedicaron esta primera edición a los raperos Lázaro Leonardo Rodríguez Betancourt (Pupito MC) y Maiquel Castillo Pérez (El Osorbo), actualmente en prisión por mantener una actitud contestataria frente al régimen represivo imperante en Cuba.

El concurso “349 Cuba” hizo énfasis en la importancia de frenar el Decreto 349 y en general la cultura de la represión vigente en la mayor de las Antillas.

El Decreto 349, publicado el pasado 10 de julio en la Gaceta Oficial de Cuba y en revisión por parte del funcionariado oficialista, sirve al castrismo para controlar y/o impedir las presentaciones de los artistas independientes «legalmente» y deja numerosos resquicios para colar la censura institucional. En la Isla, varios artistas y músicos independientes ya han sido víctimas de estas políticas de criminalización, como los ya mencionados Maikel Osorbo y Pupito MC.

Sobre el proceso de «revisión», que mantiene el decreto en stand by, ha dicho el periodista independiente Ernesto Santana en Cubanet:

«El aparato de represión y censura solo está cogiendo un aire. Los que manejan verdaderamente los hilos que terminan en quienes dan la cara, los que tejen en la sombra la estrategia dictatorial contra los ciudadanos, esos de los que casi nunca vemos los rostros, están mientras tanto haciendo muy en serio su trabajo».

Para ver los tweets ganadores del concurso, y las obras relacionadas, consultar los siguientes enlaces:

 

NO HAY DELITO AL EXPRESAR LO QUE SE SIENTE. #Decreto349

Como de costumbre, exigiendo respeto con respeto, #349Cuba #rapcubano #raplatino #hiphopcubano #noaldecreto349 no hay delito al expresar lo que siente.

Posted by Papagoza on Thursday, December 6, 2018

https://www.twitlonger.com/show/n_1sqq5hm concursante

https://twitter.com/republicocubano/status/1093176170982658048

Abu Duyanah, el escritor frente al decreto

El Decreto 349, publicado el pasado 10 de julio en la Gaceta Oficial de Cuba y actualmente en proceso de ajuste por el funcionariado cultural castrista, sirve a las fuerzas represivas en el poder para controlar las presentaciones de los artistas independientes y deja numerosos resquicios para colar la censura institucional. Incluso apunta hacia la literatura, llegando a prohibir la venta de libros de personas “naturales y jurídicas” que contengan “textos lesivos a los valores éticos y culturales”. A propósito de esta nueva vuelta de tuerca contra la cultura independiente en Cuba, entrevistamos al escritor Abu Duyanah:

Cuéntanos sobre tus inicios en la creación Independiente. ¿Qué te impulso a crear y cuáles fueron tus primeras obras?

En algún momento decidí o descubrí que lo mío era la literatura, aunque antes de llegar a eso también lo intenté con el teatro, las artes plásticas y la música. Las artes y la literatura llevan igual dedicación, pero, en mi caso, de alguna manera siempre me sentí más cómodo con la poesía y el cuento.

Mi literatura, y mi obra artística, es resultado de lo que me rodea. Yo he vivido toda la vida en Cuba, bajo un gobierno que no se acomoda a mi percepción del mundo, y eso para mí ha sido, a pesar de los palos, los calabozos y los procesos penales, algo bueno, pues me ha permitido entender que tengo una oportunidad que no tienen otros; en este país se puede sentir el miedo hacia lo gubernamental en cada rincón y aun así la gente sonríe, hace el amor, alcanza metas.

Aparte de lo que tengo publicado, mis primeros cuentos y poemas se perdieron en un «accidente» tecnológico. Publicar en Cuba es prácticamente imposible para mí. En este país si eres crítico con el sistema o la sociedad al momento te acusan de contestatario (en el mejor de los casos).

¿Cómo definirías tu obra en general y cuál es su principal característica u objetivo?

Mi obra siempre fue un tanto incómoda para la oficialidad, pero nunca me he quejado por eso. En algún momento, siendo muy joven, entendí que no se puede estar bien con todo el mundo, y que cada cual puede vivir su vida como mejor le plazca siempre que no afecte la vida de otros.

En los años 2000 integré un grupo que se llamaba Kbzapiñón, y luego me uní al trabajo social que hacía el grupo Demóngeles con niños de barrios marginales de La Habana. Lo bueno de estos dos grupos, artístico-literarios, era que todos los integrantes, alrededor de 60 jóvenes, pensábamos muy parecido: en Cuba hay un sistema difícil, una especie de cofradía que no permite la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, y si no eres afín a esa congregación no tienes espacio en ninguna esfera de la sociedad; luego se nos unió el grupo Contexto, un colectivo de artistas y poetas del municipio La Lisa y con mucha dificultad y trabas por parte del gobierno creamos el festival alternativo Poesía en campaña; impartimos talleres de literatura y artes plásticas, hicimos planes de la calle, hasta que los órganos de la seguridad del estado no nos dejaron seguir trabajando. Pero eso le pasó a muchos otros grupos con los que estábamos coordinados dentro de un movimiento al que llamamos Amistad.

Volviendo a la pregunta, el objetivo de mi obra soy yo, y después el público, no puedo decir otra cosa aunque luego mi obra crea tendencia y me encuentro con jóvenes en las calles que se saben mis poemas de memoria, recuerdan mis cuentos o comienzan a escribir después de leerme o escuchar mis textos en alguna lectura. Porque a pesar de lo que el régimen quiere, aún sigo invadiendo los espacios gubernamentales, aunque en muchos de los casos es por una sola vez: luego de escuchar lo que escribo no quieren saber más de mí. Por ejemplo, me invitaron junto al grupo (en estos momentos coordino el grupo Demóngeles) al festival Ítaca de la Asociación Hermanos Saíz en el 2017. porque algunos amigos recomendaron mi poesía; pero luego de que terminamos la lectura todos estaban asustados, y una vez que nos fuimos del festival los organizadores y algún que otro poeta se pusieron a decir que había sido un error invitarnos y que eso les podía traer problemas. Así son las cosas aquí, todos saben pero tienen miedo, quizás por eso es que hay tanto poeta escribiéndole a las estrellas o a las flores.

¿Conoces el decreto 349? ¿Cuál es tu opinión sobre él y que le dirías a sus defensores?

Quiero hacer notar mi creencia de que el arte en Cuba no es un derecho, como no lo es la educación más allá de las letanías que desde el gobierno nos repiten a todas horas.

Cuando sacaron el 349 por alguna razón pensé que era algo para combatir al reguetón, pues es bien sabido que desde siempre le han sobrado los detractores. Como yo veo la cosa del reguetón: en algún momento le dieron espacios al reguetón como una manera de combatir a los raperos (a Los Aldeanos y quienes se nuclearon en torno a ellos), pero también le dieron espacio a los trovadores y algunos grupos de la llamada música alternativa, y una vez que ya el reguetón había cumplido con el objetivo volvió caer en la lista negra. Mi idea era que los estudiantes de las escuelas de música se graduaban y no tenían espacios donde presentarse porque el reguetón se había apoderado de todos o de casi todos los lugares. Ahora me da vergüenza ajena ver a las grandes figuras de la música nacional despotricando del reguetón, al pueblo le gusta el reguetón y hay que entender que para el administrador de cualquier establecimiento es más rentable cederle el espacio a un reguetonero. El caso de Chocolate es significativo, el hombre pega todas sus canciones incluso a nivel mundial.

En un artículo sobre el 349 publicado en la revista Árbol invertido escribí: La costumbre en Cuba es que todas las leyes nuevas son siempre en contra del pueblo, incluso las que en apariencia benefician en algo, por eso en cuanto escuché de este Decreto…, supe que nada bueno sacarían de él los artistas, y mucho menos la cultura cubana, para no hablar de los escritores, que han sido tratados siempre como ovejas negras en cuarentena.

Con una primera lectura es suficiente para ver que con este Decreto 349 los artistas que no entren al redil del comunismo pasaran a ser burdos delincuentes al margen de la ley y a expensas de que los órganos de represión se extralimiten.

Históricamente a los comunistas no les ha importado la felicidad de sus pueblos más de lo que le importa a un ganadero el bienestar de su rebaño. Lo que significa que este callejón en el que el gobierno de La Habana quiere meter al país no es más que otra jugada política de ese grupo que gobierna para mantenerse en el poder. Jugada sucia y siniestra, burda venganza contra los artistas, que no son pocos, capaces de hacer la #00Bienal cuando el gobierno decidió suspender la Bienal de La Habana…

En ese artículo dije también que lo mejor de oponerse a este Decreto 349, además de defender el derecho a la libertad, no era llevarle la contraria a los opresores sino que dentro de tres o cuatro años tendríamos una historia que contarnos cuando ya todos los pro y los contras de este tema estén bien esclarecidos.

Como era de esperar, algunos lacayos asalariados del gobierno intentan denigrar a los artistas que en estos momentos se encuentran en campaña exigiendo que se suprima el Decreto 349. Esto es solo una manera tonta de tratar de desviar la atención, porque muy independientemente de si estos artistas son más talentosos o menos, o si reciben ayuda de algún mecenas, el Decreto 349 no deja de ser una puñalada trapera en el corazón del arte cubano. El arte son los artistas, sobre todo los artistas marginados del sistema, y también aquí es abrumador el número de ejemplos que puedo citar. Baste con Fernando Borrego Linares, más conocido como Polo Montañez.

Modesto Arocha en Viernes de Tertulia

Viernes de Tertulia, el evento artístico y literario que coordina en Miami el escritor Luis de la Paz, anuncia su jornada del mes de febrero del 2019 con una entrevista al editor Modesto Arocha.

Será el próximo viernes 15 de febrero, a partir de las 8:30 de la noche, en el 111 SW 5ta. Avenida, sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center. El programa Viernes de Tertulia es una producción del Creation Art Center, organización fundada por Pedro Pablo Peña que actualmente dirige el maestro Eriberto Jiménez.

Más información en el (305) 786 747-1877.

Modesto Arocha (Kiko), nació en La Habana en 1937. Ingeniero en Electrónica y doctor en Ciencias Técnicas. Llegó a Estados Unidos en 1995 y decidió reinventarse como traductor y editor de sitios web y de libros, para lo cual fundó la editorial Alexandria Library (www.alexlib.com) en Miami. Es autor de bestsellers como Chistes de Cuba, una antología de chistes populares contra el castrismo que recopiló en la Isla.

Cuentos eróticos… ¿o erróticos?

Los escritores Manuel Gayol e Ismael Sambra en el Festival Vista de Miami

Publicada por las editoriales Palabra Abierta, de Manuel Gayol, y Neo Club Ediciones, de Armando Añel, la nueva selección Cuentos erróticos  es plausible, como veremos [o leeremos] enseguida.

Cierto, desde el título de la selección (que no compilación, tal definen sus selectores, y tampoco compiladores Ismael Sambra y Manuel Gayol) es acertada la nueva publicación presentada el pasado diciembre en dos eventos realizados en Miami: el Festival Vista de la Literatura y el Arte Cubanos del Exilio, creado y dirigido desde años atrás por Armando Añel e Idabell Rosales, y en mi Tertulia mensual El Pen Club en Art Emporium Gallery, que inicié en enero del 2018.

Escribo con interrogación erróticos por destacar el neologismo utilizado por los poetas, narradores, ensayistas y periodistas cubanos Ismael Sambra y Manuel Gayol, con los que estoy de acuerdo en tanto el nuevo término creado y empleado por ellos en su convincente prólogo «Apuntes para una definición del cuento errótico» bien se aviene con el novedoso concepto establecido por ambos.

De tal suerte, los selectores realizan un sintético bojeo por la historia del tema (y el cuento) eróticos en la literatura universal, surgidos en Grecia, Egipto, Arabia y la India; mas, ponen ahínco en diferenciar erotismo (recreación, poesía, tropo, interpretación del momento sexual…) y pornografía (obscenidad, impudicia, escabrosidad…).

Asimismo, distinguen aspectos esenciales: el erotismo, como igualmente se sabe, es una voz griega llegada de Eros, el dios del amor: aquí está el quid, la esencial diferencia de ambos términos, pues mientras el erotismo entraña el enamoramiento, el afán de compartir momentos y, quizás, la futura convivencia en familia, la pornografía es solo sexo al desnudo, sin amor ni interés de otro tipo por la otra o el otro, quien suele ser una persona solo conocida, en la que apenas se busca un momento de sexo, y solo eso.

A seguidas, los selectores explican el porqué de su interés y opción por los nuevos concepto y término, mediante los cuales «el sexo no aparece como asunto principal de la obra, sino como un pretexto para llegar a otros asuntos implicados y relacionados con este e insertados en la complejidad del individuo y la sociedad. A esto llamamos cuento errótico (así, con “rr”)».

De aquí, pasan a definir lo que a su juicio es un cuento errótico con sus peculiares atributos, que son: El sexo no debe ser tema central, El cuento errótico nunca es pornografía, El sexo no se presenta en forma deliberada y El cuento errótico puede ser también resultado de lo antierótico.

Ya casi al final de su prólogo, precisan que su propuesta no es una antología, por lo que prefieren denominarla compilación. En mi Tertulia dedicada a ambos colegamigos, con motivo de su visita a Miami, ante ellos, yo preferí denominarla selección, pues de acuerdo con mi praxis en este tipo de selecciones de textos poéticos (décimas y versos libres), si bien ellos solicitaron cuentos a diversos autores de no pocos ámbitos, no aceptaron todos los textos enviados, sino que, tras su selección, en algunos casos pidieron su reescritura y, en otros, los rechazaron, pues en su convocatoria habían precisado las condiciones que debían cumplir.

En su selección de solo veintinueve relatos, abundan los autores cubanos, y no me asombra, ya que no pocas colecciones de cuento y poesía, como ensayos sobre el tema, se publicaron desde finales del siglo pasado e inicios de este en Cuba, entre ellos la primera selección y prólogo de décima erótica que vio la luz en la Isla, realizada por quien escribe: Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (Ediciones Ávila, 2004).

En la presente selección, sin duda de valía, este poeta y crítico resalta varios títulos.

«Último tango en La Habana», de Ingrid Brioso-Rieumont, por su lograda prosa de sugerente poesía, como la ambientación capitalina donde aparece un proyecto artístico devenido símbolo del robo cotidiano que acontece en la Isla (las gafas de la estatua de John Lennon, realizada por el escultor José Villa) y, sobre todo, la mixtura ambivalente de la protagonista, quien narra en primera persona sus avatares eróticos-bisexuales con el extranjero Paul y su amiga Susana, ofreciendo al paso un breve pero sustancial panorama de La Habana actual, cuando, a pesar de la encrucijada comunista que coarta la libertad, los jóvenes, a su modo y en contra de todas las restricciones, deciden su voluntad de libertad y placer.

Del narrador y periodista Armando Añel es «Al calor de las mujeres largas» [incluido en la compilación Cuentos de camino], cuya trama acontece en una buhardilla de Madrid, bajo un aire posmoderno, con juegos de palabras incluidos, una manera o estilo igualmente presente en su novela Erótica y otros libros del autor. De tal forma, el cuento se conforma con minitextos que van rearmando el relato con leve humor, todo bajo una impronta que, entre explicativa y conformadora, parece ir recontando, una y otra vez, ampliándola, la trama viajera, pues también pasa por Estocolmo en el sueño/realidad del narrador. Se trata de un valioso momento en el volumen.

Mucho me satisface la entrada de Maritza Vega Ortiz en el libro, pues sugerí su nombre a mis colegamigos. Y me complace haberlo hecho, pues desde años atrás conozco a la autora, quien también poeta, por ello, tanto en la Isla como en Miami, la he estimulado por su talento. De hecho, «Lugares inhóspitos» resulta un texto imaginativo y conciso, en el que Maritza rememora, con acertado lenguaje, imaginación y lirismo, las vicisitudes de la protagonista, Vanessa Sánchez, evocando su praxis primero romántica y luego erótica con Ámel, su novio desde la infancia, quien la ha conducido con su insaciable avidez por los más audaces caminos de la lujuria y la lascivia, por los que trasegara, ciega de amor… hasta descubrírsele el VIH. El final es bien elocuente: Vanessa no quiere mostrarse ante Ámel sin belleza, luz ni vida y, ya desesperada —subraya—: «me adentro y reto el oleaje» y, como una nueva Alfonsina Storni, se sumerge en el muy cercano mar en pos del anhelado suicidio.

La conocida impronta simbólica de Manuel Gayol está presente en su relato «El ojo diplomático», por el que anda y desanda los ámbitos del surrealismo con su hálito ¿acaso surgido del desborde ante la imago lezamiana?  Incluido en La noche del Gran Godo —su libro de cuentos laureado en La Habana de 1992 con el Premio Uneac y publicado en Miami por Neo Club Ediciones en 2011—, «El ojo diplomático» no solo evidencia su vocación surreal; además, atisbo en su narrativa la huella de la personal fabulación del hoy casi olvidado narrador mexicano Juan José Arreola y, sin embargo, recordado por dos títulos esenciales en la narrativa latinoamericana: Confabulario y Bestiario —libros que este comentarista descubriera en plena adolescencia, a inicios de los ‘60s, recién instaurada la mal llamada «Revolución»—, y cuya impronta de algún modo se emparienta con la cuentística cortazariana. Y, lo más importante: una tácita muestra de narrativa errótica.

«De dónde viene ella» —incluido en su volumen Cuerpo a cuerpo (Neo Club Ediciones, 2016)— refleja el micromundo estudiantil de jóvenes provincianos, en especial, guantanameros, como la autora: Rebeca Ulloa, quien se vale de rasgos posmodernos (alusiones a versos de Martí: «él quiere saber todo acerca de la señora» y Miguel Matamoros: «de dónde son los cantantes», que funciona como leit-motiv) para armar su relato breve y sugerente que, en pocas cuartillas, convence por su austeridad y sugerente erotismo. Sin duda, se trata de un sugestivo relato.

De Lilo Vilaplana se incluye su conocido cuento «La casa vacía» —extraído de su volumen La muerte del gato y otros cuentos, además de ser el guion homónimo del laureado cortometraje del director y productor cinematográfico y teatral—, que es, sin duda, el relato de mayor carga política en el volumen, pues aborda hechos reales de la terrible realidad del inframundo cubano, como la delación, el hambre, el alcoholismo, la desesperanza, la depravación y el suicidio, entre otros males que asolan, desde seis décadas atrás, a nuestra paupérrima patria, pisoteada por el castrismo. Mas, por su profundo realismo, el relato se me antoja deudor del movimiento neorrealista del cine italiano, cuyos filmes clásicos: Roma, città aperta (Roberto Rossellini, 1945); Ladri di bicicletti (Vittorio De Sica, 1948) y La terra trema (Luchino Visconti, 1947), dejaron su impronta en la literatura italiana.

«Magnolia en la eternidad» es la propuesta del narrador Néstor Leliebre Camué, quien en esta pieza narra con su personal realismo mágico las lides amorosas del erótico profesor de Anatomía Leopoldo Yanes, que, frisando el medio siglo, casado con Aciolinda y padre de dos niñas de ocho y nueve años, ha seducido a Elizabeth y, calladamente, a Magnolia, de apenas 20 años, que lo ama y cela en silencio, porque ha de casarse con «un corazón de almendra, una masa de pan»: su prometido Leocadio… Otro cuento que enriquece la selección.

De Ismael Sambra es el inapreciable relato «La fractura del espejo» —incluido en su libro Vivir lo soñado (Cuentos breves), Editorial Betania, 2002—, en el que, valiéndose del humor negro, entrega otra invaluable muestra de narrativa errótica, pues tras ofrecer una pista disfrutable por su goce y lubricidad, al lector asombrará el atinado empleo de un gustado recurso del cuento clásico: el final sorpresivo, inesperado, con lo que el autor corrobora su talla de narrador de fondo —parafraseando la galardonada cinta La soledad del corredor de fondo (The Loneliness of the Long Distance Runner, 1962) del realizador inglés Tony Richardson, quien aliado al movimiento de los angry young men, se uniría al narrador Alan Sillitoe, de cuyo primer cuento de su homónimo volumen, crearía el excelente guion del filme.

Escritor, cineasta, guionista, pedagogo y gestor cultural, el dominicano Leo Silverio es el autor de «Sacrificio materno», relato convincente por su particular poética, y disfrutable por su lenguaje deudor del realismo mágico y su inesperado humor, como por la utilización del monólogo interior. El protagonista narra en primera persona sus avatares con su madre y su vida ahora complicada, tras la fuga de su padre como polizón a Miami y el desvío del avión a Alemania. Como el joven debe ayudar a su madre, esta le consigue algunos trabajos de poca monta para sobrevivir a la magra economía familiar, provocada por la huida paterna. Así, conoce a Mercedes, una atractiva señora de ojos verdes, cuya hija, «hermosa como el universo», sobrevive como un vegetal, pues es tetrapléjica. Mercedes le pide a nuestro héroe su urgente ayuda: que él, tan virgen como su hija de 21 años, le haga el amor a la chica, pero le ruega que lo piense, no sin antes exigirle que no cuente a nadie su petición. El monólogo interior del muchacho funciona con acierto, pues va «contando» su discurrir ante la inesperada circunstancia que cumple con placer la propia madre, y no la hija, en escenas que, no por breves, resultan menos ardientes.

El también poeta, dramaturgo y periodista mexicano Gerardo Cárdenas ofrece otra lograda muestra de cuento errótico en «Suéter verde, falda plisada», cuyo narrador omnisciente es un «rescabuchador», según se denomina este espécimen (muy parecido al que conocería este crítico durante sus estudios de preuniversitario en la oriental ciudad de Holguín: cada lunes temprano en la mañana, una hermosa chica viajaba rumbo a la Ciudad de los Parques en un ómnibus donde, más que disfrutar con el repetido paisaje, se refocilaba con un muchacho que se sentaba junto a ella y la masturbaba, creyendo que nadie los veía… aunque sin duda algunos envidiábamos su voluptuosidad). Como en este caso, en el texto de Cárdenas, la arriesgada acción del rescabuchador en este otro ómnibus con destino a Ciudad México, es aprobada de buena gana por la «víctima», quien  jamás habla con el «atacante» y, como en el ejemplo holguinero, la chica acepta de buena gana el goce sexual en mutua concupiscencia, sin preocuparle demasiado que los pasajeros del autobús puedan percatarse del mutuo goce. He aquí, pues, un buen ejemplo de errotismo.

«Mitomanía», del también mexicano Francisco Laguna Correa —cuyo libro de microrrelatos Finales felices (1912) obtuviera el Premio Literario de la Academia Norteamericana de la Lengua (ANLE), del que yo publicara un análisis en la revista de esta prestigiosa institución, y que incluyo en el presente volumen de ensayos y artículos críticos—, es un relato muy atendible del también poeta y profesor universitario, por sus virtudes, entre las que destaca el delicioso humor que permea el texto. Narrado desde la perspectiva femenina, la protagonista cuenta con delicioso desparpajo cómo perdió la virginidad con Ulises, pues «era el chico menos feo que conocía y para recibir el nuevo milenio con una novedad, aunque la verdad la pérdida de mi virginidad no significó nada ni alteró mi vida de ninguna manera (esta es mi primera gran mentira)».

Y enseguida añade que «con el tiempo he llegado a creer que eso del multiorgasmo femenino es más bien un pretexto para intentar llevarnos a la cama cada vez que se les antoje (a los hombres). El principio natural justifica la perrería». Mas, algo después se entera que Ulises es homosexual, lo que no le impide «renunciar a fornicar como Dios manda en un futuro no muy lejano». No obstante, también ella se descubrirá homosexual gracias a una española (Carmela), de la que no tenía «ni idea de que […] era lesbiana [ni de que] yo misma también lo era [y] este detalle (o conversión, como quieran llamarlo) fue lo que me alentó a caer rendida sobre su sugestiva proposición». Por fin, tras otras peripecias que acontecen en la cena familiar de Año Nuevo, dignas de mi admirado Sigmund Freud, como de un filme del mejor humor, confiesa la audaz intérprete: «Terminaré diciendo que hay una luz interior en cada uno de nosotros, una luz cuya capacidad autodestructiva termina por llevarnos hacia la más cegadora oscuridad. Quizá la realidad no es más que el reflejo de esa oscuridad.»

Del conocido poeta, narrador y dramaturgo matancero llegado a los Estados Unidos de niño, Chicho Porras (seudónimo de  Félix Rizo) es «La santa», un relato donde aflora su humor a caballo entre el relajo y el choteo (v.g. Mañach), como lo grotesco, lo erótico y lo sexual (que no sensual), quizás bebido en Virgilio Piñera, Charles Bukowski y Henry Miller, y donde  aborda con su peculiar lenguaje el insólito carácter de uno de sus personajes rocambolescos: Aurelia Potra, quien nacida en Ocala, trabaja como criada en Hialeah y, en un momento, siente el llamado del deseo, provocado por el cura, evidenciando al paso ese «desaliño sabroso» del que está tamizada su no menos suculenta prosa:

Cruzó las piernas y sin pensarlo las frotó una contra otra para refugiarse en sí misma.

De repente, un cosquilleo raro le subió desde los pies. ¿Qué era esa sensación de desaliño sabroso? Se registró primero las piernas peludas —se había rasurado solo una vez en la vida, obligada por su madre para asistir al funeral de un amigo de la familia— y todo lo que percibía eran unos pelos negros largos, encorvados en algunas esquinas, y en otras como montones de mierda pegoteada sobre la piel ceniza. 

En fin, se trata de otra de las populares boutades de Chicho o Félix, disfrutadas asimismo en sus novelas y piezas teatrales estrenadas en Miami, como en las ediciones mensuales de su concurrida Tertulia en Art Emporium Gallery, de La Pequeña Habana.

«La perra» es el relato que —tomado de su libro Los hijos que nadie quiso, galardonado con el Premio Alejo Carpentier 2001— ofrece el multipremiado narrador, activista y ex preso político cubano Ángel Santiesteban-Prats, quien aquí, de algún modo, homenajea a la novela Hombres sin mujer (primera en abordar el homosexualismo en las cárceles de la Isla) del recordado Carlos Montenegro. En este vibrante cuento, Ángel subraya la fuerza de su prosa desnuda y convincente, al mostrar los abusos cometidos en las prisiones cubanas desde el surgimiento de la mal llamada «Revolución», acentuados durante la imposición de las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), campamentos de corte fascista, generadores de suicidios y otros desgarradores males en centenares de jóvenes que solo por el «pecado» de ser homosexuales o religiosos, eran apresados en estos laboratorios (in)humanos que intentaban «depurar» a los estigmatizados por las maléficas «doctrinas» del hitleriano Fidel Castro. Por su  reconocida calidad, su narrativa le ha merecido, además, otros importantes lauros internacionales, como Mención del Concurso Juan Rulfo 1989; Premio Casa de las Américas 2006, por Dichosos los que lloran: el Franz Kafka de Novelas de Gaveta 2013, otorgado por la República Checa, por El verano en que Dios dormía; el Premio de narrativa Reinaldo Arenas 2016, por El regreso de Mambrú, conferido por el Club de Escritores Independientes de Cuba (CEIC), Neo Club Ediciones y el proyecto conjunto Vista-Puente de Letras. Además, la madrileña Editorial Hypermedia publicó su novela Última sinfonía en 2016. Asimismo, fue merecedor —junto con María Elena Cruz Varela— del Premio de Literatura Independiente de Cuba Gastón Baquero, en su edición de 2016, patrocinado por Neo Club Ediciones, el Instituto Rosa Blanca, el Club de Escritores Independientes de Cuba y Vista Larga Foundation. En todos sus libros, se disfruta su impronta hiperrealista, cuya veracidad y economía de medios define su personal estilo desde su primer volumen, lo que hace preferidos sus cuentos y novelas por los lectores hispanoamericanos.

Del reconocido poeta y narrador cubano Félix Luis Viera es «Señora Equis», donde, con humor, ironía y crítica al sUcialismo cubano, el autor de Las llamas en el cielo, En el nombre del hijo y Traicioneras arma un monólogo divertido y erótico, en el que muestra aspectos negativos de la Cuba castrista (como la doble moneda, la hipocresía y el falaz comportamiento de las nuevas clases auspiciadas por el propio gobierno) en la figura del pobre provinciano que ansiosamente desea a la nueva burguesa, con la que fabula sotto voce un ¿posible? coito con ella, cuando la descubre en una tienda de dólares o CUC y la sigue y desea, pero con cuidado, pues sabe que no puede sobrepasarse, pues ella anda de compras con el marido, aunque, al final, se percata que el supuesto coqueteo de ella con el pobre infeliz, no conduce a nada, pues él se queda boquiabierto ante la hermosa y nueva rica, a la no puede decirle nada y «el marido dice vámonos. Y los tres comienzan a andar», y la deseada mujer lo deja con el sabor de la frustración en la boca y el deseo perdido.

«El cuento de Hada», del también periodista José Hugo Fernández, es el más extravagante y, justamente por ello, el más logrado relato de humor en la colección, a cuyo autor sospecho deudor de la fabulosa y no menos creíble Tristram Shandy, la más singular y célebre obra del escritor irlandés Laurence Sterne, considerada una de las mejores novelas cómicas inglesas y, de acuerdo con el filósofo Arthur Schopenhauer, una de las cuatro mejores jamás escritas en su tiempo, con Los años de aprendizaje de Wilhem Meister, Julie ou la Nouevelle Heloïse y Don Quijote. La erótica Hada sufre desde los 16 años eso que «los ginecólogos definen como estrechez del introito vaginal, pero que las viejas deslenguadas de la familia prefieren llamar chocha tupida». De tal suerte, decide luchar contra este mal congénito —también padecido por su madre, su abuela y la madre de la madre de su abuela— estudiando Medicina, pues no quiere continuar con su frustración «que le imposibilita de por vida […] recibir sin un dolor extremo la bendición del sexo opuesto». Mas, aún no conforme, pues duda de la ciencia médica, se lanza «a probar hombres como quien entresaca tornillos, buscando uno entre un millón para una tuerca sui géneris». Nada la convence, incluso ni probar con mujeres, pues «todo cuanto hacen ellas para excitarla le parece muy cómico. Y se desternilla de la risa. Sin embargo, Hada sabe que vivir es ser excitado. Así que no se da por vencida». Y continúa buscando, hasta que oye hablar de Sathya Sai Baba, fabuloso taumaturgo hindú que, dicen, «elimina los padecimientos con apenas rozar con su túnica el cuerpo del enfermo», pero la posible solución es ir a la India, algo imposible por la lejanía. Mas, como tantos cubanos que ansían emigrar, se apunta en el proverbial Bombo. Y tres años después, resulta favorecida. Pero ella sabe que el gobierno hace lo imposible para impedir que los médicos viajen, y menos aún a los Estados Unidos. Por ello, habla con su amiga la enfermera Digna, quien le da una idea: realizar una rifa, en dólares, cuyo premio es pasar una noche con la hermosa doctora Hada de solo 27 años. Al mes, hay más de novecientos números vendidos, pero el premio lo gana una todavía atractiva mujer de 50 años, quien le dice que compró cincuenta boletos. «Mis ahorros de muy largo tiempo», pero también le confiesa que su deseo es que su hijo sea el agraciado, pues a los 28 años, como el padre, tiene un pene ínfimo. «Demasiado breve. Una minucia […]. No hay novia que le dure más de una semana. Las prostitutas le sueltan la carcajada en la cara. Ñato, suelen llamarle, y pirulí. Lleva ya tres intentos de suicidio». En fin, para no ser harto extenso, concluyo diciendo con Hada: «Nada es casual, carajo […]. Y cuando va a escupir, lo ve parado en el resquicio.» Repito: un excelente cuento que clasifica entre lo mejor de la colección.

Por último, clasifica también entre los mejores cuentos «Tan amigos», extraído del libro Hotel Pánico (2013), de la también poeta y novelista cubana Odette Alonso, quien capta al lector desde la primera línea, mérito de los mejores narradores (Daniel Defoe, Charles Dickens, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Horacio Quiroga…). Aquí Odette consigue un exacto relato en el que no sobra ni falta nada, pues su prosa prolija, casi minimalista, agarra al lector por el cuello y ya no lo deja soltar la primera de sus apenas siete convincentes páginas. La trama es muy sencilla: dos chicas Arlene y Karina aman a Waldo, «el tipo más bello de la facultad», donde los tres son inseparables, al punto de que algunos piensan que son un trío. Sin embargo, Karina —la narradora omnisciente— respeta el romance de sus amigos, hasta que una situación inesperada los pone frente a frente, ya que el infame Waldo ha engañado a Karina para acostarse con ella. En fin, no digo más, por no echar a perder el placer de la lectura de este valioso relato.

En suma, con su selección Cuentos erróticos, Ismael Sambra y Manuel Gayol pueden sentirse satisfechos por entregarnos un volumen valioso con un tema que, aunque hoy común, no por ello deja de ser atractivo, si se realiza con la perspectiva, el rigor y la laboriosidad con que ellos emprendieron y lograron este empeño.

https://www.amazon.com/Cuentos-err%C3%B3ticos-Spanish-Ismael-Sambra/dp/1729432530

Rácata, nuevo número en Art Emporium

Los editores de la revista Rácata invitan a la presentación de un nuevo número de esta publicación miamense, un evento que tendrá lugar este sábado 16 de febrero de 2019, a partir de las ocho de la noche, en Art Emporium.

Rácata es una publicación dirigida por Félix Rizo Morgan (Chicho Porras), dramaturgo, narrador, poeta y crítico de cine, quien encabezará la presentación.

Art Emporium, centro cultural dirigido por la profesora Vivian Pérez, está ubicado en la 710 SW y la 13 Avenue (Miami, Fl 33135), en la Pequeña Habana.

Este nuevo número de Rácata contiene textos y poemas de más de una decena de autores de varios países, la mayoría residentes en Estados Unidos.

Rosie Inguanzo y Denis Fortún en La Otra Esquina de las Palabras

La Otra Esquina de las Palabras, la tertulia que coordina en Miami el poeta Joaquín Gálvez, celebrará este sábado el Día de los Enamorados con una lectura de poesía y narrativa de los escritores cubanos Rosie Inguanzo y Denis Fortún.

Dirección: Café Demetrio. 300 Alhambra Circle, Coral Gables

Día: Sábado 9 de febrero

Hora: 3:00 p.m

Rosie Inguanzo (La Habana, 1966) es profesora de literatura. Reside desde 1985 en Miami, donde ha desarrollado su trabajo en el teatro: actriz y performer, puede vérsele caracterizando a su alter ego Eslinda Cifuentes en las presentaciones que realiza junto al violinista y compositor Alfredo Triff. Ha publicado los volúmenes de poesía Deseo de donde se era (2001) y La vida de la vida (2018). La Habana sentimental (2018) es su primer libro de narrativa.

Denis Fortún Bouzo (La Habana, 1963), poeta, narrador y bloguero. Ha publicado los poemarios Zona desconocida (Ediciones Itinerantes Paradiso, 2007) y Serio divertimento (Neo Club Ediciones, 2016), y en narrativa El libro de los Cocozapatos (Editorial Silueta, 2011), Diles que no me devuelvan. Crónicas del aeropuerto (Alexandria Library, 2013) y la novela Mendoza 324 (CAAW, 2018). Sus artículos, reseñas literarias, entrevistas y versos han sido publicados en diferentes medios impresos y en línea de Cuba, España y Estados Unidos. Igualmente, sus poemas y cuentos aparecen en antologías de Cuba, México y Estados Unidos. Actualmente reside en Miami, donde publica su blog Fernandina de Jagua.

Ariel Maceo Téllez, el creador frente al decreto

El Decreto 349, publicado el pasado 10 de julio en la Gaceta Oficial de Cuba y actualmente en proceso de ajuste por el funcionariado cultural castrista, sirve a las fuerzas represivas en el poder para controlar las presentaciones de los artistas independientes y deja numerosos resquicios para colar la censura institucional. Incluso apunta hacia la literatura, llegando a prohibir la venta de libros de personas “naturales y jurídicas” que contengan “textos lesivos a los valores éticos y culturales”. A propósito de esta nueva vuelta de tuerca contra la cultura independiente en Cuba, entrevistamos al creador Ariel Maceo Téllez:

Cuéntanos sobre tus inicios en la creación Independiente. ¿Qué te impulso a crear y cuáles fueron tus primeras obras?

Soy un joven artista en la Habana. Siempre estuve rodeado de artistas. Pintores, diseñadores, músicos, socios del barrio que crecimos juntos. Y un día se me ocurrió que quería escribir algo. Estuve semanas pensándolo hasta que una mañana tomé una libreta y escribí un cuento que se llama La última batalla del Quijote. Esa fue mi primera obra. También me gustaba la fotografía, gracias al cine. Dos semanas después pedí una cámara prestada a una vecina y salí a La Habana a tirar mis primeras fotos. En ese momento no tenía formación ninguna, ni en la literatura ni en la fotografía. Solo tuve el impulso para hacerlo. Todo eso ocurrió en el mismo mes. Tenía 19 años.

¿Cómo definirías tu obra en general y cuál es su principal característica u objetivo?

Mi obra es cubana, incluso me atrevería a decir que es habanera, aunque eso ha ido cambiando con el tiempo. Mi obra es visceral, grotesca y bella al mismo tiempo. No es novedosa, pero sí tiene la particularidad de ser diferente con respecto a los otros artistas de mi generación. Porque el arte de mi generación, salvo algunas excepciones, tiene el mismo discurso ambiguo, y la mala manía de aunar palabras sin decir nada conciso, y mucho menos sincero. Y mi obra al menos es diferente en eso. Sea en la literatura como en la fotografía, a mí me gusta que mi obra cuente historias, las que suceden a mi alrededor. Que sea sincera, porque me gusta conectar con el espectador, que se sienta identificado. Soy un artista que crea para la sociedad. Ese es mí principal objetivo. Ya lo he dicho otras veces: Todo arte debe estar vinculado a la sociedad, al momento que vive su país. El artista que no respete esto, es un artista muerto.

¿Conoces el decreto 349? ¿Cuál es tu opinión sobre él y que le dirías a sus defensores?

A continuación, les dejo un artículo que publiqué en el Havana Times y en la revista Árbol Invertido. En este artículo reflejo lo que pienso con respecto al decreto ley 349, y sus defensores deberían leerlo, concientizar y por último derogar esa ley. Porque está en juego la cultura nacional.

Retorno forzado a la Edad de Piedra

El decreto ley 349 no es otra cosa que traición a la patria. Cuando esa ley se implemente en diciembre, todo lo que conocemos como Arte Cubano se va a borrar de nuestro mapa. El gobierno de Cuba en conjunto con el ministerio de cultura, con tal de tener absoluto control sobre toda forma de arte que se haga en la isla, y además, su mercado, están a punto de sepultar la gran cultura de esta bella nación. Están a punto de convertirnos en mediocres, están a punto de lanzarnos al fondo de una lista mundial que los artistas cubanos hemos liderado de una forma u otra:

Contigo en la distancia, El manisero, El rapto de las mulatas, Gitana tropical, La jungla, La silla, Cecilia Valdés, Paradiso, El reino de este mundo, Poemas sin nombres, Un rey en la Habana, Un unicornio azul, Yolanda, Pequeños sueños, Muros y puertas, Mascaras, Pinta mi amigo el pintor, Tres tristes tigres, Habanecer, La anunciación, Victoria de Girón, Bacalao con pan, El gato Vinagrito, El buey cansao, Se fue pa la azúcar, Ofelia, Presiones y diamantes, Fresa y chocolate, El wachineo, Memorias del subdesarrollo, Los 7 contra Tebas, Foto de familia, Clandestinos, Contigo pan y cebolla, Súbeme la radio, La extranjera, Variedades de Galiano, El palón divino, Polémicas culturales de los 60, Mi papito, Sin Julieta, Barquito de papel…

Y muchas otras grandes obras de artistas cubanos, quedarán en la nostalgia. Irán desapareciendo poco a poco, porque muchos de los artistas que las crearon no tuvieron formación académica o artística, y tampoco pertenecían a alguna empresa o institución cultural. Solo tuvieron el genio de saberse capaces de poner en alto la cultura nacional y lo lograron.

Lo más triste de todo, es que después de diciembre habrá un nuevo orden cultural en Cuba, será un ataque directo a toda forma de arte libre. Será un retorno forzado a la edad de piedra.

Un nuevo quinquenio gris se asoma a la puerta, solo que ahora es peor, porque lo que en su momento se trató de ideología ahora se trata de extirpar la semilla, de lo que crece y perdura. Si alguna vez tuvimos a un Chori en las playas de Marianao, o una Cátedra de conducta, Arte calle, Elvis Manuel en la Tropical, con el 349 es como si esos artistas nunca hubieran nacido, porque no los dejarán nacer. Van a serruchar el desarrollo de cada persona que sea capaz de crear algo. Porque no les permitirán presentarse al público, y eso es como dejar una rosa de hielo bajo el sol. Vamos a perderlo todo.

El Ministerio de Cultura tiene ahora mismo la posibilidad de evitar lo que sería una confrontación directa con cada artista de este país. Pero sabemos desde hace mucho tiempo como funciona esto. Ellos no harán nada, se escudarán detrás del rostro de Iroel Sánchez, que es otro traidor a la patria, y van a intentar crear la brecha definitiva entre arte y derecho. Algo que nunca han logrado, por cierto. Pero el totalitarismo es una serpiente sin cabeza, es muy peligroso.

Así que no permitan que unos pocos echen por tierra lo que heredamos de Compay Segundo, Polo Montañez o Juan Carlos Flores. No permitan que eso suceda. No se queden indiferentes, echen la pelea contra el decreto ley 349. Todo enemigo puede ser derrotado, y está en juego la cultura cubana. Hay que defenderla.

Una ansiada velada cultural

 

En La Habana, la embajada de la República Checa y el Club de Escritores y Artistas de Cuba realizaron una velada cultural este 31 de enero donde tuvo lugar la entrega del Premio Novelas de Gavetas Franz Kafka 2018.

La presentación de la velada estuvo a cargo de la Cónsul checa Petra Novackova, quien agradeció la presencia de los invitados, diplomáticos de otras sedes y escritores y artistas independientes o afiliados a entidades culturales no independientes.

Jorge Olivera Castillo, en su condición de presidente del Club de Escritores y Artistas de Cuba, hizo una panorámica sobre el mismo, no sin antes destacar la trayectoria solidaria del cuerpo diplomático checo que, hasta el presente, ha cedido su espacio a muchos escritores y artistas independientes.

El escritor Ángel Santiesteban dio a conocer la premiación del Concurso de Poesía Dulce María Loynaz 2018, del proyecto Puente a la Vista, y enfatizó el acoso que viven los escritores, en general, en la Isla.

Luis Cino, periodista y escritor, habló sobre la revista Puente de Letras y presentó su número 8. Varios ejemplares de esta edición fueron entregados a los asistentes. Cino recalcó lo difícil de poder entrar estas revistas ya que son decomisadas en el aeropuerto y sugirió leer el formato digitalizado, que se envía por correo electrónico a los interesados.

Tanto Olivera como Santiesteban y Cino resaltaron el apoyo del proyecto Puente a la Vista, dirigido por Idabell Rosales, cuya labor de promoción y publicación no sólo está dirigida a escritores cubanos en la diáspora sino a los residentes en la Isla y a los independientes sin distinción.

El momento literario femenino contó con la presencia de la escritora Verónica Vega y Martha Acosta Álvarez, ganadora del Kafka 2018 con su novela La periferia. Ambas intelectuales leyeron fragmentos de sus obras.

La gustada sección de las veladas El autor y su obra contó con los poetas Nelton Pérez, Rafael Vilches, Ariel Maceo y Abu Dujanah Tamayo, quienes leyeron poemas de su autoría concluyendo así la parte literaria de la velada para cerrar con un mini recital del grupo de Hip Hop La Alianza. El dúo formado por Osvaldo Navarro y Yoandris Kindelan deleitó a los invitados con sentidas interpretaciones que describen el sentir de la juventud ante la intolerancia, la discriminación y la desesperanza.

Duandy Oscar Gómez gana concurso ‘Reinaldo Arenas 2018’

Los organizadores del concurso de narrativa ‘Reinaldo Arenas 2018’ anunciaron este mes de enero de 2019 al ganador del certamen en la categoría ‘Cuba’, el escritor Duandy Oscar Gómez. La categoría ‘Exilio’ quedó desierta.

A continuación el acta del jurado:

Acta del jurado, Premio de Narrativa Reinaldo Arenas 2018

Convocado por el proyecto Puente a la Vista, en colaboración con el Club de Escritores y Artistas de Cuba y Neo Club Ediciones, esta tercera edición del Concurso Reinaldo Arenas, cuyo principal objetivo es promocionar la narrativa y a los narradores cubanos más allá de sus afiliaciones o lugar de residencia, llega a su fin.

En Miami, Florida; Eastvale, California y Scarborough, Ontario (Canadá), el jurado compuesto por los escritores José Hugo Fernández, Manuel Gayol Mecías e Ismael Sambra, tras revisar una preselección de 61 libros de narrativa –primer corte–, acordó por consenso:

Otorgar el premio a la novela Los dioses muertos, de Duandy Oscar Gómez, en la categoría ‘Cuba’, por la crudeza de su realismo, al estilo de las mejores tragedias griegas, y una profundidad sociopolítica que toca aspectos sensibles relacionados con la realidad cubana de estos 60 años.

Además, el jurado decidió entregar las siguientes menciones en esta categoría: Ecosistemas, de Nguyen Peña; Miserabana, de Carlos Téllez; y Ratas, de Lisandra López.

En la categoría ‘Exilio’ el jurado tomó la decisión por consenso de declarar el premio desierto. No obstante, reconoce las siguientes menciones: La vida secreta (Facemoon), de Ulises Fidalgo; Tres estaciones, de Daniel Zayas; Cartas desde Greey Bay, de Pedro Luis Rodríguez Molina; y Estelas de humo, de Yonnier Torres Rodríguez.

Y para que así conste, firman la presente los escritores integrantes del jurado de esta convocatoria:

José Hugo Fernández, Manuel Gayol Mecías e Ismael Sambra

 

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