Diez respuestas de Suanet Alfonso

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con la actriz y profesora de teatro Suanet Alfonso:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Suanet Alfonso- Mi madre es mi patria. El sentido de pertenencia donde confluye todo lo que he sido con lo que seré. Donde halle a mi tribu espiritual.

AA- ¿Qué es la libertad?

SA- La disposición permanente de abrir puertas interiores que nos conduzcan a espacios más vastos para la realización personal, sin importar cuánta sombra aceche. Su llave maestra es la valentía. Es también el respeto al derecho ajeno tanto como al propio, comprendiendo que la libertad es intransferible e innegociable.

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

SA- Cuando el pueblo cubano deje de postergar el futuro que merece por el conformismo de solo subsistir. Cuando los cubanos de a pie entiendan que tienen el poder de la mayoría. Les reiteraría las palabras de Albert Camus: “Ellos mandan hoy porque tú obedeces”. No obstante estas verdades, la realidad es aún más compleja, cuando a un pueblo le imponen como únicas alternativas el éxodo, la cárcel o el sometimiento, llegar a ver la luz al final del túnel se convierte en un camino de infinita resiliencia.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

SA- El perdón resulta útil cuando el perdonado lo acepta como camino de redención; no se le concede al perpetrador como vía de escape. Aquellos que ejercieron el poder con impunidad deberán asumir su responsabilidad ante la justicia, públicamente, quedando constancia en la memoria colectiva exorcizará mucho dolor. Para los cubanos, aprender a vivir en libertad equivaldrá a un Renacimiento. Será la rehumanización de su gente.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

SA- La mendicidad moral es altamente contagiosa pero curable cuando se le aplica el antídoto correcto: una educación que enseñe a pensar, no a delatar; que sane el miedo a la censura mostrando el valor de la diversidad. Que las taras del totalitarismo, como la mentalidad de rehén de un sistema que ha llevado a la desidia y a la obediencia ciega (ese síndrome de Estocolmo que padecen muchos cubanos, incluso en el exilio), sean sustituidas por la mentalidad de dueño de su proyecto de vida, de manera que seguirle el juego a los engendradores de teorías conspirativas, fenómeno que ha existido en todas las sociedades y hoy en auge, no tiente al cubano libre como para hacerlo retroceder a la misma pesadilla.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

SA- Votaría por la creación de muchos Institutos Edison por toda Cuba; en estas escuelas de vida la enseñanza de valores cívicos sería una prioridad, así como el conocimiento profundo de nuestra historia, libre de adoctrinamientos. Como resultado, se minimizarán la mediocridad y sus secuelas. Cuando el hombre reconoce que él es luz, no prevalece el deseo de ser sombra ajena.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

SA- Sobre todo para la nueva generación de cubanos, dispersos por las cuatro esquinas del mundo, las propuestas de estos youtubers funcionan como una especie de plazas públicas donde se practica un periodismo de barrio. La veracidad de la noticia no siempre es lo que más cuenta, sino el poder alimentar visiones críticas sobre una realidad que no les resulta ajena, y poder hacerlo a través de un lenguaje común, ese que llama al pan, pan, y al vino, vino, sin retórica, con un humor ácido como para corroer mentiras, y sin cargos de conciencia por usar lenguaje de adultos. Con su crítica irreverente, su compromiso con la inmediatez de la realidad cubana, y valiéndose de la fuerza expresiva que tiene el formato audiovisual como testimonio, se trata de seguir asestando golpes certeros en la cruzada que han asumido contra el régimen cubano. Como influencers, “no perdonan a nadie” y se reinventan para mantenerse en la pelea.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

SA- Cuando en Cuba haya un gobierno con voluntad democrática, será factible que tome el modelo estadounidense como un referente para la construcción de la nueva república cubana. Pero la influencia dependerá mucho de lo que elija importar de este modelo social; si sus aristas más positivas, como lo son el dinamismo económico, los mecanismos democráticos que funcionan haciéndole contrapeso a los excesos de poder y el respeto a las libertades de cada ciudadano, o, por el contrario, sus tendencias más negativas, como el populismo y las teorías de conspiración. Aprender a vivir en democracia será arduo para una sociedad cubana que ha quedado desintegrada moral y económicamente por 63 años de totalitarismo. Quizás los cubanos tengamos que recurrir a nuestra historia pasada para poder mirar con acierto hacia el futuro. Y siendo Estados Unidos ese vecino poderoso, espero que haga gala de respeto y generosidad con la nueva Cuba.

AA- ¿Usted quiere ser enterrada en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

SA- Desde la perspectiva del mar, mi alma contemplará a Cuba como un barco navegando hacia su horizonte. Definitivamente el mar.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

SA- “El ojo que todo lo ve” y, sin embargo, es el de un ciego, porque ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. El ojo que vive pendiente de su exilio, de sus enemigos, y no quiere ver el dolor de su propia gente. En realidad lo ve, pero no le importa. El ojo que establece extrañas complicidades con aquellos que nos fuimos; por un lado, ese ojo nos mira con la desaprobación de un padre tirano mientras cambia, en un pestañazo —especie de jugada de engaño—, y nos mira con la imploración calculada del mendigo que, lejos de agradecer, siempre está dispuesto a morder la mano que le da de comer. El ojo que nos mira con una fijeza hipnótica aun cuando aparente cerrarse, porque lo llevamos dentro.


 

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Escritor, editor, zensicólogo. Ghost Writer. Entre los años 1998 y 2000 se desempeñó como periodista independiente en Cuba. Tras recibir el premio de ensayo anual de la fundación alemana Friedrich Naumann, con la revista Perfiles Liberales, en febrero del año 2000 viajó a Europa, donde residió en España e Inglaterra hasta radicarse en Estados Unidos en 2004. Tiene una docena de libros publicados. Dirige Neo Club Ediciones y es uno de los coordinadores del proyecto Puente a la Vista y del Festival Vista.