Inicio Blog Página 77

‘Quiero una Cuba sin conflictos’: Entrevista a Yimi Konclaze

Yimi Konclaze

En la escena del rap cubano el Yimi –como todos le conocemos– es un personaje particular y pintoresco, capaz de llegar tarde a sus propios conciertos y luego subirse al escenario con la sonrisa de un niño pícaro intentando vivir a su tiempo sin que nadie le imponga leyes, reglas u horarios. Su obra está cargada de un lenguaje performático que la hace original en medio de la diversidad del rap insular. No de ahora, que ya se puede decir que este artista ha alcanzado madurez en su creación por toda su trayectoria: Desde sus primeros trabajos, se observaban vestigios de una investigación creativa que rebasa las fronteras del rap para apropiarse de otros códigos estéticos, sonoros, visuales y sociales, con los cuales se conforma su música.

Poseedor de una poesía distintiva con gran dominio de la rima, sus letras expresan lo que se habla en el barrio. No cualquier barrio, sino la Habana Vieja. Esa Habana de solares en peligro de derrumbe, del invento para buscar dinero, de los pillos que te envuelven con la labia, prostitutas y travestis que salen de noche a comerciar su cuerpo.

El folklore que lo rodea, la religión, los santos, la rumba, el espíritu de su abuela que lo guía, es parte de la construcción de este rapero, activista, Dj y productor. Un chamaco de barrio con sueños por los cuales apostó: al arte, la música, la libertad…     

¿Cómo llega Yimi Konclaze al rap?

Tengo el recuerdo de haber rapeado con el Rap del Tomatico en la primaria, de encontrarme con algún que otro casete de Vico C en cinta. Estando en la secundaria en algún pase de la beca, en fiestas del CDR, ponían a El General. En esa época fue cuando yo tuve noción de la Música Urbana.

¿Qué temáticas comenzaste a desarrollar en tus canciones?

En ese tiempo yo me sentía con poco feedback y lo que hacía era ver filmes.  Muchas de las primeras canciones eran basadas en los filmes que veía. Me conectaba incluso con los soundtracks de esas películas. Después han pasado los años y evidentemente me he dado cuenta que muchos eran filmes buenos. De un Hollywood comercial pero con buena factura sobre todo en el contenido y el mensaje que te dejaban. Me gustaba leer, le descargo a los libros, pero el cine capturó una cosa en mí, lo cual me inspiraba mucho.

Con el pasar del tiempo igual comencé a inmiscuirme un poco más en la trayectoria de raperos que me estaban gustando, sobre todo del Yuma, New York, Los Ángeles y esas tallas. Ahí empecé a comprender cosas que estaban en plena sintonía con las ganas que teníamos de expresarnos mediante ese medio.

También para crear las canciones creo que hay factores que tienen que ver con los momentos de crisis. Pueden ser personales o cosas que uno busca en el propio pasado u otras que te estén sucediendo en el presente. A partir de la separación de lo que para ti es crisis, pero pudo haber sido en otro momento crisis para otras personas, comienzas a valorar los ciclos donde rompes esa dualidad con otros seres y eso es lo que te hace crear las canciones con las cuales pueden conectar con el público.

En tu trabajo se puede percibir una gran variedad de mezclas, dando como resultado un producto experimental dentro del rap. Háblame de tus referentes musicales.

Desde que uno está en la barriga de mami está cogiendo pulsaciones y recibiendo un beat. Ese beat tiene mucho que ver con tus genes y ADN. Todo eso tiene que ver con tu árbol y tu historia trasgeneracional y por supuesto ahí está la música, en la conexión espiritual con mis antepasados, mi abuela y demás. Entonces, en primer lugar, eso a mí se me refleja y me siento muy conectado con ello.

Yo tengo total gratitud con la época que me tocó vivir de fiñe, yo viví los ochenta. Lo que tenía era un tv ruso y un Elpidio Valdés, una radio, muchas cintas sobre las cuales estás sentado –debajo de esa cama hay muchos casetes de cinta– y tengo una gran pasión por ese momento.

La banda sonora de mi niñez es en gran parte la música que les gustaba a mis padres. Podría mencionar la música romántica de aquel tiempo, los boleros. También te puedo mencionar referentes como Caetano Veloso, Van Van, Irakere, Carlos Embale, Los Muñequitos de Matanzas. Yo soy criado en Jesús María, Habana Vieja, la rumba tiene mucho de mí. Este es un barrio de rumba natural, lo aprendí luego.

Comencé a entender realmente la rumba súper tarde, a los veinte y tantos años. En mi etapa de adolescente lo que estaba de moda era la timba cubana. Yo estuve en el concierto del Team Cuba en el Capitolio. Cuando salía de pase en la beca iba para el Salón Rosado de la Tropical, los conciertos de la Piragua con NG La Banda. Todo eso en vivo yo lo cogí de chama. Igual era lo que se oía en la beca, que fue donde aprendí a bailar casino. Eso influyó mucho pues me encantaba bailar y con el rap fue un contraste fuerte, pues los raperos no bailan.

La rumba llega a mí por mi abuela y mi barrio. Pero la primera conexión que yo tuve con un tambor fue en casa de mi tío Carlitín, en el Cerro.

Háblame un poco de tu experiencia como productor musical.

Eso también tiene que ver con la música que me ha influenciado. Cuando me quiero acordar de mi infancia sampleo sonidos relacionados a ella, que detecto en el momento: Nelson Ned, José Feliciano, José José, Dúo Pimpinela, el cual mis padres me ponían a cantar de niño junto a mi hermana. Esas cosas a mí me cuadra samplearlas porque me conectan con el niño que quiero seguir siendo.

Aprendí que la música se podía hacer por computadora en un momento de la vida en que yo no tenía computadora, ni soñaba tenerla, creo que mi hija aún no había nacido. Yo sabía que en mi cabeza tenía el software, por llamarlo de algún modo, y eso hizo que el camino se me hiciera súper fácil para atrapar y lograr cosas sin tener la posibilidad.

Mi carrera de disidente comienza cuando copio la llave de la oficina de mi mamá sin que ella se diera cuenta, y entro a la escuela donde ella era directora sin pedir permiso… y de ahí salían mis backgrounds.

Háblame de tus trabajos como promotor cultural en la comunidad.

Eso surge a raíz de entender que había mucha gente aquí que se estaba conectando. Yo te digo, cuando uno hace algo en el barrio y trae disciplina no piensa que está rompiendo un paradigma. Yo realmente lo que pienso es que la gente lo sabe y lo va a asumir bien sin entrar en shock cuando me decido a hacer algo con la comunidad. Yo entiendo que todo el mundo sabe lo que es y lo entiende. Es la respuesta que he tenido, aunque luego en el proceso me he dado cuenta que para ellos ha sido un impacto positivo de conocimientos.

Háblame de tu proyecto La Partidera, el cual realizabas en La Madriguera y dabas espacio a otros raperos para que se presentaran…

Eso surge por allá por el año 2007, por lo menos la primera temporada, ya la segunda fue por el 2012 o 2013. Mira, Claudia Expósito, Carlito El Puro, Libán, Jorgito, Denis, ellos eran EL Topo Producciones que trabajaban ahí en La Madriguera, son los que me apoyan en ese proyecto.

Libán era el que se encargaba de programar a los artistas que cantaban. Ya yo en ese tiempo tenía mi experiencia como DJ, poseía una laptop y me gustaba mucho poner música. Y aunque me gustaba rapear, siempre he pensado que el rap no me puede aburrir y entonces la cultura la empecé a expandir y me comuniqué con grafiteros y bailadores, abriendo espacios para esa cultura underground.

Cuéntame de tu conexión con las artes visuales y en especial con la figura de Wifredo Lam. 

A Lam yo lo escuchaba de nombre y no sabía si era escritor o pintor (músico si estaba seguro que no era). Entonces me encuentro con el documental de Humberto Solás con música de Leo Bouwer, es ahí donde comienzo a recoger imágenes de Lam y a tener noción de su obra.

De Lam me inspira sobre todo su historia, su pensamiento, la mezcla también, pues yo vengo de chino y de afro igual. Entonces, gracias a Otari, un artista visual que me regala su biografía, me pude adentrar más en lo que es su obra, y es lo que realmente comienza a despertar en mí a la religión afrocubana. Eso ocurre en el documental cuando el menciona el nombre de Changó, haciendo una descripción de una obra, y yo soy hijo de Changó. Ocurrió antes de la de mano de Orula sin yo saber de quién era  hijo, en el 2014, lo cual marcó un antes y un después.

¿Cómo ves la situación del arte independiente en Cuba?

Lo veo tan oprimido que no llega hasta aquí. Ahora lo que veo es el colapso. Pero vamos a ver por qué llegó al colapso. Es por toda la censura y todo lo que se ha tenido que hacer por los propios medios de uno sin ningún apoyo. Yo creo que la pandemia también ha sido un factor importante que ha frenado muchos espacios que antes existían y ahora ya ni eso.

También que las instituciones a través del tiempo han perdido más interés y sentido de apropiación por los eventos que se hacen, ya sea porque no los entienden o porque no los valoran o entran en diferentes tipos de conflictos con sus organizadores. Jorge Enrique Rodríguez en algún momento fue algo en las instituciones, no sé si vicepresidente de la AHS o qué exactamente, y hoy por hoy él es una persona que trabaja fuera de las instituciones, vinculado con eventos culturales o no, pero lo que se demuestra aquí es que esas instituciones han perdido el vínculo con sus propios trabajadores. Imagínate con los artistas que no ven todos los días, gente que se queda, gente que va y viene.

¿Cómo tú ves esos casos de represión donde a artistas independientes los hostiga la Seguridad del Estado y los funcionarios dicen que ellos desconocen esos incidentes?

Eso es mentira. Esa gente se sigue los unos a los otros. ¿Que la institución cultural no va a saber que los artistas están recibiendo represión, en serio bro? No de ahora, de cuando el Sexto.

¿Qué opinas del descrédito que sufren los artistas independientes, que son acusados en los medios como mercenarios?

¿Mercenarios porque reciben dinero de otros sitios? ¿Y cómo se han hecho las guerras en este país? ¿Cómo tú puedes enfrentar a un sistema que no te va a reconocer como partícipe de un cambio? ¿Qué estamos haciendo?, repitiendo un ciclo. ¿Qué vamos a decir? Que Martí vivió en New York más de 10 años, que tuvo que contactar con tabacaleros y tuvo que formar cosas porque él venía de una familia pobre.

El arte independiente proviene de una esencia realmente complicada y disfuncional y al no recibir ningún tipo de apoyo del gobierno tiene que buscar opciones. Yo no sé de dónde sale el dinero para que los artistas produzcan sus obras. De cualquier lugar que salga, no tiene que ser directamente de Estados Unidos. ¿Vas a ser mercenario? Porque estás buscando una manera de equilibrar la obra que viene contigo desde que naces y el sistema en que vives no apoya eso. Imagínate tú, eso no hay quien lo controle y yo creo que ahí lo que hay es mucha difamación.

¿Cómo tú visualizas la Cuba del futuro?

Una Cuba sin tener que hacer colas y poder proyectar mi vida sin tener que mirar precios ni qué cuesta nada. Sin tener que estar ahorrando nada, ni salarios, ni datos móviles ni esto o lo otro. En este mismo espacio que es mío donde no pago renta y tengo una vista que me gusta, con tranquilidad y sin ningún ruido de nada. Quiero poder tener un huerto y la libertad de hacer lo que me plazca. Que todas las personas tenga el derecho a amar lo que hacen y libertad de hacerlo. El que no tenga la libertad de hacerlo que salga para la calle o se lo discuta a quien se lo tenga que discutir.

La Cuba del futuro donde ya todos hubiesen discutido eso y no hubiese más guerras ni conflictos.


Dos valientes cubanas o la insoportable inhumanidad del bloqueo castrista

Katherine Bisquet y Camila Lobón reaccionan al cerco de la policía política (foto de Facebook)

La Cuba policial continúa empeñada en ahogar a la Cuba independiente. En Facebook, cubanos de dentro y de afuera se hicieron eco este martes de las denuncias contra el bloqueo de la Seguridad del Estado a dos jóvenes creadoras del Movimiento San Isidro, quienes ya por trece días permanecen cercadas domiciliariamente.

«Katherine Bisquet y Camila Lobón escribieron en una sábana para denunciar que llevan 13 días en presión domiciliaria ilegal en Cuba y la colgaron hacia la calle», denunció desde Barcelona el escritor Arsenio Rodríguez Quintana. «El valor de estas jóvenes contra la dictadura en Cuba es descomunal. Mi apoyo a ellas, al Movimiento San Isidro y al 27N es sin fisuras».

«Un orgullo tener amigas como ellas, las artistas Katherine Bisquet y Camila Lobón. Encerradas por la Seguridad del Estado de Cuba por 13 días sin una sola razón legal. Usando su maquillaje, han pintado esta sábana y la han colgado del balcón», subrayó desde La Habana la periodista Luz Escobar:

Tras los sucesos del 27 de noviembre pasado, cuando cientos de jóvenes se congregaron frente al Ministerio de Cultura pidiendo la liberación del rapero Denis Solís y el cese del acoso contra los creadores independientes -luego de una huelga de hambre protagonizada por el Movimiento San Isidro-, los miembros del grupo se han visto sometidos a un cerco frente a sus domicilios que ya abarca todo el mes de diciembre.

El mitin de repudio contra Bisquet y Lobón no podía faltar:

«El arsenal culturo-repudial ha integrado en su repertorio a Moneda Dura, Moncada, Carlos Puebla, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Shara González, fragmentos de discursos de Fidel grabados y de vez en cuando un vecino que declama Bonifacio Byrne o grita lo de siempre, Fuera, Gusanas, Descaradas, Mercenarias, la calle es solo de los revoluyouknow», describió Lobón en Facebook. «Nada nuevo bajo el sol, imaginación 0. Es mi segundo acto de repudio en el año».

«A muchos les va a dar risa y a muchos ganas de llorar», escribió, por su parte, Bisquet. «A la mayoría les provoque quizás la mueca extraña esa entre la risa y el llanto. Pero la verdad es que cuando el altavoz, justo antes de la conocida avalancha de improperios e insultos, balbuceó las palabras delirantes ‘Y gracias a esta Revolución se está salvando a nuestra Revolución’, yo llegué a pensar por un segundo que aquella voz no venía de la calle sino de ahí mismo, de la azotea, y era una voz que entendía perfectamente tanto los mecanismos como el sentido último del Estado cubano».

Nueva editorial ‘El Ateje’ abre con colección de teatro

José Abreu Felippe

La editorial miamense El Ateje abre su Colección Teatro «con dos dramaturgos esenciales dentro del panorama teatral cubano, José Abreu Felippe y Héctor Santiago», han anunciado sus editores.

«Las piezas que integran estos libros parten del drama humano y se adentran en el dolor, la desesperación, la ruptura familiar y el deseo de libertad», indicaron. «Dos de las obras, Amar así de Abreu Felippe y El último vuelo de La Paloma, de Santiago, están ambientadas en los sucesos del Mariel, que este año 2020 conmemora su 40 aniversario».

«En la segunda pieza de Santiago, El loco juego de las locas, los personajes recrean en un juego de dolor y muerte, los campos de trabajo forzado UMAP en Cuba, que conmemora sus 55 años de instaurados».

«Dos efemérides cubanas que evocan momentos trágicos, violentos, actos de repudio, trabajo forzado y represión».

José Abreu Felippe. Poeta, narrador y dramaturgo. Nació en La Habana el 19 de marzo de 1947. Vivió unos años en Madrid y desde 1987 reside en Miami. Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero por El tiempo afuera, 2000. Como dramaturgo ha publicado Amar así (1988, 2020), primera obra escrita en el marco literario cubano sobre el éxodo del Mariel, fechada en La Habana en 1980. Teatro (1998), que reúne cinco piezas; Tres piezas (2010); y Árido (2012). Recibió el Premio Baco de Teatro en el 2012. Entre sus obras más recientes se encuentran Cenizas (2016) y La Felicidad (2020).

Héctor Santiago (La Habana, 1944). Director, dramaturgo, actor, titiritero, coreógrafo, bailarín y pintor. Graduado del Seminario de Dramaturgia del Teatro Nacional de Cuba. Vive exiliado en New York desde 1979. Sus obras han sido estrenadas en Estados Unidos, México, Brasil, Perú y Paraguay. Premio “Letras de Oro” 1997, por Vida y pasión de La Peregrina; Premio “Concurso Chicano/Latino”, Premio Teatral Internacional “Monólogo Dramático”, Madrid, España. Premio Teatral Internacional “Alberto Gutiérrez de la Solana”. En New York participó en una exhibición colectiva en la Galería Jadeite y en una unipersonal en la galería del curador Gustavo Valdés en New Jersey. En el 2012 publicó la novela La memoria del agua.

Contacto con la editorial: [email protected]


Lecciones de la serie española ‘La valla’ (The Barrier)

1- No hace falta un acento unificado —el supuesto ‘neutro’— para que el público se identifique y acepte a los distintos personajes de esta serie en Netflix. Por ejemplo, Alma es argentina, habla con un marcadísimo acento gaucho y nadie se lo cuestiona. Se entiende todo lo que dice, así que Televisa, Telemundo, Univisión, quiten la camisa de fuerza del acento dizque ‘neutro’ a sus actores no mexicanos.

2- Pero la gran lección no es esa, sino cómo es la vida de los pobres ciudadanos bajo un régimen totalitario, vigilados por una Begoña en cada comuna (cual CDR castristas: «En cada cuadra un comité, en cada cuadra… un chivatón») y por la Seguridad del Estado, a merced además de los chivatos oportunistas o fanáticos, que nunca faltan. Hace falta que todos los socialistas trasnochados —sobre todo los españoles— vean esta serie, donde el pueblo come ‘carne con papas’ sin carne mientras la nomenclatura gobernante y sus familiares gozan de todo tipo de privilegios. Esa es la Cuba de hoy, tíos trasnochados, y lamentablemente, desde ya pronto 62 años.

3- Desgraciadamente, la Seguridad del Estado siempre encuentra individuos que, por miedo a perder su trabajo o su posición, o por chantaje, porque los detuvieron haciendo algo ‘ilegal’ —casi toda actividad libre del control del estado totalitario es ‘ilegal’—,  aceptan vigilar e informar sobre sus familiares y amigos, algo de lo que he sido víctima yo mismo, pues dos de mis supuestos grandes amigos en Cuba, uno en La Habana y otro en Santiago de Cuba, accedieron a vigilarme cuando yo iba a la Isla para informar de mis movimientos y reportar si tenía algún encuentro con la disidencia. 

A uno lo dejé de tratar pero al otro lo he perdonado. Aunque no olvido.

4- Y por último, y no por ello menos importante, que todos los pueblos bajo dictaduras totalitarias se comportan de modo similar. La mayoría vive con miedo y hace el juego de la doble moral y hay chivatos y colaboradores. Como tan bien dice mi gran amiga Anabel, un solo hombre como dictador no puede joder a un país y a un pueblo si no cuenta con gente servil que lo siga y lo apoye.

Como coletilla, y ya sin nada que ver con dicha serie: Incluso muchos de los que logran escapar de la dictadura castrista (Díaz Canel es tan títere que no amerita decir «canelista») aún continúan con miedo a las represalias del régimen, como no poder entrar a Cuba, y no ponen «like» a textos en su contra, como éste mismo, por ejemplo. Ya que sabemos que las ciberclarias nos revisan Facebook, los emails y Twiter, como antes nos abrían la correspondencia… y siguen escuchando las llamadas.

Gracias, valiente Movimiento San Isidro. Viva la libertad de expresión. Cuba para todos. Sin miedo.

Comunicado #3 de los acuartelados de San Isidro

"El San Lázaro de cerámica que teníamos en San Isidro". Katherine Bisquet en Facebook

Este lunes, en Facebook, la escritora Katherine Bisquet publicó el siguiente comunicado a nombre del Movimiento San Isidro, cuyos miembros continúan sitiados por el régimen castrista en sus domicilios:

Comunicado:

En los días recientes hemos asistido a un despertar sin precedentes para Cuba. Miles de cubanos, sin importar el lugar de residencia actual, se han reconectado con el país y sus anhelos de libertad y han salido a las calles, exhibiendo con entusiasmo el apoyo a San Isidro, a la liberación de Denis Solís y a un cambio democrático para todos.

Dentro de la isla también hemos recibido numerosas muestras de apoyo, a pesar de la campaña difamatoria que el Estado ha desarrollado contra nosotros y la militarización de los espacios públicos. Algunos se han manifestado, exponiéndose a detenciones y maltratos, otros han apoyado desde un posicionamiento en la redes o a través de muestras de solidaridad a nivel personal o grupal.

Todo cuenta para nosotros: desde comunicados explícitos de apoyo, obras de arte, carteles, videos, hasta los saludos emocionados que recibimos de personas en las calles, poniendo sus manos en el corazón, o las que auxilian en sus casas a los que todavía están sitiados.

Desde ese espíritu de celebración queremos continuar en la senda de la libertad. Insistimos en nuestro derecho a movernos libremente y a reunirnos. Insistimos en la necesidad de seguir luchando por la liberación de Denis Solís y ahora también de Luis Robles, joven que se manifestó pacíficamente en el boulevard de San Rafael, en La Habana, y que ya fue acusado de desacato.

El gobierno ha demostrado de todas las maneras posibles que no quiere diálogo y que está dispuesto incluso a recurrir a la violencia con tal de no cejar en la violación constante de nuestros derecho humanos y ciudadanos. Hemos esperado por dos semanas que la Seguridad del Estado quite la vigilancia a nuestras casas y nos permita volver a nuestras vidas y ocupaciones. Como no ha ocurrido, dejamos explícita nuestra decisión de hacer uso de nuestros derechos elementales y responsabilizamos al Estado Cubano de cualquier acto agresivo y arbitrario en nuestra contra. Somos mujeres y hombres libres y nuestras casas no son calabozos.
Este clima de efervescencia nacional coincide con la celebración de San Lázaro esta semana, culto popular donde se concentran tradicionalmente los anhelos más entrañables de los cubanos. Invocamos a la confluencia de esas energías y voluntades, para que cada persona de buena fe contemple, dentro de sus peticiones e iniciativas, el cambio que tanto necesitamos todos.

Queremos acompañar a Maykel Castillo a llevar hasta el Rincón la ropa de preso por él utilizada estos últimos meses, un performance a favor de la liberación de Silverio Portal Contreras. Que Silverio esté libre es motivo de júbilo y nos impulsa para continuar abogando por la excarcelación de Denis y de los más de cien presos políticos cubanos.

A esta demanda, sumamos el reconocimiento por parte del Estado Cubano de la ciudadanía plena a todos los cubanos dispersos por el mundo. Que volvamos a ser, también desde la legalidad formal, un solo pueblo.

¡Libertad y vida para Cuba!
Acuartelados de San Isidro

Poesía contra la presión de los límites

Entre los vahídos de un oscuro rincón de provincia, al oriente de Cuba, hay un poeta que se aburre “colgado en la flema del domingo.” Así que de vez en vez saca la cabeza para desahogarse haciéndole muecas a todos los demás poetas, y a la poesía incluso: “Hartan Lorca Machado el buen Lezama./ Y cada una de sus débiles conjugaciones”… Ciertos escritores de la capital/aletean fervorosos porque acaban de encontrar a C. Bukowski. Dios nos/ayude… “Fitzgerald, asere: cruda es la noche/a este lado del paraíso”.

El poemario Pop rural, de José Alberto Velázquez, puede ser recibido por algunos con prevención o desconcierto o renuencia. Para algunos otros, entre los que me cuento, viene a constituir un afortunado hallazgo. En todo caso, lo difícil es que pase inadvertido.

Sus versos son como anotaciones para uno de esos dietarios donde se deja constancia de lo que necesitamos recordar, aunque en este caso parece que el poeta más bien anota lo que desea olvidar: pasajes de una épica íntima que es vestigio y refutación de las miserias que lo acorralan. La desacralización del yo poético, la simple contundencia de lo real, en caso de que lo real sea algo (pues ya sabemos que la realidad nunca es real por sí misma), adquieren aquí una fuerza inusitada no sólo a través de las palabras, sino también de ciertas estructuras sintácticas que viran al revés el verso, como para mostrarnos de trasluz algo de lo mucho y bueno que todavía nos falta por explorar en un género en el que presumiblemente ya todo ha sido dicho y en todas las variantes posibles.

Es poesía contra la presión de los límites. Y Velázquez se luce alebrestándola a su modo en un entorno -expresivo, que es mucho más que geográfico- donde campea el hartazgo y también un cierto agotamiento o impotencia para dar cauce a las conminatorias del espíritu.

Poesía que araña la comodidad de los lectores etéreos (“Esta es la secuencia de la película/donde Jack Nicholson comienza a parecer Perugorría”); o que sonroja a los poetas melindrosos (“La eternidad es martillarse un dedo”); o que no será aplaudida por nuestra fauna de nuevos mambises de foro y pancarta (“—Necesito más héroes./—Aprieta aquel botón./—Ya veo”… “Soy el que no se acuesta sobre la granada/ para que sus compas huyan./ Soy el primero en correr,/ eso sí, mencionando las madres de los enemigos”.

¿Cínica?, sí. ¿Procaz?, desde luego. ¿Sarcástica, lúdica, paródica, perifrástica…? No podría ser menos. Es la voz de un poeta solitario y amargo como casi todos, pero que, a diferencia de muchos, se ha empeñado en comunicarnos lo saludable que resulta conectar con su mundo renunciando al recato y a las inmarcesibles refulgencias del genio.

Asimismo es voz que sirve de conducto a una muy particular inteligencia. No de otra manera se explica que siendo tan ríspida, la poesía de Pop rural resulte placentera. Y hasta muy divertida, sin que al parecer ello estuviese en los planes del poeta. Pues tengo para mí que el complemento jocoso, presente en casi todos los poemas del libro (y a veces en casi todos los versos), es como sedimento de la acritud y de la roña, es sustancia esencial que se libera mediante el estallido de un buen cabreo. Velázquez no debió proponerse escribir un poemario divertido (¿quién se lo propone?), pero ese es el resultado, y me parece tanto más redondo cuanto más espontánea o inconscientemente le saliera.

No voy a decir que estamos ante uno de los mejores poetas de su generación porque no creo en la aldeana simpleza de las generaciones, y tampoco creo que eso signifique algo para Velázquez ni para nadie. Lo que digo es que en los versos de Pop rural aprecio el valor de lo genuino y que me ha dado muchísimo gusto leer este libro, premiado en el concurso de poesía Dulce María Loynaz 2019, que convoca el proyecto Puente a la Vista.

Puede ocurrir que alguien ponga en duda su originalidad trayendo por los pelos la antipoesía de Nicanor Parra, en cuyos orígenes, por demás, estuvieron los antipoemas de Henri Pichette y cuyo estilo no es ajeno a la influencia del dadaísmo o de Apollinaire o aun de Wordsworth, entre algunos otros. Es lo que sucede siempre que intentamos determinar cuál nació de cuál entre el huevo y la gallina. Así que no vale la pena que alarguemos esto con el recuento de las visibles desemejanzas entre los antipoemas de Parra y las anotaciones de Velázquez para su dietario poético. O tal vez baste con la mención de una diferencia radical: para Parra, el súper objetivo no era valorar sino describir; los versos de Pop rural ponen énfasis en lo valorativo. Velázquez lo valora todo, aunque a su modo y a disgusto: “Ya estoy pontificando. Puah.”

Igual se distancia de los antipoetas (o de los exterioristas que en el mundo han sido y son dados a lo trivial y predecible), por la carga de melancolía que implosiona en su versificación provocadora, desafiante. Por más que no me queda claro si el factor melancólico es para él otra adjunción no razonada. Tampoco necesitaría razonarla. José Alberto Velázquez demuestra ser un poeta de raza. Y en poesía, lo consciente suele ser superfluo.


 

Yomil Hidalgo y Abel Prieto: De cómo los payasos aspiran a la dirección del circo

El reguetonero Yomil Hidalgo ha querido parecerse al displicente Abel Prieto Jiménez [ex ministro de Cultura de Cuba y ex asesor del general Raúl Castro].

Para tamaña empresa ha elegido, el reguetonero, un atajo que finalmente lo deja a descubierto. En cueros. En la postura harapienta común a toda persona malagradecida.

«Yo nunca voy apoyar a los que ganan dinero a costilla del sufrimiento de un pueblo de a pie», aventuró el reguetonero a la par que el displicente ex ministro y ex asesor insistió en que «se nos coló la contrarrevolución en el tejido de la cultura».

Ambos, el reguetonero y el displicente, se refieren al Movimiento San Isidro.

Antaño, cuando el displicente ocupaba el sillón del ministerio de Cultura, fue un verdugo contra el reguetón en la isla. Fue implacable y en disímiles ocasiones, tanto en público como en privado, tildó a este género musical como subcultura, el menos ofensivo de los epítetos que utilizó en aquel entonces.

Hoy el reguetonero le sirve de paladín, como una especie curiosa de lacayo a distancia, casi por control remoto.

Y es que el reguetonero padece un rarísimo déficit de memoria. Decidió recordar, para justificar su actitud musulunga, la «falta de respeto» que desde el Movimiento San Isidro cometieran contra su persona. Sin embargo, decidió olvidar que ese mismo Movimiento San Isidro se solidarizó con su persona tras la muerte de El Dany, su compañero de fórmula en su proyecto musical.

Lo realmente inaudito no es que el reguetonero se afiliara a la carroza del régimen, sino que su cortedad mental [su otro padecimiento] no le alcanzara para sacar una simple conclusión por historia demostrada: Quien ha ganado dinero, cientos de millones de dólares, a costilla del sufrimiento del pueblo de a pie y durante seis largas décadas, ha sido el Partido Comunista.

El reguetonero habla de dinero en un contexto que exige dos fundamentos básicos: principios morales y ética personal. Comete el mismo lapsus calami que su alter ego, el displicente: responde con un discurso administrativo ante una interrogante ideológica.

De cualquier manera, debemos agradecer a ambos, al reguetonero y al displicente, que hayan puesto sus cartas sobre la mesa [que ocultaban bajo la manga], y recordarnos aquel delicioso estribillo sonero:

🎶Estaba la langosta en su salsa… y no me la comí porque estaba muy salá🎶.


De la serie ‘Jugadas apretadas’


 

En el Día Internacional de los Derechos Humanos, cubanos libres se manifiestan en todo el mundo

10 de diciembre en Madrid. Manifestantes por la libertad de Cuba (cortesía, Lien Carrazana)

Numerosas manifestaciones se sucedieron este jueves en diversas ciudades del mundo, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, por la libertad de Cuba y el fin del totalitarismo.

En Washington, Miami, Madrid, Valencia, Barcelona, Ginebra, Toronto, Santiago de Chile, Quito y otras ciudades en varios países, cientos de exiliados salieron a las calles portando carteles, bailando y coreando libertad para la isla, donde el régimen comunista de la familia Castro y sus lugartenientes lleva más de 60 años en el poder.

En Miami, la ciudad proclamó #TodosSomosSanIsidro

En Cuba, sin embargo, los cercos policiales a viviendas de opositores y creadores independientes se mantuvieron e incluso redoblaron, junto a los cortes a Internet y la vigilancia en parques y sitios públicos. Ayer miércoles, desde La Habana, la escritora Katherine Bisquet, integrante del Movimiento San Isidro, lamentó: “¡Hoy cumplo años y todos mis derechos humanos están siendo violados. Tengo derecho a ser libre y esta patrulla frente a mi casa me lo impide!”

«Son muchos los familiares, hermanos, y amigos que no han dejado de apoyarme, incluso varios han venido a visitarme, pero hoy es el día número 14 en que la Seguridad del Estado me prohíbe salir de mi vivienda», expresó este 10 de diciembre el también escritor Abu Duyanah Tamayo, residente en Cuba.

«10 diciembre, pero nada que celebrar», resumió el también activista del Movimiento San Isidro Michel Matos en su muro de Facebook. «Hoy somos muchos, estamos rodeados. Se nos impone, como procedimiento normalizado, la reclusión forzada en nuestras casas, se nos afecta la comunicación telefónica y se nos lanzan ataques cibernéticos para controlar o afectar nuestros dispositivos. Si salimos somos automáticamente apresados. Estamos rodeados en esta isla, y no por agua».


 

El poeta como vidente

Desde la vista de un punto, el nuevo libro de Andrés E. Díaz Castro, concentra esa visión extremadamente límpida e inaugural a la que aspira la mejor poesía, donde el cuestionamiento de la realidad gana en hondura y en dimensiones. Poesía del más alto linaje, siempre concisa, nutrida, que insiste en el diálogo con el otro y consigo misma, que narra la batalla permanente entre el poeta y el tiempo, entre el poeta y sus circunstancias. Visiones, imágenes que dan cuerpo al paisaje que lo habita, su poesía parte del hallazgo de sí. El ojo poético que mira para extraer de la realidad el hallazgo reciente, las lecciones que acumula, las experiencias de vida, sin olvidar la relación que establece el yo con los objetos de esa cotidianidad.

La poesía como una forma de conocimiento, un precepto que rige la lírica de Andrés, para quien entre la capacidad especulativa y la imaginación no hay frontera, especulador imaginativo que eleva su obra a un plano de intelección, enriquecida por la gran capacidad reflexiva y el agudo poder de observación (tanto sobre sí mismo como de su entorno), sabiduría y tino en las reflexiones de aliento existencial, una profunda y exquisita capacidad narrativa-descriptiva que no se aparta del enunciado poético y la extraordinaria vena humorística del poeta: mi habitación se quema dentro de mí, me deshabito y la deshabito y al despertar, por las rendijas penetra mi infancia inventada y no la reconozco y sé que debo abrir el Sol y ducharme en toda mi desnudez, para brillar en el centro de la perplejidad y deslumbrar al miedo.

Poesía de apertura, inconmensurable, luminosa. Andrés es de esos poetas que habitan la poesía con el espíritu, porque entiende que está hecha de algo más que palabras. El verso es una calle que inventa una ciudad, el tacto que descubre el hondo desamparo del hombre. El poeta vive la experiencia de la soledad y la angustia inevitable, es preciso entonces crear un sitio de alivio, una zona cerrada de resistencia. Jamás estoy solo -nos dice- /porque tengo las palabras /para organizar la fiesta /y ella /la soledad /es solo una invitada /con el disfraz de reina. Pero si la poesía es ese algo extraordinario que hace que nos olvidemos de la muerte, es también un estado anticonformista, y de rebelión, en estas páginas se expresa la propia contradicción que ella es. El mismo verso que gotea instantes de salvación, puede llevar un lado irrefrenable, descarnado, irreverente: Cuchillo verbal, luminoso, para sajar la necrosis Cortes limpios, sonoros, navajazos de pájaros cuando la aurora estalla en medio de una página /Hablo del poema, ese peligro.

La poesía sobrevive porque persigue y persigue -diría Louise Glück-, porque es simultáneamente totalmente clara y profundamente misteriosa… y es lo que ocurre con la poesía de Andrés, poesía vigorosa, inagotable, que oscila entre la claridad y el misterio, claridad de revelación, que deja al descubierto el ser y la vida, que recoge la visión intuitiva del poeta, esa lucidez extrema acompañada siempre de un profundo pesimismo: que de repente la luz explote y algo se nos muera más allá de la falsa muerte y veamos el cadáver tiznado de la paloma entre otros cadáveres, como premonición del futuro que se muere sin llegar a presente… Salir tras el tiempo perdido hasta recobrarlo fue la búsqueda de Marcel Proust. Andrés siente que lo que hay que recobrar es el futuro. Como quien lo ha visto y no se contempla en la eternidad. Nos dice: yo nunca me he ido de ninguna parte, no se puede ir el que no ha estado. Soy solo el que pasa en un día interminable… En el instante el viajero empaca y desempaca su equipaje y dice ahora para decir antes, después, siempre, y para constatar que el futuro de entonces es el lugar que habitamos los viejos. El instante nos hace y nos destruye como un hueco indescifrable. Su poesía parte de una inquietud íntima, nace de sus nostalgias, nostalgias de pasado y de futuro. Sus poemas tienen un buqué /a bambúes tañidos /por una brisa añeja/ de inexpresable rumor /cargado de sorpresas. Reflejan una melancolía jubilosa por ese aroma a flores aladas, perseguidas por libélulas hasta que se vuelven nubes y caen como llovizna azul y breve /como sustancia de tiempo que se esfuma…

La poesía está oculta en todas las realidades, de ahí parte la idea rimbaudiana del poeta como vidente, como desentrañador de ese misterio al que se llega muchas veces por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos… la invención de lo desconocido. La eterna invención que concede a la palabra el don del acto creativo. Andrés tiene necesidad de hallar una realidad trascendente que perdure en el cuerpo poético. Pero la realidad -nos dice- es un pez metódico que se nos escapa de entre las percepciones y nos deja unas huellas para ejercer nuestra fascinación. Todo parece hablar, pero solo nosotros adjetivamos y untamos de números la inaprensible y muda oscuridad. Solo nosotros. El poeta asume la ironía como un medio para interpretar la vida. En él también vive el misterio, la creación lo observa, es un ser lleno de incertidumbres y de imposibilidad, lleno de presencias, y ruidos… despido un olor desquiciante para perros sin olfato mientras aleteo con mi ilusión de alas sobre una página en blanco. Una página, no una pantalla, algo que simule vacío con el mayor ruido posible, que se manche con mis ademanes de asfixia… repto sobre ese espacio comprimido en el que me expreso o desplazo. Intento, en fin, marcar ese punto en el que lo otro me observa. Escribe para alguien, alguien que presiente, que no nombra, cuya existencia es solo una sospecha. Convencido de la propia especulación que es la poesía, participa del juego de las suposiciones, fabula como si no tuviera certezas. Sabe que la muerte, la vida, la existencia en sí, son una interrogación. Vive en las preguntas, su poesía también interroga, no necesita respuestas, aunque estas lleguen prontamente, para él la verdad es letal y manipulable, solo reconoce una verdad puntual, la de la poesía. Esta será siempre una celebración, un convite, el punto infinito desde donde se observa y es observado. Andrés escribe convencido que la poesía es lo que renace y permanece, que tiene una misión conciliadora, que es esperanza, aunque contenga todas las esencias dolorosas del mundo.


 

San Isidro: Mario Díaz-Balart denuncia en el Congreso la represión castrista

El congresista de origen cubano Mario Díaz-Balart (FL-25) pronunció un discurso este miércoles, en el pleno de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, denunciando la represión y las violaciones de derechos humanos en Cuba, con énfasis en el Movimiento San Isidro.

“Llamo la atención sobre las valientes acciones de los líderes prodemocráticos en Cuba y la brutal represión que han enfrentado como resultado de sus demandas por libertad», apuntó el congresista.

“Por ejemplo, en las últimas semanas el Movimiento San Isidro ha intensificado sus llamados a la libertad y la liberación de presos políticos… Sus protestas incluyeron actividades ‘peligrosas’ como lecturas de poesía y sentadas», añadió irónicamente. «Como resultado, estos jóvenes raperos, artistas y escritores han enfrentado detenciones arbitrarias, acoso y abusos. Algunos permanecen en prisión y muchos de ellos iniciaron una huelga de hambre en señal de protesta».

“A pesar de la brutal represión en Cuba, el movimiento a favor de la democracia está creciendo. Madres, científicos y muchos otros se han sumado a sus llamados a la libertad y la liberación de los presos políticos», enfatizó Díaz-Balart.

El discurso completo en Youtube:

 


 

Usamos cookies para brindarle la mejor experiencia posible en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio, acepte nuestro uso de cookies.
Aceptar
Privacy Policy