Nefasto entrevista a San Garpanta

El arribo a La Habana del eminente nutricionista y experto de la ONU en crisis alimentarias para los Estados Unidos, Francia, África  y Corea del Norte, el compañero San Garpanta, llamó la atención de Nefasto, pues llegó en un vuelo privado y, sin ningún protocolo, corrió a hospedarse en el Gran Hotel Manzana Kampinnski, de la capital cubana. Garpanta, aún sin perder el aliento etílico del camino, accedió a responder estas preguntas para los lectores de La Bola Incendiaria:

LBI  ¿Qué motivo lo trajo a Cuba?

San Garpanta (SG): No fue un solo motivo, Nefasto, son tres. Pero el primero es complacer a Fray Betto, mi dilecto amigo gourmet de todas las épicas mesas suecas y comilonas palaciegas en la Isla,  y de paso felicitar a la gentil y juncal anfitriona, Lis Cuesta ¿Caro?… Primera Dama de Cuba.

LBI: ¿Y los otros? Si se puede saber…

SG: El segundo es degustar un “Timbal de cerdo mamón ahogado con su chicharrón y piña acaramelada, y como postre, un volcán de guayaba sobre crema de queso y sopa de mango”.

LBI: ¿Y esa receta es cubana?

SG: Y muy tradicional  en los fogones de leña de los pueblos fantasmales de la región oriental del país y barrios marginales de la capital, según me reveló la cantante Hayla Mompié, nacida en Amancio Rodríguez y criada en un solar de Belén.

LBI: ¿Pero Hayla Mompié, “La Diva del Estrallón en el Carlos Marx”, es chef?

SG: Bueno, Nefasto, hasta ahí llega mi información. Pero si sé que se mandó esa receta –junto a un chef español– en los modestos salones del capitalino Hotel Grand Iberostar Packard, durante la celebración del Taller Internacional de gastronomía GastroCult 2019. No sé si participó en el de 2020, nombrado Cuba Sabe ¿a qué?, y aún no conozco cómo se llamará el de este año en medio de la epidemia de la Covid.

LBI: Me confunde usted, Garpanta. Que Hayla María Mompié, además de cantante sea chef, y La Primera Dama, Lis Cuesta ¿Caro?, anfitriona de un evento gastronómico internacional siendo ella una “puesta al dedo” –como su marido en la presidencia del país– al frente de la Agencia de Representación Artística Paradiso, perteneciente al agresivo Ministerio de Cultura (MINCULT). ¿Cómo el pueblo cubano no conoce nada de esto, Garpanta, si vivimos aquí?

SG: Eso no me extraña, Nefasto. Ustedes son las personas más desinformadas del mundo. Conoce más un beduino en medio del Sahara de lo que pasa en Cuba que un guagüero de la ruta Palatino- Miramar. Además, ¿qué profesional, técnico u obrero cubano tiene para pagar los 250 o 500 dólares que cuesta la inscripción sólo para participar? ¿De qué se asombra usted?

LBI: En eso tiene toda la razón, Garpanta. Entonces dígame cuál es el tercer motivo que lo trajo a Cuba.

SG: El tercero y más importante motivo es sobre unos chismes, runrunes y bretes sobre la escasez y el desabastecimiento en Cuba, cuando la revolución cubana, conjuntamente con quien le habla, diseñó y puso en práctica un plan que garantiza la Soberanía Alimentaria y Nutritiva (SAN) del país.

LBI: ¡Pero todo eso es verdad! ¿O usted no ha visto las interminables colas para ver si pueden alcanzar algo que comer por causa del desabastecimiento de tiendas y agromercados en el país? ¿Acaso no le han informado que donde único se pueden encontrar alimentos y otros artículos de primera necesidad es en tiendas donde sus productos se comercializan en dólares, moneda que no circula en Cuba sino es a través de tarjetas magnéticas de quienes reciben remesas del exterior?

SG: Si le soy sincero, Nefasto, no he podido salir del hotel. Pero, entre mi colega de la ONU, el representante de la FAO en La Habana, y mi amigo Fray Betto, asesor del programa de Soberanía Alimentaria y Nutricional (SAN) en este país –que han participado en la deglución del timbal– me han convencido que este es el pueblo más alimentado y mejor nutrido en la faz de la tierra.

LBI: ¿ Y en cuánto a conocer otros criterios publicados en la prensa independiente cubana, los activistas de Derechos Humanos y las agencias de información internacional que siguen el tema Cuba desde aquí o desde el exterior?

SG: ¿Para qué, Nefasto? ¿Usted cree que ellos sean más objetivos y estén tan informados de la situación del problema de la escasez en el país como el presidente Díaz-Canel, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el Primer Ministro Manuel Marrero, el zar de la economía Marino Murillo y otros comensales que participaron en Loel sencillo atracón de timbales y otros comestibles y bebestibles comunes en esta nación?

LBI: ¿Y qué le dijeron ellos?

SG: Lo suficiente. Que todo eso era una campaña del imperio a base de patrañas y mentiras escritas por mercenarios pagados desde el exterior. Además, me dijeron con convicción: Si quiere no nos crea, pero mire esos platos y pregúntese: ¿Existe miseria, hambre, desabastecimiento y escasez en Cuba?

LBI: ¿Usted que contestó?

SG: Nefasto, como vista hace fe, y todo lo que me decían sobraba frente a mí. Les dí la razón.

LBI: ¿Y qué hará?

SG: Lo que le corresponde hacer a cualquier representante de la FAO, la UNESCO o la UNICEF después de un buen atracón y de ser tratados a cuerpo de Rey en este país. Volver a mi oficina en la ONU y redactar un informe sobre las garantías que da el gobierno cubano a su población.

LBI: Es lógico, Garpanta, no esperaba otra cosa de usted, ni de otros representantes de un organismo internacional. Gracias, ya lo resolveremos entre los cubanos. No hay más que hablar.