Creadores apoyan a poeta cubano acosado por la policía política

Parque Calixto García, en Holguín

 “Hay quienes piden que intervenga la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba). Mis respetos, pero no soy miembro de la UNEAC. He preferido la soledad”. Así respondió en Facebook el poeta disidente Ghabriel Pérez, bajo acoso en su natal provincia Holguín, tras ser citado por la policía política el pasado martes 7 de julio.

¿El “delito” del poeta? Disponerse a leer un poema en el parque Calixto García, frente a la estatua del general de la independencia de Cuba.

En medio de la pandemia del Covid 19, en la manaña del martes pasado acudió a la puerta del escritor un miembro del Minint, de uniforme, a entregarle la citación solo con 15 minutos de antelación, pues se le pedía que acudiera a la estación policial a las 10:00 a.m. de este mismo martes. Poco después se presentó frente a su casa el jefe de sector de la policía, al que Pérez, quien cuida a una anciana muy enferma -su madre-, se negó a recibir.

El jefe de sector le exigió al poeta, a través de la ventana, que le informara la hora en la que podía acudir a la citación, “porque que si no irían a detenerlo”, declaró a Puente a la Vista el propio Ghabriel Pérez, quien no acudió a la cita.

“La UNEAC solo intervendría para condenar al poeta. Una y otra vez, durante décadas, esta organización ha estado al servicio del castrismo y contra la independencia creativa, muy poco o nada honesto puede esperarse de ella. No podía ser de otra manera tratándose de una unión diseñada desde el poder para apuntalar eternamente al poder frente a quienes disienten”. Armando Añel, escritor y editor.

“La policía es quien más puede portar el Covid-19. Por tanto, citar a un ciudadano por algo tan estúpido es propagación de pandemia. Anunciar públicamente que leería poesía en un parque y condenarlo por esa razón, solo demuestra el nivel tan bajo de tolerancia así como la incultura de los agentes de la ley y el orden del primer país libre de analfabetismo en America Latina”. Lynn Cruz, actriz y productora de cine

“Es una vergüenza que la policía de un país, donde supuestamente hay libertad y se respetan los derechos humanos, esté amenazando a un poeta que quiere ir a leer sus poemas en un parque. Ghabriel Pérez es uno de los escritores más importantes de los que hoy viven en Cuba, y un luchador incansable de los derechos humanos, un disidente a cara descubierta. Su madre, a quien quiero y respeto, está postrada en una cama en la sala de la casa. Ghabriel es hijo único. Son unos canallas quienes lo acosan por decir la verdad, por tener la valentía de decir todo a lo que no se atreve la mayoría que lo rodea. Su delito: no ser una oveja más en la finca de esclavos de los Castro. Si la policía política no tiene el coraje de defender a su pueblo y ayudarlo a quitarse el yugo que este país carga por más de 60 años, por lo menos que tenga la hombría de respetar a los poetas”. Rafael Vilches, escritor

“Mucha fuerza, Ghabriel. Ahora tu historia se sigue desde las cuatro esquinas del mundo. Unos la siguen por el morbo del suspense, como siguen una telenovela turca. Otros por curiosidad intelectual, porque el desenlace les dará pie para hablar a favor o en contra. Otros ya saben de la inusitada situación hollywoodense: un poeta asediado en su casa por la maquinaria hostil de una tiranía. Y es que un guión donde se enfrente la poesía vs la dictadura tiene a la mayoría como representante. Tu combate es heroico, cada minuto de esta odisea le suma coraje y patriotismo a tu leyenda. Y contra eso nada pueden los verdugos. Porque hay un punto en que un hombre confiesa que ha temido, confiesa que su temor lo ha carcomido, y, de pronto, ese temor se convierte en el antídoto de su propio temor. Ellos comprendieron que ya no pueden meterte miedo. Te les escapaste. Ahora todo el mundo los mira y les corresponde temer”. Yoshvani Medina, dramaturgo


 

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