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Carta de Nefasto a Ulises Guilarte y otros líderes y lideresas

Mis muy distinguidos, estimados  y obesos dirigentes del país:

El profundo cariño y la brutal admiración que siento por algunos líderes y lideresas del país pasados  “un poquitín” de peso, me ha puesto a reflexionar; y aunque me devano los sesos sobre qué ha podido suceder, no encuentro una explicación. ¿Cómo es posible que personas tan frugales al comer, apegadas a la rigurosa y balanceada dieta que ofrece la revolución por la libreta de racionamiento, parezcan bailarines de la compañía  Danza Voluminosa?

Que yo sepa, las  calorías que aportan al cubano las diez libras de arroz, las invariables seis onzas de frijoles negros –para que vean que no existe discriminación racial en el país–, los intermitentes diez huevos, pues son cinco cuando las gallinas están de vacaciones, y las tres libras de azúcar prieta e igual cantidad de blanca –la integración racial–, si bien alcanzan para engordar a un faquir, no son suficientes para que nuestros líderes y lideresas semejen una manada de hipopótamos regodeándose en las estancadas aguas albañales de un solar.

La única explicación posible ante tanto desbordamiento carnal de nuestros líderes, es que la CIA haya infiltrado  cocineros en los comedores obreros del país donde almuerzan y comen, junto al trabajador, estos rollizos dirigentes; y adulteren los frijoles –negros, por supuesto, los huevos revueltos y la natilla de ¿chocolate?, con genes de elefante o mamut.

Si no es así, ¿cómo es posible que Ulisito (Ulises Guilarte De Nacimiento), flaco cual un güin o como rayo de bicicleta no más ayer, desde su arribo a la CTC haya desarrollado esos mofletes que parecen ocultan un micrófono en cada lado de la boca, y esa barriga que puede ser utilizada como podio para dirigir sus ardorosas palabras a los trabajadores?

Es tanta su gordura, que al hablar las eses suenan como zetas por la grasa acumulada, las erres llegan al final de la palabra convertidas en eles por la obesidad en que viven, y las demás vocales y consonantes forman un guirigay grasoso que pierde el sentido, la combatividad y el rumbo ante quienes escuchan sus arengas y aplauden por compasión.

Debes cuidarte, Ulisito, preservar tu imagen y tus palabras, pero sobre todo, tu salud. ¿Acaso te imaginas qué sería de mí o de los trabajadores cubanos si por una apoplejía boniatosa –hartera de boniatos– te perdemos? ¿Piensas en lo desamparada que quedaría la clase trabajadora si te lleva un infarto, una diabetes mellitus, o una obstrucción intestinal?

Recuerda que tú no te perteneces, Ulisito. Eres de este pueblo trabajador que te ama por defender, a toda costa, el elevado salario que devengan en cada puesto de trabajo, que si no sube más, es para protegerlos de un mareo en las alturas, entre otras razones suplidas con promesas y un camión de medallas, diplomas y banderas de proeza laboral, que si bien no les sirven para comprar qué comer, pueden cubrir las grietas en las paredes de sus casas.

Hazme caso, Ulisito, y por favor, vela también por la salud y el peligro que representa la gordura del líder y la lideresa de la ANAP y la FMC, pues en cualquier momento pueden explotar, no por corrupción, sino por la gordura extrema que muestran en la tv, ya que al menor ademán o estornudo puede saltar un botón y entuertar a un invitado a la asamblea.

Pídeles que bajen (de peso, no del pedestal), y embullen también al  doctor Unánimes Lazo, pues apenas puede hablar por la gordura y quién sabe si ahorita no pueda levantar la mano para completar la unanimidad del parlamento cubano, como tiene que ser, lo mismo para decir no que sí, algo que me hace pensar: ¿es posible que nadie haya discrepado ni una vez?

Pero como no me importa la política, te pido que seas honesto, Ulicito, y me digas cómo es posible que los cuadros y cuadras que suben de la base ahítos de potajes, viandas y arroz, pero flacos como un cordel, al llegar al Comité Central  y convertirse en líderes y lideresas del país engorden hasta semejar, más que dirigentes orientando al pueblo sobre los daños de la obesidad, una exposición itinerante de las figuras voluminosas de Fernando Botero.

¿Será que adquieren por despiste u orientación los malos hábitos alimentarios del capitalismo? ¿Son tan ingenuos y malagradecidos que cambian un paquete de berro silvestre cubano por el brócoli estadounidense? ¿Acaso desdeñan un buen picadillo texturizado por un filet mignon francés, o un jurel sin cabeza por un pargo pakistaní?

En realidad, Ulicito, no sé qué pasa con nuestros líderes y lideresas. Eso sí, me preocupa la redondez corporal, los abultados abdómenes y las exageradas zonas glúteas que muestran en la televisión. Cuiden su imagen, díganle no a la obesidad, pero lo más importante: no sean un mal ejemplo para los cubanos de a pie, quienes han hecho dieta, por 60 años, para no engordar.

Eso se los aconsejo yo, Nefasto El preocupado

[email protected]


 

Celia Cruz responde a la televisión cubana

celiacruz.com

El intento de manipular la figura de Celia Cruz por el periodista oficialista Fidel Díaz Castro la pasada semana, en el programa televisivo ‘La Pupila Asombrada’, fue respondida en las redes por numerosos comentaristas, articulistas, productores y musicólogos cubanos, que de esta manera representaron a la célebre cantante, fallecida el 16 de julio de 2003, frente al aparato de tergiversación cultural del castrismo.

‘La Pupila Asombrada’ presentó a Celia Cruz cantándole a la Reforma Agraria en junio de 1959, junto a La Sonora Matancera, esbozándola como una especie de fidelista que un año más tarde, ya en Estados Unidos, caería en las garras de la «ultraderecha cubana».


“El sentido manipulador y reduccionista con que fue presentada anoche por primera vez en más de 50 años la figura de Celia Cruz en la televisión cubana es inaceptable. Fue tendenciosa la elección de la canción. Fue malévolo evadir la verdadera dimensión de Celia Cruz en la música cubana y mucho más las razones que la movieron a asumir la postura que decidió asumir en su vida, presentándola como si fuera una marioneta manipulada sin cerebro ni libre albedrío». Rosa Marquetti en Facebook

«Después de 60 años es que se viene a otorgar cierto espacio a la figura más universal de la música cubana, vilipendiando la postura que asumió pero nunca argumentando las razones por las cuales asumió esa postura». Omer Pardillo, albacea de la cantante

«Con la generosidad que caracteriza al brazo catódico de la Revolución Cubana, el ICRT, luego de seis décadas de ausencia involuntaria de las pantallas cubanas de la inmortal Celia Cruz, lo primero que saca al aire es una canción que dedicara a la Reforma Agraria. No es mala idea calumniar a la Guarachera de Cuba haciéndola parecer castrista fugaz. Pero si lo fue, ¿cuánto habrá sido? ¿Unos meses? ¿Un año? Ah, pero qué se podrá decir de los que han sido castristas toda la vida, empezando por quien ahora la saca en pantalla?». Enrique del Risco en Facebook

«Los castristas fusilan con balas o con fango. La gran Celia Cruz mantuvo la dignidad que ningún castrista conoce». Lilo Vilaplana en Facebook

«Hay que entender que en junio de 1959, cuando La Sonora Matancera interpretó este tema, ni Celia ni casi nadie tenía completamente claro aún que el castrismo implantaría un sistema comunista en Cuba. La mayoría de las leyes de expropiación y censura promulgadas por el régimen se decretarían de 1960 en lo adelante. Recordemos que no es hasta mediados de 1960, por ejemplo, que cae la prensa libre en su totalidad. ‘Que le den candela’: Eso exactamente pensaba sobre la dictadura castrista Celia Cruz». Armando Añel en Facebook


 

Svetlana Alexiévich

Svetlana Alexiévich (Telefónica)

En estos días, otra vez por efecto de la barbarie política, vuelve a ser noticia la singular cronista bielorrusa Svetlana Alexiévich, acosada por los órganos represivos del dictador Lukashenko. Su Premio Nobel de Literatura 2015, y los muchos y merecidos elogios que le han dedicado en todo el mundo por su obra, no significan nada para los perros policías de su propia tierra. Justo a su trascendental libro Voces de Chernobyl pertenece el siguiente fragmento, tan desolador como magistralmente escrito:


Voces de Chernobyl

En la tierra de Chernóbil uno siente lástima del hombre. Pero más pena dan los animales. Y no he dicho una cosa por otra. Ahora lo aclaro… ¿Qué es lo que quedaba en la zona muerta cuando marchaban los hombres? Las viejas tumbas y las fosas biológicas, los así llamados “cementerios para animales”. El hombre solo se salva a sí mismo traicionando al resto de los seres vivos.

Después de que la población abandonara el lugar, en las aldeas entraban unidades de soldados o de cazadores que mataban a tiros a todos los animales. Y los perros acudían al reclamo de las voces humanas…, y también los gatos. Y los caballos no podían entender nada. Cuando ni ellos, ni las fieras ni las aves eran culpables de nada, y morían en silencio, que es algo aún más pavoroso.

Hubo un tiempo en que los indios de México e incluso los hombres de la Rusia precristiana pedían perdón a los animales y a las aves que debían sacrificar para alimentarse. Y en el antiguo Egipto, el animal tenía derecho a quejarse del hombre. En uno de los papiros conservados en una pirámide se puede leer: “No se ha encontrado queja alguna del Toro contra N”. Antes de partir hacia el reino de los muertos, los egipcios leían una oración que decía: “No he ofendido a animal alguno. Y no lo he privado ni de grano ni de hierba”.

¿Qué nos ha dado la experiencia de Chernobyl? ¿Ha dirigido nuestra mirada hacia el misterioso y callado mundo de los otros?


 

En la espalda hay humo: Jorge Olivera y NavyPro

Música: Jorge Olivera. Letra: Jorge Olivera Castillo (Joc) y Osvaldo Navarro (Navy Pro).
Voz: Jorge Olivera Castillo (Joc) y Osvaldo Navarro (Navy Pro).

Jorge Olivera Castillo, poeta, narrador, periodista, compositor y disidente cubano nacido en La Habana en 1961, es Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’ (2014).

«Olivera Castillo fue arrestado en 2003 como parte de la represión de la Primavera Negra, y fue sentenciado a dieciocho años de prisión por escribir artículos ‘contra la independencia nacional y la economía de Cuba'», apunta CADAL. «Después de una intensa campaña de presión internacional, fue liberado por razones de salud después de cumplir solo 18 meses de su sentencia, pero permaneció bajo estrecha supervisión».

«Desde el año pasado, Olivera ha sido detenido en repetidas ocasiones por la Seguridad del Estado y tanto él como su esposa Nancy Alfaya hacen parte del grupo de artistas e intelectuales que están contra del Decreto Ley 349, que limita la libertad de expresión y creación cultural en Cuba».


 

Maykel Osorbo enfrenta a la policía cubana con la boca cosida

Maykel Osorbo en una imagen de archivo (Facebook)

Tras recibir una nueva citación de la policía, el rapero cubano contestatario Maykel Castillo Pérez (Maykel Osorbo) se cosió la boca este jueves 27 de agosto en La Habana, en acto de protesta contra el constante acoso al que él, Luis Manuel Otero Alcántara y otros creadores y activistas independientes son sometidos por parte del aparato militar.

«No nos van a asediar más. Nosotros no ponemos bombas. Nosotros somos artistas», había reclamado el rapero el pasado 24 de agosto en una directa en Facebook.

«Los artistas Pyotr Pavlensky y Maykel Osorbo han protestado de manera extrema como acto de denuncia a sus gobiernos, han utilizado el dolor individual para evidenciar los abusos y la represión», escribió a propósito del episodio la activista Deborah Bruguera en Facebook. «Por uno me uní a una campaña internacional por su liberación hace un par de años; por el otro, haré lo mismo si es necesario».

«¡No he cometido ningún delito! Me acosan diariamente, incluso allanan mi casa y no pasa nada. Voy a ir a la citación solo. Yo soy Maykel Castillo Pérez, no soy ningún delincuente. ¡Más respeto conmigo y con los artistas del Movimiento San Isidro!», había expresado el artista en las redes.

“El Osorbo, en este último acto, carga sobre sí el dolor de una nación”, apuntó, también desde La Habana, el periodista independiente Jorge Enrique Rodríguez. “Plantea con su actitud el hastío ante una condición de isla que nos aísla. Reta a una dictadura que convirtió, a conveniencia, al país en una plaza sitiada: una isla dentro de una isla; o si se prefiere, a una cárcel dentro de una cárcel”.

“¡Me dijeron que ya no van a molestar más a mi cuadra ni a mi familia! ¡Espero que así sea! Recuerden: ¡a un acción, una reacción!”, anunció el rapero tras abandonar la estación de policía de Cuba y Chacón (Habana Vieja) este jueves en la tarde.

“¿Cuándo van a soltar a Silverio Portal Contreras (opositor encarcelado)?”, se preguntó en otro post de Facebook. “¡Está enfermo en prisión! ¿A qué esperan? ¿A qué muera? ¡Está bueno ya de abuso, asere!».


 

Jorge Enrique Rodríguez, cuatro respuestas

Jorge Enrique Rodríguez (Facebook)

Escritor Freelance, periodista independiente, promotor cultural, desde hace varios años Jorge Enrique Rodríguez Camejo es uno de los reporteros más activos con que cuentan los medios no oficialistas, o simplemente libres, para informar sobre la realidad cubana. Corresponsal de ABC y Diario de Cuba, fue detenido el pasado mes de junio en La Habana y recluido en el centro de procesamiento penal conocido como Vivac, lo cual desató una poderosa campaña internacional de solidaridad que finalmente logró la liberación del periodista.

Jorge Enrique Rodríguez tuvo la gentileza de responder este cuestionario de Puente a la Vista: 

Cuéntanos sobre tus inicios en el periodismo independiente.  ¿Cómo fue que decidiste dar un paso tan peligroso en Cuba?  ¿Cuál fue la gota que colmó la copa?

Al periodismo independiente llego casi de manera natural. Observando desde la distancia permitida por el tiempo transcurrido, considero que de alguna manera estaba predestinado.

Desde el año 2006, siendo presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en La Habana, circulaba vía email lo que llamada “mis ejercicios de criterios”. Eran críticas a la política cultural cubana desde perspectivas incómodas, aunque alineadas a lo permisible. Tenía la habilidad, por mi experiencia como funcionario, de saber hasta dónde podía hacer uso de “mis cuotas de libertad”.

Una tarde de ese mismo año 2006 el escritor Andrés Mir, fundador y director de la revista digital Esquife, me invita a publicar esos mismos “ejercicios” en su espacio. Tres años después, Andrés se marcha a Rusia y deja la dirección de Esquife en mis manos. Un año después me otorgaron el premio nacional “Palma Digital 2010” en la categoría Publicaciones Digitales.

También tenía una columna en el sitio web de la AHS ‒Des(h)ojeando el calendario‒ donde reseñaba los libros de autores premiados en el concurso Calendario. En 2011 asumo también la dirección de la revista de rap Movimiento, que pertenecía a la Agencia Cubana de Rap subordinada al Instituto Cubano de la Música.

Pero en 2012 cancelan las ediciones de Movimiento, con la justificación de que no había presupuesto. Comienzan también los episodios de asedio contra Esquife desde el Ministerio de Cultura y Cubarte. Hasta que en 2014, mediante dos cartas abiertas ‒“Se jodió la perra” y “Obonekue”‒, rompo formalmente con las instituciones.

Dos meses después, en ese mismo año, me dan la bienvenida en Diario de Cuba hasta este minuto. Diario de Cuba, más que en un reducto, se convirtió en mi casa, mi familia y en un espacio de crecimiento constante.

Se habla mucho del avance del relativismo y la doble moral en Cuba. La Dra. Hilda Molina ha dicho que Fidel Castro “enfermó el tejido social de la sociedad cubana”. En los últimos 10 años, ¿crees que los cubanos han evolucionado hacia el poscastrismo o involucionado hacia el neocastrismo?

En los últimos diez años Cuba ha experimentado cambios vertiginosos. Eso es visible en el florecimiento cuantitativo ‒y cualitativo‒ de periodistas independientes; de artistas que, al asumir el sello “independiente”, expresan su ruptura formal no solo con las estructuras culturales de poder sino también con la estructura política del régimen. Es decir, contra el Partido Comunista y su retórica totalitaria.

Esta misma conclusión se aplica al activismo de la oposición. Tanto en la isla como en la diáspora se puede hablar de “un despertar” del cubano. Poéticamente hablando, me gusta utilizar esa imagen de: “el cubano está amaneciendo”.

Por supuesto que Fidel Castro “enfermó el tejido social de la sociedad cubana”. En disímiles ocasiones he afirmado que la inoculación comenzó bien temprano, cuando en 1961 determinó que, “dentro de la Revolución todo; contra la Revolución nada”. Sería ingenuo creer que aquella mordaza, legalizada en la biblioteca nacional José Martí como “Palabras a los intelectuales”, solo se refería a marcar las pautas de la política cultural. Con “Palabras a los intelectuales” se trazó el destino total de Cuba, dándose inicio al cultivo y cosecha de la doble moral cubana. Ese “pacto de silencio” [siempre he sido poeta] que atomizó a la sociedad civil.

En abril de 2016 publiqué dos textos en Diario de Cuba ‒“Artistas independientes en Cuba: la mentira tarifada desde 1961” y “Sociedad civil en Cuba: hacia el empoderamiento”‒ como parte de un dossier sobre sociedad civil.

En estos textos, y en los otros que integraron aquel dossier, se intentó explicar qué es y quiénes conforman la sociedad civil en Cuba, más allá del “florecimiento” del sector privado. Más allá de la puesta en escena de un régimen que persiste en la inamovilidad de un aparato jurídico que no avizora implementar –o al menos reordenar– leyes vinculantes que conduzcan a la autonomía de sus ciudadanos, los sindicatos laborales y las asociaciones civiles.

Los cubanos, en mi lectura personal, están en medio de un fuego cruzado entre la evolución hacia un poscastrismo y la involución hacia un neocastrismo.

Y considero, como consideré ayer, que solo mediante la eficacia de la prensa independiente cubana en acompañar y narrar el activismo de la oposición política y de las organizaciones independientes será posible una mayor visibilidad de la sociedad civil y los problemas de la Cuba de hoy. Una Cuba que, si bien dispersa, carga en la mochila de los cubanos de la Isla, y de la diáspora, necesidades y propósitos comunes.

Imagina que estamos en el año 2030. ¿Qué ha sido de Cuba?

En 2030 imagino una Cuba en pleno proceso de resiliencia. Me gustaría citar, en este caso, la pregunta que le hice a Daniel Zovatto (en 2017) y su respuesta, a la cual me suscribo totalmente:

¿Es posible esperar una democracia de calidad para Cuba?

“Lo que nos enseñan los procesos de transiciones hacia la democracia, en estos cuarenta o cuarentaicinco años desde la tercera ola democrática hasta la fecha, es que los procesos pueden ser apoyados desde afuera, estimulados desde afuera, pero claramente tienen que ser conducidos desde adentro […]. Si me preguntas qué yo veo al final: veo un proceso de democratización en Cuba […]. En los próximos diez o quince años no veo a una Cuba cerrada en una América Latina en democracia. Ahora bien, habrá que tener la disciplina, la resiliencia, para sostener este proceso. Y mientras más esté enraizado en actores internos más sostenible va a ser”.

Imagina que estamos en el año 2050. ¿Qué ha sido de Cuba?

Imagino a Cuba en 2050 con nuestros hijos y nietos disfrutando una democracia cabal. Como sujetos activos en las decisiones de la política, la economía, la cultura, la educación y la diplomacia.

Imagino a mi hijo, y a su descendencia, debatiendo sobre los destinos de una isla sin que ello suponga la represión, el hostigamiento, la cárcel y la muerte. Imagino una Cuba donde ser opositor al otro y a lo otro, no implique ser enemigo. Imagino una Cuba sin maniqueísmos, con las puertas siempre abiertas a la pluralidad.


 

Aurelio de la Vega: Impresiones desde la distancia

Este extraordinario libro de Manuel Gayol Mecías aborda la obra y varios pasajes de la vida del Dr. Aurelio de la Vega, compositor clásico reconocido en el mundo y en Estados Unidos específicamente, profesor emérito de la Universidad de Northridge. El libro, publicado en español e inglés (Palabra Abierta / Academia de la Historia de Cuba en el Exilio / Alexandria Library), contiene considerable testimonio fotográfico tanto de Aurelio como de José Lezama Lima.

«Este ensayo biográfico nos emociona desde lo esencial, desde la reivindicación, desde el lugar del encuentro», apunta sobre este libro el poeta argentino Carlos Penelas. «Y paralelamente nos presenta un extravío ideológico que se vincula con el castrismo, el totalitarismo, la imbecilidad, la perversión. Pues las palabras de Aurelio, lo mismo que la mirada de Gayol, nos acercan a la creación, al mundo interior, al verdadero sentido de lo musical, de lo poético. Eso se ve con total claridad en el paralelo entre De la Vega y Lezama Lima».

«Un estupendo trabajo desde lo literario, lo cultural y lo ético. Cargado de inteligencia sin petulancia, pleno de lecturas sin caer en lo hermético o snob. Un equilibrio de lenguaje y tiempo, un punto de encuentro con la inteligencia».


 

Fundan el Partido del Pueblo, organización cubana transnacional

Este martes 25 de agosto fue lanzado en Miami el Partido del Pueblo (PDP por sus siglas en español), anunciado por el popular youtuber Alex Otaola en su programa semanal de las 5:30 p.m. y que se reconoce como «una organización política transnacional de ciudadanos cubanos que posee un profundo carácter democrático, popular, diverso y participativo».

Se trata de una estructura formada «para elegir a siete líderes de oposición que trabajen en coalición conformada por seis consejeros y un presidente».

«La actividad política del PDP es transnacional, interconectando diferentes planos de la sociedad cubana (local, nacional e internacional), reconociendo cualquier lugar del planeta donde se encuentre una comunidad de cubanos como nuestro ámbito de acción política», señalan las bases.

Según el manifiesto publicado en la página oficial del PDP:

«El Partido del Pueblo se funda a partir de la necesidad de que haya una fuerza política que escuche y obedezca los mandatos del pueblo cubano. Un partido que se ponga al servicio de los cubanos y emprenda los pasos necesarios para el mejoramiento de su calidad de vida.

«El Partido del Pueblo se funda para detener la crisis profunda que atraviesa Cuba, y que ahora apunta a un agravamiento inminente; y está dispuesto a trabajar con todas las fuerzas opositoras en la realización de una transición pacífica y ordenada hacia la Democracia en Cuba, según acuerdos y consensos entre todos».


 

Tres libros para entender el racismo en Cuba

En momentos en que el debate en torno al fenómeno arrecia en Estados Unidos, y para entender el racismo en Cuba y las implicaciones profundamente negativas que acarrea -incluyendo el hecho de haber constituido un impulso para la entronización del comunismo en la Isla-, Puente a la Vista recomienda los siguientes libros:

Cuba: Intrahistoria, Una lucha sin tregua. Las memorias de Rafael Diaz-Balart (1926-2005), el político, abogado, orador y escritor cubano que fuera líder de la mayoría y presidente del comite parlamentario mayoritario en la Cámara de Representantes de Cuba entre 1954 y 1958.

Gastón Baquero y Rafael Díaz-Balart. Sobre racismo y clasismo en Cuba. Esta selección apunta al corazón del problema cubano, latente bajo el camuflaje con que la retórica y la desinformación totalitarias, más los prejuicios heredados del sistema de castas de la metrópoli española, han pretendido ocultarlo o relativizarlo.

El miedo al negro, de Juan F. Benemelis: «En el proceso de asentar su supremacía y de imponer los intereses de su sexo, “raza” y clase durante cuatro siglos, el patriciado criollo distanciaría a quienes necesitaba explotar y controlar, instaurando así, entre otras cosas, la ‘desaparición’ del indio, la discriminación del negro, la marginalización del chino y la invisibilidad de la mujer de todas las razas».


 

Política, literatura e interés general

Cabe volver una y otra vez sobre los problemas que a nivel cultural dificultan que los cubanos puedan constituir algún día una nación moderna. Uno de ellos es la tendencia al caos y al canibalismo. Al diálogo de sordos (al monólogo), el desorden, el reguero. Y de lo que se trata no es de buscar unanimidad sino puntos de coincidencia en torno a proyectos de interés general.

Por ejemplo, la libertad de Cuba constituye un proyecto de interés general, que a todos favorece y no tiene un color político determinado. Los judíos han permanecido unidos en torno a un proyecto común durante siglos (el proyecto de su supervivencia) y no por ello puede acusárseles de unánimes.

En la imagen que acompaña a este texto, por ejemplo, no hay unanimidad de origen. Los problemas de los monos, al menos aparentemente, son de distinta naturaleza en cada caso: Uno no puede oír, el otro no puede ver, un tercero no puede hablar. No hay unanimidad en principio, pero sí un punto de coincidencia que los une: no pueden comunicarse efectivamente. Aquí el proyecto radicaría, entonces, en enfrentar los problemas, o el problema, que entorpece la comunicación de los monos. Causa común de interés general, y valga la redundancia.

A mí también, como aducen algunos, las dictaduras me importan mucho menos que la literatura. En realidad no me importan absolutamente, entendidas como objeto teórico o de atención. Lo que me importa es el amor, la libertad, la vida, la propia literatura, etcétera. La cuestión, en el caso cubano, es que casi todas estas cosas tienen aún, de una manera u otra, la bota de la dictadura castrista encima.

He ahí el problema: a las dictaduras sí les importan nuestras vidas, nuestras libertades, la literatura… para aplastarlas o controlarlas. No sé quién dijo más o menos esto (cito sin consultar): “El castigo del que no se mete en política es que la política siempre termina metiéndose con él”. Y no se trata de “meterse” en el sentido tradicional de hacer política únicamente, pero ignorar la política, específicamente la cubana, con 62 años acumulados de asesinatos, encarcelamientos, robo de propiedades, familias rehenes, públicos secuestrados, divisiones artificiales, etcétera, no parece realista.

No se trata de añadirnos a la totalidad sino precisamente de burlar la totalidad, el pensamiento único que la mayoría de los cubanos pretende imponerle al prójimo. Se trata de aprender, paulatinamente, a convivir con la diferencia. Un primer paso en esta dirección se daría al comenzar a organizarnos en torno a intereses generales. Porque los hay, y muchos, tras más de medio siglo de dictadura.


 

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