Hay dos diálogos y millones de voces

Respetemos a todas las plataformas que proponen cambio o nunca tendremos democracia y seguirá fortaleciéndose la idea de los 62 mil milenios. Para la gente antidiálogo, que se empeña en repetir la consigna de que «no se dialoga»: ¡por favor, dejemos la inmadurez!

Hay dos diálogos. Uno en el que usted gana y otro en el que puede perder. Usted, como es lógico, si es inteligente, se propondrá establecer uno en el que venza al adversario, o sea, al PCC que lleva 62 años sin diálogo, de monólogo absoluto, y que agradece más que nadie que no lo obliguen a dialogar.

Ya basta con el absurdo argumento de los diálogos que no funcionaron en el pasado. Usted puede proponerse ser protagonista de su diálogo, de su llamado a contar a la fuerza antagónica.

A los amigos que quieren cambio en Cuba: ayudemos a ganar plaza, a ganar pueblo. No le hagamos la contra a quienes están dando un empujón para ver si acabamos de dejar atrás tantas décadas de comodidad y discurso fácil, sin interlocutores, de quienes se han establecido como dueños de la palabra.

En el mundo entero se dialoga a diario porque hay congresos, senados, asambleas o parlamentos pluripartidistas. Los comunistas se lo robaron todo en Cuba, y están muy cómodos de una sola voz y un solo oído.

Diálogo para que ellos queden mal al no aceptar un diálogo justo y civilizado.

Diálogo porque, por cada celular que nos arrebate un ministro, ganaremos miles de seguidores y ellos volverán a sus almohadas llenos de cargos de conciencia.

Diálogo porque el mundo nos mirará como nunca antes, nos visibilizará y apoyará dado que Occidente sabe dialogar y el PCC no. Porque es hora de dejar atrás la herencia bolchevique de país donde solo hablan, discuten y proponen los del Partido Único.

Diálogo porque somos un partido opositor, un movimiento disidente, una prensa alternativa que se ha ganado el derecho de ser escuchada.

No diálogo de complacencia. Diálogo para reclamar. Para gritar en la cara del oponente: ¡tenemos derecho a tener derechos!

Por favor, respetemos y comprendamos, más allá de una frase, el mensaje martiano: «Con todos y para el bien de todos».

¿Usted tiene otra propuesta? Aplausos y más aplausos. Siga adelante con ella, pronto se unirán la suya y la del otro. Y del otro. Y del otro. No ataque a su hermano de lucha. El enemigo es el PCC como partido en dictadura. No lo pierda de vista.