El Día del Santo Chivatiente

Este 28 de septiembre, los CDR en Cuba cumplen aniversario, y ya van casi sesenta años. La organización de masas (y de vigilancia, y universidad de chivatos de barrio) más grande de Cuba, creada por el gobierno cubano. Creo que su origen está estrechamente vinculado a los dos años que Fidel Castro pasó encerrado en el Presidio Modelo de la Isla de la Juventud, una de las cárceles de América con un sistema de vigilancia llamado «Panóptico». El ingeniero jefe a cargo del proyecto original fue el Arquitecto César E. Guerra. La instalación fue construida en 1925 y funcionó hasta 1967.

Este sistema panóptico fue ideado por un filósofo, Jeremy Bentham (1748-1832), y buscaba resolver varios problemas: crear una cárcel barata, donde un número pequeño de personas cuidara de una comunidad grande, se reformara la conducta de los hombres y se liquidara su inclinación delictiva. ¿Habla de presos o de la sociedad civil en Cuba?

En el Panóptico, las celdas están colocadas circularmente en torno a una torre donde pernocta el vigía. Ninguno de los reos sabe a quién está mirando el vigilante, porque la cabina está tapada y solo hay una estrecha ventana horizontal para mirar. Como el diseño de la prisión es circular, el preso se siente expuesto psicológicamente aunque no lo miren.

Precisamente eso son los Comités de Defensa de la Revolución cubana (CDR) que creó Fidel Castro para detectar contrarrevolucionarios o enemigos de la revolución. Un sistema de vigilancia por barrios, o sea, cuadra a cuadra. No sabes realmente quién está vigilando pero tienes la sensación de que varias personas observan al resto todo el tiempo. Te parece siempre que eres el protagonista de la novela 1984 y el Gran Hermano verde te vigila a través de los ojos de sus súbditos. Por lo general, los más activos son los más veteranos, retirados o con minusvalías a quienes les sobra el tiempo. Coordinados con la policía local, informan de cualquier variación o novedad en la casa de cada cubano.

Es terrible este panóptico popular cubano que aún persiste. Dejó de ser circular entre muros de hormigón para ser vigía en todos los rangos de la vida social del país. Este 28 de septiembre cumple un año más, dividiendo a la sociedad cubana entre los que creen en los Castro y los que conspiran contra ellos.

Seguro que montarán la gran fiesta sobre la memoria de todos aquellos a los que han denunciado en estos años, cuando mantuvieron nuestra adolescencia y madurez en el desasosiego.

Los Castro abolieron las fiestas de santos católicos, pero crearon las suyas propias. Esta es una de ellas: El Día del Santo Chivatiente.


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