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Viernes de Tertulia celebra el bicentenario de la Independencia de Centroamérica

Viernes de Tertulia tendrá su próxima actividad este viernes 17 de septiembre de 2021, a las 7:00 de la noche, con asistencia de público y vía Facebook Live. Será en el Miami Hispanic Cultural Arts Center, en el 111 SW 5ta. Avenida, en un encuentro para celebrar el bicentenario de la Independencia de Centroamérica. Con los escritores Rubí Arana, Jorge Eduardo Arguello, John Chávez, Azucena Ordoñez-Rodas, Claudia Figueroa y Carlos Escamilla.

Rubí Arana (Masaya, Nicaragua, 1941). Poeta. Ha publicado los poemarios: Emmanuel (Miami, 1987), In Nomine Filii (Miami, 1991), Príncipe Rosacruz (Antología seleccionada por Rolando Jorge, Miami, 2007), Homenaje a la Tierra (Miami, 2008), Agua sagrada (Miami, 2010) y Rubíes (Miami, 2016). Su escritura ha sido calificada de esotérica por la crítica. Su labor como promotora literaria ha sido extensa: Noche Nicaragüense, con autores venidos de ese país, presentados en la Feria Internacional del Libro de Miami y en talleres como Proyecto Dos, patrocinado por la librería Books & Books de Miami. Su poemario Emmanuel mereció un Seminario en la ciudad de Miami en 1989.

Jorge Eduardo Argüello-Sansón (León, Nicaragua, 1940). Estudió la primaria en La Salle. Secundaria en una Academia Militar de prestigio, en Virginia, donde se graduó en 1957. Doctor en Leyes de la Universidad de Barcelona, España (1970). Maestría en Literatura y Lingüísticas en UCLA (1973). Ha sido profesor en varias universidades y en su país (UNAN). Es miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua Nicaragüense. Ha participado como invitado en la Feria del Libro de Miami (2004) y también participó en el Festival de Poesía Granada, Nicaragua. Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos Introducción a una realidad simple (1972), Signos arqueológicos (1981), Las cosas van pasando (2015) y Poemas de la hecatombe (2015). Además, novelas y teatro. Es Monje Zen de la Rana Soto. Pinta y hace esculturas de hierro. Vive con su hijo en Homestead, en el Sur de la Florida.

John Chávez. Actor nacido en Costa Rica. Estudió actuación en la Universidad Nacional, en San José. Al terminar los estudios hizo algunos trabajos profesionales en San José. Se traslada a Miami para ampliar su experiencia y buscar nuevas aventuras. Tomó cursos de actuación en Prometeo del Miami-Dade College. Ha tenido una  exitosa carrera en Estados Unidos como actor, destacando en importantes producciones como La noche de los asesinos, Juana, mi Juana, Peer Gym, La jaula de los Leones, Piel de Cocodrilo (Ivette Keller), La Cantante Calva (Victor Suarez), Salir del closed y Erostrato. Ha recibido destacados premios por su labor. Produce en las redes sociales el programa de entrevistas #Tertuliando con John Chavez.

Azucena Ordoñez-Rodas (Tegucigalpa, Honduras 1968). Escritora, poeta, periodista, actriz, modelo, productora y directora de teatro, cine y televisión. Es también autora de literatura infantil. Es miembro de La Academia Norteamericana de Literatura Moderna. Sus primeros estudios los realizó en El Instituto José Cecilio del Valle, en la ciudad de Choluteca. Estudió la carrera de Trabajador Social en La Universidad Nacional. En 1993 se muda a Miami, donde estudió Literatura en la Universidad de la Florida. Tiene en su haber tres colecciones de cuentos infantiles. Ha publicado, entre otros, Y el sublime idioma de la piel, Alma, pluma y verso, El secreto de Carolinne, entre otros muchos títulos. A lo largo de su carrera ha recibido importantes reconocimientos nacionales e internacionales.

Carlos Escanilla. (Honduras, 1972). Perteneció al grupo literario ‘A la caza del duende’. Ha publicado tres poemarios: Silencio y espejo (2007), Colibríes o equilibrios (2010) y Abecedario de malos poetas (2011). En narrativa, Imaginarios (2014). Ha colaborado en varias revistas, como Aguán (Honduras), Mundo emprendedor (Argentina) y Baquiana (EE.UU.) Ha ganado varios concursos tanto de poesía como de narrativa. Actualmente reside en Dallas, Texas.

Claudia Alexandra Figueroa Oberlin. Nació en San Salvador en 1978, pero reside en Guatemala. Es Licenciada en Ciencias de la Educación con especialidad en Educación Parvularia por la Universidad Francisco Gavidia de San Salvador, El Salvador. Locutora de radio en Radionda Latina con el programa Ventana Cultural al Mundo, y Trilce Radio con el programa Café artístico. Es actriz de teatro, bailarina de bellydance. Se desempeña como columnista en varios periódicos en Guatemala, República Dominicana y Colombia. Entre sus libros publicados destacan Despertares, Tras las huellas del amanecer, La isla sagrada, Versos alados de Piel de Ángel, Versos en el tintero (2021) y Pensamientos y reflexiones, aparecido en este mismo año 2021.


 

Otero Alcántara, un símbolo en la revista Time

Luis Manuel Otero Alcántara, artista y activista independiente

La revista Time publicó una lista de las 100 personas más influyentes en 2021 y varios artistas se encuentran entre ellos, incluido el artista cubano y defensor de la libertad de expresión Luis Manuel Otero Alcántara, a quien se le otorga el estatus de “Icono”.

En un breve homenaje escrito por su colega activista político y artista Ai Weiwei, Alcántara es descrito como “un símbolo y un líder dentro del Movimiento San Isidro de Cuba, un influyente grupo de artistas e intelectuales que exigen mayores libertades a medida que las protestas antigubernamentales se extendieron por todo el país durante este verano».

“Aunque desde entonces ha sido encarcelado, su vida, comportamiento y expresión en su conjunto son tan poderosos que pueden resistir la degeneración estética y ética del autoritarismo”, dice Ai. “El arte necesita coraje, que él ha demostrado en repetidas ocasiones. Su estética necesita una sólida base filosófica y un fuerte sentido de la ética, esto también lo ha demostrado. Es a través de tales luchas por la libertad de expresión que el arte trasciende la condición de banalidad y mediocracia”.

Otros artistas en la lista incluyen a Barbara Kruger, quien según el crítico de arte Hal Foster “ha producido los ejemplos más tajantes de arte feminista, superponiendo textos ingeniosos sobre imágenes robadas, elevando los supuestos cotidianos del patriarcado y la plutocracia sobre sus propios petardos” durante más de cuatro decadas. “Siempre alerta a las cuestiones de audiencia y lugar, Kruger siempre busca nuevas formas de intervenir en la esfera pública, llevando el debate político a la práctica artística y viceversa”, agrega.

El «asombroso talento de Mark Bradford es una extensión de la persona cálida y cariñosa que es», escribe la abogada y académica Anita Hill. “A través del arte abstracto, Mark ha trazado la devastación que las crisis, incluida la epidemia del sida, el huracán Katrina y el colapso del mercado inmobiliario mundial, han provocado comunidades marginadas y las personas que viven en ellas. Tiene un propósito en la forma en que disecciona el racismo, la homofobia, el sexismo y la pobreza «.

Junto con políticos, científicos y líderes empresariales, la lista incluye figuras culturales de los campos de la música, el cine y el diseño, como el arquitecto japonés Kengo Kuma, las cantantes Dolly Parton, Britney Spears y Billie Eilish, la diseñadora de moda Aurora James y los productores Timbaland y Swizz Beatz.


 

La represión y los perros

La última moda de la represión en Cuba es el arresto con perros. Cuando los esclavos escapaban en tiempos de la colonia española, los mayorales iban a por ellos con perros.

Ahora a los esclavos en Cuba -todo el país lo es de forma directa e indirecta, incluso quienes hoy apoyan al gobierno son esclavos de lamer botas siempre- que no estén de acuerdo con los dueños del país, o con las ideas que «deben» tener los ciudadanos del país, les van a buscar a sus casas con perros.

Los perros pastores alemanes siempre fueron muy del gusto de los represores nazis y de su jefe en particular.

La sede del Alto Comando del ejército de Alemania empezó secretamente a reedificar su ejército de perros en 1930, poco tiempo antes que Hitler se hiciera con el poder. Una escuela central de instrucción se estableció en Grunheide, cercana a Berlín, y otra cercana a Fráncfort; ambas podían albergar hasta 2.000 perros pastores alemanes a la vez.


 

Odio a los gringos

Montaje sobre foto de Ryan McGuire (Pixabay)

En la mañana del 11 de septiembre de 2001, en México, llamé por teléfono a una señora que me entregaría una carta en la cual me solicitaba para colaborar con el centro cultural a su cargo. Todo con el propósito de renovar mi visa con permiso de trabajo.

Inmediatamente después que descolgó el auricular, eufórica, apenas me saludó, comenzó a arremeter contra los gringos —“mis enemigos», aclaró—: dos aviones habían impactado contra las Torres Gemelas de Nueva York.

Yo no había estado al tanto de las noticias esa mañana, me había pasado buena parte de las primeras horas de la madrugada en vela —medio enfermo.

Ella me explicó levemente: ambas torres habían caído por el impacto de sendos aviones y había no pocas víctimas, según las informaciones preliminares —se presumía que era el resultado de un ataque terrorista.

Si la había llamado esa mañana, aun sintiéndome mal, se debía a que la carta en cuestión resultaba para mí decisiva .

Unos minutos después conecté el televisor y supe de la gran tragedia que hoy, 20 años después, recordamos con tristeza.

En la medida en que las noticias iban detallando la masacre, me preguntaba si la señora, ya con más datos, estaría aún eufórica porque los gringos habían sido atacados, de manera que habían muerto aproximadamente tres mil inocentes, por sorpresa —que la sorpresa también es traición.

La señora militaba en la Izquierda mexicana. Debo decir que en la Izquierda irracional, si bien intelectual (hace siglos lo sabemos: el nivel intelectual en muchos casos no anula la irracionalidad). Militaba la señora en ese segmento de la Izquierda crapulosa, capaz, como hemos visto, de esos sentires contra los estadounidenses.

Creo que el rencor salvaje de esa Izquierda que se caracteriza sobre todo por la confrontación mortal con los gringos, los yanquis, el “imperialismo”, tiene su origen, está bien, en razones ideológicas y políticas —causas históricas. Pero, después de auscultar todo lo que me ha sido posible el panorama, hay en el fondo, también, una buena dosis de complejo de inferioridad.

Gracias a Dios que en aquella ciudad la mayoría de las personas con tendencias de Izquierda —doy fe de ello por mi cercanía personal y asimismo por las lecturas dedicadas y la información pública— son decentes, imparciales, civilizadas.


 

Un extraño talibán

La historia no comenzó hace 20 años, el 11 de septiembre del 2001, sino mucho antes. Pero en esa fecha se produjo una agresión a Estados Unidos que Washington no podía dejar impune.

A partir de ese momento, George W. Bush tomó algunas decisiones acertadas y otras erróneas. Los organismos de inteligencia no tardaron en dar con los autores intelectuales del ataque. Era Al Qaeda, dirigida por Osama bin Laden, un millonario saudí que operaba desde Afganistán, viejo conocido de la CIA desde que luchaba contra los soviéticos. Washington les exigió a los talibanes, que gobernaban Afganistán con mano fanática, que le entregaran a Bin Laden. Como no lo hicieron, armaron una coalición con algunos países de la OTAN y destruyeron al gobierno protector de los terroristas. En Afganistán, por cierto, vieron la intervención occidental con simpatías. No así en Pakistán, donde acabó escondido Bin Laden, o en Arabia Saudita, donde impera una lamentable ambivalencia hacia Estados Unidos. Se suele ignorar que los talibanes estudian en «madrasas» subsidiadas por Arabia Saudita.

Entre las decisiones acertadas fue involucrar a la OTAN en la operación de castigo. Pero se transformó en un error cuando intentaron construir una democracia en Afganistán. EE.UU debería saber que las libertades, la democracia y el buen gobierno no se imponen desde el exterior con las bayonetas. Desde 1898 los Estados Unidos han intervenido en el Caribe y Centroamérica con esos objetivos más de una docena de veces sin resultados positivos verificables.

Las repúblicas democráticas surgen cuando un porcentaje de la clase dirigente está compuesto por ciudadanos que tienen ciertos principios y valores. Incluso, el elemento más importante de la experiencia americana fue descrito por Douglass North, Premio Nobel de Economía (sin siquiera comprender el formidable alcance de su hallazgo), cuando estableció que, a partir de 1776 los estadounidenses crearon “la primera sociedad de acceso abierto” que registra la historia, en el momento en que se vieron sin el amparo de la Corona británica.

Hasta ese momento, todas las sociedades eran de “acceso limitado” (como la afgana) y estaban fundadas en los privilegios y en las relaciones entre el poder político y el poder económico que se reforzaban mutuamente. Hoy el Reino Unido, Holanda, Alemania, Francia, los países escandinavos y, en general, las naciones de la Unión Europea, aspiran, como Estados Unidos, a forjar una nación en la que el mercado y los méritos –la “meritocracia”–  decidan el destino individual, y en las que se juzgan los privilegios muy negativamente.

Diez años después del ataque, Osama bin Laden y otras cuatro personas fueron ejecutadas por un comando de SEAL. Los comandos llegaron en varios helicópteros de madrugada a su casa en el territorio pakistaní, cerca de la frontera afgana, (en el vecindario de una base de la inteligencia de Pakistán).  Tras comprobar que se trataba de Bin Laden, trasladaron el cadáver a Afganistán, y de ahí a un portaviones de la marina norteamericana que lo sepultó en el mar. Ese era el momento, como anunció el presidente Obama en la cumbre de Lisboa (2011), de largarse de Afganistán ordenadamente, en tres años. Todos estarían fuera de Irak y de Afganistán en el 2014. En el 2011 los talibanes no controlaban prácticamente nada del territorio de Afganistán.

Pero no lo hicieron así. ¿Por qué Obama cometió ese inmenso error? ¿Por el consejo de los militares? Tal vez. Tras él le tocó el turno a Donald Trump. Durante los cuatro años que estuvo en la Casa Blanca, decidido a que regresaran las tropas, tampoco se marchó de Afganistán, pero negoció con los talibanes la ida del país el 1 de mayo de 2021, a los pocos meses de haber ganado las elecciones de noviembre de 2020, en su segundo término presidencial. No ganó, y le dejó a Biden un clavo ardiente. Si hubiera triunfado sospecho que hubiésemos visto las mismas escenas de pavor en el aeropuerto de Kabul.

Biden se defiende diciendo que con el legado de Trump no había margen de maniobra. No estoy seguro de ello. Sin embargo, en abril extendió el plazo de la retirada americana a tres meses, hasta el 31 de agosto. Pero el 15 de agosto huyó Ashraf Ghani, el presidente de Afganistán, y se desmoronaron las FF.AA y la Policía afganas, produciéndose el espectáculo horrendo del aeropuerto de Kabul donde miles de personas quedaron a merced de los talibanes.

No me sorprende lo sucedido en Afganistán. A los 15 años de edad vi a un ejército deshacerse y a una república desarmarse totalmente tras la fuga de Batista. Cuarenta mil hombres bien pertrechados se entregaron a unos cuantos centenares de escopeteros distribuidos en los diferentes centros montañosos de la Isla. Ninguna provincia importante había caído en poder de los rebeldes.  Sé las enormes diferencias entre Afganistán y Cuba, pero también hay ciertas similitudes. La corrupción generalizada es una de ellas. La dependencia real e imaginada a los Estados Unidos es otra.

El diplomático americano William D. Pawley, hombre de negocios en Cuba, visitó al presidente Fulgencio Batista en diciembre de 1958 para decirle que había perdido totalmente la confianza de Dwight Eisenhower, presidente de EE.UU. Le «sugirió» pasarle el poder a una junta cívico-militar para impedir que Fidel Castro llegara al poder. Batista le respondió airado. Había celebrado elecciones (deshonestas, pero al fin y al cabo, elecciones), y el 24 de febrero, pocas semanas después, le entregaría el poder a Andrés Rivero Agüero. Por otra parte, sabía que el alto mando militar, enterado del rechazo de Washington a Batista, conspiraba, y comenzó a preparar su fuga en secreto. Eligió a sus colaboradores más íntimos, incluidos sus familiares y llenó con ellos tres aviones. Aprovechó la noche del 31 de diciembre para escapar rumbo a República Dominicana, donde lo esperaba el dictador Trujillo. No había instituciones, ni partidos políticos capaces de resistir el embate. El país se desplomó en manos de Fidel Castro, un extraño «talibán» refugiado en Sierra Maestra.


 

Lo que tenía que tener

poema-parodia


 

Cuando me veo y toco
yo, Añel sin nada no más ayer,
y hoy Añel con todo,
limpio de paja y lodo,
vuelvo los ojos, miro,
me veo y toco
y me pregunto cómo ha podido ser.

Tengo, vamos a ver,
tengo que pude salir de mi país
sin nada de cuanto había en él
a disfrutar de lo que en Cuba
no tuve ni podía tener.
Libertad puedo decir,
electricidad puedo decir,
banda ancha adquirir,
orden sin chivatería aplaudir,
ya míos para siempre y tuyos, nuestros,
y un aroma emancipador
a pollo asa’o, pesca’o frito,
paella valenciana, chicharrón.

Tengo, vamos a ver,
tengo el derecho de ir
yo, neopoeta, periodista, gente simple,
tengo el derecho de ir
(es un ejemplo)
a un banco y entrevistarme con el administrador
lo mismo en inglés
que en español,
llamarlo incluso «brother», como se dice en cubañol.

Tengo, vamos a ver,
que siendo cubanoamericano
nadie me puede detener,
a la puerta de un dancing o de un bar,
o bien frente al mar junto a un hotel,
obligarme a que «me pierda»
una mínima bahía (no una bahía colosal),
una pequeña bahía donde la vista descansar.

Tengo, vamos a ver,
que no hay boina negra ni paramilitar
que me golpee o me encierre en un cuartel
tras protestar, o me torture en un inmundo
calabozo por «Patria y Vida» reclamar.
Tengo que como tengo el circo tengo el pan,
el country,
el jailáif,
el tenis y hasta el yatch,
de playa en playa y coca cola
sin tropezarme un poli asintomático,
en fin, la paz.

Tengo, vamos a ver,
que ya sé elegir
y en la parrilla amansar
un cruel bisté, que ya aprendí a invertir
y a manejar
y a producir.
Tengo que ya tengo
donde trabajar
y ganar
lo que me tengo que comer.
Tengo, vamos a ver,
tengo lo que tenía que tener.


‘Detrás de mis ojos’, de Iván Acosta, en el Theater Tower

El próximo sábado 11 de septiembre, a las 6:00 p.m. en el Theater Tower (1508 SW 8th St, Miami, FL 33135), se estrena Behind my eyes / Detrás de mis ojos (Spanish/English), la nueva película de Ivan Acosta. Una mirada personal a los atentados del 9/11 en Nueva York, ciudad donde el cineasta y dramaturgo cubanoamericano, autor de El Súper, ha creado sus obras.

Los asistentes tendrán un encuentro exclusivo con el director y su staff. Pueden reservar sus tickets (capacidad limitada) en:

https://www.eventbrite.com/e/behind-my-eyesdetras-de-mis-ojos-tickets-169661398811

Iván Acosta nació en Santiago de Cuba. Escapó de la Isla en barco en agosto de 1961 y desde entonces ha vivido en la ciudad de Nueva York. Estudió dirección de cine en la Universidad de Nueva York e hizo estudios sociales en The New School. Su obra El Súper ha ganado más de veinte premios internacionales. Acosta es el fundador del Centro Cultural Cubano de Nueva York.


 

Buen viaje, querido Valerio

Fuimos vecinos en Shenandoah. Me alquilaba un cómodo apartamentico adyacente a su casa. Nos tropezábamos de vez en cuando en el espacio intermedio entra ambas construcciones. Se asomaba con alguna de sus coloridas túnicas. Parecía una especie de ranjit singh bajo el sol del trópico. Patriarcal, con esa personalidad de recia virilidad caribeña envuelta en aquella suriyah de algodón de tonos delicadamente iridiscentes. Tierno contraste. Intercambiábamos diálogos tan breves como sustanciosos. Nos poníamos rápidamente al día uno al otro acerca del panorama del arte y los quehaceres personales y nos despedíamos con esa sensación mutua de cumplida vecindad.

En cierto momento hablamos de la posibilidad de escribir un texto para un sumario de su obra, pero nunca se concretó. Apareció otra propuesta más solvente y esa es la fórmula que rige en tiempos actuales en los proyectos de promoción y difusión del trabajo artístico.

Hace unas horas me llegó un mensaje de su esposa, Elisa, mi querida amiga, avisándome que su Andrés Valerio estaba herido de muerte por el Covid. Que quizás no sobreviviera las próximas horas.

Llevo segundos observando el intermitente del cursor mientras pienso la próxima frase a escribir. Tengo necesidad de destapar un Pinot Noir antes de seguir. Estas despedidas imprevistas siempre aturden.

El dolor es intenso. A partir de ahora, cada sorbo de licor es un paliativo.

Se nos va un maestro y el calificativo se hace diminuto. En cada letra de su prolongadísimo significado profesional. En cada gesto de su generosa condición humana.

Su obra es una inmensa gestión de talleres. Andrés Valerio fundió en su paleta e imaginación el legado de escuelas, tendencias y géneros de disímiles territorios y épocas. Esa versatilidad lo convirtió en raro e inclasificable en el escenario pictórico cubano.

Era capaz de amalgamar el retratismo de Rembrandt con las influencias lúdicas de Dubuffet. Arropar el clasicismo de Velázquez con los paños de la abstracción. O conectar las acritudes expresionistas con los vuelos poéticos de Chagall.

Su trayectoria ha incorporado desde lo clásico hasta el expresionismo, desde la figuración y el hiperrealismo hasta las neblinas de la abstracción. Su obra es uno de los ejercicios más holísticos conocidos en el arte cubano.

Es, quizás, el más ecléctico de nuestros pintores en el exilio.

La obra de Andrés Valerio al día de hoy es un compendio de exuberancia, barroquismo, excepcionalidad, visión alternativa, fusión y originalidad… apoltronado siempre en la humildad, recogimiento, entrega y paz que lo caracterizaron a la hora sagrada de crear.

Nacido en La Habana en 1934, Valerio se graduó de la escuela Villate a los quince años e ingresó en San Alejandro en 1952, de donde se diploma con honores en 1958.

Su cosecha, durante los años de supervivencia bajo el castrismo, fue estigmatizada y marginada por la carencia de afiliación de sus contenidos a la ideología del poder.

Se exilia durante el éxodo del Mariel en 1980.

En 1982 gana la Beca Cintas. A partir de entonces participa en más de 70 exposiciones colectivas y realiza 16 muestras personales.

Su trabajo forma parte actualmente de innumerables colecciones privadas e institucionales de Estados Unidos, España, Italia, México, República Dominicana, Alemania, Puerto Rico, Panamá y Cuba.

Su legado y su dedicación a la promoción cultural fueron dignas de reconocimiento por las alcaldías de Miami, del condado, Sweetwater, Hialeah y Miami Beach.

Me han confirmado su partida.

Buen viaje, querido maestro. Nos queda tu persistente sonrisa, tu abrazo y esa memorable galería de criaturas, luces y colores.


‘Cosas de circo’ (detalle). Andrés Valerio

Revista Puente de Letras, convocatoria especial

El proyecto Puente a la Vista y sus amigos invita a todos aquellos escritores y periodistas familiarizados con la actualidad cubana a participar en el número 17 de la revista Puente de Letras, una edición especial dedicada a los sucesos del pasado 11 de julio (11J) en Cuba, cuando miles de manifestantes se echaron a las calles de decenas de ciudades y pueblos cubanos pidiendo libertad, patria y vida, y fueron brutalmente reprimidos.

El Dossier de este número especial —así como otras secciones de la revista— estará dedicado al 11J y al Decreto Ley 35, una de las respuestas represivas del régimen castrista a la indignación popular. Los interesados podrán enviar reportajes, artículos de opinión, testimonios, ensayos y entrevistas.

El plazo de admisión de las propuestas cierra el próximo 15 de septiembre de 2021. Los coordinadores del número priorizarán los textos inéditos, cuya extensión será libre. Aunque varias de las propuestas escogidas serán remuneradas, y así se le hará saber a sus autores antes de su publicación, ello no será posible en todos los casos.

Los participantes pueden enviar sus propuestas al correo electrónico [email protected], a través del cual también conocerán más detalles relacionados con este número especial y su eventual participación en el mismo.


Cuba: Pese a la represión continúan las protestas, 297 en agosto

“En el mes de agosto se registraron 297 protestas públicas en Cuba, una prueba de que la ola represiva posterior a la rebelión nacional del 11 de julio en la isla no consiguió desaparecer las demostraciones de inconformidad”, reportó hoy, en su evaluación mensual, el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC).

A continuación la nota de prensa completa:

El mes de julio no se toma como referencia comparativa por haber sido el marco de un acontecimiento inusitado en los 62 años del castrismo en el poder: un levantamiento popular que convocó simultáneamente a 187.000 cubanos y totalizó 584 protestas públicas.

Sin embargo, bajo la tensa calma impuesta por la represión masiva, las protestas continuaron creciendo en agosto, con 48 más que en junio (249), a razón de 9 diarias. La tendencia a crecer cada mes se ha mantenido desde que el OCC comenzó a contabilizarlas en septiembre de 2020. Desde entonces se han registrado 2.109 de estos actos contestatarios.

Al desglosarlas por su motivación, el “conflictómetro” de agosto identifica 175 demostraciones vinculadas a la exigencia de derechos económicos, sociales y culturales, y 122 relacionadas con derechos políticos y civiles. El Observatorio atribuye la preponderancia de las primeras al malestar de la población ante el colapso precipitado por la pandemia del muy elogiado sistema de salud pública de Cuba. De las 175 protestas por derechos económicos, sociales y culturales, 159 de estas fueron generadas por la imprevisión y mal manejo de la crisis del Covid 19 por parte del gobierno.

Comenta que las numerosas demandas de los cubanos alrededor de este tema encierran un alto significado político, al poner al desnudo a una oligarquía que a través del grupo militar-empresarial GAESA maneja la mayor parte del ingreso anual en divisas y no lo entrega al gobierno para impulsar el desarrollo, la producción de alimentos y medicinas o el equipamiento y avituallamiento del sistema de salud nacional.

El “conflictómetro” de agosto toma nota del amplio arsenal de medidas represivas contra la población desplegado en los últimos dos meses. Este ha incluido detenciones masivas arbitrarias, desapariciones forzadas, juicios sumarísimos, retención domiciliaria, golpizas, torturas, amenazas de secuestro a activistas radicados en el exterior y de retirar la patria potestad a manifestantes en el interior, militarización de las poblaciones y restricciones a la libertad de movimiento a nivel local, municipal y provincial.

No obstante ─señala el informe mensual del OCC─ “cuando las personas son llevadas masivamente a una situación existencial extrema en que pueden morir por falta de atención médica y alimentos, el terror ya no resulta eficaz para inmovilizarlas”.  Advierte que “hoy la represión no es solamente contra opositores y periodistas independientes sino contra ciudadanos corrientes”, y cita estas palabras del artista Ariel Maceo: “Cuba decidió ser libre y contra eso no hay decreto, persona, (o) ejército que pueda”.


Contacto: Juan Antonio Blanco, Director OCC.  Email: [email protected]


 

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