Se trata de decencia

Cada día llegan más y más pruebas de las torturas físicas y psicológicas a las que han sido y son sometidos los manifestantes y las manifestantes detenidos a raíz de las protestas del pasado 11 y 12 de julio en más de 20 ciudades del país.

Golpizas y humillaciones a hombres, mujeres, niños y niñas (menores de 18 años de edad digo). No ha habido compasión por parte del régimen.

Hoy continúan detenidas más de 800 personas y un número indeterminado de manifestantes se encuentra desaparecido, según declaraciones —con evidencias incontestables— de familiares de dentro y fuera de la Isla.

Los dirigentes del régimen ya no saben qué inventar; o mejor dicho: ya no les queda margen para inventar.

Así, ya no se trata de castristas y anticastristas, “revolucionarios” y “contrarrevolucionarios”, “izquierda” y “derecha”… Se trata de decencia, de apelar a las personas decentes.


 

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(El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros. En su país natal recibió el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Nacional de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que ya había recibido, en 1983, por su libro de cuentos En el nombre del hijo. En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio y el premio Pluma de Oro de Publicaciones Entre Líneas. Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba. Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros. En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable. Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son. Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.