Inicio Blog Página 39

Gestos brutales, de José Alberto Velázquez

Ya en Amazon, en su tercera edición, Gestos brutales (Editorial Primigenios), libro de cuentos del narrador y poeta José Alberto Velázquez, quien es premio de poesía ‘Dulce María Loynaz 2019’, del proyecto Puente a la Vista.

De este cuaderno dice el también escritor cubano Frank Castell en prólogo de 2014:

«Velázquez, conocedor de su compromiso con la (su) historia, con los residuos de paz que el pasado y el presente le entregaron, nos cede un libro armónico, con zonas estremecedoras en donde el sentido del olfato y la pureza del lenguaje muestran su capacidad de conducir al lector por aguas de feroz verosimilitud».

Y añade Castell:

«Escribir es un acto de fe. Sobre todo si se hace bajo presión. Escribir con las vísceras, como lo hace José Alberto, lo obliga a asumir un riesgo para algunos infranqueable: la invisibilidad. Pero, gracias a Dios, mi amigo Sísifo carga la roca y sonríe. Carga un país como quien lleva la verdad, toda la verdad. en este libro, los gestos brutales del infinito».


 

Otro niño perdido en el país del control policial y la chivatería

El niño Yosvany Villar aparece muerto en La Habana después de un año desaparecido. Tenía Yosvany 14 años de edad.

Las autoridades policiales del régimen cubano le prometieron a su mamá que investigarían. Promesa incumplida que, en una ocasión, justificaron por «falta de combustible».

Un año desaparecido, en un país donde el control policial y la chivatería por cada cien metros [los CDR] le atosigan la vida al cubano de a pie.

Un país donde hay más esbirros [policías] que sarna. Un país donde se importan más patrullas que ambulancias y carros de basura. Un país donde hay más cárceles que hospitales, universidades y casas de cultura. Un país donde dos militares custodian las tiendas en divisas pero no las calles de los barrios. Un país donde el feminicidio y el abuso sexual contra menores de edad no tiene cabida en un noticiero de televisión que protagonizan periodistas inmorales.

En Cuba está totalmente prohibido poner carteles de niños o personas desaparecidas [a excepción de perros y ancianos dementes].

La desaparición y asesinato de Yosvany es la verdadera realidad que acontece en Cuba. Y su responsable directo es el señor Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien solo se dedica a promulgar idioteces, mentiras y actitudes dignas de un perfecto cobarde.

Responsable directo del encarcelamiento de niños que tuvieron el coraje de gritarle en su cara: libertad.

Estos son los episodios que hay que compartir, y no la danza del ego, ni el circo de humillaciones que adorna la causa de Cuba en los últimos meses.

Se nace y se muere con honor. El honor no es algo que te puedan dar, ni que te puedan quitar. El honor se pierde por voluntad propia.

Y yo me conduzco y disparo por honor. Ese mismo honor que no pudo disfrutar Yosvany. El régimen de Cuba, y su asesino, le privaron de ello.

En paz descanses Yosvany, y que Olloddumare te dé el abrigo que te fue negado en este valle de hipocresías y mezquindades.


 

George Orwell y el café con chícharos

Eran los años cuando “el futuro pertenecía por entero al socialismo” (abril de 1982) y yo estaba leyendo el libro de George Orwell, 1984.

Orwell vaticinó en su libro que a los habitantes de Oceanía, donde se desarrollaba la trama de su novela, les darían un café aguado al cual las autoridades totalitarias llamarían eufemísticamente “el café de la victoria.”

Un día de abril de ese año, en una de esas mañanas azules de La Habana, venía andando con mi libro semidestartalado debajo del brazo -se le caían las páginas-, el cual estaba disfrutando enormemente, camino a Infanta y San Rafael, donde una cafetería hacía esquina. Vendían café y pedí uno. Al probarlo, pregunté por qué sabía tan raro. Me explicaron que eran los primeros días en que ligaban el chícharo con el café.

Me dio tal ataque de risa que tuve que sentarme un rato a recuperar la respiración. No podía creer que Orwell, en su novela, hubiese vaticinado un evento como ese en una sociedad totalitaria como la cubana.

A partir de ahí, para mi círculo íntimo de amigos, el café aguado con chícharos fue el “café de la victoria”, en honor a George Orwell.


 

Inflación y desabastecimiento: Causas y pronósticos de una crisis global

La inflación global no cesa y en los últimos meses hemos visto un repunte de precios en todo el mundo, incluso ligeros episodios de desabastecimiento. En Estados Unidos, los precios al consumidor se dispararon un 7,0% en 2021, la subida más alta desde el año 1982.

Otro de los principales motores de la economía mundial, Alemania, ha visto dispararse la inflación a su nivel más alto en las últimas tres décadas.

En Turquía, otro ejemplo de país azotado por el fenómeno inflacionario, el costo de la vida subió a un 36% en 2021, su máximo nivel en casi 20 años.

Brasil y México, las dos principales economías de Latinoamérica, han alcanzado sus máximos inflacionarios en 20 y 18 años respectivamente.

En cuanto a Cuba, la inflación arrasa. Los precios al consumidor cerraron en 2021 con un aumento del 70%, según informó el ministro de Economía, Alejandro Gil, en un informe ante la Asamblea Nacional del Poder Popular. Quiere decir que la cifra real debe ser mucho mayor.

Causas y pronósticos

La aparición del Covid 19, que durante dos años ha golpeado todos y cada uno de los escenarios económicos globales, es la causa fundamental de esta crisis. En el último tramo de la pandemia, segunda mitad de 2021, ha aumentado el consumo de la población mundial pero persistido los cuellos de botella en las cadenas de suministro.

Y es que la actual crisis inflacionaria tiene un factor común en casi todos los casos: los atascos en las cadenas que transportan los productos vía marítima, “con una crisis de los contenedores que ha provocado gigantescas disrupciones globales con barcos esperando semanas en los puertos para descargar sus productos y un histórico aumento en las tarifas del transporte marítimo” (BBC).

En pocas palabras, apunta la BBC, “si es más caro hacer llegar los productos a las tiendas, estos también suben de precio”.

El aumento de la demanda provocado por el Covid 19, además de las interrupciones de la cadena de suministro, la escasez de chips y de mano de obra, entre otros factores secundarios, han creado una tormenta perfecta para que el desabastecimiento prospere y la inflación se generalice.

Según el Banco Mundial, “se prevé que el crecimiento mundial se desacelerará al 4,1 % en 2022, como reflejo de los continuos brotes de Covid-19, la disminución del apoyo fiscal y las persistentes dificultades en las cadenas de suministro”.

Pero no todas las noticias son malas: El mismo organismo ha asegurado que “se proyecta que la producción y la inversión en las economías avanzadas volverán a las tendencias previas a la pandemia”.

Joachim Fels, asesor económico global de Pimco, ha asegurado que en Estados Unidos “la inflación tocará techo en el primer trimestre de 2022 y luego bajará para cerrar el año cerca del objetivo de la Reserva Federal, el 2%”.

Según este especialista, “la principal razón es que los cuellos de botella se irán deshaciendo y la demanda de productos se ralentizará a medida que los programas de apoyo fiscal vayan expirando”.

Precisamente lo que espera todo el mundo. O casi.


 

Los niños de los juicios ocultos del 11J

En relación con los menores de 18 años detenidos desde el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos se echaron a las calles de decenas de ciudades y pueblos de Cuba pidiendo “libertad, patria y vida”, el grupo de trabajo Justicia 11J incluyó nuevas detenciones este lunes, “para un total de 48 menores detenidos, de los cuales 15 continúan en establecimientos penitenciarios”.

“Añadimos a nuestro listado, con carácter confidencial, la información de tres niños de 12, 13 y 14 años respectivamente, que se encuentran cumpliendo la sanción administrativa de un año de internamiento en el centro de detención de menores llamado Escuela de Formación Integral de Matanzas, por su participación en las protestas de Cárdenas”, apuntó Justicia 11J.

“En la provincia de Holguín serán juzgados cuatro menores de 18 años junto a otros manifestantes por el delito (contra la Seguridad del Estado) de sedición”, añadió el grupo.

“De un total de 1355 personas detenidas en relación con las protestas del 11 de julio, al menos 719 continúan en centros de reclusión, 70 de ellas mujeres”, precisó. “De las 593 personas que han sido excarceladas, muchas están en espera de juicio bajo medida cautelar de libertad bajo fianza o prisión domiciliaria. Un total de 158 personas están siendo o han sido ya procesadas por cargos de sedición, y 40, de sabotaje”.

Entretanto, la etiqueta #LibertadParaLosNiñosDel11J se ha viralizado en redes. “Los familiares de los presos del 11J piden a la agencia EFE que dé cobertura a los juicios”, informó el portal 14yMedio. “Varios activistas se han sumado a la campaña” que usa la etiqueta #EFECubreLosJuicios

Juan Antonio Blanco, director de la FDHC, dijo a Martí Noticias que en los procesos judiciales contra los manifestantes del 11 de julio, desarrollados con “un estilo medieval y opaco”, debe estar presente la prensa extranjera.

“Si el gobierno cubano quiere comportarse como un rufián, que lo haga frente a las cámaras de televisión y radio nacionales y permita la presencia de los más de 75 medios de prensa acreditados en Cuba”, expresó el activista y ensayista.


 

Valdés Cocho y Esteban Rodríguez, desterrados en el limbo

Los periodistas independientes Héctor Luis Valdés Cocho y Esteban Rodríguez, miembros del Movimiento San Isidro y colaboradores del sitio ADN Cuba -entre otros medios-, fueron desterrados por el régimen castrista el martes pasado, y se encuentran en un limbo migratorio tras arribar por vía aérea a El Salvador y denegarle Nicaragua la entrada al país.

“Esteban llevaba, hasta el día de ayer 4 de enero del 2022, ocho meses de injusta condena dentro de la prisión de máxima seguridad en el Combinado del Este; todo por exigir pacíficamente los derechos de todos los cubanos e intentar ver a un amigo que se encontraba en huelga de hambre y sed, Luis Manuel Otero Alcantara”, narró Valdés Cocho en su muro de Facebook. “Ocho meses en que su cuerpo fue sometido hasta el último minuto a torturas y confinamientos en celdas de castigo en condiciones infrahumanas”.

“Por no saber tolerar una opinión distinta y reconocer que todos y todas tenemos el derecho de expresarnos sin miedo a la represión, el régimen cubano nos obligó a tomar la decisión de abandonar nuestro país”, añadió el reportero. “A Esteban lo llevaron al aeropuerto en la madrugada de ayer, al igual que a mí. Aún Esteban tiene en sus pies las marcas que le dejaron las llamadas shakiras. Todo ese tiempo, en que las lágrimas no faltaron, ellos (la policía política cubana) estaban ahí recordándonos que éramos expulsados y que jamás podríamos regresar a Cuba”.

Valdés y Rodríguez hicieron escala en Tocumen, “aeropuerto en que tomamos otro vuelo hacia El Salvador, desde donde tomaríamos otro hacia Managua”, explicó Valdés Cocho. “Justo a las 9:30 p.m., hora en que llegó el último vuelo hacia Nicaragua, único país con libre visado y en el que unos amigos nos darían refugio en su hogar para de ahí pedir asilo político en algún país con democracia, justo a la hora en punto de la llegada del vuelo, nos llamaron por el altavoz y nos comunicaron que la dictadura nicaragüense nos prohibía la entrada a Esteban y a mí”.

“Nunca nos dieron una explicación ni mucho menos una posible solución a esta problemática: Varados en San Salvador, en un limbo migratorio y sin la idea de retornar a nuestra tierra por la inminente amenaza de procesarnos si lo hacemos”.

“Acá estamos, sin soluciones, sin dinero, sin comida e implorando al gobierno salvadoreño o a cualquier país en democracia que nos brinden ayuda”, cerró el comunicador independiente. “Ya vamos para veinticuatro horas como hoja que bate el viento”.


 

Sesenta y tres aniversarios de la revolución cubana

Vale la pena pasar balance de lo sucedido en Cuba en los meses precedentes. Año tras año, y ya vamos por el 63 aniversario, dije que estábamos cerca del final. Lo creía, pero no era cierto. Pensé que a Fidel le interesaba el destino del pueblo cubano y no sólo hacer su voluntad. Sebastián Arcos, desde Florida International University, en declaraciones para BBC, opinó lo contrario. Tenía razón. Fidel estaba dispuesto, como durante la Crisis de los Misiles, a que todos murieran, con tal de no dar su brazo a torcer. Yo pensaba que la realidad lo forzaría a rectificar. En noviembre del 89 desapareció el comunismo, y en diciembre 25 de 1991 la propia URSS hizo mutis por la historia y parecía que la dictadura cubana se quedaba sola.

Fue la época de las limosnas y de las conspiraciones. Salinas de Gortari le echó una mano política junto a Carlos Andrés Pérez y César Gaviria. Eso ocurrió en Islas Mujeres, en el México caribeño, y me lo contaron Salinas de Gortari y Beatrice Rangel, entonces ministra de CAP. Felipe González le diseñó una reforma y envió secretamente a Carlos Solchaga, su economista de confianza, a ejecutarla. El Departamento de Conspiraciones quedó a cargo del Foro de Sao Paulo y Lula da Silva; invitaron hasta al ingeniero Marcelo Odebrecht, personaje mayor de la corrupción. (En Internet hay una foto en la que están Raúl Castro, M. Odebrecht, Ramiro Valdés y otros cómplices de la corrupción en el Foro de Sao Paulo).

El 2021 fue la eclosión del Movimiento San Isidro y de su cabeza más visible, Luis Manuel Otero Alcántara. Es un grupo de jóvenes artistas, muy pobres, la mayor parte mestizos, como casi la totalidad del pueblo cubano, surgido en el 2018 para luchar contra el Decreto 349 que intentaba aherrojar aún más a los artistas. Tania Bruguera enseguida se hizo eco de las protestas. Y los raperos se volcaron en contra del presidente Díaz Canel agregándole un epíteto, “si…gao”, que hasta una cotorra repetía incesantemente sin saber que corría el riesgo de acabar como el gallo de Morón: sin plumas y cacareando.

Pero el golpe mayor a la dictadura cubana se lo propinaron en Las Vegas, Estados Unidos, el 18 de noviembre, pese a las presiones en contra de ese muy bien relacionado gobierno. Fue ahí, en las “Galas”, donde “Patria y  Vida”  obtuvo dos Grammy latinos (no uno, sino dos: el premio a la mejor canción urbana y a la mejor canción del año). Lo cantan y lo han compuesto Yotuel Romero, Descemer Bueno, Mykel Osorbo, El Funky y Gente de Zona. La canción se la escuché cantar a Yotuel, junto a Mario Vargas Llosa, durante una distinción especial que la Fundación Internacional por la Libertad le otorgaba a los creadores de lo que han llamado “el segundo himno de Cuba”.

¿Qué ha sucedido en Cuba para que el descalabro sea mayúsculo e irreversible? Mil trescientos presos políticos, casi todos jóvenes, por pedir la libertad de Cuba en las manifestaciones del 11 de julio. Una inflación para el año que termina del 740%, reporta el Diario de Cuba, citando los estudios por países de The Economist. Esa es una cifra obscena que refleja la incompetencia de la cúpula que dirige a ese pobre país. No hay dinero ni nada que comprar en Cuba. Ha disminuido en un 44% la producción de carne de cerdo, informa el diario digital 14yMedio y verifica la denuncia Pedro Monreal, un economista “de ellos”.  No en balde Cubanet titula una de sus crónicas: “Refrigeradores vacíos y sueños rotos, así se pasó Nochebuena en Cuba”. Esto viene, muy bien seleccionado, en el “paquete” diario que confecciona Miguel García Delgado, exoficial del Segundo Frente Nacional del Escambray.

Reinaldo Escobar, un periodista independiente, experto en marxismo, teme que Díaz-Canel quiera revivir el marxismo-leninismo para escapar de la crisis. Pero sólo hay una manera de huir de ese desbarajuste: repetir, más o menos, lo que dijo Gorbachov el 25 de diciembre de 1991, hace 30 años. El marxismo conduce al fracaso y a la dictadura. No queda otro remedio que cancelarlo totalmente.

Esto lo sabía Marx desde 1870, cuando William Jevons, un joven catedrático británico, publicó sus conclusiones “marginalistas” sobre la teoría del valor (luego reiterada, independientemente, por el austriaco Carl Menger y por el francés León Walras). Por eso Marx no publicó los tomos 2 y 3 de Das Capital. Era inútil. Si su teoría del valor era falsa, como en su momento demostró el economista austriaco Eugene von Böhm-Bawrek, también lo era la plusvalía y se derrumbaba toda su hipótesis. Así de simple.


 

Una luminosa oscuridad

Afirmó Lezama Lima (y después otros lo han repetido tanto) que la controvertida densidad barroca y la aparente impermeabilidad de sus textos difieren de los escritos por su venerado Luis de Góngora en el hecho de que éste tornó oscuras las cosas claras, mientras él trataba de hacer claras las oscuras. Lezamiano al fin, fue un sagaz intento por cortar por lo sano el rifirrafe sobre las influencias, a sabiendas de que suelen ser interminables, además de poco remuneradoras. Más preciso, aunque igualmente sobrara, habría sido explicar que por razones de intrínseca naturaleza humana, ¿o divina?, el genio es intransferible. Y que en definitiva el carácter claro u oscuro de una obra depende de las diversas capacidades de percepción de los destinatarios, más que del plan de su hacedor.

La vasta y por momentos cansona historia que lo acredita nos llega desde la “oscuridad” de los jeroglíficos egipcios, heredada –dicen– por Hermes Trismegistus, quien, en los primeros siglos de la Era Cristiana, inspiró el hermetismo como lenguaje pretendidamente abstruso, ideal para alquimistas y poetas. Con él se iniciaría un trayecto que iba a servir de puente entre el Renacimiento y el Barroco, pasando luego por el simbolismo y el decadentismo, entre otros ismos conocidos, hasta llegar a nuestros días, cuyo distanciamiento -por un montón de milenios- de aquel Corpus Hermeticum, no ha impedido que cada época, y aun cada representante de cada época, reproduzca su legado siguiendo originales modos de ser herméticos u oscuros o como quieran llamarle a la tendencia.

Ya que no pudo ser menos, la actual poesía cubana del exilio también airea sus presupuestos en tal sentido. Pongo por caso el poemario Conjuro de diamante, de Juan Carlos Mirabal, que algunos quizás gustarían arrimar al barroquismo o al neobarroquismo, pero que al fin y al cabo es afluente de aquel antiquísimo surtidor, que ha sido el mismo para todos, aunque no se identifique por medio de la simple transtextualidad o la influencia directa, sino en determinadas hechuras y recursos metalingüísticos individuales. Para no rizar el rizo con esas socorridas teorías de la metatranca, digamos que donde Góngora se empeñó en presentar oscuras las cosas claras y Lezama hizo claras las oscuras, Juan Carlos únicamente parece aspirar a la disolución de ciertas penumbras interiores, expulsándolas a como dé lugar y a tono con un estilo personalísimo que no oscurece lo claro ni aclara lo oscuro, sino que más bien se limita a descomprimir en cada verso sus propias subjetividades.

“Saber volar entre el pájaro y la sombra del pájaro/ aceptada la piedad del derrumbe,/ la muerte espía clarividente,/ la voz del pez acumulada en la red…”. Por esa ruta, trazada en el poema Blanco, parecen enfilar muchas de las criaturas de Conjuro de diamante, acervo de reveladores dispositivos del lenguaje, que apelan a la imagen poética como vehículo de la emoción, más que de la expresión cavilada, estableciendo una suerte de juego cómplice entre adjetivos y sustantivos, un divertimento que podría decirse pujan por desbordar el sintagma para convertir cada verso en un poema con estructura autónoma. Sin embargo, bien visto, no se trata sino de un ingenioso ardid, ya que lejos de socavar la unidad del poema, la enriquece al sostenerla sobre un revoloteo de axiomas tan armoniosamente entretejidos que al final resulta inviable desarticularlos: “La flecha mientras silba no conoce la herida,/ no sabe del delirio que asoma en su cabeza./ Los muchachos tensan la cuerda, no pueden/ con un pétalo de piedra mojar la llama,/ la lucidez del ojo, ni pueden postergar la soledad…”.

Los versos de Juan Carlos Mirabal sorprenden por su estado prístino. Es poesía pura y dura. Podría decirse que sus tropos no buscan el deslumbramiento por intermedio del mero efecto visual o acústico, no son decorado sino enjundia, materia poética que va directa al inconsciente: “… y ladra un grito sin cabeza la memoria del cuchillo…”. Es el poderío de lo sensorial frente a lo remirado: “Las milicias del caos cotizan su silencio,/ enjoyan con ojo de arcón turquesa el desplome del cosmos…”. Es el afán por devolver al lenguaje poético su más jugosa concreción semántica: “En el veredicto del tiempo/ el sillón se columpia solo…”. “… el niño que teje una trenza en el pubis del cielo”.

En fin, me ha resultado particularmente disfrutable este libro, un acierto más de la Editorial Primigenios, y una feliz prueba (otra) del variado y rico abanico de estilos y tendencias que tipifica desde hace algún tiempo el panorama de la poesía cubana en el exilio. Si bien mentía literalmente Cicerón al decir que el momento más oscuro de la noche es el que está más cerca del amanecer, tuvo la razón de un santo al revestir su artificio con un matiz poético que viene a pedir de boca tanto para el poemario de Juan Carlos como para el estado de nuestra labor creativa sin patria pero sin trabas.


 

En Cuba envidian hasta a las gallinas

«Más de 150 cubanos en toda la isla han enfrentado hasta 25 años en juicios falsos entre el 13 y el 24 de diciembre de 2021», expresó este domingo, en Twitter, Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos. «El gobierno cubano debe detener estas sentencias injustas por protestas pacíficas. Pedimos la liberación inmediata de los manifestantes del #11J».

Con «juicios falsos», Nichols se refiere a un sistema judicial cubano completamente dependiente del Partido Comunista en el poder. «Vivimos en un contexto de completa vulnerabilidad jurídica, con letrados amenazados por la Seguridad del Estado si intentan salirse de lo permitido», indicó esta semana el Movimiento San Isidro (independiente).

Ya en el verano pasado, doce cubanos arrestados en las masivas protestas del 11 de julio de 2021 recibieron condenas tras un juicio sumario en el que la mayoría no contó siquiera con un abogado.

La parcialidad de «la justicia» en Cuba constituye una de las principales herramientas del castrismo para mantener silenciada a la población indefensa. El mensaje de intimidación oficialista es simple: «Si te manifiestas contra nosotros, incluso pacíficamente, nada ni nadie en este mundo podrá defenderte».

«La justicia en Cuba es un cuento chino», expresó a esta redacción Charles García Froilán, uno de los manifestantes del 11 de julio pasado que no pudo ser detectado por la policía política cubana.

«Vivimos en un gallinero bajo vigilancia», añadió García Frolián (seudónimo). «Con la diferencia de que las gallinas al menos pueden expresarse libremente antes de ser sacrificadas. Nosotros ni eso».

No obstante, la sociedad civil cubana no se rinde. El pasado 24 de diciembre, vestidas de negro en una iglesia, madres y familiares de los presos del 11J pidieron libertad para los suyos, en lo que parece un incipiente movimiento de protesta similar al de las Damas de Blanco, al que llamaron «Navidad Negra».


 

Cristo en Navidad

En los observatorios astronómicos chinos se anotó esa noche un raro fenómeno en la esfera celeste. Los hombres de ciencia, los técnicos, se limitaron a inscribir en sus tablillas el dato. No sabían que levantaban el acta notarial del nacimiento de un Niño que era el Enviado Plenipotenciario, un especialísimo Embajador de los poderes del Cielo. Los chinos fueron, en este caso único, los notarios de Dios.

Lo peculiar, lo distinto y único de este Niño nacido ese día y ese año, era el estado puro, no dañado ni gastado por la historia, de la Encarnación contenida en todo niño que viene al mundo.

Jesús era un nuevo Adn sin mancha, un Enviado a convivir con el viejo y desorientado Adn vuelto de espaldas a Dios por entregado a la Historia, a las costumbres meramente cotidianas y rutinarias, al espejismo de creer que el destino del hombre es participar en el poder material sobre el mundo físico y nada más.

Esa postura u ocupación de vivir de espaldas a Dios producía la ilusión de libertad y de poder mediante el desligamiento o ruptura con la Divinidad, llámesele a esta así, o Poder Supremo, o Naturaleza, o Fuerza Creadora, u Origen. Era evidente que el hombre existía por un permiso (Foucault decía «el formidable permiso de ser hombre») materializado en una Alianza entre el Creador y la Criatura. Esa Alianza fue rota por el hombre, porque el hombre es esencialmente un ser libre, pero no libre en la naturaleza como el animal, sino expresamente libre para aceptar o no la Alianza, el pacto o puente que une (liga y religa, de ahí religión) al hombre directamente con su Creador.

Atención: esa personalidad ambivalente de Cristo, que se hace hombre sin dejar de ser el Enviado, el hombre de confianza de Dios, es lo que permite la posesión de datos estrictamente históricos sobre el proceso de su vida entre  los hombres y sobre el porqué de su inmolación visible y material.

El hombre de aquel siglo, como el de ahora, sólo tenía ojos e interés por lo político. Recibe a aquel extraño ser, que siempre parecía no estar cuando estaba y parecía estar cuando no estaba, con el errado regocijo de quien cree que ha llegado su libertador político, el hombre que irá delante del pueblo, arma en mano, a arrojar de la patria al invasor. El Domingo de Ramos (recuérdese que todo  es real y simbólico, hecho y metáfora al mismo tiempo en la vida de Cristo entre los hombres), le reciben en apoteosis. Pero Él, que conoce  la verdad, que es la verdad pura, llora entristecido porque dentro de poco va a decepcionar a aquella gente.

Él viene a libertar, sí, pero no del poder político opresor, sino de otras opresiones. Porque de quien se ha vuelto esclavo el hombre, el vuelto de espaldas a Dios, no es del romano ni del persa, sino que es esclavo de sí mismo, prisionero dentro de la cárcel que él mismo ha fabricado y lleva consigo dondequiera que vaya. Cristo quiere libertar al hombre, pero no del poder político del romano a secas, sino de la esclavitud en que se vive cuando se vive desligado de Dios.

Y como no se percibe por la generalidad de los mortales la naturaleza dual de Cristo, se le entrega al poder material del romano, el poder jurídico y policíaco, a cambio de la puesta en libertad de un activista político, de un luchador contra el poder político opresor de su pueblo, Barrabás. Esta elección estaba contemplada por las leyes vigentes como una alternativa que el poder ofrecía en ocasiones al pueblo sojuzgado. El líder político queda en libertad, y el apolítico, el defraudador de las esperanzas erradas, es sometido a la aplicación minuciosa, exacta, de lo que la Ley Romana, el Código Penal del Imperio, prescribía para estos casos de desacato al poder. Es la ley romana la que mata a Cristo.

Todo lo que cuentan los evangelistas está registrado en los viejos textos de Derecho Romano. La esponja con vinagre, el lanzazo en el costado, la fractura de las rodillas, el llevar a hombros desde Pretorio hasta el Calvario el travesaño de madera con el que se va a crucificar al reo en el patíbulo –el trozo de madera que permanecía clavado firmemente en el suelo desde que se introdujo en Palestina la muerte por crucifixión del reo, viejísimo procedimiento romano–, todo lo que se evoca al hablar de la Pasión y Muerte de Cristo, pertenecía al mundo de la política, al mundo de los hechos reales de los que el periodista ha de dar cuenta objetiva a sus lectores.

Cristo es sujeto pasivo de la actuación materialista, politizada y mezquina, desdivinizada a tope, del hombre común, del esclavo de su estrechísima prisión. Las palabras que pronuncia no se deben a los dolores físicos, porque su cuerpo carnal es en realidad una apariencia y nada más. Cuando dice «aparta de mí este cáliz», no está pidiendo que se le ahorre dolor a su carne y a sus huesos. Para Él el cáliz de amargura es la contemplación de la conducta de los humanos, la abrumadora evidencia del mal que aún predomina en el hombre y gobierna su utilización falaz del albedrío.

El cuerpo del hombre que Él echó sobre su espíritu, muere en la cruz. Pero ese hombre ficticio, esa «herramienta de trabajo» que Él materializó ante los ojos de cuantos sólo ven el bulto y la carne, no era Cristo. El Eterno tomó por un instante la apariencia de un ser perecedero y efímero, para trazarnos el sendero por donde nos sería dado recorrer el camino que conduce de la tierra al cielo.


Una primera versión de este artículo apareció en 1989. Cortesía El Blog de Montaner

Usamos cookies para brindarle la mejor experiencia posible en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio, acepte nuestro uso de cookies.
Aceptar
Privacy Policy